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Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacios)
Fuente: Franco y Juan Carlos. Del Franquismo a la Monarquía, Jesús Palacios, Flor del Viento Ediciones, Barcelona, 2005, páginas 440 – 444.
FRANCO SABE EN 1966 QUE JUAN CARLOS DESEA REINAR BAJO UN BIPARTIDISMO DEMOCRÁTICO
27 de Mayo, 10 de la noche. En casa de Joaquín Garrigues Walker se celebra una cena que da lugar a un interesantísimo coloquio. El anfitrión ha llamado a Antonio Fontán, Catedrático y Decano de la Universidad de Pamplona, miembro del Opus y antiguo profesor del Príncipe; Pedro Durán, consejero del Banco Urquijo, Presidente de Catalana de Gas y Maquinista Terrestre; Manuel Ortínez, Director General del Instituto Español de Moneda Extranjera; Hermenegildo Altozano, Director del Banco Hipotecario, ex Gobernador Civil de Sevilla, activo miembro del Opus, monárquico de lucha que combina con gran decisión su vinculación al Movimiento y a la línea de Don Juan; Antonio Villar Massó, abogado, grado treinta y tres del Gran Oriente Español (tapado), en los próximos años se decidirá por dar su apoyo al Partido Socialista; Alberto Ballarín, Notario de Madrid; Carlos Fernández Novoa, Catedrático de la Universidad de Santiago de Compostela; Antonio Barrera de Irimo, Presidente de la Compañía Telefónica; Jaime Urquijo, Secretario General de Energía e Industrias Aragonesas, S. A.; y a Alberto Algora, abogado, Presidente de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas. Se trata sin duda de una más que cumplida representación del espectro social que mueve en esos momentos el Régimen y quiere tener la llave del futuro. Y la verdad es que todos están para hablar y escuchar al Príncipe. Don Juan Carlos es el invitado que realmente destaca.
La conversación, muy viva, desarrollada en términos muy cordiales, se prolonga hasta pasadas las dos de la madrugada. Alguien de los presentes pasa datos y detalles al Servicio de Información de la Dirección General de Seguridad. Alonso Vega ordena que se haga un informe, lo remite a El Pardo. Franco tiene, pues, un completo conocimiento de lo que han dicho unos y otros. Los reunidos hablan libremente, sin cortapisa alguna, del futuro de la Monarquía y de la España después de Franco. Todos dan por hecho que la Corona se establecerá en un régimen democrático. El Príncipe alude a que en el futuro hay que evitar los excesos del pluripartidismo y parece sentirse cómodo con la aceptación general de que llegue a implantarse un sistema de dos partidos –socialista y democristiano–, y algún otro de pequeña representación, similar al de los países anglosajones, que en el juego democrático vayan alternándose en el poder. No hay ningún dato de que Franco hiciera al Príncipe el más mínimo comentario sobre esta reunión. Con su silencio y las vagas afirmaciones que en ocasiones le hiciera de que él tendría que gobernar de forma muy diferente a la suya, parece que el Caudillo admitía una evolución futura del Régimen hacia el bipartidismo.
Éste es el contenido del citado informe:
Por comentarios escuchados a los asistentes, incluso a personas poco sospechosas de excesivo fervor monárquico, el Príncipe causó muy buena impresión, por su simpática personalidad y su interés por conocer las diversas opiniones de los asistentes ante el problema sucesorio, posición de la Dinastía, y configuración de la España futura.
Con respecto a la sucesión, Villar Massó, Jaime Urquijo y Alberto Algora se mostraron partidarios del referéndum previo a la restauración, comportando evidentemente una etapa anterior de información popular y restablecimiento democrático paulatino. Los demás asistentes, salvo Joaquín Garrigues, que no se definió, prefirieron la restauración de hecho, y la consulta o refrendo popular después, cuando la Monarquía hubiese tenido ya oportunidad de demostrar al pueblo su eficacia y su autenticidad democrática.
Sobre la posición de la Dinastía, la mayoría se inclinó por la colaboración con el actual Jefe del Estado, pero sin comprometer su actuación futura. Jaime de Urquijo y algún otro se mostraron reticentes con respecto a la pública aparición del Príncipe como identificado con el actual Régimen. Villar Massó indicó su opinión de que el Príncipe, por una parte, debía aparecer cerca del Poder, para así garantizar su continuidad, pero no debía comprometerse con él, ni tampoco pactar con la Oposición, como concretamente llegaron a proponer Alberto Ortínez [debe tratarse de Manuel Ortínez] y Pedro Durán. Frente a la sugerencia de ambos citados de incluir a algún dirigente exiliado, Villar indicó que los dirigentes exiliados ya no representaban ninguna fuerza real, lo cual fue calurosamente suscrito por el Príncipe.
Acerca de la configuración de la España post-franquista, todos los asistentes se mostraron de acuerdo en que no podía ser otra que un Estado de Derecho, con instituciones democráticas de tipo europeo y actual.
El Príncipe aludió a que habría que evitar los excesos del pluripartidismo, a lo que Villar y otros abundaron en que bastaría con una inteligente Ley Electoral para que se pudiera garantizar en la práctica el sistema de dos grandes partidos, socialista-democrático y demócrata-cristiano, con algún otro sector marginal o complementario.
La discusión fue viva y muy libre, y las bases comunes se revelaron grandes. En todo caso, Villar y otros asistentes indicaron que emitían las opiniones a título exclusivamente particular, si bien no debían ocultar que eran compartidas por ciertos sectores de opinión del país. Alberto Algora se mostró muy liberal en sus manifestaciones, como la mayor parte de los asistentes. El Príncipe estuvo a la vez espontáneo y prudente, y, según hemos escuchado a algunos de los asistentes, realmente estuvo muy en su papel, demostrando tener capacidad de opinión, pero no comprometiéndose en ningún momento. Habló con respeto de la figura del Jefe del Estado, dijo que el balance del Régimen sería positivo, y aludió al Conde de Barcelona con evidente afecto y respeto. Sin embargo, se mostró muy convencido de su propio papel como futuro Rey de España, aunque, como es natural, no se trató el tema de la opción entre padre e hijo [99].
El desfile de la Victoria de este año se salda con una Declaración de repudio por la presencia del Príncipe. Pero al menos en esta ocasión, Don Juan Carlos no es insultado por alguien en la calle. Rafael Rivas Benito, Jefe del Requeté de Madrid, remite a Solís el Manifiesto. Los carlistas «repudiarían la presencia en la presidencia del desfile conmemorativo de la Victoria de Juan Carlos, ya que dicho Príncipe representa la Monarquía liberal que nos empujó a derramar tanta sangre» [100]. Unos meses más tarde el Infante Javier de Borbón ofrece, en una proclama de principios, su Monarquía a Franco. La Monarquía tradicional sin partidos, incluso el carlista desaparecerá cuando se establezca la Monarquía. Sistema fuerte de autoridad. Representación regional, local, profesional. Descentralización mediante el sistema de fueros que es el que da la tradición democrática a nuestro pueblo. Fidelidad a la Iglesia Católica. El Rey como árbitro [101].
Los primeros días de Junio se hace pública la creación del Secretariado Permanente de Don Juan. Lo integran catorce miembros con Areilza a la cabeza, los demás se distribuyen en cuatro Comisiones: Leyes, Información, Organización, y Economía; están Altozano, Sánchez Agesta, Anson, Guillermo Luca de Tena, Melgar, Jesús Obregón, Ramón de San Pedro y los Condes de los Andes y de los Gaitanes, entre otros. Su misión es trabajar en el interior y fuera de España a favor de la causa política de Estoril. El New York Times saca la conclusión de que se trata de un «gabinete en la sombra» del Conde de Barcelona. Apenas transcurrida una semana, Estoril se llena de protestas de monárquicos por la designación de Areilza. Según Ibáñez Martín, Ramón Rato Rodríguez San Pedro visita a Don Juan. En su opinión, el Secretariado no debía haberse creado, pero una vez hecho y, pese a que haya elementos que enfaticen que para nada quieren ver a Motrico a su frente, la «seriedad de Villa Giralda exige que se mantenga» [102].
Don Juan Carlos, en tanto, sigue despachando una vez al mes con Franco. Normalmente hablan durante una hora, salvo que le pida más tiempo, entonces le concede dos horas, siempre por la tarde las semanas que no hay Consejo de Ministros. En la reunión que mantienen el 17 de Junio, Don Juan Carlos se interesa por cómo quedará la Ley Orgánica. Cuatro días antes Franco la ha cerrado definitivamente y se la pasa a Carrero para que la estudien los Ministros durante el Verano, antes de darla a trámite a las Cortes y posterior referéndum. El Príncipe pregunta al Caudillo sobre las funciones que desempeñará en el futuro el Jefe del Estado y el Presidente del Gobierno. Franco le da algunos detalles, pero aparcan la conversación para más adelante.
El 21 de Julio, Anson escribe en ABC: «La Monarquía de todos». Franco y Fraga se indignan. Al periódico le cuesta el secuestro de la edición, y al brillante periodista una forzada corresponsalía en el sudeste asiático. En el artículo, Anson mantiene la tesis de que las monarquías europeas que han sobrevivido a la acción revolucionaria republicana, reinan sobre sociedades democráticas. La Monarquía española tendrá que ser igual, no podrá eludir esto porque la sociedad camina hacia el régimen democrático, la libertad. Reconoce que el régimen español ha dado un giro de noventa grados desde 1945; por eso mismo, la Monarquía dentro de veinte años no podrá ser igual, como no lo es el Régimen hoy. Cita varias decenas de nombres, que han compartido mesa, mantel y homenaje la noche de San Juan en Estoril; desde Serrano Suñer a Tierno Galván, dispares en sus concepciones políticas, unidos en las declaraciones a favor de Don Juan. E introduce una cuña para herir la estrategia de quienes están sembrando el paso del Príncipe hacia el Trono. «Pensaba yo esto, y pensaba también en la postura ejemplarísima de Don Juan Carlos cuando un periodista indiscreto le habló de sus posibilidades al Trono y el Príncipe hizo esta declaración perfecta, recogida en la revista Time de 21 de Enero de 1966: “Nunca, nunca aceptaré la Corona mientras mi padre esté vivo”» [103]. Curiosamente, esta última supuesta frase del Príncipe, se volverá a utilizar como declaración de fondo en la entrevista apócrifa que Point de Vue publicaría en Octubre de 1968, a un paso ya de la designación como sucesor.
[99] Archivo Franco, leg. 109. Informe de 30 de Mayo de 1966.
[100] Archivo Franco, leg. 77.
[101] Archivo Franco, leg. 212.
[102] Archivo Franco, leg. 97. Carta de 22 de Junio de 1966.
[103] Anson, Don Juan, págs. 359 – 361.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Dos encabezamientos rotundos, pero que no se ven confirmados con el contenido de lo que se envía:
- Sobre lo de que "Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo del señor Jesús Palacios, pasamos más allá con la afirmación exagerada, de que "FRANCO SABE EN 1966 QUE JUAN CARLOS DESEA REINAR BAJO UN BIPARTIDISMO DEMOCRÁTICO, opinión, como no, del señor Martin Ant.
- Hay que aclarar que la reunión en cuestión no fue convocada para conocer la opinión de Juan Carlos sobre el futuro, sino al revés para conocer Juan Carlos la opinión de esas personas de cara al futuro.
Lo único ahí fiable no es la introducción de Jesús Palacios (que no estuvo allí aunque lo narra como si hubiera estado) sino el informe que se pasa a Franco, y en el texto solamente debe atenderse a lo que allí habló Juan Carlos.
De Franco no sabemos lo que entonces "sabía", pues ninguno estuvo en su pellejo para enterarse. Y solo debe atenderse a lo que dijo Juan Carlos (en negrita):
Cita:
Éste es el contenido del citado informe:
Por comentarios escuchados a los asistentes, incluso a personas poco sospechosas de excesivo fervor monárquico, el Príncipe causó muy buena impresión, por su simpática personalidad y su interés por conocer las diversas opiniones de los asistentes ante el problema sucesorio, posición de la Dinastía, y configuración de la España futura.
Con respecto a la sucesión, Villar Massó, Jaime Urquijo y Alberto Algora se mostraron partidarios del referéndum previo a la restauración, comportando evidentemente una etapa anterior de información popular y restablecimiento democrático paulatino. Los demás asistentes, salvo Joaquín Garrigues, que no se definió, prefirieron la restauración de hecho, y la consulta o refrendo popular después, cuando la Monarquía hubiese tenido ya oportunidad de demostrar al pueblo su eficacia y su autenticidad democrática.
Sobre la posición de la Dinastía, la mayoría se inclinó por la colaboración con el actual Jefe del Estado, pero sin comprometer su actuación futura. Jaime de Urquijo y algún otro se mostraron reticentes con respecto a la pública aparición del Príncipe como identificado con el actual Régimen. Villar Massó indicó su opinión de que el Príncipe, por una parte, debía aparecer cerca del Poder, para así garantizar su continuidad, pero no debía comprometerse con él, ni tampoco pactar con la Oposición, como concretamente llegaron a proponer Alberto Ortínez [debe tratarse de Manuel Ortínez] y Pedro Durán. Frente a la sugerencia de ambos citados de incluir a algún dirigente exiliado, Villar indicó que los dirigentes exiliados ya no representaban ninguna fuerza real, lo cual fue calurosamente suscrito por el Príncipe.
Acerca de la configuración de la España post-franquista, todos los asistentes se mostraron de acuerdo en que no podía ser otra que un Estado de Derecho, con instituciones democráticas de tipo europeo y actual.
El Príncipe aludió a que habría que evitar los excesos del pluripartidismo, a lo que Villar y otros abundaron en que bastaría con una inteligente Ley Electoral para que se pudiera garantizar en la práctica el sistema de dos grandes partidos, socialista-democrático y demócrata-cristiano, con algún otro sector marginal o complementario.
La discusión fue viva y muy libre, y las bases comunes se revelaron grandes. En todo caso, Villar y otros asistentes indicaron que emitían las opiniones a título exclusivamente particular, si bien no debían ocultar que eran compartidas por ciertos sectores de opinión del país. Alberto Algora se mostró muy liberal en sus manifestaciones, como la mayor parte de los asistentes. El Príncipe estuvo a la vez espontáneo y prudente, y, según hemos escuchado a algunos de los asistentes, realmente estuvo muy en su papel, demostrando tener capacidad de opinión, pero no comprometiéndose en ningún momento. Habló con respeto de la figura del Jefe del Estado, dijo que el balance del Régimen sería positivo, y aludió al Conde de Barcelona con evidente afecto y respeto. Sin embargo, se mostró muy convencido de su propio papel como futuro Rey de España, aunque, como es natural, no se trató el tema de la opción entre padre e hijo [99].
Este dato Jesús Palacios lo falsifica a su modo:
Cita:
El Príncipe alude a que en el futuro hay que evitar los excesos del pluripartidismo y parece sentirse cómodo con la aceptación general de que llegue a implantarse un sistema de dos partidos –socialista y democristiano–, y algún otro de pequeña representación, similar al de los países anglosajones, que en el juego democrático vayan alternándose en el poder.
¿Donde consta eso en el informe?
¿Acaso Jesús Palacios estuvo allí para oír lo del bipartidismo en boca de Juan Carlos ? Es evidente que esos añadidos en boca de Juan Carlos de "países anglosajones y juego democrático" se los ha sacado Palacios de la chistera.
Y lo más gracioso es que añade esto:
Cita:
No hay ningún dato de que Franco hiciera al Príncipe el más mínimo comentario sobre esta reunión.
Pues efectivamente, a lo mejor no hubo ningún comentario porque lo que se dijo fue intrascendente. Si trató con liberales, los temas serían sobre un hipotético futuro liberal.
(Juan Carlos en aquel año se daba a conocer y a ser conocido. De Blas Piñar también he leído, no recuerdo ahora dónde, que una representación de FUERZA NUEVA se acercó a charlar con él)
Y en todo caso, aunque lo hubiera habido comentario ¿por qué habría debido hacerse público?
¿Ya estamos otra vez de cazafantasmas divagando sobre el significado de omisiones supuestamente trascendentalísimas?
Cita:
Con su silencio y las vagas afirmaciones que en ocasiones le hiciera de que él tendría que gobernar de forma muy diferente a la suya, parece que el Caudillo admitía una evolución futura del Régimen hacia el bipartidismo.
Venga. Lo que tú digas. ¿y por qué el bipartidismo , ¿o mejor hacia el comunismo , ¿no?
Cita:
El 21 de Julio,
Anson escribe en ABC: «La Monarquía de todos». Franco y Fraga se indignan. Al periódico le cuesta el secuestro de la edición, y al brillante periodista una forzada corresponsalía en el sudeste asiático. En el artículo, Anson mantiene la tesis de que las monarquías europeas que han sobrevivido a la acción revolucionaria republicana, reinan sobre sociedades democráticas. La Monarquía española tendrá que ser igual, no podrá eludir esto porque la sociedad camina hacia el régimen democrático, la libertad. Reconoce que el régimen español ha dado
un giro de noventa grados desde 1945; por eso mismo, la Monarquía dentro de veinte años no podrá ser igual, como no lo es el Régimen hoy.
Precisamente este párrafo final que trata la represalia de Franco contra Ansón por pedir una monarquía democrática, echa por tierra toda la argumentación del futuro Juan Carlos "democrático". El montaje y la tendencia del texto de J. Palacios falla estrepitosamente.
Siguiendo el estilo de raciocinio de Jesús Palacios deduciremos que "no hay datos sobre el parecer de Juan Carlos sobre las represalias de Franco a Ansón pero dada su psicología todo parece dar a entender que debió atemorizarse y poner la prevista "apertura bipartidista" en cuarentena por una temporada".
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Cita:
Sobre lo de que "Franco sabe desde 1966 desde 1966 que Juan Carlos al demoliberalismo del señor Jesús Palacios, pasamos más allá con la afirmación exagerada, de que "FRANCO SABE EN 1966 QUE JUAN CARLOS DESEA REINAR BAJO UN BIPARTIDISMO DEMOCRÁTICO, opinión, como no, del señor Martin Ant..
No. Es al revés. La frase "Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo" la he puesto yo, y la frase "Franco sabe en 1966 que Juan Carlos desea reinar bajo un bipartidismo democrático" es del historiador franquista Jesús Palacios.
Cita:
Hay que aclarar que la reunión en cuestión no fue convocada para conocer la opinión de Juan Carlos sobre el futuro, sino al revés para conocer Juan Carlos la opinión de esas personas de cara al futuro.
Más bien es todo lo contrario. La reunión de los demoliberales en la casa de Garrigues Walker tiene por objetivo tantear y conocer el pensamiento político de Juan Carlos. Hay que tener en cuenta que todos esos asistentes demoliberales, como muy bien advierte el historiador Palacios, son prácticamente una representación de todos los sectores que verdaderamente "pinchan y cortan" dentro del Régimen franquista (por supuesto, con el beneplácito de Franco), y, por tanto, es lógico y normal que quisieran conocer las ideas de aquella persona que todos los indicios señalaban, en aquel entonces, como futura sucesora de Franco.
