Fuente: El Pensamiento Navarro, 30 de Octubre de 1976, página 5.



Incidentes y un herido en el acto de aniversario de la Falange

Varios grupos –uno de ellos encabezado por Piñar y De la Mora– abandonaron la sala

DOS HERIDOS EN LOS ENFRENTAMIENTOS


MADRID, 29– El incidente ocurrido durante el acto conmemorativo de la fundación de Falange Española de las JONS, celebrado en el Palacio de Congresos y Exposiciones, se inició como consecuencia de unas palabras de don Sigfrido Hillers. Hablando del nivel económico, el señor Hillers dijo que en estos 40 años había estado basado en la injusticia, y añadió que España juega fuera de sus fronteras un triste papel.

Hasta aquí, el señor Hillers había sido aplaudido. Dijo luego que “está todo por hacer”. Aludió luego a una triste realidad, incluso antes del 20 de noviembre de 1975, momento en el que se oyeron en la sala vivas a Franco y silbidos al orador. Parte del auditorio prorrumpió en nuevos gritos de “Franco, Franco” y abucheos al señor Hillers.

Los incidentes continuaron. Algunos falangistas tiraron el carnet y los papeles, y se oyeron gritos de “unidad, unidad” y voces de “fuera” mientras otros aplaudían. El orador levantó el brazo, otros le imitaron. El señor Hillers siguió hablando, para decir que había que superar el tópico de que nunca se había vivido mejor en el país. Nuevos incidentes se volvieron a registrar, con intentos de agresión. Numerosas personas acordonaron entonces el estrado.

Finalmente, un grupo de personas abandonó el Palacio, encabezados por don Blas Piñar, don Gonzalo Fernández de la Mora y don Luis Emilio Calvo Sotelo.

Prosiguen los incidentes en el auditorio, donde los abucheos son constantes –en la sala hay cerca de tres mil personas–.

Durante su discurso, el señor Hillers se refirió a la vía crítica del patriotismo, diciendo: “Amamos a España porque no nos gusta, con espíritu de perfección”. Habló de la unidad falangista, a la que hay que llegar. Añadió que no hay que tener miedo a las críticas ni a la autocrítica, y que hay que arrebatar al enemigo las banderas que sean justas. La mejor defensa es el ataque, dijo. El ejemplo en 1976 sigue siendo José Antonio, que sigue siendo piedra de escándalo. La transformación que quería José Antonio para España, sigue estando vigente.

(Europa Press).


SE HA REGISTRADO UN HERIDO

MADRID, 29.– Durante el discurso de Sigfrido Hillers, se han vuelto a reproducir los incidentes en la sala del Palacio de Congresos, donde se estaba desarrollando el acto conmemorativo de la fundación de la Falange.

Un grupo numeroso de partidarios del orador se ha enfrentado con las personas que se oponían a que continuara el discurso. Partidarios de las dos posturas han subido al escenario, donde se han congregado alrededor de un centenar de personas, y se ha producido un intercambio de golpes entre algunos de ellos.

Mientras don Raimundo Fernández Cuesta ha pronunciado unas breves palabras llamando a la unidad de todos los falangistas, han continuado los intercambios de gritos, y se han escuchado algunos como “unidad, unidad” y otros de “Sigfrido, Sigfrido”.

Finalmente, se retiró el uso de la palabra a don Sigfrido Hillers, y se concedió al segundo orador, don Tomás Marco Alagón, de los Círculos José Antonio, pero tampoco pudo hablar porque los partidarios de Sigfrido Hillers se lo impedían, interrumpiéndole continuamente con gritos.

Alrededor de la una y cuarto, los partidarios de Sigfrido Hillers han abandonado la sala con gritos de “fascistas, fascistas”, dirigidos a los que se quedaban en la sala. En el vestíbulo del Palacio de Congresos hubo un nuevo enfrentamiento verbal y físico entre los partidarios de Sigfrido que abandonaban el Palacio –unos doscientos, aproximadamente– y otro grupo contrario. Algunos de los contendientes esgrimieron porras. Una persona resultó herida en la cabeza de un golpe, y tuvo que ser curada en uno de los servicios del edificio.