Cita:
Lo único ahí fiable no es la introducción de Jesús Palacios (que no estuvo allí aunque lo narra como si hubiera estado) sino el informe que se pasa a Franco, y en el texto solamente debe atenderse a lo que allí habló Juan Carlos.
El comentario del texto que hace el historiador franquista Jesús Palacios no es para nada forzado, sino que es una interpretación que se desprende perfectamente del conjunto de todo el Informe.
En éste se dice que "TODOS los asistentes" estaban de acuerdo en que después de Franco debía restablecerse un "Estado de Derecho con instituciones democráticas de tipo europeo y actual". A continuación, una vez aceptada esa base esencial por todos, se desciende a las cuestiones accidentales de detalle, y Juan Carlos expresa su reticencia hacia los excesos que podrían derivarse de un sistema pluripartidista, a lo cual le vienen a tranquilizar el masón Villar y otros diciéndole que eso se podría solucionar mediante un sistema bipartidista.
Finalmente, se dice que las "bases comunes se revelaron grandes", y parece ser que Juan Carlos dio buena impresión a los asistentes, pues según algunos de ellos "realmente estuvo muy en su papel, demostrando tener capacidad de opinión, pero no comprometiéndose en ningún momento" (como, efectivamente, quedó demostrado a la hora de fijar los detalles concretos del futuro sistema demoliberal en la discusión anterior entre pluripartidismo o bipartidismo).
Por último, el Informe añade que "habló con respeto de la figura del Jefe del Estado, dijo que el balance del Régimen sería positivo, y aludió al Conde de Barcelona con evidente afecto y respeto" (esto último era también perfectamente normal, pues siempre hubo una continua comunicación, compenetración y unión entre Juan Carlos y su padre el demoliberal Don Juan, jamás interrumpida en ningún momento).
Cita:
Pues efectivamente, a lo mejor no hubo ningún comentario porque lo que se dijo fue intrascendente. Si trató con liberales, los temas serían sobre un hipotético futuro liberal.
(Juan Carlos en aquel año se daba a conocer y a ser conocido
Juan Carlos no "se daba a conocer y a ser conocido" en aquel año, sino que llevaba ya varios años gozando (él, y su recién estrenada familia) de los favores oficiales del Régimen franquista, con cargo a los Presupuestos Generales del Estado franquista.
Cita:
De Blas Piñar también he leído, no recuerdo ahora dónde, que una representación de FUERZA NUEVA se acercó a charlar con él)
No tiene absolutamente nada que ver un acto oficial y público como el que realizó Fuerza Nueva con Juan Carlos, que un acto privado y espontáneo en una casa privada como el que aquí nos ocupa (y registrado por la omnipresente Dirección General de Seguridad, es decir, los ojos y los oídos de Franco).
Cita:
Precisamente este párrafo final que trata la represalia de Franco contra Ansón por pedir una monarquía democrática, echa por tierra toda la argumentación del futuro Juan Carlos "democrático". El montaje y la tendencia del texto de J. Palacios falla estrepitosamente.
El franquista demoliberal Fraga defenestró a Ansón por escribir un artículo en el que pretería a Juan Carlos, y ensalzaba y consideraba al desacreditado D. Juan como único representante de la futura "Monarquía". Tras la aprobación de la nueva "Ley" de libertad de Prensa de Marzo de 1966, Ansón veía que empezaban a proliferar artículos del estilo del de Julián Ayesta, y se animó a escribir el suyo, donde cometió la imprudencia de defender la candidatura de D. Juan frente a la de Juan Carlos, lo cual iba en contra de los planes que iba preparando Franco en favor de este último.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Me he tomado la molestia de reproducir lo que usted mismo reproduce abriendo otros hilos siempre con el mismo tema. Éste es de hace una semana y como nadie contestó abre usted otro, ademas de otros que ha venido abriendo y los que abrirá. No parece muy clara su intención, salvo mostrar el escozor por el cual Franco no eligió a D. Javier, sabia decisión de estadista por cuanto el problema no era él, aunque con matices, sino lo que vendría después: socialismo autogestionario en connivencia con toda la izquierda y masonería representadas en La Platajunta, así como el señorito nieto de Don Javier, extranjero, divorciado..., vamos todo un planazo. La herencia ha sido y es nefasta, pero anda que la otra, ¡tela marinera!, y todos tienen algo en común, todos se apellidan Borbón.
Fuente: Memorias (Volumen II). Años decisivos, Laureano López Rodó, Actualidad y Libros S. A. – PLAZA & JANES/Cambio 16, 1991, Barcelona, páginas 648 – 655.
MEMORIAL DE CARRERO AL JEFE DEL ESTADO (21 DE OCTUBRE DE 1968)
Consideraciones sobre la aplicación del artículo 6 de la Ley de Sucesión
Meditando sobre la conversación sostenida con S. E. el pasado día 17, en relación con la conveniencia de proceder a la designación de la persona que en su día haya de sucederle en la Jefatura del Estado, considero que no serviría a S. E. con la fidelidad con que es mi más firme voluntad servirle, si no le expusiera con toda calma, exhaustivamente y por escrito, lo que honradamente pienso sobre tan importante materia.
La Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado establece en su artículo 6.º que: «en cualquier momento el Jefe del Estado podrá proponer a las Cortes la persona que estime debe ser llamada en su día a sucederle a título de Rey o de Regente…». Esto, que fue promulgado hace ya más de 21 años (el 26 de Julio de 1947), tras hacer sido sometido a Referéndum de la Nación y aceptado por el 83 % del cuerpo electoral, que representó el 93 % de los votantes, ha sido ratificado recientemente en el Referéndum de 14 de Diciembre de 1966 que, con ocasión de la Ley Orgánica del Estado, puso de manifiesto la clamorosa adhesión popular (85,5 % del cuerpo electoral, que representó el 95,66 % de los votantes) al conjunto de las siete Leyes Fundamentales que integran nuestro ordenamiento institucional.
Con un intervalo de veinte años, prácticamente dos generaciones sucesivas de españoles han sido consultadas y han dado, casi unánimemente, la misma respuesta. No cabe, pues, manifestación más terminante de la voluntad popular de que sea S. E. quien designe su sucesor en la Jefatura del Estado, porque la idea de que este hecho ha de producirse es lo único que da a los españoles, que al pensar en el futuro de España piensan en sus hijos y en sus nietos, confianza y garantías de continuidad. La fórmula sucesoria que contempla el artículo 8.º de la Ley de Sucesión, no puede ser considerada sino como una fórmula supletoria, para un caso de emergencia, que, pese a todas sus cautelas, entraña. Evidentemente, unos momentos de grave crisis que sólo pueden desear los pocos que pretenden aprovecharlos para dar al traste con la ingente obra desarrollada por Su Excelencia, porque indudablemente esta obra no queda definitivamente consolidada hasta que S. E. no haga aplicación del artículo 6.º de la Ley de Sucesión.
Si a la tremenda conmoción que fatalmente España ha de sufrir el día que le falte su Caudillo se hubiera de agregar la peripecia de tener que poner en práctica el artículo 8.º de la Ley de Sucesión, la crisis que en tal momento se produciría sería evidentemente muy grave y prolongada. En el plazo de tres días, el Consejo del Reino y el Gobierno (35 personas en total) tendrían que, en sesión ininterrumpida y secreta, ponerse de acuerdo sobre la persona que debían proponer a las Cortes para asumir la Jefatura del Estado a título de Rey, propuesta en la que, indudablemente, podría pesar más el número que la razón y la conveniencia. Habría que convocar a continuación al Pleno de las Cortes, en las que, lo mismo para la aceptación que para rechazar la propuesta, podrían pesar más, aún con mayor motivo, el número, los enredos y las intrigas, que la realidad de la conveniencia nacional, y en lo que se tardaría un plazo del orden, como mínimo, de diez días. Si la propuesta no fuese aceptada, sería necesario repetir el proceso de elección para la propuesta de una segunda persona a título de Rey. Si esta segunda propuesta no fuese tampoco aceptada, a los veinte días España se encontraría con que habría que repetir la propuesta para una tercera persona a título de Regente, y el Gobierno y el Consejo del Reino tendrían que enfrentarse con el problema nada fácil de encontrar una «personalidad que por su prestigio, capacidad y posibles asistencias de la Nación» pudiera ocupar la Jefatura del Estado. Las Cortes podrían aceptarla o no. De no aceptarla, habría que seguir repitiendo indefinidamente la propuesta hasta encontrar una aceptación, en lo que se podría tardar sabe Dios cuánto tiempo. La crisis sería evidentemente gravísima y la solución de un Regente no haría más que aplazar su repetición, pues, con arreglo a lo dispuesto en el apartado V del artículo 8.º, España tendría que volver a pasar por una crisis semejante al término del mandato concedido al Regente, lo que no haría más que exacerbar las intrigas y las apetencias de futuros Regentes y de nuevos pretendientes a la Corona. Piénsese, por último, en lo que agravaría la crisis de la elección la incidencia del artículo 16 de la Ley Orgánica del Estado que establece que, en caso de fallecimiento del Presidente del Gobierno [Franco ostentaba entonces la Presidencia del Gobierno], se procederá a la designación de este cargo con arreglo a lo dispuesto en el artículo 14 de la misma Ley en el plazo de diez días, es decir, que en pleno proceso de designación del Jefe del Estado, el Gobierno, participante en la primera propuesta, cesaría para dar paso a otro propuesto por el nuevo Presidente del Gobierno, que tendría que designar el Consejo de Regencia a propuesta en terna del Consejo del Reino. Estremece pensar que todo esto pudiera llegar a producirse.
Las gentes, aunque seguramente no se dan clara cuenta de la tremenda complicación que entraña la aplicación del artículo 8.º, ven en ello, por instinto, un serio peligro y sólo confían en la decisión de S. E. Lo que el pueblo español desea, mi General, es que S. E., en la plenitud de sus facultades, designe quién ha de sucederle en su día, y que Dios haga que ese día esté lo más lejano posible. Lo que S. E. decida en este aspecto, como en todos, será aceptado con entusiasmo por los españoles, pues en el ánimo de todos está que sólo S. E. está capacitado para tan trascendental decisión.
¿Cuál es el momento en que S. E. debe designar su sucesor haciendo uso del artículo 6.º de la Ley de Sucesión? Ésta es la primera cuestión a examinar.
Desde 1947, en que se promulgó la Ley de Sucesión, S. E. ha podido hacerlo, pero entonces no se había dado cima aún al proceso institucional: no se habían establecido los deberes y facultades de los futuros Jefes del Estado, ni materia tan importante como la forma de designación del Presidente del Gobierno y el señalamiento de sus atribuciones, y S. E., con sabia prudencia política, ha dejado transcurrir los años para completar, con la Ley de Principios del Movimiento Nacional y la Ley Orgánica del Estado, el proceso constitucional, y para poder formar juicio sobre las personas de la dinastía, a la vez que decidía sobre la formación del Príncipe Don Juan Carlos. A lo largo de estos 21 años, éste se ha formado en España en muchas mejores condiciones para su futuro papel de Rey que si hubiera sido Príncipe de Asturias desde su nacimiento, ha constituido una familia, tiene más de 30 años y descendencia masculina, y ha demostrado «tener las cualidades necesarias para el desempeño de su alta misión» a que se refiere el artículo 9.º de la Ley de Sucesión, sobre todo teniendo en cuenta las garantías que entrañan las cautelas establecidas en la Ley Orgánica del Estado, mientras que, por el contrario, durante estos años su padre, el Infante Don Juan, ha puesto de manifiesto, harto claramente, no reunir esas cualidades necesarias para poder ser un día Rey de España. Por consiguiente, la elección de S. E. está evidentemente hecha, y hasta manifestada con toda claridad aunque informalmente.
¿Hay alguna razón para pensar que más tiempo proporcionaría quizás a S. E. algún nuevo elemento de juicio que le hiciera cambiar de idea? Evidentemente no. Don Juan está desahuciado por S. E. y por la inmensa mayoría de los españoles, que estamos convencidos de que, con independencia de sus ideas liberales y de su desconocimiento de la realidad española, es alérgico al Movimiento Nacional, espina dorsal de nuestro ordenamiento jurídico. El Príncipe Don Alfonso, en quien pudo pensarse inicialmente por ser hijo del Infante Don Jaime, no ha recibido la formación que se ha dado a su primo, tiene otras características personales menos favorables, está aún soltero, y, en todo caso, sólo puede ser una conveniente reserva. En cuanto al último pretendiente, Don Hugo de Borbón, candidato de una exigua minoría carlista mal informada, en primer término no es español, primera cualidad exigida por el artículo 9.º de la Ley de Sucesión, y además es, de todos los descendientes de Felipe V, el que menos derechos tiene a la Corona de España, pues se trata, como puede verse en el gráfico adjunto, del último descendiente de la rama de Don Felipe de Parma, último hijo de Felipe V. Más derechos que él tendrían, evidentemente, los descendientes de Don Fernando de las Dos Sicilias y del Infante Don Gabriel, hijos de Carlos III, y, desde luego, los descendientes de Don Carlos María Isidro y Don Francisco de Paula, hijos de Carlos IV.
Desde el punto de vista de la legalidad de la sucesión de Fernando VII, los derechos de Don Carlos María Isidro, basados en que en España no podía reinar una mujer porque no aceptó la derogación de la Ley Sálica, al no tener sucesor por línea de varón pasaron a su hermano Don Francisco de Paula; de éste a su hijo Don Francisco de Asís, y de éste a su hijo Alfonso XII, de su matrimonio con Isabel II. Es decir, que, con independencia de la pugna entre liberalismo y tradicionalismo, el problema de la Ley Sálica planteado a la muerte de Fernando VII, quedó resuelto con el matrimonio de Isabel II con Don Francisco de Asís. Sin Ley Sálica, la Reina era Doña Isabel; con Ley Sálica, el Rey era Don Francisco de Asís, y, en cualquier caso, el hijo de ambos Don Alfonso XII.
Otro problema de orden legal es el de la renuncia del Infante Don Jaime y la abdicación de Don Alfonso XIII en el Infante Don Juan. La Constitución que juró Don Alfonso XIII establecía que las renuncias y las abdicaciones, para tener valor legal ante la Nación, requerían la aprobación de las Cortes, en forma similar a como lo establece el artículo 12 de nuestra Ley de Sucesión. Por consiguiente, ¿qué valor oficial tiene, ante la Nación, la abdicación de Don Alfonso XIII? Don Jaime podría renunciar a sus derechos a la Corona por su condición de incapaz, pero, legalmente, ¿podría renunciar a los derechos de su descendencia? Por consiguiente, desde el punto de vista exclusivamente legal, los derechos del Príncipe Don Alfonso frente a los de su tío Don Juan son bastante defendibles y podrían dar lugar a no pocas controversias, con evidente daño para la Nación.
Felizmente para España, la prudencia de S. E. zanjó definitivamente toda cuestión de derechos. El artículo 1.º de la Ley de Sucesión establece que: «España, como unidad política, es un Estado católico, social y representativo, que, de acuerdo con su tradición, se declara constituido en Reino», y, a continuación, el artículo 6.º establece que en cualquier momento S. E. puede proponer a las Cortes la persona que estime pueda ser llamada a sucederle a título de Rey, sin más condicionamiento que el ser de estirpe regia, «varón y español, haber cumplido la edad de 30 años, profesar la religión católica, poseer las cualidades necesarias para el desempeño de su alta misión y jurar las Leyes Fundamentales, así como lealtad a los Principios que informan el Movimiento Nacional» (artículo 9.º de la Ley de Sucesión). Se trata, pues, de una instauración y no de una restauración. Sólo después de instaurada la Corona en la persona de un Rey, comienza el orden regular de sucesión establecido en el artículo 11 de la Ley de Sucesión. Si el Príncipe Don Juan Carlos, que reúne las condiciones básicas del artículo 9.º de dicha Ley y cuyas «cualidades necesarias para el desempeño de su alta misión» sólo S. E. puede juzgar, porque es el único que posee las prerrogativas legales para hacerlo y porque, además, es el único que personalmente las puede apreciar, está dispuesto a jurar ante las Cortes fidelidad a los Principios del Movimiento y Leyes Fundamentales del Reino, el Príncipe Don Juan Carlos puede ser designado sucesor y pasar a ser en su día, no la cabeza de una nueva dinastía, sino la continuación de la misma dinastía, puesto que es nieto de Don Alfonso XIII, sin que pueda hacerse ninguna objeción legal a la solución de continuidad que puede representar la eliminación de su padre o de su primo, porque nuestra legalidad, la legalidad vigente aprobada clamorosamente por el pueblo español en nuestras Leyes Fundamentales, no condiciona la designación de Su Excelencia establecida en el artículo 6.º de la Ley de Sucesión a ninguna continuación sucesoria. Se trata de una monarquía que se instaura, y no de una restauración. Por otra parte, y esto es importante, al ser propuesto el Príncipe por S. E. en virtud de una Ley que tiene la aprobación de un clamoroso Referéndum y al ser aprobada esta propuesta por las Cortes, representación orgánica de la Nación, la dinastía, a partir de Juan Carlos, tendría un respaldo popular infinitamente mayor que el que tuvo en su origen, pues, a fin de cuentas, Felipe V, nieto de María Teresa, hermana de Carlos II, que había renunciado a sus derechos a la Corona de España al casarse con Luis XIV de Francia, subió al Trono de España como consecuencia de un entendimiento entre Francia e Inglaterra, en el que para nada se contó con el pueblo español, y que incluso se realizó contra la voluntad de un gran sector del mismo.
Si S. E. tiene hecha su elección, creo que retrasar la propuesta a las Cortes no puede ya proporcionar ningún beneficio. Por el contrario, la designación de su sucesor en el Príncipe Don Juan Carlos, única persona de la dinastía que tiene las cualidades y la formación necesaria para su futura misión, ofrece las siguientes importantes ventajas:
a) Dar a los españoles una tranquilidad que no tienen, al ver desaparecer el fantasma de que un día España se viera en el trance de la crisis que representaría el tener que hacer aplicación de la fórmula supletoria del artículo 8.º, seriamente agravada por la incidencia del artículo 16 de la Ley Orgánica del Estado.
b) Las Fuerzas Armadas tendrían perfectamente clara la misión de «defensa del orden institucional» que les confiere el artículo 37 de la Ley Orgánica del Estado, ya que esta misión podría verse enervada por confusiones e intrigas durante la crisis a que fatalmente daría lugar la aplicación del artículo 8.º de la Ley de Sucesión.
c) Dar también a los países extranjeros interesados en la permanencia del Régimen actual español, una garantía de continuidad del mismo, lo que puede redundar favorablemente en los acuerdos que podamos concertar con ellos.
d) El crédito exterior de nuestra economía, en el que tanto influye el factor psicológico de la confianza en la estabilidad política, se vería indudablemente robustecido.
e) Acabar definitivamente con las especulaciones internas y externas sobre nuestro futuro, y terminar de una vez para siempre con los enredos de Estoril y del pequeño sector hugonote.
f) Mejorar la formación del Príncipe, porque, al tener éste un status definido como Príncipe Heredero, tendría mucho mayor contacto con S. E., quien, como nadie, podría consolidar su formación y ponerle al tanto de todos los problemas nacionales.
g) Consolidar también la popularidad del Príncipe al verle frecuentemente la gente al lado de S. E., e incluso ostentando su representación en inauguraciones y determinados actos públicos.
¿Debe llevarse a cabo la propuesta mediante una «acción por sorpresa», o previa determinada preparación?
Yo aconsejaría decididamente la «acción por sorpresa». Cualquier preparación puede tener más inconvenientes que ventajas. Cualquier preparación de la índole que fuese (conversaciones con determinados sectores, algunas declaraciones del Príncipe en la prensa, etc.) no habrían de proporcionar mayores asistencias de los que no le quieren, y, en cambio, les alertaría para orquestar oposiciones en España y fuera de España, y, por otra parte, ninguna preparación es necesaria porque, sin el menor género de duda, las Cortes han de aprobar clamorosamente cualquier propuesta de S. E., como hicieron cuando la Ley Orgánica del Estado, y como han hecho siempre, porque éste es el sentir general de todos los españoles, y, si hay pequeñas minorías contrarias, que sí las hay, éstas podrán manifestarlo tanto menos cuanto más les coja por sorpresa.
Con respecto a decir algo previamente a Don Juan, yo aconsejaría que no se hiciese, porque inmediatamente entrarían en acción los que le rodean y es seguro que, a la desesperada, organizarían algún manifiesto, o algo parecido, en el exterior, que, aunque no produjera ningún daño sensible, tampoco resultaría beneficioso. Es preferible que la cosa se realice por sorpresa, y, en último caso, siempre podría S. E. escribir a Don Juan una carta, con los argumentos o consejos que S. E. estimara convenientes, para que el Embajador de España se la entregara a la hora precisamente en que S. E. se estuviera dirigiendo a las Cortes. Es decir, algo que en modo alguno pudiera interpretarse como una consulta, ni menos como un convenio. En esta cuestión hay dos problemas: el de España, y el de la familia. El primero está perfectamente regulado con la aplicación de las Leyes; en cuanto al segundo, si Don Juan quiere no aparecer como excluido y salvar la cara de la legalidad de la abdicación de Don Alfonso XIII en él y de la continuidad de la dinastía, siempre puede hacer una renuncia de sus derechos en favor de su hijo Don Juan Carlos con una fecha anterior al día de la propuesta de S. E., que, naturalmente, se haría pública en España después de que la propuesta del Príncipe hubiese sido aceptada por las Cortes.
Por consiguiente, el modus operandi de la aplicación del artículo 6.º de la Ley de Sucesión, podría ser:
1.º Contar con la aquiescencia del Príncipe sobre todos los detalles de la ejecución, y con su compromiso de guardar absoluto secreto.
2.º Convocar un pleno extraordinario de las Cortes con el menor plazo posible, que podría ser de cuatro a o cinco días, en cuya convocatoria el Presidente de las Cortes podría decir simplemente lo siguiente: «Su Excelencia el Jefe del Estado ha tenido a bien convocar un pleno extraordinario de las Cortes Españolas el día tal a tal hora, para dar cumplimiento al artículo 6.º de la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado». Si se puede encontrar una fórmula más sibilina, mejor.
3.º Si Su Excelencia lo estima conveniente, podría, el mismo día por la mañana, reunir, conjunta o sucesivamente, al Gobierno y al Consejo del Reino, para darles cuenta de su decisión.
4.º Mensaje del Jefe del Estado a las Cortes proponiendo, en virtud del artículo 6.º de la Ley de Sucesión, la persona que estime deba ser llamada en su día a sucederle y pidiendo el acuerdo de las Cortes preceptuado en el artículo 15 de dicha Ley.
5.º Lectura por el Presidente de las Cortes de la propuesta de acuerdo del Pleno, que habrá de revestir forma de Ley.
6.º Votación de las Cortes. El Presidente indicará que se levanten los Procuradores que no aprueben la propuesta.
El texto de la Ley es sencillo. La Exposición de Motivos podría limitarse a subrayar la conveniencia de dar cumplimiento al artículo 6.º de la Ley de Sucesión e indicar que la persona propuesta, además de reunir las condiciones señaladas en el artículo 9.º de dicha Ley, es de estirpe regia, y, «habida cuenta de los supremos intereses de la Patria», se juzga que posee las cualidades necesarias para, instaurada en su día la Corona, iniciar el orden regular de sucesión establecido en el artículo 11 de la citada Ley. La Exposición de Motivos podría terminar con un párrafo del siguiente tenor: «En su virtud, en el ejercicio de la facultad que me confiere el artículo 6.º de la Ley de Sucesión, y de conformidad con el acuerdo de las Cortes Españolas, adoptado en su sesión plenaria del día… DISPONGO:
»Artículo 1. Al producirse la vacante en la Jefatura del Estado, se instaurará la Corona en la persona del Príncipe Don Juan Carlos de Borbón y Borbón, que la transmitirá según el orden regular de sucesión establecido en el artículo 11 de la Ley Fundamental de 26 de Julio de 1947, modificada por la Ley Orgánica del Estado de 10 de Enero de 1967.
»Artículo 2. En el plazo de 8 días, las Cortes Españolas, en sesión solemne presidida por el Jefe del Estado, recibirán del heredero de la Corona designado en el artículo anterior, el juramento preceptuado en el artículo 50 de la Ley Orgánica del Estado.
»Artículo 3. Una vez prestado el referido juramento, el Príncipe Don Juan Carlos de Borbón y Borbón ostentará el título de Príncipe de Asturias que tradicionalmente corresponde al heredero de la Corona, y asumirá los deberes y derechos inherentes a tal condición.
»Artículo 4. Al producirse la vacante en la Jefatura del Estado, el Príncipe de Asturias será proclamado Rey ante las Cortes Españolas, de conformidad con lo establecido en el artículo 7.º de la Ley de Sucesión, dentro del plazo de ocho días».
Esto del título de Príncipe de Asturias parece natural, porque si «España, como unidad política, es un Estado católico, social y representativo, que, de acuerdo con su tradición, se declara constituido en Reino» (artículo 1.º de la Ley de Sucesión), una de las más viejas tradiciones de la Monarquía española es el Principado de Asturias, creado por Juan I de Castilla en 1388 con ocasión del casamiento de su hijo Don Enrique con Doña Catalina de Lancaster; desde esa época, llevan el título de Príncipe de Asturias los herederos de la Corona de España.
En cuanto al juramento a prestar, en su caso, por el Príncipe Don Juan Carlos, debe tener una fórmula especial, porque especial es su caso. El artículo 50 de la Ley Orgánica del Estado dice en su apartado a) que corresponde a las Cortes: «Recibir al Jefe del Estado, y al heredero de la Corona al cumplir éste la edad de 30 años, juramento de fidelidad a los Principios del Movimiento y demás Leyes Fundamentales del Reino», pero en el caso del Príncipe debiera ser juramento de «fidelidad al Jefe del Estado, a los Principios del Movimiento y demás Leyes Fundamentales del Reino». Ésta es una de las cuestiones a las que previamente debe avenirse.
En el acto del juramento, el Príncipe, después de prestarlo, debería pronunciar un discurso, que naturalmente se le prepararía y nadie podría hacerlo mejor que Su Excelencia, en el que desarrollara ampliamente su voluntad de servicio a la Nación y su total identificación con todo lo que entraña el juramento prestado.
Una vez que el Príncipe haya jurado, asumirá, en cumplimiento de la Ley antes citada, «las funciones y deberes inherentes a su condición». ¿Cuáles son éstos? La Ley Orgánica del Estado establece en su artículo 11, que: «Durante las ausencias del Jefe del Estado del territorio nacional, o en caso de enfermedad, asumirá sus funciones el heredero de la Corona si lo hubiere y fuese mayor de 30 años, o, en su defecto, el Consejo de Regencia. En todo caso, el Presidente del Gobierno dará cuenta a las Cortes». Aparte de esta función eventual que la Ley Orgánica del Estado establece, el Príncipe no debe tener otras funciones que aquéllas que, en cada caso, le encomiende el Jefe del Estado, del cual ha de depender directamente a todos los efectos. Sus deberes no pueden ser otros que hacer lo que S. E. le encomiende, y nadie mejor que S. E. puede saber cuál haya de ser la más conveniente orientación que haya de darse a su actividad.
En cuanto a lo que a honores se refiere, el reciente «Reglamento de precedencias y ordenación de autoridades y corporaciones», de 12 de Julio de 1968, redactado sobre la base de la Ley Orgánica del Estado, da al Heredero de la Corona el segundo lugar, a continuación del Jefe del Estado. El Reglamento de honores y saludos militares, redactado mucho antes, en 25 de Abril de 1963, no prevé la existencia de Príncipe Heredero y sólo en su artículo 12 se refiere a «Príncipes de Sangre pertenecientes a casas reinantes». Habría, posiblemente, que hacer una adición a dicho Reglamento fijando los honores que corresponden al Príncipe Heredero.
Madrid, 21 de Octubre de 1968.
https://hispanismo.org/politica-y-so...10-1968-a.html
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
No deja de ser llamativo su empeño, Sr. Martín Ant, en adjetivar todo su discurso en todas sus intervenciones con el vocablo "demoliberal", lo que aunque usted no lo sepa y según el contexto puede llegar a ser incluso contrario o, lo que es igual, lo mismo y su contrario. Recuerdo que en las clases de Dalmacio Negro Pavón, este profesor, catedrático en su día de "Historia de las Ideas y de las Formas Políticas", una de esas materias "hueso", y que tanto fue promocionado por el ambientillo tradicionalista a raíz de sus intervenciones en el programa del Sr. Juan Manuel de Prada, tan caro para algunos, Lágrimas en la lluvia, en el que coincidía con el Sr. Ayuso, ya advertía que son ideas opuestas. Pero como han pasado años, y como no tengo los apuntes necesarios para rememorar sus términos, he elegido un texto suyo en el que al menos se intenta dilucidar esas diferencias. Y para ello, destaco esas palabras que vienen a continuación pertenecientes a la nota 1 de pie de la página 19 del texto de su discurso de entrada como académico de número de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Discurso recogido íntegro en el PDF que a renglón seguido de la cita aquí también se recoge.
Cita:
"Ser liberal es, precisamente, estas dos cosas: primero, estar dispuesto a entenderse con el que piensa de otro modo; y segundo, no admitir jamás que el fin justifica los medios, sino que, por el contrario, son los medios los que justifican el fin. El liberalismo es, pues, una conducta y, por lo tanto, es mucho más que una política. Y como tal conducta, no requiere profesiones de fe sino ejercerla, de un modo natural, sin exhibirla ni ostentarla. Se debe ser liberal sin darse cuenta, como se es limpio ocomo, por instinto, nos resistimos a mentir."
https://www.racmyp.es/docs/academico...scurso/d48.pdf
Entiéndase, pues, que para Franco no debió ser tarea nada fácil elegir un sucesor. Como militar y lo que esta condición significaba, fue hombre pragmático, no teniendo mucho donde elegir, y en buena medida con muy escasa calidad, o insuficiencia de la misma, para elegir un estadista no un personaje, el que fuera, deseoso de recuperar para su linaje el Trono de España por encima de ella misma.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Cita:
No parece muy clara su intención,
Mi intención ya la expresé en este otro hilo.
Simplemente consiste en contribuir, en la medida de mis posibilidades, a fomentar y defender la verdadera memoria histórica de Franco y de su régimen, aportando datos y hechos recogidos o recopilados por publicistas o historiadores que, haciendo uso del Archivo Francisco Franco, son avalados y publicitados por la Fundación Nacional Francisco Franco, institución encargada públicamente de custodiar dicho Archivo y de defender esa verdadera memoria histórica por mandato de la familia Franco (en contra de las falsedades y tergiversaciones que puedan surgir, tanto desde el ámbito de la izquierda como de la derecha).
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Cita:
Iniciado por
Martin Ant
Simplemente consiste en contribuir, en la medida de mis posibilidades, a fomentar y defender la verdadera memoria histórica de Franco y de su régimen, aportando datos y hechos recogidos o recopilados por publicistas o historiadores que, haciendo uso del Archivo Francisco Franco, son avalados y publicitados por la Fundación Nacional Francisco Franco, institución encargada públicamente de custodiar dicho Archivo y de defender esa verdadera memoria histórica por mandato de la familia Franco (en contra de las falsedades y tergiversaciones que puedan surgir, tanto desde el ámbito de la izquierda como de la derecha).
Pues a decir verdad me quedo asombrado ya que ahora va a resultar que es usted un fervoroso franquista. Disculpe sí le digo que no me he creido ni una sola idea de las que ha expresado en este breve texto. Me llaman mucho la atención términos como "la verdadera memoria", es que ¿es usted depositario de algún tipo de reserva moral y documental al respecto? Hablar de hechos recogidos, de recopilaciones múltiples -hablamos de publicistas e historiadores en plural-, sobre datos, etcétera, pues vuelvo a pedirle disculpas, pero suena a lugares comunes, y es que sí uno se molesta en poner en búsqueda en Google Francisco Franco" salen 185.000.000 de resultados, por supuesto, la mayoría sin valor de ninguna clase, lo que no sabemos es qué representa "la minoría".
Me llama también la atención que afirme que la FNFF es la encargada "públicamente" de custodiar el archivo completo sobre Franco y su régimen. De momento, tengo entendido que se trata de una institución privada, otra cuestión es que sus fondos estén disponibles para investigación y consulta de quienes puedan acreditar un interés legítimo, así como carentes de intenciones espurias. Y es que las falsedades y tergiversaciones no es que puedan surgir, es que circulan libremente desde hace muchas décadas, hasta desde la misma guerra civil, cuanto más hoy en día.
Pero el principal problema, y consecuente dificultad, es que todo proceso histórico está sometido a toda clase de interpretaciones, pues la Historia siendo ciencia por sus métodos de trabajo, sin embargo, no es ciencia exacta. Y a ello se ha de añadir la propia subjetividad, por intereses, por tendencias, o por lo que se quiera, de los propios publicistas y los historiadores. Por eso hablar de verdadera memoria me parece realmente aventurado.
Por demás, he venido observando que en todos los hilos abiertos por usted al respecto, el objetivo siempre ha sido el mismo y con escasísimas variaciones. Pero resulta, y esta es otra interpretación, la mía personal, lo que realmente importa no son sólo los intereses de palacio, las confabulaciones para lograr ciertos objetivos, sino los resultados prácticos como, por ejemplo, en otro hilo recientemente abierto -no por usted-, se ha pretendido poco menos que convertir en pro-abortista un régimen que premiaba la natalidad, y donde eran comunes esas enormes familias compuestas por hijos y más hijos, propio de una acendrada tradición católica inspirada en el "creced y multiplicaos".
Y como eso se podrían buscar otras muchas causas con las que atacar un régimen como el de Franco. Pero hay cuestiones que se olvidan siempre, y es que como he dicho ya a unas cuantas personas, Franco debía ser una especie de dios ya que era él por un lado y por otro el resto de los españoles. Franco lo hacía todo, lo bueno (de eso al parecer muy poco) y lo malo (de eso una barbaridad), mientras que el "pueblo" era un convidado de piedra que nunca jamás contribuyó en nada, ni para lo bueno, ni para lo malo. Sí de los refrendos que se hicieron se trata, es que "el pueblo" estaba alelado, al parecer tanto como sigue hoy y no hay más que ver los resultados electorales que llevamos viendo ya a lo largo del último medio siglo. Sí de censura hay que hablar, se ahondará en su dureza, aunque la de hoy la multiplique por veinte o treinta veces más. Sí de ausencia de libertades hablamos, resulta que mientras aquéllos ganaron la guerra que éstos provocaron y perdieron, no sólo hemos vuelto a las andadas -y lo de siempre porque de seguir así volveremos a repetir la misma historia-, resulta que son especialistas en represión en un sentido absoluto del término.
La realidad es que la historia no la hacen los reyes, los presidentes de repúblicas, las batallas, las conquistas territoriales o los acontecimientos singulares. La historia la hacen los pueblos, y cualquier administrativista sabe que todo Estado se apoya en tres pilares: gobierno y soberanía, territorio y población. Algo que si nos retrotraemos en más tiempo, es una constante también en la proto-historia, así como en los Estados prístinos. No existe gobernante que valga sin territorio, ni pueblo sobre el que sustentarse. Yo puedo autoproclamarme emperador de "Kapurtala" en mi casa, que me va a dar lo mismo, pues aparte del perro, el periquito y el canario flauta, no hay nadie más, ni para apoyarme, ni para llevarme la contraria y hacerme una revolución a ver si caigo.
Así las cosas, tanto desde un enfoque histórico, como sociológico y politológico, lo importante del régimen de Franco fue España y su pueblo. Pero a nadie se le escapa que nuestra querida Patria no es impermeable a las corrientes externas a ella, y esa es la razón por la que un pueblo tradicional en sí mismo, haya llegado a lo que es hoy: un anti-pueblo.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Cita:
Pues a decir verdad me quedo asombrado ya que ahora va a resultar que es usted un fervoroso franquista. Disculpe sí le digo que no me he creido ni una sola idea de las que ha expresado en este breve texto. Me llaman mucho la atención términos como "la verdadera memoria", es que ¿es usted depositario de algún tipo de reserva moral y documental al respecto?
No hace falta ser "franquista" para defender y promover la verdad histórica sobre Franco y su régimen. Del mismo modo que no hace falta ser "isabelino" para defender y promover la verdad histórica sobre el régimen isabelino, ni hace falta ser "alfonsino" para defender y promover la verdad histórica sobre el régimen alfonsino, ni hace falta ser "republicano" para defender y promover la verdad histórica sobre el régimen republicano, etc.
Yo no soy "depositario de algún tipo de reserva moral y documental", pero sí la Fundación Nacional Francisco Franco, que es la encargada por la familia Franco de custodiar el Archivo documental de Francisco Franco y de defender la verdad histórica acerca de su persona y de su régimen.
Si usted no se creyera que yo me he limitado en este hilo a reproducir los datos y hechos de dicho Archivo recopilados por un historiador (Jesús Palacios) avalado y publicitado por la susodicha Fundación, le invito a que vaya usted a la página oficial en la red de la Fundación y compruebe usted por sí mismo si se trata o no de un historiador cuya obra es ajena o está desacreditada por la Fundación.