Alrededor de la una y veinte de la tarde, los partidarios de Sigfrido Hillers abandonaron definitivamente el Palacio de Congresos del Ministerio de Información y Turismo. En esos momentos se suspendió el orden del día y ya no intervino ningún orador más que don Raimundo Fernández Cuesta, presidente de la Junta Nacional de Falange Española de las JONS, entre los aplausos de los presentes.

(Europa Press).


MADRID, 29.– Los ataques del falangista Sigfredo Hillers al régimen del 18 de julio y a la figura de Francisco Franco originaron una serie de enfrentamientos verbales y físicos entre los asistentes al acto conmemorativo de la fundación de Falange Española. Como consecuencia de los cuales hubo dos heridos.

Los enfrentamientos surgieron a los veinte minutos de comenzar el acto, que fue interrumpido durante largo rato, y con grandes dificultades se reanudó sin que Hillers pudiera terminar su intervención.

El acto –al que asistieron unas tres mil personas– fue presidido por Raimundo Fernández Cuesta y Merelo, presidente de Falange Española de las JONS, y hasta los incidentes se encontraban presentes en la sala representantes de Alianza Popular (Gonzalo Fernández de la Mora y Mon, y Javier Carvajal) y «Fuerza Nueva» (Blas Piñar); así como Pilar y Miguel Primo de Rivera, Dionisio Martín Sanz, José Utrera Molina y Mariano Sánchez Covisa, entro otros.

El primer orador fue Sigfredo Hillers de Luque, promotor de la no autorizada asociación Defensa de Falange Española, que defendió la postura de la joven Falange. Intentó hacer un llamamiento a la unidad de los falangistas, y criticó la actitud de la vieja Falange, dedicada –dijo– «a vegetar; es preferible la división a ser utilizados en la unidad como comparsas de las alianzas de derechas».

Afirmó que el grupo de falangistas al que él representa, y «que habían llegado a ser de Falange a pesar del Movimiento, no están dispuestos a abandonar su labor crítica ni a dejar a los marxistas la bandera de criticar al régimen de estos cuarenta años».

A partir de este momento comenzaron a introducirse en la sala muestras de disconformidad, y los primeros gritos de «Franco, Franco, Franco», «Traidores», «Silencio» y «Unidad». Continuó Hillers afirmando que no se trata de hacer de la Falange una «mafia azul», sino una organización para transformar España, y criticó duramente la «mala marcha del régimen», para cuya justificación no sirven los tópicos del desarrollo económico ni de los supuestos avances conseguidos.

En este momento, Sigfredo fue interrumpido con fuertes abucheos. Gritos de «Unidad» y «Falange», y Blas Piñar se levantó de su butaca y abandonó la sala, mientras falangistas de unos y otros grupos se enfrentaban entre sí.

Un grupo llegó, incluso, a tratar de subir al estrado, que fue inmediatamente acordonado por los seguidores de Hillers.

El orador trató de continuar su discurso, pero fue nuevamente interrumpido por gritos de «Que hable Raimundo» y un segundo intento de asalto al estrado, por lo que no pudo seguir hablando.

Numerosos asistentes se levantaron indignados de sus asientos y comenzaron a desalojar la sala del Palacio de Congresos. Tras un nuevo intento de reanudar su discurso, ante las nuevas interrupciones, gritos y amenazas, Sigfredo Hillers abandonó el estrado y volvió a ocupar su puesto en la presidencia del acto.

Con unas dos mil personas todavía en la sala, tomó el micrófono Eduardo Urgorri Casado, miembro de “Falange Española de las Jons”, quien, tras pedir calma en varias ocasiones, lo cedió a don Raimundo Fernández-Cuesta, quien se quejó del “lamentable espectáculo que estamos dando”, y dio la palabra a un representante de los “Círculos José Antonio”, que no pudo hablar tampoco porque fue interrumpido por un grupo de jóvenes que comenzó a entonar el himno de “Falange Española Sindicalista” y a dar gritos de “Estado sindical”, “queremos la Falange” y “queremos José Antonio”.