Cita:
Me llama también la atención que afirme que la FNFF es la encargada "públicamente" de custodiar el archivo completo sobre Franco y su régimen. De momento, tengo entendido que se trata de una institución privada, otra cuestión es que sus fondos estén disponibles para investigación y consulta de quienes puedan acreditar un interés legítimo, así como carentes de intenciones espurias. Y es que las falsedades y tergiversaciones no es que puedan surgir, es que circulan libremente desde hace muchas décadas, hasta desde la misma guerra civil, cuanto más hoy en día.
Sí, en efecto, es una institución privada. Quería decir que defiende y promueve, como finalidad oficial y de manera pública, la verdad histórica sobre Franco y su régimen (que es uno de sus cometidos oficiales o públicos o sociales según se recoge esencialmente en sus Estatutos), oponiéndose así a las falsedades y tergiversaciones que puedan surgir a partir de interpretaciones personalistas o particularistas surgidas tanto en el ámbito de la izquierda como de la derecha.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Desmontemos argumentos:
1) En primer lugar, sobre el cometido de Vd:
Cita:
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Martin Ant
Mi intención ya la expresé en este otro hilo.
Simplemente consiste en
contribuir, en la medida de mis posibilidades, a fomentar y defender la verdadera memoria histórica de Franco y de su régimen, aportando datos y hechos recogidos o recopilados por publicistas o historiadores que, haciendo uso del Archivo Francisco Franco, son avalados y publicitados por la Fundación Nacional Francisco Franco, institución encargada públicamente de custodiar dicho Archivo y de defender esa verdadera memoria histórica por mandato de la familia Franco (en contra de las falsedades y tergiversaciones que puedan surgir, tanto desde el ámbito de la izquierda como de la derecha).
Vd es muy libre de estudiar y comentar la memoria histórica de Franco y su régimen, como también hacemos los demás; pero que Vd llame a su punto de vista como "verdadero" dando a entender que lo que no coincida con ello es falso, eso es otro cantar. Pues algunos otros tenemos nuestra opinión también como verdadera, y es diferente y hasta opuesta a la de vd.
Y comprenderá que el hecho de catalogar vd su perspectiva "verdadera" nos trae al pairo. Igual que a vd la nuestra, supongo
2) Y aquí pasamos a su "dictamen" sobre la Fundación Francisco Franco, redactada con un academicismo tal que da el pego a quien no compruebe que es otro invento que vd ha elucubrado:
Cita:
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Martin Ant
Mi intención ya la expresé
en este otro hilo.
Simplemente consiste en contribuir, en la medida de mis posibilidades, a fomentar y defender la verdadera memoria histórica de Franco y de su régimen, aportando datos y hechos recogidos o recopilados por publicistas o historiadores que, haciendo uso del Archivo Francisco Franco, son avalados y publicitados por la F
undación Nacional Francisco Franco, institución encargada públicamente de custodiar dicho Archivo
y de defender esa verdadera memoria histórica por mandato de la familia Franco (en contra de las falsedades y tergiversaciones que puedan surgir, tanto desde el ámbito de la izquierda como de la derecha).
Este texto es falso;
Pues si se accede a la página de la Fundación Francisco Franco con relación a la memoria histórica, se lee en el punto 2 de sus actividades:
2.Lucha contra la mal llamada Ley de Memoria Histórica (LMH). La Fundación considera que la citada Ley es gravemente dañina para la convivencia entre españoles, sectaria en su análisis de la España de Franco, e inconstitucional en cuanto restringe la libertad de opinión e investigación. Las actuaciones de la Fundación en este terreno han cosechado numerosos éxitos, y han paralizado las actuaciones arbitrarias de las diversas Administraciones en todos aquellos casos en los que la Fundación se ha personado judicialmente, y en particular el callejero de Madrid.
https://fnff.es/paginas/372712893/historia-y-fines.html
Así pues:
-Nada se lee sobre "Defender la "Verdadera" memoria histórica, sino sólo contra la Ley de Memoria Histórica.
La FNFF no "defiende" una "verdad"; solo lucha contra una Ley. Que quede claro.
-Nada sobre "mandato de la familia Franco", sino esto otro:
La Fundación Nacional Francisco Franco (FNFF) fue constituida por 226 Fundadores el 8 de octubre de 1976, ante el Notario de Madrid D. Alejandro Bérgamo, apenas un año después de la muerte de quien rigiera los destinos de España durante 40 años. Goza de personalidad jurídica como institución cultural, sin que su actividad u objetivos sean de adscripción política o partidista en modo alguno.
https://fnff.es/paginas/372712893/historia-y-fines.html
-Ni nada sobre "tergiversaciones que puedan surgir, tanto desde el ámbito de la izquierda como de la derecha". Esas teorías se las saca vd de la chistera.
Muy aguda la imaginación de vd con lo de "falsedades y tergiversaciones desde... el ámbito de la derecha" Eso se lo debe inventar vd contra los franquistas de Fuerza Nueva y similares, entre los que estaríamos algunos de nosotros ¿no?
3) Por último, hay que deshacer otro amaño, sobre la supuesta similitud entre el cometido de vd con los cometidos de la Fundación Francisco Franco, que no pueden ser más dispares, ya que la FNFF recalca en su punto 3 de Actividades:
el objetivo de poner de manifiesto la grandeza de la vida y obra de Francisco Franco y de la España que creó,
https://fnff.es/paginas/372712893/historia-y-fines.html
mientras que usted pone todo su empeño y cometido en atacarla y denigrarla, y por ahí andan los encabezamientos de numerosos hilos que vd abrió. Tanto, tanto, como inversamente ensalzar a un "rey" que se autoproclamó socialista y autogestionario.
La verdad es que el tema tiene tela.
El asunto queda ya suficientemente aclarado para el lector imparcial.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Cita:
Vd es muy libre de estudiar y comentar la memoria histórica de Franco y su régimen, como también hacemos los demás; pero que Vd llame a su punto de vista como "verdadero" dando a entender que lo que no coincida con ello es falso, eso es otro cantar. Pues algunos otros tenemos nuestra opinión también como verdadera, y es diferente y hasta opuesta a la de vd.
Y comprenderá que el hecho de catalogar vd su perspectiva "verdadera" nos trae al pairo. Igual que a vd la nuestra, supongo
No se trata de mi "verdad" personal o de la "verdad" de cualquier otro particular. Se trata de la verdad histórica tal y como es defendida y promovida por una institución que se dedica esencialmente a eso. No se trata de una institución cualquiera, sino de una institución que goza de la suficiente autoridad moral (respaldada por la familia Franco) para dilucidar esa verdad histórica frente a las tergiversaciones particularistas que puedan surgir de cualquier parte.
Yo no tengo la culpa de que la tesis oficial acerca de los verdaderos hechos sobre el régimen franquista defendida y promovida por la FNFF se ajuste a la tesis que siempre defendieron los legitimistas españoles (diferenciándose únicamente en el juicio valorativo), y contradiga a la tesis particularista o personalista que defiende la derecha blaspiñarista, la cual se encuentra en este sentido en una situación realmente violenta, incómoda e insostenible.
Hace pocos días, con motivo del aniversario del fallecimiento del General Franco, el historiador franquista demoliberal Pío Moa (que también es avalado y publicitado por la propia FNFF) volvió a recordarnos esa tesis o verdad histórica principal o primordial acerca del régimen franquista (la he subrayado yo en el texto en cursiva, para diferenciarla del subrayado en negrita que es original del propio Pío Moa).
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Hace 45 años…
Creado el 20 noviembre, 2020 por Pío Moa
Hace 45 años…
Hace 45 años falleció Franco. Fue el mayor estadista que ha tenido España en dos siglos, incluso en más de tres. Y este aserto puede probarse por pasiva y por activa. Por pasiva, constatando quiénes son sus enemigos viscerales y auténticamente feroces: los asesinos profesionales de la ETA y sus amparadores; los ultracorruptos socialistas; los comunistas, para qué hablar; los señoritos cutres del PP que escupen sobre las tumbas de sus propios abuelos; los racistas y despóticos separatistas. ¿Puede alguien medianamente inteligente darles crédito? Basta enumerarlos para entender que se trata de los herederos de un Frente Popular, alianza de sovietizantes y separatistas que trajo a España el terror, la miseria y la guerra civil. Y que no han aprendido de la experiencia histórica. Ni juntos ni por separado pueden soportar el debate libre y necesario, y por ello se ven forzados a exhibir su carácter tiránico con leyes nuevamente sovietizantes como la de “memoria histórica”. Que ahora quieren llamar democrática como si ellos no fueran, antaño y ahora, los peores enemigos de la libertad. Si esas gentes odian a Franco no puede ser porque Franco fuera el malvado que ellos afirman, sino porque ellos lo son, visiblemente.
Esa gente ampara sus fechorías antidemocráticas y antiespañolas en el aserto de que el régimen de Franco fue una dictadura. Pero la cuestión no es esa, sino de dónde ha venido la democracia. Y es evidente que no podía haber venido de la oposición a Franco, que fue casi exclusivamente comunista y terrorista. Como nadie ignora, la democracia fue organizada desde el franquismo, y apoyada en referéndum por la nueva sociedad próspera, moderada y reconciliada creada por el franquismo. Sus enemigos, por naturaleza liberticidas, no podían establecer ninguna democracia. Y ya estamos viendo adónde han conducido el país en estos años: a la corrupción, a leyes totalitarias, a la polarización social como antaño, a una propaganda guerracivilista, a la disgregación nacional y al golpe de estado permanente. La democracia solo podía venir del franquismo de la ley a la ley, respetando su legitimidad histórica; y sus enemigos solo podían ser, como lo son, el cáncer mismo de la convivencia en paz y en libertad.
Franco se encontró con un Frente Popular que se impuso por el fraude electoral, que destruyó inmediatamente la legalidad republicana y que instaló enseguida un régimen de asesinatos e incendios, un régimen de terror. Un Frente Popular que asaltaba la sociedad para destruir su compleja y a menudo brillante cultura e intentar sustituirla por la imposición tiránica de cuatro esquemas ideológicos simploides. Franco se alzó legítimamente contra tal situación y derrotó a tales enemigos, entregados a Stalin, uno de los mayores genocidas del siglo pasado. Y luego salvó a España de los bombardeos, asesinatos masivos y deportaciones de la guerra mundial, que habrían empeorado mucho a la civil. Una guerra, en la que Hitler se reveló como un genocida que no lo había sido antes, al revés que Stalin. Después, y a pesar de no haber participado en esa contienda brutal, Franco tuvo que resistir a un frente mundial de soviéticos, demócratas y déspotas variopintos, que intentaron aislar a España. Aislamiento no solo injusto sino criminal, pues pretendía hambrear al pueblo para que parte de él se rebelara contra el franquismo en una nueva guerra civil, mientras el país sufría la peligrosa guerrilla comunista del maquis. Impusieron sacrificios a España, pero fracasaron, y en definitiva España se reconstruyó con sus propias fuerzas, libre de la abrumadora deuda moral, histórica y política contraída por el resto de Europa occidental con el ejército y las finanzas useñas, e indirectamente con el ejército soviético. Y solo tuvo oposición real comunista y terrorista, insistamos, nunca democrática por muy buenas razones, pues España salió adelante, prosperó y no hubo demócratas en sus cárceles.
Y, por abreviar, el franquismo dejó un país envidiable, como octava o novena potencia industrial del mundo, en el club de los países privilegiados por su renta per cápita, y sin duda el primero de Europa por salud social, es decir, por su baja tasa de población reclusa y de delincuencia, de suicidios, de desempleo, de abortos, de drogas y alcoholismo juvenil, de fracaso familiar, y uno de los tres o cuatro países del mundo con mayor esperanza de vida al nacer, entre otras cosas. Un país donde estaban perseguidos los partidos comunistas o terroristas, que se le oponían invocando, cómo no, la democracia. Un país con una gran libertad personal, gracias a un aparato de estado pequeño que se inmiscuía poco en la vida de los particulares, al revés de lo que ahora sucede, cuando los gobiernos pretenden controlarnos y dictar hasta nuestros sentimientos.
Estos hechos son irrebatibles, y por serlo solo pueden ser silenciados mediante leyes totalitarias que impidan el debate libre. Y al ser irrebatibles permiten calibrar hasta qué punto llevamos decenios de falsificación sistemática de la historia, base para falsificar la democracia e impulsar políticas liberticidas. Besteiro, uno de los pocos socialistas honrados y demócratas, denunció el “Himalaya de falsedades” en que se asentaba el Frente popular. Y hoy, el nuevo Himalaya de falsedades ha enfermado verdaderamente a la democracia y a la sociedad, y esa enfermedad no sanará mientras no se reconozca lo que históricamente significaron Franco y su régimen, y lo que significan sus enemigos. El franquismo no puede volver, pero sin la sociedad que creó ninguna democracia habría sido factible, y no es casual que los enemigos de un régimen que ya no existe sean también los mayores enemigos de la libertad. Unos enemigos que necesitan demoler la legalidad democrática salida del franquismo, como demolieron sus abuelos la legalidad republicana. Es indispensable defender la verdad, porque un pueblo incapaz de reconocer a los mejores se condena a ser esclavizado por los peores. Y nada hay más peligroso que olvidar o desfigurar el pasado, como advertía el filósofo Santayana.
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Invito a los lectores del blog y oyentes de mis programas a difundir con el máximo empeño el texto arriba escrito, que debería llegar a millones de españoles.
Fuente: PIOMOA.ES
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Veamos porque según se utilicen los términos así pueden significar una cosa o la contraria. En esta cita que hace usted, Sr. Martín Ant, del historiador "demo-liberal", según su propio calificativo y que ya aclaré que no significan lo mismo, o sea, lo opuesto a lo que la gente ignorante cree, Pío MOA y del que reproduzco solamente un pequeño fragmento, hay que dejar sentadas algunas cuestiones, más que nada por aquello de que nadie se haga un lío, al menos más de los que ya hay.
Cita:
Pero la cuestión no es esa, sino de dónde ha venido la democracia. Y es evidente que no podía haber venido de la oposición a Franco, que fue casi exclusivamente comunista y terrorista. Como nadie ignora, la democracia fue organizada desde el franquismo, y apoyada en referéndum por la nueva sociedad próspera, moderada y reconciliada creada por el franquismo. Sus enemigos, por naturaleza liberticidas, no podían establecer ninguna democracia. Y ya estamos viendo adónde han conducido el país en estos años: a la corrupción, a leyes totalitarias, a la polarización social como antaño, a una propaganda guerracivilista, a la disgregación nacional y al golpe de estado permanente. La democracia solo podía venir del franquismo de la ley a la ley, respetando su legitimidad histórica; y sus enemigos solo podían ser, como lo son, el cáncer mismo de la convivencia en paz y en libertad.
1.- "DESDE", no es lo mismo que "POR".
En efecto, la Transición fue llevada por un grupo de traidores tapados al Régimen, gentes que vivían DEL Régimen al que estaban traicionando, aprovechando que por más que se haya pretendido lo contrario, Franco no estaba al tanto de todo. Siendo mayor como era, tenía ya disminuidas en alguna medida sus facultades, y a su alrededor nunca faltaron los aprovechados.
Y esta cuestión me recuerda muchísimo, por existir cierto paralelismo, a la acusación infundada, pero no por ello menos repetida durante décadas, que afirma que la raíz del nacionalismo vasco está en el carlismo. Supongo que esto le sonará, pero siendo falso como acabo de decir. Y es que sí se puede afirmar que el nacionalismo vasco vino en origen DESDE el carlismo, ya que algunos de los elementos nacionalistas COPIAN incluso parte del Tetralema, además de haber sido INVENTADO por Sabino Arana, hijo de carlista, y carlista "per accidens" según se autodefinió, junto con algunos otros. Eso está muy lejos de que se pueda afirmar que el nacionalismo vasco vino POR el carlismo, y fíjese que los términos de Pío MOA son tremendos:
"La democracia solo podía venir del franquismo de la ley a la ley"
¿Está usted de acuerdo con tales términos y así piensa usted la posibilidad de que el PNV sea tan legítimo como ese traspaso, en este caso de la tradición carlista al nacionalismo separatista?
Cita:
JEL es el acrónimo del lema en euskera del PNV Jaun-Goikua Eta Lagi-zaŕa (Dios y Leyes Viejas), creado por Sabino Arana, considerado padre del nacionalismo vasco y fundador en 1895 del Euzko Alderdi Jeltzalea-Partido Nacionalista Vasco (EAJ-PNV).
Supongo que no, tanto que el propio Sabino Arana afirmó que el mayor enemigo del nacionalismo vasco era el carlismo, está en sus O.C., aunque ese nacionalismo era el suyo y el de su hermano Luis, todo lo demás un añadido. Pues mire usted, el Régimen del 18 de Julio era contrario a "esta" democracia, y hago hincapié en ello por cuanto hay OTRAS formas de democracia, algo que se aprende estudiando la historia de las ideas políticas y de las formas de gobierno desde la protohistoria hasta hoy en día.
2.-Los términos de MOA pueden ser malinterpretados, bien por malicia, bien por ignorancia.
"la democracia fue organizada desde el franquismo, y apoyada en referéndum por la nueva sociedad próspera, moderada y reconciliada creada por el franquismo.
¿Se acuerda de aquella máxima repetida en numerosas ocasiones que afirmaba que "está todo atado y bien atado"? En tal frase parecen estar contenidas todas las claves de esto que se está discutiendo, pero ¿cuál es su significado real? Desde mi punto de vista significa que a lo largo de los años del Régimen de gestó la clase media, casi inexistente con anterioridad y que, en efecto, da estabilidad a las naciones que se apoyan en ella, tal como se puede comprobar observando y estudiando muchas realidades nacionales. Pero en mi opinión significa algo más, implica una idea de futuro para la sociedad española en medio de la sociedad internacional pues no se vivía en un régimen autárquico. Es evidente que Franco era muy consciente de que cuando él desapareciese se llevaría consigo su régimen, pero ¿qué iba a quedar? ¿tal vez Carlos Hugo y su régimen sociodemócrata autogestionario sí lo hubiese nombrado heredero? ¿o tal vez una regencia a saber en manos de quién o quiénes y durante cuánto tiempo?
Mire, no se le pueden buscar 5 pies al gato, pues sólo tiene 4. El franquismo fue un periodo histórico que rompió la deriva revolucionaria iniciada ya a finales del XVIII y que el tradicionalismo español no pudo impedir, ni en toda la extensión temporal anterior a 1936-1939 hasta 1975, ni desde esa fecha hasta hoy.
Yo soy tan persistente como usted y, por eso, siempre me apoyo fundamentalmente en Los Evangelios, pues de su lectura, de la Historia posterior hasta el presente, llego siempre a la misma conclusión: todo obedece a un plan de Dios. Y ya podemos nosotros crear problemas e imaginar soluciones, que siempre volvemos al mismo camino, siempre. Y es que todo forma parte de los instrumentos de los que se vale la Divina Providencia, tiene que ser como es y así será. Es diferente que otros no quieran verlo, o viéndolo no lo acepten, y no confundamos la predestinación individual con la predestinación del mundo.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Cita:
La conversación, muy viva, desarrollada en términos muy cordiales, se prolonga hasta pasadas las dos de la madrugada. Alguien de los presentes pasa datos y detalles al Servicio de Información de la Dirección General de Seguridad. Alonso Vega ordena que se haga un informe, lo remite a El Pardo. Franco tiene, pues, un completo conocimiento de lo que han dicho unos y otros. Los reunidos hablan libremente, sin cortapisa alguna, del futuro de la Monarquía y de la España después de Franco. Todos dan por hecho que la Corona se establecerá en un régimen democrático. El Príncipe alude a que en el futuro hay que evitar los excesos del pluripartidismo y parece sentirse cómodo con la aceptación general de que llegue a implantarse un sistema de dos partidos –socialista y democristiano–, y algún otro de pequeña representación, similar al de los países anglosajones, que en el juego democrático vayan alternándose en el poder. No hay ningún dato de que Franco hiciera al Príncipe el más mínimo comentario sobre esta reunión. Con su silencio y las vagas afirmaciones que en ocasiones le hiciera de que él tendría que gobernar de forma muy diferente a la suya, parece que el Caudillo admitía una evolución futura del Régimen hacia el bipartidismo.
Anda, mira qué interesante; así que la Fundación Francisco Franco, fundación privada, tiene informes confidenciales del Servicio Secreto del Estado (entonces S.E.C.E.D) como los puedo tener yo (por ejemplo) o mi tía (pongamos por caso); y es que estas cosas se sabe como empiezan pero no como acaban, cualquier día no vamos a enterar de que la portera de abajo tiene la documentación que aclara el asesinato de JFK. No contentos con ello, estos informes reservadísimos, están a disposición del público y para colmo el Estado no los reclama...pues como se entere Pablo Iglesias se va a poner fino....
¿En qué quedó la Ley de Secretos Oficiales?
Nos dice Palacios, que "uno de los asistentes" es el informador, y no da el nombre (!!!!???) ¿y porqué no lo da, si aquello parece de dominio público?; hombre, suponemos que el señor Palacios habrá ganado su buen dinerito vendiendo el libro, pero qué menos que dar esa información fundamental, que no nos deje con las ganas.
Por OTRA PARTE, LO ÚNICO QUE DICE ESE SUPUESTO "INFORME CONFIDENCIAL" EN PODER DE LA FNFF SOBRE LA ACTUACIÓN DE JUAN CARLOS ES LO SIGUIENTE:
(...) El Príncipe aludió a que habría que evitar los excesos del pluripartidismo, a lo que Villar y otros abundaron en que bastaría con una inteligente Ley Electoral para que se pudiera garantizar en la práctica el sistema de dos grandes partidos, socialista-democrático y demócrata-cristiano, con algún otro sector marginal o complementario(...)
Para estar rodeado de "demoliberales" en esa informal cena, podría haberse explayado más, porque ahí no dice nada más que el pluripartidismo le parece que contiene "excesos"...pues muy bien.
También dice esto otro:
La discusión fue viva y muy libre (...) El Príncipe estuvo a la vez espontáneo y prudente, y, según hemos escuchado a algunos de los asistentes, realmente estuvo muy en su papel, demostrando tener capacidad de opinión, pero no comprometiéndose en ningún momento. Habló con respeto de la figura del Jefe del Estado, dijo que el balance del Régimen sería positivo, y aludió al Conde de Barcelona con evidente afecto y respeto. Sin embargo, se mostró muy convencido de su propio papel como futuro Rey de España, aunque, como es natural, no se trató el tema de la opción entre padre e hijo [99].
O sea, que el tío no se moja, y no dice nada; que son los otros señores los que hablan mucho del futuro y de la democracia homologable y él se calla. No me extraña, era tan prudente en aquellas fechas. ¿Y eso que probaría?; también yo, he de decirlo, me muestro generalmente muy prudente y cuidadoso cuando estoy sentado a la mesa con según que gentes...si ellos supieran.
Todo esto suponiendo que el "informe secreto" sea veraz; y es que sin duda es un texto muy revelador.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Cita:
En efecto, la Transición fue llevada por un grupo de traidores tapados al Régimen, gentes que vivían DEL Régimen al que estaban traicionando, aprovechando que por más que se haya pretendido lo contrario, Franco no estaba al tanto de todo. Siendo mayor como era, tenía ya disminuidas en alguna medida sus facultades, y a su alrededor nunca faltaron los aprovechados.
Ésta es precisamente la tesis particularista o personalista defendida por la derecha blaspiñarista, y que constituye una absoluta falsedad y tergiversación contra la verdad histórica (acerca de Franco y de su régimen) avalada y sostenida pública y oficialmente por la institución privada de la Fundación Nacional Francisco Franco así como por los investigadores e historiadores respaldados y publicitados por la susodicha institución.
Cita:
¿Está usted de acuerdo con tales términos y así piensa usted la posibilidad de que el PNV sea tan legítimo como ese traspaso, en este caso de la tradición carlista al nacionalismo separatista?
No hay comparación alguna entre ambos supuestos. La nueva sociedad liberal-nacionalista en el territorio de las Vascongadas y Navarra no provenía del legitimismo; en cambio, la nueva sociedad demoliberal del postfranquismo sí provenía del franquismo:
1) Por un lado, el PNV (respaldado en esta operación por el poder central del régimen alfonsino) se dedicó a intentar crear una sociedad en las Vascongadas y en Navarra totalmente diferente a la sociedad tradicional legitimista que todavía pervivía en esos territorios mayoritariamente. Por lo tanto, la nueva sociedad liberal-nacionalista que se iba creando en esos territorios provenía de la Revolución y no del legitimismo.
2) Por otro lado, las políticas de los sucesivos Gobiernos de Franco (como muy bien nos recuerda Pío Moa en su artículo) se dedicaron a poner todos los medios para la creación de una "nueva sociedad" que fuera lo suficientemente madura e idónea para el consiguiente restablecimiento formal del sistema demoliberal. Por lo tanto, la nueva sociedad franquista que se iba creando provenía también de políticas revolucionarias y no tradicionales (y es lógico que un franquista demoliberal como Pío Moa lo valore eso como algo bueno y positivo, a diferencia de cómo lo enjuician los legitimistas españoles).
Cita:
El franquismo fue un periodo histórico que rompió la deriva revolucionaria iniciada ya a finales del XVIII y que el tradicionalismo español no pudo impedir
El franquismo no rompió la deriva revolucionaria sino que la potenció al máximo, trasladándola a todas las capas de la sociedad española.
Las condiciones sociales idóneas, creadas por las políticas de los Gobiernos de Franco, para el restablecimiento formal del sistema demoliberal, no tienen absolutamente nada que ver con la sociedad sana, tradicional y contrarrevolucionaria de las Españas (respetada y fomentada por la Monarquía tradicional española) que existía a finales del siglo XVIII. La comparación es totalmente absurda.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Cita:
Anda, mira qué interesante; así que la Fundación Francisco Franco, fundación privada, tiene informes confidenciales
Pues a mí lo que me sorprende es que le sorprenda a usted que aparezcan este tipo de documentos en el Archivo personal de Francisco Franco, custodiado por la FNFF.
Cita:
Por OTRA PARTE, LO ÚNICO QUE DICE ESE SUPUESTO "INFORME CONFIDENCIAL" EN PODER DE LA FNFF SOBRE LA ACTUACIÓN DE JUAN CARLOS ES LO SIGUIENTE:
(...) El Príncipe aludió a que habría que evitar los excesos del pluripartidismo, a lo que Villar y otros abundaron en que bastaría con una inteligente Ley Electoral para que se pudiera garantizar en la práctica el sistema de dos grandes partidos, socialista-democrático y demócrata-cristiano, con algún otro sector marginal o complementario(...)
Para estar rodeado de "demoliberales" en esa informal cena, podría haberse explayado más, porque ahí no dice nada más que el pluripartidismo le parece que contiene "excesos"...pues muy bien.
También dice esto otro:
La discusión fue viva y muy libre (...) El Príncipe estuvo a la vez espontáneo y prudente, y, según hemos escuchado a algunos de los asistentes, realmente estuvo muy en su papel, demostrando tener capacidad de opinión, pero no comprometiéndose en ningún momento. Habló con respeto de la figura del Jefe del Estado, dijo que el balance del Régimen sería positivo, y aludió al Conde de Barcelona con evidente afecto y respeto. Sin embargo, se mostró muy convencido de su propio papel como futuro Rey de España, aunque, como es natural, no se trató el tema de la opción entre padre e hijo [99].
O sea, que el tío no se moja, y no dice nada; que son los otros señores los que hablan mucho del futuro y de la democracia homologable y él se calla. No me extraña, era tan prudente en aquellas fechas. ¿Y eso que probaría?; también yo, he de decirlo, me muestro generalmente muy prudente y cuidadoso cuando estoy sentado a la mesa con según que gentes...si ellos supieran.
Dice claramente el Informe:
"Acerca de la configuración de la España post-franquista, todos los asistentes se mostraron de acuerdo en que no podía ser otra que un Estado de Derecho, con instituciones democráticas de tipo europeo y actual".
Así, pues, en lo esencial, TODOS estaban de acuerdo.
Posteriormente, en efecto, cuando descienden a concretar las cuestiones de detalle o secundarias, Juan Carlos "no se moja" y se mantiene prudente, intercambiando con los demás opiniones y comentarios personales al respecto.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Cita:
Iniciado por
Martin Ant
Ésta es precisamente la tesis particularista o personalista defendida por la derecha blaspiñarista, y que constituye una absoluta falsedad y tergiversación contra la verdad histórica (acerca de Franco y de su régimen) avalada y sostenida pública y oficialmente por la institución privada de la Fundación Nacional Francisco Franco así como por los investigadores e historiadores respaldados y publicitados por la susodicha institución.
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Este texto es falso y su autor un mentiroso;
Pues si se accede a la página de la Fundación Francisco Franco con relación a la memoria histórica, se lee en el punto 2 de sus actividades:
2.Lucha contra la mal llamada Ley de Memoria Histórica (LMH). La Fundación considera que la citada Ley es gravemente dañina para la convivencia entre españoles, sectaria en su análisis de la España de Franco, e inconstitucional en cuanto restringe la libertad de opinión e investigación. Las actuaciones de la Fundación en este terreno han cosechado numerosos éxitos, y han paralizado las actuaciones arbitrarias de las diversas Administraciones en todos aquellos casos en los que la Fundación se ha personado judicialmente, y en particular el callejero de Madrid.
https://fnff.es/paginas/372712893/historia-y-fines.html
Así pues:
-Nada se lee sobre "Defender la "Verdadera" memoria histórica, sino sólo contra la Ley de Memoria Histórica.
La FNFF no "defiende" una "verdad"; solo lucha contra una Ley. Que quede claro.
-Nada sobre "mandato de la familia Franco", sino esto otro:
La Fundación Nacional Francisco Franco (FNFF) fue constituida por 226 Fundadores el 8 de octubre de 1976, ante el Notario de Madrid D. Alejandro Bérgamo, apenas un año después de la muerte de quien rigiera los destinos de España durante 40 años. Goza de personalidad jurídica como institución cultural, sin que su actividad u objetivos sean de adscripción política o partidista en modo alguno.
https://fnff.es/paginas/372712893/historia-y-fines.html
-Ni nada sobre "tergiversaciones que puedan surgir, tanto desde el ámbito de la izquierda como de la derecha". Esas teorías se las saca vd de la chistera.
Muy aguda la imaginación de vd con lo de "falsedades y tergiversaciones desde... el ámbito de la derecha" Eso se lo debe inventar vd contra los franquistas de Fuerza Nueva y similares, entre los que estaríamos algunos de nosotros ¿no?
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Cita:
Iniciado por
Valmadian
Y esta cuestión me recuerda muchísimo, por existir cierto paralelismo, a la acusación infundada, pero no por ello menos repetida durante décadas, que afirma que la raíz del nacionalismo vasco está en el carlismo. Supongo que esto le sonará, pero siendo falso como acabo de decir. Y es que sí se puede afirmar que el nacionalismo vasco vino en origen DESDE el carlismo, ya que algunos de los elementos nacionalistas COPIAN incluso parte del Tetralema, además de haber sido INVENTADO por Sabino Arana, hijo de carlista, y carlista "per accidens" según se autodefinió, junto con algunos otros. Eso está muy lejos de que se pueda afirmar que el nacionalismo vasco vino POR el carlismo, y fíjese que los términos de Pío MOA son tremendos:
"La democracia solo podía venir del franquismo de la ley a la ley"
¿Está usted de acuerdo con tales términos y así piensa usted la posibilidad de que el PNV sea tan legítimo como ese traspaso, en este caso de la tradición carlista al nacionalismo separatista?
Supongo que no, tanto que el propio Sabino Arana afirmó que el mayor enemigo del nacionalismo vasco era el carlismo, está en sus O.C., aunque ese nacionalismo era el suyo y el de su hermano Luis, todo lo demás un añadido. Pues mire usted, el Régimen del 18 de Julio era contrario a "esta" democracia, y hago hincapié en ello por cuanto hay OTRAS formas de democracia, algo que se aprende estudiando la historia de las ideas políticas y de las formas de gobierno desde la protohistoria hasta hoy en día.
Muy bien traído el ejemplo vasco carlista- peneuvista, y qué casualidad que estos mismos que dan como axioma el paso necesario del franquismo a la democracia actual ponen el grito en el cielo y hacen distingos sofisticadísimos cuando todo el mundo (historiadores incluidos) ve que el sustrato carlista fuerista tiene mucho que ver con la aparición del PNV. Y hasta lo afirman directamente. Y que toda la pocilga peneuvista y batasuna tiene indiscutiblemente bisabuelos o tatarabuelos carlistas es evidente para todos.
Yo no sostengo tal cosa ni me preocupa, pero a lo mejor me animo a enviar textos que lo "demuestren", imitando la "lógica" del sr Martin Ant.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Cita:
Este texto es falso y su autor un mentiroso a sabiendas;
Nada de mentiras.
Lo que usted pone acerca de que la Fundación "lucha contra la mal llamada Ley de Memoria Histórica", no es más que un corolario o efecto lógico de esa defensa y promoción de la verdad histórica sobre Franco y su régimen que realiza esencialmente la Fundación como objeto social propio.
Voy a poner otro ejemplo más, tomado al azar, de la tesis principal o primordial defendida por la FNFF. En este caso, tomo la declaración del General Chicharro, actual Presidente de la Fundación (el subrayado es mío):
No son pocas las personas, amigos y no amigos, que me preguntan a menudo el porqué de mi empeño en la defensa de la figura del Generalísimo cuando observan que es una batalla inútil que consideran perdida de antemano; de hecho es lo que sucedió con la profanación de su tumba.
A esa pregunta he respondido de todas las formas posibles: defendiendo lo que significó para España su figura en determinados momentos de nuestra historia, defendiendo su furibundo anticomunismo, defendiendo su concepto de la defensa de la unidad nacional, defendiendo su labor como el gobernante que convirtió un país analfabeto y de alpargartas en la novena potencia industrial del mundo,
defendiendo a quien sentó las bases para un tránsito a la democracia creando una clase media antes de él inexistente, defendiendo a quien restauró la monarquía en España , defendiendo a quien salvó a la Iglesia católica de su exterminio , defendiendo a quien evitó nuestra entrada en la II GM …..etc. Tarea en la mayoría de los casos inútil. Tal es el caso del resultado de un adoctrinamiento continuado durante tantos años de mentiras y de la cobardía acomodaticia de una buena parte de nuestra sociedad
sea de derechas o de izquierdas.
Fuente:
Fundación Nacional Francisco Franco
Insisto. Yo no tengo la culpa de que la derecha blaspiñarista se haya creado e inventado una opinión personalista o particularista acerca de Franco y de su régimen que no tiene absolutamente nada que ver con la verdad histórica tal y como es defendida por la Fundación Nacional Francisco Franco, la cual tiene como fin social, repito, la defensa y promoción de esa verdad histórica; lo cual conlleva, por supuesto, y nadie lo ha negado, el consiguiente rechazo de las falsedades y tergiversaciones que provengan tanto de la izquierda ("Ley" de Memoria de Histórica, por ejemplo) como de la derecha.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Cita:
Muy bien traído el ejemplo vasco carlista- peneuvista, y qué casualidad que estos mismos que dan como axioma el paso necesario del franquismo a la democracia actual ponen el grito en el cielo y hacen distingos sofisticadísimos cuando todo el mundo (historiadores incluidos) ve que el sustrato carlista fuerista tiene mucho que ver con la aparición del PNV. Y hasta lo afirman directamente. Y que toda la pocilga peneuvista y batasuna tiene indiscutiblemente bisabuelos o tatarabuelos carlistas es evidente para todos.
Yo no sostengo tal cosa ni me preocupa, pero a lo mejor me animo a enviar textos que lo "demuestren", imitando la "lógica" del sr Martin Ant.
Valmadian presentó ese supuesto paso político natural del legitimismo al liberal-nacionalismo, y lo calificó de "acusación infundada". Así que, en este punto concreto, soy yo el que estoy del lado de Valmadian.
Mi discrepancia con Valmadian radica en que no es comparable al paso político "del franquismo a la democracia actual", el cual éste sí que fue políticamente natural, normal, coherente y lógico.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
En cualquier caso todo el mundo lo dice y todos los historiadores especialistas afirman sin ningún problema que el fuerismo y el carlismo fueron el paso previo y sine qua non del peneuvismo y del nacionalismo vasco. Y que los batasunos hayan tenido bisabuelos o tatarabuelos carlistas es irrebatible. Para semejante viaje no hacían falta tales alforjas.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Y debe saberse, en cualquier caso que la FNFF está últimamente bastante acoj... por el qué dirán los rojos de ella; y por ello, en 2018, cambiaron sus estatutos para evitar ser ilegalizados (que aun así no les va a servir) :
Cita:
La Fundación Franco adapta sus Estatutos para evitar su ilegalización
Introduce cambios en su articulado para atenerse a lo establecido en la Ley de Fundaciones
Donde antes se hablaba de que su cometido es emprender «toda actividad que conduzca a enaltecer la figura de Francoy a preservar su legado», «contribuir a la proyección de su ideario sobre el futuro de la vida española» y «exaltar su vida como modelo de virtudes prestadas al servicio de la Patria», se han introducido novedades significativas. Ahora se hace constar que la finalidad de la FNFF es «difundir y promover el estudio y conocimiento sobre la vida, el pensamiento, el legado y la obra de Francisco Franco en su dimensión humana, militar y política, así como las realizaciones de los años de su mandato (...)». Además de contribuir al «estudio y conocimiento del Estado que rigió los destinos de España entre 1936 y 1977».
https://www.larazon.es/espana/la-fun...on-JN19367529/
Así que en ese ambiente de terror al futuro es como deben comprenderse las tesis light y los invitados y estudiosos light que desde hace años son dedicados a hacer apología de un Franco light desde dicha Fundación light, los preferidos del sr Martin Ant para sus tesis.