En la sala continuaron los enfrentamientos verbales y físicos entre componentes de los distintos grupos. Pilar y Miguel Primo de Rivera y José Utrera Molina intentaron en vano calmar los ánimos, pero también fueron abucheados. Por último, Raimundo Fernández-Cuesta tomó el micrófono. Pidió “silencio y calma” y fue fuertemente aplaudido, mientras otros de los presentes gritaban “todos o ninguno”.

Tras varios intentos y nuevas interrupciones y enfrentamientos, el presidente de “Falange Española de las Jons” pudo comenzar su discurso, que comenzó diciendo: “Aquí está, pues, de nuevo, la Falange Española de las Jons recobrando su nombre, afirmada su personalidad, de manera clara, precisa y terminante, y sin las circunstancias históricas que hubo que respetar por lealtad y patriotismo y que han venido condicionando su actividad”.

“La verdadera tragedia de la Falange –dijo también– parte de la muerte de su fundador; consiste en haber sido víctima de la incomprensión, pues a estas alturas hay muchos que desconocen su verdad; de la ingratitud, al no reconocérsele los servicios y sacrificios prestados a España; de la injusticia de atribuírsele las faltas que no han cometido o no han sido realizadas [sino] por quienes, fingiéndose falangistas, no lo eran efectivamente; y de la deslealtad, la deserción y la traición de los que la han abandonado”.

“No podemos olvidar –señaló más adelante– que “los falangistas nos encontramos en una situación parecida a la de 1936. [Lo que] la doctrina de la Falange añadió, no es algo petrificado e inmóvil, sino que constituye unos principios que marcan un sentido permanente ante la historia y la vida”.

Se refirió a la irrepetibilidad de la figura de Franco y a su indudable influencia en el sistema “que, si no era posible mantenerle como estaba, cambiarle por otro es una aventura peligrosa y equivocada. Perfeccionarle, desarrollarle para consolidarle, respetando su [es]sencia, era lo adecuado y conveniente, pues no se puede utilizar la legitimidad reformista para cambiar el sistema en el que precisamente se funda esa legitimidad. Si los partidos están ya implantados, no obstante nuestra oposición a ellos, la Falange, siguiendo el ejemplo de José Antonio, entrará en el juego de los mismos, porque en política hay que utilizar siempre las armas de que se puede disponer”.

La intervención de Fernández-Cuesta suscitó en varios pasajes reacciones contrarias entre los asistentes, y finalizó con el “Cara al Sol”, entonado por todos los presentes y los grupos que se encontraban en el vestíbulo del Palacio de Congresos, presenciando el acto por medio de un circuito cerrado de TV.

Al abandonar el Palacio de Congresos, en cuyos alrededores había numerosos efectivos de las Fuerzas del Orden, hubo un pequeño conato de enfrentamiento con dichas fuerzas, que quedó rápidamente zanjado al entonarse de nuevo el “Cara al Sol”.

Al parecer, en los enfrentamientos se han registrado dos heridos.


MADRID, 29.– Un portavoz de Falange Española Independiente, que agrupa al Frente de Estudiantes Sindicalistas (FES), a los jóvenes falangistas, a los círculos Ruiz de Alda y a las asociaciones juveniles “Octubre”, ha manifestado a Europa Press que los hechos acaecidos ayer mañana en el acto conmemorativo de la fundación de Falange no han sido sino el desenlace de una situación de tensión que se había producido desde el momento en que Raimundo Fernández Cuesta, presidente de Frente Nacional Español, incumplió el compromiso firmado con el resto de los sectores falangistas.

Dicho compromiso, según el citado portavoz, consistía en que, una vez concedido el nombre de Falange Española de las J.O.N.S. a cualquiera de los grupos que lo habían solicitado, se abriría un proceso constituyente, de manera que fuera posible “la integración de todos los sectores en régimen de igualdad y sin jefaturas establecidas de antemano”. Al autoerigirse el señor Fernández Cuesta en presidente nacional de la asociación legalizada, indicando simplemente al resto de los grupos a inscribirse de forma individual y personal a su partido, incumplió el compromiso.

(Europa Press).