¿Pero a quien le importa la FNFF?
Pues todo el mundo (izquierda incluida) sabe o cree fenomenalmente bien la verdad de que Franco fue enemigo acérrimo de la democracia y olé, al igual que lo sabían especialmente los millones de españoles entre los años 30 y 80, los 7000 sacerdotes de la Hermandad Sacerdotal Española, los millones de asistentes a los 20-N durante décadas, el Diario El Alcazar y simpatizantes, Revista Fuerza nueva y simpatizantes, Excombatientes, monseñor Lefebvre y la FSSPX, Monseñor Guerra Campos, mons. Marcelo González, etc.
Opine vd, hoy 2020, lo que le dé la gana en base a la FNFF , entidad que no van a quedar ni los restos. Aprovéchese y haga acopio de material (qué pena que no les dé tiempo a documentar cómo Franco fue comunista de toda la vida).
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Cita:
En cualquier caso todo el mundo lo dice y todos los historiadores especialistas afirman sin ningún problema que el fuerismo y el carlismo fueron el paso previo y sine qua non del peneuvismo y del nacionalismo vasco. Y que los batasunos hayan tenido bisabuelos o tatarabuelos carlistas es irrebatible. Para semejante viaje no hacían falta tales alforjas.
La diferencia esencial es que, cuando yo afirmo la "evolución política natural del franquismo al demoliberalismo" yo sólo me limito a citar a las autoridades oficiales de la Fundación y a los investigadores e historiadores publicitados o acreditados por la misma; mientras que los que sostienen esa falsedad de la "evolución política natural del legitimismo al liberal-nacionalismo" son todos desacreditados y repudiados por la Comunión legitimista y por los historiadores e investigadores publicitados por la misma.
Además de que, en sentido estricto, la verdadera comparación debería hacerse entre la sociedad dejada por el régimen político monárquico español cuando éste pasó a la oposición (1833), y la sociedad dejada por el régimen franquista a la muerte de Franco (1975). No hay punto de comparación: son como el agua y el aceite.
Cita:
Ahora se hace constar que la finalidad de la FNFF es «difundir y promover el estudio y conocimiento sobre la vida, el pensamiento, el legado y la obra de Francisco Franco en su dimensión humana, militar y política, así como las realizaciones de los años de su mandato (...)». Además de contribuir al «estudio y conocimiento del Estado que rigió los destinos de España entre 1936 y 1977»».
Pues eso es lo que estoy diciendo esencialmente: que el objeto social de la Fundación es la defensa y promoción de la verdad histórica acerca de Franco y de su régimen (lo cual incluye, obviamente, la oposición contra las falsedades y tergiversaciones que surjan de cualquier parte).
Cita:
Pues todo el mundo (izquierda incluida) sabe o cree fenomenalmente bien la verdad de que Franco fue enemigo acérrimo de la democracia
Si esta falsedad es la que se defiende y se difunde oficialmente dentro del presente régimen juanista, entonces la posición de la FNFF a la hora de defender y promover la tesis contraria (y también la posición de todos aquéllos que nos adherimos a esta tesis oficial de la Fundación) se ha vuelto más difícil y más ardua en la situación actual. Y, por tanto, no ha habido ninguna pretendida "suavización" o "aligeramiento" de Franco y de su régimen como consecuencia de un supuesto miedo de la Fundación hacia el actual Gobierno, sino que la Fundación simplemente se limita a seguir manteniendo la verdad histórica sobre Franco y su régimen a toda costa y frente a cualquiera.
Cita:
al igual que lo sabían especialmente los millones de españoles entre los años 30 y 80, los 7000 sacerdotes de la Hermandad Sacerdotal Española, los millones de asistentes a los 20-N durante décadas, el Diario El Alcazar y simpatizantes, Revista Fuerza nueva y simpatizantes, Excombatientes, monseñor Lefebvre y la FSSPX, Monseñor Guerra Campos, mons. Marcelo González, etc.
Cuando hablo de la "tesis de la derecha blaspiñarista", no me refiero a que esta tesis fuera solamente defendida por Blas Piñar y Fuerza Nueva, sino que la califico así por ser este político y su editorial los principales promotores y difusores (por no decir originadores) de la misma dentro del ámbito de la derecha. Así pues, en todas las otras instituciones y publicaciones que usted cita podía haber o no simpatizantes de esta tesis.
Lo que quizá debería plantearse usted es esa extraña y curiosa coincidencia entre la izquierda y la derecha blaspiñarista con respecto a Franco y a su régimen. En fin.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Cita:
yo sólo me limito a citar a las autoridades oficiales de la Fundación
¿pero a quien coño le importan la fundación esa y sus autoridades oficiales? Si a a usted le importan tanto aplíquese el cuento y enaltezca al Generalísimo como es el deber de todo simpatizante de la FNFF.
Cita:
autoridades oficiales de la Fundación y a los investigadores e historiadores publicitados o acreditados por la misma
¿ Y usted está acreditado en ella o no lo está? Si no lo está hable con el General Chicharro para que le acrediten, alegando sus méritos denigratorios a Franco en el foro Hispanismo Org. Ya verá que bien le tratan.
Cita:
"evolución política natural del legitimismo al liberal-nacionalismo"
No entiendo esa jerga.
Cita:
desacreditados y repudiados por la Comunión legitimista y por los historiadores e investigadores publicitados por la misma.
Lo que es a mí, me importan menos aun que la FNFF, así que fíjese.
Cita:
Además de que, en sentido estricto, la verdadera comparación debería hacerse entre la sociedad dejada por el régimen político monárquico español cuando éste pasó a la oposición (1833), y la sociedad dejada por el régimen franquista a la muerte de Franco (1975). No hay punto de comparación: son como el agua y el aceite.
No, el fuerismo y el carlismo contactaban con el peneuvismo, mientras que entre 1833 y 1975 había bastantes años de por medio.
Bueno, eso, y que y en 1975 el legitimismo había evolucionado brillantemente a concedernos un "rey y un príncipe" socialistas y autogestionarios simpatizantes del Che Guevara y del yugoslavo Tito. Apoyados obviamente en su "verdad histórica", al respecto, por la Fundación Francisco Franco y sus "investigadores e historiadores publicitados o acreditados por la misma", todos fervientes monárquicos javieristas de pro.
Cita:
que la Fundación simplemente se limita a seguir manteniendo la verdad histórica sobre Franco y su régimen a toda costa y frente a cualquiera.
Defenderá en todo caso "su" verdad y la de usted o la de perico de los palotes, no la mía. La FNFF es un sitio privado. Y del mismo modo que vd escoge lo que le conviene de sus historiadores oficiales, los demás también podrán escogerlo. ¿Ha preguntado usted la verdad oficial de la FNFF sobre su "rey" Javier el autogestionario? Pues pregúntele al general Chicharro para salir de dudas. Anímese.
Cita:
Lo que quizá debería plantearse usted es esa extraña y curiosa coincidencia entre la izquierda y la derecha blaspiñarista con respecto a Franco y a su régimen. En fin.
Ya, lo mismo le digo de la coincidencia entre los tránsfugas ex-franquistas de la UCD y PP (antigua AP) y los del "legitimismo autogestionario".
Ah, y le recuerdo que los batasunos han tenido bisabuelos y tatarabuelos "legitimistas".
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Entendería esta sarta de mentiras y sandeces en otro foro, pero creo que en Hispanismo.org sobran, porque son insultantes, no ya para los tradicionalistas, sino para las cientos de miles de personas que han tenido que abandonar Vascongadas y el norte Navarra por el terror liberal-separatista.
ALACRAN es evidente que no ha leído "Una resistencia olvidada: Tradicionalistas mártires del terrorismo". Si lo hiciera, quizá descubriría que los antepasados carlistas están en infinita mayor medida en los que recibían el tiro en la nuca que en los que lo disparaban.
Y si supiera mínimamente algo de la historia del nacionalismo vasco, sabría que en realidad proviene del fuerismo liberal-conservador. No soy yo quien lo dice, sino el propio Iñaki Anasagasti, al recordar las "valiosas aportaciones económicas" del alfonsino Sir Ramón de la Sota o viendo en el alfonsino Rafael Picavea el "eslabón de la cadena que une el viejo fuerismo con el nacionalismo actual".
Como he dicho en otras ocasiones, si bien es cierto que el nacionalismo es un hijo bastardo del fuerismo, es falso que los carlistas fuesen los únicos fueristas, sino que entre los liberales hubo siempre fueristas (como los hubo federalistas). Basten como ejemplo los nombres de José Manuel Aguirre Miramón o el influyente Fidel de Sagarmínaga.
Es importante saber que el fuerismo liberal-conservador fue absorbido completamente por el nacionalismo vasco, mientras que el tradicionalismo vasco y navarro siguió existiendo con fuerza, y al margen de esa nueva tendencia. Queda, pues, claro de dónde proceden unos y otros. Sólo un completo ignorante de la historia de España (o un verdadero canalla) puede decir que el carlismo tiene de algún modo la culpa del separatismo actual en nuestra Patria, teniendo en cuenta que:
1) Muñagorri, Maroto y los demás traidores de Vergara se entregaron a los cristinos por conservar sus fueros en 1839;
2) en 1872 la consigna para la nueva guerra era "Salvemos la Religión aunque perezcan los fueros" (defunción de los fueros que se acabó constatando según habían previsto los carlistas alzados);
3) los carlistas fueron los únicos que a finales del siglo XIX y principios del XX plantaron cara, enérgicamente, al incipiente bizkaitarrismo, cuyos adeptos gritaban de manera significativa «¡Muera España y viva Alfonso XIII!» (sic), ante la impasibilidad de los liberales de todo matiz, que no creían posible que se repitiera un nuevo desastre como el de Cuba, como advertían los tradicionalistas;
4) en el campo intelectual, el separatismo vasco no tuvo mayores enemigos que pensadores y políticos tradicionalistas como Rafael Díaz Aguado y Salaberry, Juan de Olazábal o Víctor Pradera (asesinados los dos últimos precisamente por ello);
5) los carlistas fueron los que (casi en exclusiva, al menos en lo referente a las milicias) aniquilaron a los rojo-separatistas entre 1936 y 1937, con miles de muertos requetés en los montes vascongados y navarros que dan testimonio de ello;
6) hay muchos más franquistas que se hicieron luego nacionalistas (especialmente en Cataluña, pero también en Vascongadas) y nadie dice que el separatismo venga del franquismo.
7) los carlistas tradicionalistas (valga la redundancia) han sufrido en sus carnes el terror etarra en tiempos recientes, con especial predilección por los asesinos por tratarse de "hijos del pueblo"; y finalmente
8) el régimen que el Carlismo quiere para España es el que habría solucionado el problema separatista, al limitar la libertad de expresión sin la cual no puede divulgarse ninguna idea disolvente contraria a la Religión y a la Patria, mientras que el tardofranquismo dejaba crear ikástolas separatistas y sus ministros como Fraga presumían de dar libertades (de perdición).
Y ya que según usted carlismo y separatismo tienen tanto que ver, quizá podría explicarnos por qué su héroe Blas Piñar tuvo siempre tanto interés en andar en todo momento cerca de los carlistas, y por qué cantaba el Oriamendi en sus actos. ¿No dijo el propio Franco que las guerras carlistas habían sido precursoras del Movimiento Nacional? ¿Acaso el Movimiento Nacional que usted defiende viene de un proto-separatismo antiespañol? Hágaselo mirar, oiga.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Cita:
Iniciado por
Martin Ant
El franquismo no rompió la deriva revolucionaria sino que la potenció al máximo,
trasladándola a todas las capas de la sociedad española.
Las condiciones sociales idóneas, creadas por las políticas de los Gobiernos de Franco, para el restablecimiento formal del sistema demoliberal, no tienen absolutamente
nada que ver con la sociedad sana, tradicional y contrarrevolucionaria de las Españas (respetada y fomentada por la Monarquía tradicional española)
que existía a finales del siglo XVIII.
La comparación es totalmente absurda. [/COLOR]
Disculpe usted dos discrepancias. La primera es una autocita de usted, es decir que es usted quien afirma eso que dice en ese enlace a otro hilo con el mismo mantra.
Y la segunda cuestión, eso de que la comparación es absurda vamos a dejarlo, se lo parece a usted y a mi la contraria. Pero veo que necesita algo más de información:
"Desde 1700 para acá, en efecto las Españas han sido objeto de sucesivos intentos de europeización, al giro de las varias modas europeas: el absolutismo en el siglo XVIII, el liberalismo en el XIX, los totalitarismos, los socialismos y las democracias cristianas en el XX."
FUENTE: ¿Qué es el Carlismo? VVAA Edit. ESCELICER, Madrid 1971, Capítulo 3, punto 36, página 59.
"Desde 1700 para acá" Y, obviamente eso de "nada que ver con la sociedad sana, tradicional y contrarrevolucionaria de las Españas", ¿de qué novela se lo ha sacado usted? Mire, creo que para cualquier persona medianamente avisada y suficientemente ilustrada, basta con acudir a un manual de Historia de esa etapa histórica para comprobar que eso es una filfa. A España no le vinieron los males de golpe, sino que fueron gstándose durante varios siglos y empezando por el XVIII, cuando incapaz de organizarse por sí misma se vió envuelta en una guerra civil de la que todavía seguimos pagando las consecuencias, por ejemplo en Cataluña. De manera que menos fantasías.
Y resulta una contradicción en términos que se defienda la implantación de una dinastía, LA BORBÓNICA, de clara tendencia ABSOLUTISTA, que empezó por abolir la TRADICIÓN de las Españas con la cuasi limitación total del acceso de la mujer en los derechos al Trono Hispánico FUNDADO POR DOÑA ISABEL I "LA CATÓLICA", y que fue el fundamento legal así como legítimo del reinado de DOÑA JUANA, lo mismo que la eliminación de los Fueros de aquellos Reinos que no secundaron a Felipe V.
Es inútil seguir con esta discusión, no se va a llegar a ninguna parte, porque además y contra lo que usted cree, la realidad es otra por mucho que usted se empeñe en querer encontrar esos cinco pies al gato que ya le indiqué, dado que no tiene más que cuatro.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Y es que Sr. Martín Ant está usted embarcado en una especie de cruzada antifranquista estableciendo límites clarísimos e indubitables, entre la Tradición -que atribuye en exclusiva al Carlismo-, y todo lo demás que según usted es pura revolución. Sin embargo, la realidad suele ser diferente a las ensoñaciones de algunos, léase esto por ejemplo y que no tiene desperdicio:
"LA EMBAJADA CATALANA
Una comisión de diputados catalanes, pertenecientes a todos los partidos, menos al lerrouxista (conservadores, liberales, regionalistas, CARLISTAS, nacionalistas y republicanosI) han ido a Madrid a entregar al señor Canalejas unas bases para formar la Mancomunidad Catalana, medida levísima de un aguado regionalismo.
A pesar de de ser así, El Imparcial ha metido la pata contra la comisión. Y ello ha dado motivo a que un diario republicano, El Liberal, escribiese el siguiente artículo, que copiamos porque, además de ser sustantivamente verdadero cuanto se afirma, es una prueba magnífica de la mayor libertad, DEMOCRACIA y tolerancia que había en aquellos tiempos del absolutismo (?) en que los reyes hablaban de pie a los concellers barceloneses, y estos leían al rey sus discursos en catalán:..."
Y ya disculpará que no transcriba todo el artículo ya que es largo y entra en numerosos detalles, incluso numéricos, que por el momento y aquí no veo preciso reproducir. Pero sí es necesario citar la fuente, no vaya a ser que se crea que es invento mío:
VADEMECUM DEL JAIMISTA, enero 1912, Año I, Número 1. págs. 69-70.
He querido destacar como el Carlismo no dudaba en ir de la mano con todo lo más granado del liberalismo, conservadurismo, republicanismo..., etc., de la época a la hora de lograr ciertas ventajas, en este caso para Cataluña. Al igual que no he dejado de subrayar la verdad sustantiva que manifiestamente reconocen los autores carlistas y tradicionalistas de esta publicación acerca de lo que se afirma en otra claramente de tendencia opuesta, sin que pase nada. Y todo ello, sin renunciar ni un sólo ápice a su esencia.
Veo, y con preocupación, que hay una generación más joven llegada al Carlismo de no se sabe dónde, pero que está resultando más integrista que carlista, ya lo he cdicho en otras ocasiones, por cuanto no tengo muy clara la deriva de algunos adoctrinadores que, sin embargo, ante la situación que vive España no están dando la cara.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Cita:
Iniciado por
Rodrigo
Entendería esta sarta de mentiras y sandeces en otro foro, pero creo que en Hispanismo.org sobran, porque son insultantes, no ya para los tradicionalistas, sino para las cientos de miles de personas que han tenido que abandonar Vascongadas y el norte Navarra por el terror liberal-separatista.
Aún coincidiendo contigo en buena parte de tu mensaje, te recuerdo que NO eres el censor de este sitio. Los calificativos que usas no son de recibo, y lo que se está haciendo es debatir desde interpretaciones distintas sobre hechos históricos. Además, tengo que recordarte que tradicionalistas los hay de variadas tendencias, no sólo carlistas. Y, finalmente, el terrorismo de ETA ha sido y es COMUNISTA MARXISTA LENINISTA, así que ya está bien de tergiversar las cosas, algo muy habitual en los medios liberales (léanse los comentarios a ciertas noticia en medios como OK DIARIO) donde por el hecho de ser vasco ya es motivo suficiente para enviarlo a la hoguera. Inpendientemente de que el liberalismo separatista del PNV, y otros sucedáneos del mismo, surgidos según etapas, hayan visto siempre con cierto regodeo los crímenes marxistas de los otros, y aparte de la alianza implícita que existe entre todos ellos. En efecto, son muchos los que se tuvieron que ir de allí, aunque no todos por razones políticas, y esto a tí que eres catalán, te lo está diciendo un vasco.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Considero oportuno recordar que las cosas no son blancas o negras, eso se llama llanamente maniqueísmo y que en política con las ideas pasa como en cualquier sociedad con sus habitantes: que está todo mezclado. Tengo que volver a repetir que antes de estar soltando barbaridades conviene dejar la propia ideología cerrada en casa y no vendría nada mal leer y hasta estudiar, estos dos manuales, por cierto, el primero el libro de texto favorito de Dalmacio Negro Pavón, pues nadie está en posesión de la Verdad.
Historia de la Teoría Política Gerorge SABINE. Fondom de Cultura Económica. 677 páginas
Historia de las ideas políticas Jean TOUCHARD. Editorial TECNOS. 658 páginas.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Cita:
¿pero a quien coño le importan la fundación esa y sus autoridades oficiales? Si a a usted le importan tanto aplíquese el cuento y enaltezca al Generalísimo como es el deber de todo simpatizante de la FNFF.
Ya le dije que me adhiero a la verdad histórica de la tesis principal o primordial sobre Franco y su régimen promovida y defendida por la Fundación, pero no al juicio valorativo que dicha Fundación realiza sobre dicha tesis incontrastable. Por eso yo no enaltezco a Franco, ya que fue el mayor traidor al pacto fundacional del 18 de Julio.
Cita:
¿ Y usted está acreditado en ella o no lo está? Si no lo está hable con el General Chicharro para que le acrediten, alegando sus méritos denigratorios a Franco en el foro Hispanismo Org. Ya verá que bien le tratan.
Le repito que la discrepancia no está en la tesis sobre el régimen de Franco, sino en el juicio valorativo que merece dicha tesis.
Cita:
No entiendo esa jerga.
Significa que los nacionalistas vasquistas (es decir los revolucionarios vasquistas) no proceden políticamente del legitimismo, sino que provienen de la asunción de ideas revolucionarias liberales. El nacionalismo vasquista (o cualquier otro nacionalismo periférico) no es más que una reproducción, a escala territorial más pequeña, del protorrevolucionarismo nacionalista españolista o centralista.
Cita:
No, el fuerismo y el carlismo contactaban con el peneuvismo,
Ver la cuestión desde un punto de vista sociológico no explica nada. Puesto que en 1833 prácticamente casi toda la sociedad española era legitimista, habría que concluir, según el "razonamiento" de usted, que cualquier ideología política antilegitimista posterior procedía naturalmente del legitimismo (nacionalistas vasquistas, liberal-conservadores, socialistas, anarquistas, pidalinos, etc...). Evidentemente, en este falaz sentido, no habría casi ni un solo antilegitimista posterior (de cualquier tendencia revolucionaria) que no hubiera tenido un tatara-tatara-tatarabuelo legitimista. Pero la cuestión no es ésa, sino si cualquiera de esas nuevas ideologías se podía considerar como un fruto político lógico y natural del legitimismo, o por el contrario habría que considerarlas más bien como sucesivos falseamientos y tergiversaciones políticas espurias del legitimismo tradicional español, siendo consiguientemente rechazadas y combatidas (y no aceptadas) por la propia Comunión.
Cita:
mientras que entre 1833 y 1975 había bastantes años de por medio.
Y Franco no hizo nada por revertir la deriva revolucionaria impuesta a la sociedad desde 1833, sino que la potenció al máximo, conforme a las consignas de las "políticas europeizadoras" de sus Gobiernos, razón por la cual es "enaltecido" por los verdaderos franquistas demoliberales (historiadores, publicistas, investigadores, etc...).
Cita:
Bueno, eso, y que y en 1975 el legitimismo había evolucionado brillantemente a concedernos un "rey y un príncipe" socialistas y autogestionarios simpatizantes del Che Guevara y del yugoslavo Tito.
Cae usted de nuevo en la falacia de considerar "evolución" lo que no es más que "defección" o "tergiversación". Si el comportamiento del Rey Juan III (década de los sesenta del siglo XIX) y del Príncipe de Asturias Carlos Hugo (década de los setenta del siglo XX) hubiesen sido aceptados por la Comunión, usted tendría razón en considerarlo como una lícita "evolución", pero la Comunión los rechazó a ambos por incurrir en flagrante causa de inhabilitación conforme a la legislación o derecho tradicional español, ya que su actitud política era totalmente contradictoria con las esencias o principios del susodicho derecho tradicional español defendidos por el legitimismo.
Cita:
Apoyados obviamente en su "verdad histórica", al respecto, por la Fundación Francisco Franco y sus "investigadores e historiadores publicitados o acreditados por la misma", todos fervientes monárquicos javieristas de pro.
Defenderá en todo caso "su" verdad y la de usted o la de perico de los palotes, no la mía. La FNFF es un sitio privado. Y del mismo modo que vd escoge lo que le conviene de sus historiadores oficiales, los demás también podrán escogerlo. ¿Ha preguntado usted la verdad oficial de la FNFF sobre su "rey" Javier el autogestionario? Pues pregúntele al general Chicharro para salir de dudas. Anímese.
No veo qué problema hay en considerar a la FNFF como autoridad moral a la hora de conocer la verdad histórica sobre Franco y su régimen, y considerar a la Comunión legitimista como autoridad moral a la hora de conocer la verdad histórica acerca del legitimismo español y de los sucesivos Reyes y Regentes que lo han encarnado hasta hoy.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Cita:
Disculpe usted dos discrepancias. La primera es una autocita de usted, es decir que es usted quien afirma eso que dice en ese enlace a otro hilo con el mismo mantra.
Sí, en efecto, es una afirmación mía, pero no la fundamento a través de una "autocita" mía, sino que el enlace remite a un artículo de Rafael Gambra, el cual, a su vez, recoge las afirmaciones (clarividentes) de un franquista que alaba los resultados finales obtenidos a partir de las políticas aplicadas por los sucesivos Gobiernos de Franco.
Cita:
Y la segunda cuestión, eso de que la comparación es absurda vamos a dejarlo, se lo parece a usted y a mi la contraria. Pero veo que necesita algo más de información:
"Desde 1700 para acá, en efecto las Españas han sido objeto de sucesivos intentos de europeización, al giro de las varias modas europeas: el absolutismo en el siglo XVIII, el liberalismo en el XIX, los totalitarismos, los socialismos y las democracias cristianas en el XX."
FUENTE: ¿Qué es el Carlismo? VVAA Edit. ESCELICER, Madrid 1971, Capítulo 3, punto 36, página 59.
"Desde 1700 para acá" Y, obviamente eso de "nada que ver con la sociedad sana, tradicional y contrarrevolucionaria de las Españas", ¿de qué novela se lo ha sacado usted? Mire, creo que para cualquier persona medianamente avisada y suficientemente ilustrada, basta con acudir a un manual de Historia de esa etapa histórica para comprobar que eso es una filfa. A España no le vinieron los males de golpe, sino que fueron gstándose durante varios siglos y empezando por el XVIII, cuando incapaz de organizarse por sí misma se vió envuelta en una guerra civil de la que todavía seguimos pagando las consecuencias, por ejemplo en Cataluña. De manera que menos fantasías.
Y resulta una contradicción en términos que se defienda la implantación de una dinastía, LA BORBÓNICA, de clara tendencia ABSOLUTISTA, que empezó por abolir la TRADICIÓN de las Españas con la cuasi limitación total del acceso de la mujer en los derechos al Trono Hispánico FUNDADO POR DOÑA ISABEL I "LA CATÓLICA", y que fue el fundamento legal así como legítimo del reinado de DOÑA JUANA, lo mismo que la eliminación de los Fueros de aquellos Reinos que no secundaron a Felipe V.
Es inútil seguir con esta discusión, no se va a llegar a ninguna parte, porque además y contra lo que usted cree, la realidad es otra por mucho que usted se empeñe en querer encontrar esos cinco pies al gato que ya le indiqué, dado que no tiene más que cuatro.
En medio de la debacle política organizada por Carlos Hugo en la década de los setenta, los autores del libro "¿Qué es el Carlismo?" establecieron un conjunto de bases fundamentales que debían ser acogidas por toda persona que de verdad quisiera seguir siendo legitimista-tradicional, pero no pretendían que todas y cada unas de las afirmaciones que se vertían en él tuvieran que ser aceptadas sin discusión alguna. Francisco Puy lo explica muy bien en el Prólogo de la obra:
Todo lo que aquí se expresa es discutible, porque los carlistas no conocen otros dogmas que los de la Religión Católica y la fe de Cristo. Pero, sin duda, que aquéllos que se llamen carlistas y no "sintonicen espiritualmente" con el conjunto global de esta obra, deberán meditar muy seriamente si de verdad permanecen todavía dentro de la Comunión Tradicionalista, o si --sin quererlo y sin saberlo-- han resbalado insensiblemente fuera de su ideario.
Entiendo yo que dentro de lo discutible o secundario entrarían ciertas afirmaciones históricas como la que usted cita. Teniendo en cuenta que el principal autor de la obra fue Elías de Tejada, es normal que apareciera esa afirmación acerca de los Borbones. Pero hay que tener en cuenta también que Elías de Tejada estaba siempre en continuo estudio (estudio que le hizo cambiar, por ejemplo, sus ideas acerca de algunos personajes que él consideraba "tradicionales", y que luego los catalogó dentro de los "revolucionarios"). Entiendo yo que su temprana muerte no le hizo profundizar más en la época política borbónica, lo cual le habría hecho matizar y corregir sus apodícticas afirmaciones sobre esa época. Ésta es la razón por la que los continuadores de la obra de Elías de Tejada, a través de la Fundación Elías de Tejada, sí que han proseguido ese estudio y han venido realizando una loable labor de revisión y corrección de un falso tópico antiborbónico que se venía difundido desde finales de la época isabelina a través de los sectores del ultramontanismo (no sólo del sector liberal-cristiano, sino también del sector integrista).
Dentro de esta labor de revisión y rehabilitación de la dinastía borbónica, jugó un papel fundamental el portentoso trabajo de Federico Suárez y su escuela, que son de lectura obligada para cualquiera que quiera juzgar debidamente a esta dinastía legítima. No hablo de oídas o por referencias, sino por experiencia personal por haberme empapado en la lectura de casi toda esta obra (en el caso de los volúmenes documentales, con la lectura de los extensos estudios preliminares de Federico Suárez).
Este inmenso trabajo contiene, a su vez, una segunda derivada, que es la ingente bibliografía de la época, en donde podemos encontrar multitud de obras, libros, folletos y opúsculos de los publicistas realistas y legitimistas de la primera hora (1808 - 1850), en donde ponen las cosas en su sitio a la hora de enjuiciar debidamente las políticas habidas a partir de la llegada de la dinastía borbónica. Todos coinciden en las mismas ideas: comienzo, a partir del reinado de Carlos III, de una tímida política ilustrada, la cual llega al paroxismo durante la época del traidor y liberal ministro Godoy, ya en pleno reinado de Carlos IV. Buena reacción realista de Fernando VII durante su primera etapa de Gobierno (1814-1820), corrigiendo errores cometidos por sus inmediatos antecesores, aunque no llegando al nivel que hubieran deseado los realistas. Y, por último, durante su segunda etapa de Gobierno (1823-1832), política pendular o ambivalente entre el realismo querido y potenciado por Fernando VII, y el "moderantismo ilustrado" exigido y presionado por las potencias de la Santa Alianza.
Todas estas obras, libros, folletos y opúsculos coinciden en considerar a la dinastía borbónica como perfecta continuadora del régimen de Monarquía tradicional española (véase, por ejemplo, los elogios del Dr. Vicente Pou a la época de Fernando VI); y las políticas ilustradas empezadas a surgir a partir de Carlos III, y algo más avanzadas en la época de Godoy, son consideradas como accidentes antitradicionales habidos dentro del régimen de la Monarquía tradicional y que debían ser objeto de su paralización y extirpación (como así se verificó parcialmente en la primera y esperanzadora etapa de Fernando VII). Por último, todas las etapas típicamente revolucionarias (1808 - 1812; 1820 - 1823; 1833 - en adelante) son consideradas como el verdadero y auténtico corte o ruptura política frente a la continuidad del régimen de la Monarquía tradicional. Así pues, estos publicistas realistas y legitimistas de la primera hora hacían una crítica constructiva, respetando y defendiendo la dinastía borbónica como continuadora fundamental del régimen tradicional español, y limitándose únicamente a denunciar las malas reformas coyunturales que pudieran haberse realizado por los ministros representantes del "despotismo ministerial", contra los cuales lanzaban todas sus invectivas, especialmente contra Godoy.
Estas políticas ilustradas y antitradicionales (accidentales y exógenas al régimen tradicional de la Monarquía vigente continuado por la dinastía borbónica) se verificaban principalmente en sectores minoritarios de algunas altas capas de la sociedad, permaneciendo el conjunto global de la sociedad "sana, tradicional y contrarrevolucionaria". Por lo tanto, estas últimas calificaciones mías no son "novelas" ni "fantasías" como usted me achaca, sino que reflejan la realidad de aquella sociedad dejada y respetada por la Monarquía tradicional española. Y no hace falta, sin ir más lejos, sino remitirme a la mejor "prueba del algodón" que se puede traer para demostrarlo: era una sociedad viva, capaz de auto-organizarse y levantarse con sus propios medios y energías contra la Revolución Francesa (1793), contra Godoy en Aranjuez (motín madrileño de 1808, que casi le cuesta la vida al nefasto Ministro), contra Napoleón (1808), contra el Trienio Liberal (guerra realista), y contra el Golpe usurpador de 1833.
Todo esto no tiene absolutamente nada que ver con la sociedad podrida, emputecida y envilecida dejada por las políticas de los Gobiernos de Franco, que nos legaron, no un "pueblo" o una "sociedad viva y contrarrevolucionaria" (como sí hizo el régimen monárquico tradicional, fundamentalmente continuado por la dinastía borbónica), sino que dejaron lo que los legitimistas españoles de la época (y Elías de Tejada el primero de todos) denominaban con los calificativos de "sociedad de masas" o "disociedad", es decir, una sociedad madura y digna para la reimplantación formal del demoliberalismo (lo cual podrá ser objeto de las alabanzas y enaltecimientos de los historiadores franquistas demoliberales como Pío Moa, pero que para los legitimistas españoles se consideraba como la mayor traición contra el genuino espíritu socio-político del pacto fundacional del 18 de Julio).
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Cita:
Y es que Sr. Martín Ant está usted embarcado en una especie de cruzada antifranquista
No. Yo no soy "antifranquista"; simplemente yo no soy "franquista", del mismo modo que no soy "isabelino", ni "alfonsino", ni "republicano", por poner tres ejemplos cualesquiera tomados al azar.
Cita:
estableciendo límites clarísimos e indubitables, entre la Tradición -que atribuye en exclusiva al Carlismo-, y todo lo demás que según usted es pura revolución. Sin embargo, la realidad suele ser diferente a las ensoñaciones de algunos, léase esto por ejemplo y que no tiene desperdicio:
¡Pues claro que defiendo "límites clarísimos e indubitables" entre un legitimista contrarrevolucionario y otro que no lo es! La actividad espiritual del discernimiento y de la discriminación es lo que nos distingue como seres con alma racional, y por eso aborrezco y odio todo lo que conlleve amalgamiento y confusión en el terreno teorético, sin perjuicio de la siempre debida caridad en el terreno práctico.
Esta cuestión ya la estuvimos debatiendo en este otro hilo. Es absurdo considerar que alguien se considere "contrarrevolucionario" y al mismo tiempo acate y acepte la nueva "legalidad" o nuevo "derecho" nacidos de la Revolución y de la soberanía nacional, estimando al mismo tiempo periclitados, extinguidos y abrogados los cuerpos jurídico-legales tradicionales de los Reinos hispánicos en general y de la Monarquía española en particular.
Por lo demás, no me impresiona en absoluto los ejemplos que usted pueda traer acerca de pactos políticos coyunturales o circunstanciales que hubiera podido hacer la Comunión con los partidos políticos revolucionarios. De este tipo de pactos ha habido a montones en la Historia del legitimismo español (empezando por el que autorizó Carlos VII con los republicanos en contra de Amadeo), y ello no supone en absoluto ninguna dejación en el rechazo público de los errores revolucionarios de todos los susodichos partidos políticos revolucionarios o antilegitimistas ni ninguna supuesta aceptación de dichos errores, si es que eso era lo que pretendía usted dar a entender con su ejemplo.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Cita:
La diferencia esencial es que, cuando yo afirmo la "evolución política natural del franquismo al demoliberalismo" yo sólo me limito a citar a las autoridades oficiales de la Fundación y a los investigadores e historiadores publicitados o acreditados por la misma; mientras que los que sostienen esa falsedad de la "evolución política natural del legitimismo al liberal-nacionalismo" son todos desacreditados y repudiados por la Comunión legitimista y por los historiadores e investigadores publicitados por la misma.
Convendría RECORDAR, que la Fundación Nacional Francisco Franco, NO ES ninguna autoridad oficial, NI ES una institución del Régimen de Franco ni tampoco los máximos intérpretes de lo que fue el mismo. Se limita a ser una fundación de carácter privado de simpatizantes del Caudillo, sin más; y su OPINIÓN sobre diversos temas, más allá de que dispongan de documentación, vale poco más o menos lo mismo que la que tengamos aquí nosotros.
Yo creo que ya está bien de intentar demostrar absurdas teorías es base a opiniones de unos y de otros según nos convenga. Ese supuesto informe, no dice nada relevante (como se comprueba) porque aparte de señalar SIN PERSONALIZAR que más o menos todos estaban de acuerdo en una futura democracia "a la europea", no dice absolutamente nada de la opinión personal de don Juan Carlos, que parece que estuvo bastante cauto a la hora de hablar sobre la política futura (como es lógico y normal) y que no se iba a poner a echarles la bronca a esos distinguidos señores liberales, con las ventajas de nuestra Democracia Orgánica sobre la democracia inorgánica-liberal, en mitad de los postres y antes del champagne. Y es que como se afirma en dicho escrito: "REALMENTE ESTUVO MUY EN SU PAPEL, DEMOSTRANDO TENER CAPACIDAD DE OPINIÓN, PERO NO COMPROMETIÉNDOSE EN NINGÚN MOMENTO".
Por otra parte, sabemos que la otra opción principal al Trono, don Carlos Hugo, ya expresó PERSONALMENTE al Caudillo en 1962 sus ideas "demo-liberales"; que son las VERDADERAMENTE tradicionales en dicha Casa Real de Parma, y que hoy profesan nuevamente la inmensa MAYORÍA de sus miembros con la sola excepción de don Sixto y su hermana mayor doña María Francisca; siendo esta última decidida defensora del nieto de Franco, don Luis Alfonso de Borbón, como candidato al Trono de Francia. Aquí puede cada uno edificar ROMÁNTICAMENTE los castillos en el aire que QUIERA; pero hombre, pensar que si la opción dinástica que tomó Franco hubiera sido otra, ahora seríamos una especie de "oasis imperial católico-tradicionalista" o algo parecido, es algo risible; sobre todo teniendo en cuenta la catadura de los personajes que se postulaban además de don Juan Carlos.
Todos ellos, eran unos demócratas que vivían en países democráticos y muy bien además (a excepción de don Alfonso de Borbón-Dampierre que vivía aquí, si es que se le cuenta). Y en el caso de don Juan, ya le hubiera gustado disponer de "los posibles" de sus primos los Parma, que difrutaban de elegantes castillos de su propiedad en la República francesa, mientras él moraba en un "chalet" de pequeño burgués en Portugal (y pare usted de contar) donde recibía a su "Consejo privado".
Así que la mera ilusión de unos pretendientes borbones contemporáneos, gallardamente enfrentados a la deriva liberal del mundo moderno, es una ocurrencia sin fundamento alguno, que si se dice aquí anónimamente o de guasa tiene un pase, pero que a alguien como don Miguel Ayuso (por ejemplo) NUNCA se le ocurrió defender en el programa "Lágrimas en la lluvia" las muchas veces que fue; porque sabía perfectamente que eso provocaría las carcajadas de sus compañeros contertulios por el evidente ridículo; y él mismo es demasiado inteligente e irónico como para caer en semejante posición indefendible.
PD: Que yo sea admirador del Generalísimo Franco, no significa que tenga que conocer todo lo relativo la FNFF, a la cual no pertenezco.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Cita:
Iniciado por
Martin Ant
Sí, en efecto, es una afirmación mía, pero no la fundamento a través de una "autocita" mía, sino que el enlace remite a un artículo de Rafael Gambra, el cual, a su vez, recoge las afirmaciones (clarividentes) de un franquista que alaba los resultados finales obtenidos a partir de las políticas aplicadas por los sucesivos Gobiernos de Franco.
A base de repetir una y cien veces lo mismo en uno y otro y otro hilo de más sobre lo mismo hasta la siguiente, es decir, "tengo un primo que tiene un cuñado que, a su vez, tiene un amigo cuyo suegro fue compañero de uno que es íntimo del que manda", costumbre un tanto carpetovetónica tan característica de los españoles se llega finalmente a algún sitio que, en este caso, es un artículo de Rafael Gambra, el cual, por supuesto, ha de ser tomado como dogma en cada una de sus comas, no cabiendo ninguna otra interpretación o simple disgresión, por elemental que resultase.
Cita:
En medio de la debacle política organizada por Carlos Hugo en la década de los setenta, los autores del libro "
¿Qué es el Carlismo?" establecieron un conjunto de bases fundamentales que debían ser acogidas por toda persona que de verdad quisiera seguir siendo legitimista-tradicional, pero no pretendían que
todas y cada unas de las afirmaciones que se vertían en él tuvieran que ser aceptadas sin discusión alguna. Francisco Puy lo explica muy bien en el Prólogo de la obra:
Todo lo que aquí se expresa es discutible, porque los carlistas no conocen otros dogmas que los de la Religión Católica y la fe de Cristo. Pero, sin duda, que aquéllos que se llamen carlistas y no "sintonicen espiritualmente" con el conjunto global de esta obra, deberán meditar muy seriamente si de verdad permanecen todavía dentro de la Comunión Tradicionalista, o si --sin quererlo y sin saberlo-- han resbalado insensiblemente fuera de su ideario.
En efecto, excepto por el hecho de que yo también tengo el libro, no un pdf, no, el libro. Y no deja de ser peculiar que dicho texto reúne dos aspexctos esenciales: primero, NO aspira a ser un dogma, sino una orientación, es decir, muy alejado del estilo dogmático que usa usted en todas sus intervenciones. Y segundo, sí se repasan sus páginas, en todo momento se habla del CARLISMO, no del TRADICIONALISMO, aunque esté implícito en ello por cuanto y ya se lo he repetido, no sé cuántas veces, que se puede ser tradicionalista sin ser carlista.
El carlismo por definición y en origen, o sea en sustancia, surge y se desarrolla como un movimiento DINÁSTICO de apoyo a los derechos del Infante Don Carlos María Isidro, y todo lo demás fue labor de añadido para corporeizar dicha corriente a lo largo de los publicistas del XIX. Como la corriente dinástica estaba fundamentada en la Monarquía Católica, germinó el tradicionalismo asociado a dicha corriente. Pero eso no significa que no sea tradicionalista toda persona católica que siga lo mejor que pueda o Dios le permita y dé a entender, Los Evangelios. Vamos que, por definición y en este sentido que tratamos aqui, sólo se puede ser tradicionalista si se es un católico, apostólico, romano, coherente. Y ni usted, ni mil como usted pueden decir lo contrario.
Cita:
Entiendo yo que dentro de lo discutible o secundario entrarían ciertas afirmaciones históricas como la que usted cita. Teniendo en cuenta que el principal autor de la obra fue Elías de Tejada,
es normal que apareciera esa afirmación acerca de los Borbones. Pero hay que tener en cuenta también que
Elías de Tejada estaba siempre en continuo estudio (estudio que le hizo cambiar, por ejemplo, sus ideas acerca de algunos personajes que él consideraba "tradicionales", y que luego los catalogó dentro de los "revolucionarios"). Entiendo yo que su temprana muerte no le hizo profundizar más en la época política borbónica, lo cual le habría hecho matizar y corregir sus apodícticas afirmaciones sobre esa época. Ésta es la razón por la que los continuadores de la obra de Elías de Tejada, a través de la
Fundación Elías de Tejada, sí que han proseguido ese estudio y han venido realizando una loable labor de revisión y corrección de un falso tópico antiborbónico que se venía difundido desde finales de la época isabelina a través de los sectores del ultramontanismo (no sólo del sector liberal-cristiano, sino también del sector integrista).
En efecto, "entiendo yo", o sea, según su personal y particular manera de entender, pero le añadiré algo más, esa afirmación sobre los Borbones es mía, personal, según entiendo yo al igual que usted y no he citado para nada a Francisco Elías de Tejada, el cual también se expresaba de esta manera:
"Si ello es así, si Sabino Arana proporciiona pruebas incontrastables de haber consagrado sus afanes a la restauración del Señorío de Vizcaya, habrá motivos bastantes para que, por encima de cuantas discrepancias puedan darse y aparezcan a lo largo de las presentes Jornadas, este carlista a machamartillo que yo soy, profesa no ya solamente PROFUNDÍSIMO RESPETO, sino además HONDÍSIMA SIMPATÍA por el hombre vizcaíno Sabino Arana y Goiri. Y quisiera que estas palabras mías, incluso las del disentimiento, se transformasen en vivo ramillete de rosas sobre una tumba en el cementerio de Sukerrieta; de agrestes rosas recogidas al airón campesino de una carlistada mañanera para cifrar el homenaje a quien fue RADICALMENTE ESPAÑOLÍSIMO frente al Madrid afrancesado de la Restauración alfonsina, por más que él mismo se empeñase tozudamente en ignorar su radical españolía; homenaje a sus afanes por restaurar la TRADICIÓN DE este pedazo de las Españas que es el Señorío de Vizcaya."
Los Fueros de Vizcaya Centro E.H.P. "General Zumalacárregui" Actas de las "Primeras Jornadas Forales del Señorío de Vizcaya" (Bilbao, 5 y 6 Febrero 1977)
Acta 2. EL SEÑORÍO DE VIZCAYA Y SU FUERO. Francisco ELÍAS DE TEJADA, página 63
Mire, pitorreos aparte, yo no estuve en esas jornadas, pero sí llego a estar ante semejante discurso me hubiese levantado, marchado y dado de baja en el Carlismo IPSO FACTO. Semejantes términos en memoria de quien afirmaba que "el carlismo es el peor enemigo del pueblo vasco", manda pelotas. Y a mi, que soy vasco por agnado y por cognado y que reuno más de treinta apellidos vascos, no me venga con más palabrería hueca. Los hechos son hechos, están ahí, y el Carlismo se llenó de iluminados y así nos ha ido. Hoy en día el Carlismo en su vertiente dinástica está acabado, muerto, pues ya no hay quien pueda continuarla, lo diga Agamenón o su porquero, o el vecino de abajo. y en su vertiente tradicionalista requiere de su apertura ya, de modo inmediato, a todo español católico, apostólico, romano. Requiere enviar al archivo toda referencia integrista, y a quien no le guste, por pura coherencia, debería fundar su organización aparte bajo otras premisas.
Cita:
Dentro de esta labor de revisión y rehabilitación de la dinastía borbónica, jugó un papel fundamental el portentoso trabajo de
Federico Suárez y su escuela, que son de lectura obligada para cualquiera que quiera juzgar debidamente a esta dinastía legítima. No hablo de oídas o por referencias, sino por experiencia personal por haberme empapado en la lectura de casi toda esta obra (en el caso de los volúmenes documentales, con la lectura de los extensos estudios preliminares de Federico Suárez).
Este inmenso trabajo contiene, a su vez, una segunda derivada, que es la ingente bibliografía de la época, en donde podemos encontrar multitud de obras, libros, folletos y opúsculos de los publicistas realistas y legitimistas de la primera hora (1808 - 1850), en donde ponen las cosas en su sitio a la hora de enjuiciar debidamente las políticas habidas a partir de la llegada de la dinastía borbónica. Todos coinciden en las mismas ideas: comienzo, a partir del reinado de Carlos III, de una tímida política ilustrada, la cual llega al paroxismo durante la época del traidor y liberal ministro Godoy, ya en pleno reinado de Carlos IV. Buena reacción realista de Fernando VII durante su primera etapa de Gobierno (1814-1820), corrigiendo errores cometidos por sus inmediatos antecesores, aunque no llegando al nivel que hubieran deseado los realistas. Y, por último, durante su segunda etapa de Gobierno (1823-1832), política pendular o ambivalente entre el realismo querido y potenciado por Fernando VII, y el "moderantismo ilustrado" exigido y presionado por las potencias de la Santa Alianza.
Todas estas obras, libros, folletos y opúsculos coinciden en considerar a la dinastía borbónica como perfecta continuadora del régimen de Monarquía tradicional española (véase, por ejemplo, los elogios del Dr. Vicente Pou a la
época de Fernando VI); y las políticas ilustradas empezadas a surgir a partir de Carlos III, y algo más avanzadas en la época de Godoy, son consideradas como accidentes antitradicionales habidos dentro del régimen de la Monarquía tradicional y que debían ser objeto de su paralización y extirpación (como así se verificó parcialmente en la primera y esperanzadora etapa de Fernando VII). Por último, todas las etapas típicamente revolucionarias (1808 - 1812; 1820 - 1823; 1833 - en adelante) son consideradas como el verdadero y auténtico corte o ruptura política frente a la continuidad del régimen de la Monarquía tradicional. Así pues, estos publicistas realistas y legitimistas de la primera hora hacían una crítica constructiva, respetando y defendiendo la dinastía borbónica como continuadora fundamental del régimen tradicional español, y limitándose únicamente a denunciar las malas reformas coyunturales que pudieran haberse realizado por los ministros representantes del "despotismo ministerial", contra los cuales lanzaban todas sus invectivas, especialmente contra Godoy.
Estas políticas ilustradas y antitradicionales (accidentales y exógenas al régimen tradicional de la Monarquía vigente continuado por la dinastía borbónica) se verificaban principalmente en sectores minoritarios de algunas altas capas de la sociedad, permaneciendo el conjunto global de la sociedad "sana, tradicional y contrarrevolucionaria". Por lo tanto, estas últimas calificaciones mías no son "novelas" ni "fantasías" como usted me achaca, sino que reflejan la realidad de aquella sociedad dejada y respetada por la Monarquía tradicional española. Y no hace falta, sin ir más lejos, sino remitirme a la mejor "prueba del algodón" que se puede traer para demostrarlo: era una sociedad viva, capaz de auto-organizarse y levantarse con sus propios medios y energías contra la Revolución Francesa (1793), contra Godoy en Aranjuez (motín madrileño de 1808, que casi le cuesta la vida al nefasto Ministro), contra Napoleón (1808), contra el Trienio Liberal (guerra realista), y contra el Golpe usurpador de 1833.
Todo esto no tiene absolutamente nada que ver con la sociedad podrida, emputecida y envilecida dejada por las políticas de los Gobiernos de Franco, que nos legaron, no un "pueblo" o una "sociedad viva y contrarrevolucionaria" (como sí hizo el régimen monárquico tradicional, fundamentalmente continuado por la dinastía borbónica), sino que dejaron lo que los legitimistas españoles de la época (y Elías de Tejada el primero de todos) denominaban con los calificativos de "sociedad de masas" o "disociedad", es decir, una sociedad madura y digna para la reimplantación formal del demoliberalismo (lo cual podrá ser objeto de las alabanzas y enaltecimientos de los historiadores franquistas demoliberales como Pío Moa, pero que para los legitimistas españoles se consideraba como la mayor traición contra el genuino espíritu socio-político del pacto fundacional del 18 de Julio).
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Obra enjundiosa, sin duda, pero la HISTORIA DE ESPAÑA, es decir, el conjunto de acaeceres seculares desde la unificación del Reino, nos muestra claramente como la llegada del Borbón -sin duda con mejores derechos que el austríaco-, nos trajo la RUPTURA de NUESTRA TRADICIÓN SECULAR MONÁRQUICA establecida por la REINA DOÑA ISABEL I DE CASTILLA. Y con su claro perfil absolutista volvió a ROMPER LA TRADICIÓN SECULAR ESPAÑOLA DE LOS FUEROS. Y yo a eso lo llamo ser revolucionario.
A la par hay que recordar que en una de las Españas, Reino de Aragón, existe un antecedente sobre la sucesión: se llamo COMPROMISO DE CASPE en el que se eligió a un español, no a un francés, del que sale electo D. Fernando I, abuelo de Fernando II, "El Católico". Que hubiese entronques con linajes franceses no significa que se debía haber ido directamente a por un francés, Felipe V, sino haber buscado otra solución al Trono. Naturalmente, los hechos, hechos fueron y yo solamente expreso mis apreciaciones y es que la historia de los Borbones en España tiene demasiadas sombras y pocas luces. De modom que menos revoluciones donde no las hay, o donde fueron combatidas, particularmente la franchuta.
Sobre ese pueblo sano que usted afirma, le recuerdo como lo han retratado nuestros clásicos en sus obras y, desde luego, le vendría a usted muy bien conocer un poco de la sociología de este pueblo en aquellos siglos para comprobar que, salvo en algunas cuestiones de fondo, y por las diferencias propias entre aquella etapa histórica y la actual, no hay muchas diferencias reseñables.
Por último, y acerca de la gestión desastrosa de los gobiernos, así como la de los validos que ponen a algunas "reinas" en vaya lugar, repase usted la Novísima Recopilación de Autos Acordados de 1805, por cuanto, además todos aparte de ser obra de los monarcas Borbones, o continuados por éstos, que no todo es lo mismo, necesitaban de mediación en Cortes, o sea, de los procuradores que representaban al pueblo.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Cita:
Convendría RECORDAR, que la Fundación Nacional Francisco Franco, NO ES ninguna autoridad oficial, NI ES una institución del Régimen de Franco ni tampoco los máximos intérpretes de lo que fue el mismo. Se limita a ser una fundación de carácter privado de simpatizantes del Caudillo, sin más; y su OPINIÓN sobre diversos temas, más allá de que dispongan de documentación, vale poco más o menos lo mismo que la que tengamos aquí nosotros.
"Más allá de que dispongan documentación". Convendría recordarle a usted que esa "documentación" es, ni más ni menos, que el Archivo personal de Francisco Franco. Así que pienso yo que SÍ que tendrá dicha Fundación (apoyada y no rechazada por la propia Familia Franco) cierta autoridad moral a la hora de establecer la verdad histórica acerca de Franco y de su régimen (ya sea con declaraciones oficiales directas, ya se a través de las declaraciones de los investigadores e historiadores acreditados y publicitados por la propia Fundación).
Cita:
Yo creo que ya está bien de intentar demostrar absurdas teorías es base a opiniones de unos y de otros según nos convenga. Ese supuesto informe, no dice nada relevante (en mi opionión) porque aparte de señalar SIN PERSONALIZAR que más o menos todos estaban de acuerdo en una futura democracia "a la europea", no dice absolutamente nada de la opinión personal de don Juan Carlos, que parece que estuvo bastante cauto a la hora de opinar sobre la política futura (como es lógico y normal) y que no se iba a poner a echarles la bronca a esos distinguidos señores liberales, con las ventajas de nuestra Democracia Orgánica sobre la democracia inorgánica-liberal en mitad de los postres y antes del champagne. Y es que como se afirma: : "REALMENTE ESTUVO MUY EN SU PAPEL, DEMOSTRANDO TENER CAPACIDAD DE OPINIÓN, PERO NO COMPROMETIÉNDOSE EN NINGÚN MOMENTO".
Como veo que ha pasado usted por alto mi anterior contestación a esta forzada interpretación personalista que realiza usted sobre el texto del Informe, se la vuelvo a recordar:
Dice claramente el Informe:
"Acerca de la configuración de la España post-franquista, todos los asistentes se mostraron de acuerdo en que no podía ser otra que un Estado de Derecho, con instituciones democráticas de tipo europeo y actual".
Así, pues, en lo esencial, TODOS estaban de acuerdo.
Posteriormente, en efecto, cuando descienden a concretar las cuestiones de detalle o secundarias, Juan Carlos "no se moja" y se mantiene prudente, intercambiando con los demás opiniones y comentarios personales al respecto.
Cita:
Por otra parte, sabemos que la otra opción principal al Trono, don Carlos Hugo, ya expresó PERSONALMENTE al Caudillo en 1962 sus ideas "demo-liberales"; que son las VERDADERAMENTE tradicionales en esa Casa Real, y que hoy profesan nuevamente la inmensa MAYORÍA de sus miembros con la sola excepción de don Sixto y su hermana mayor, siendo esta última decidida defensora del nieto de Franco al Trono de Francia. Aquí puede cada uno edificar ROMÁNTICAMENTE los castillos en el aire que QUIERA, pero hombre, pensar que si la opción dinástica que tomó Franco hubiera sido otra, ahora seríamos una especie de "oasis imperial católico-tradicionalista" o algo parecido, es algo risible; sobre todo teniendo en cuenta la catadura de los personajes que se postulaban además de don Juan Carlos.
Pues para "edificaciones románticas de castillos en el aire", más bien son las suyas.
Usted puede traer a colación cualquier declaración de Carlos Hugo posterior a su defección (defección que no empezó sino a partir de los años setenta, después de la elección de Juan Carlos como sucesor en 1969), que eso no borrará para nada la clara actitud política de Carlos Hugo en defensa del 18 de Julio durante la década de los sesenta. En ninguna de las tres entrevistas de Carlos Hugo con Franco (9 de Mayo de 1962, 12 de Febrero de 1964,y 1 de Julio de 1964), según recogen las crónicas de la época, le dijo nada de una supuesta vuelta a la democracia liberal.
En la entrevista de Carlos Hugo que le sirve a usted de "fundamento", se dice que el encuentro es de 1964 (no especifica a cuál de los dos de ese año se refiere). Pues bien, Blas Piñar escribe en su tercer Tomo de Memorias que en ese mismo año de 1964 (no dice el año expresamente, pero por las referencias se deduce claramente) que Carlos Hugo le ofreció ni más ni menos que la Jefatura Delegada de la Comunión. Que Carlos Hugo, después de su defección a partir de los setenta, quisiera "olvidar" su actitud política fundamentalmente ortodoxa habida durante los sesenta es una cosa, pero otra cosa distinta es que se quiera negar la evidencia histórica (evidencia histórica que, obviamente, le resultaría incómoda a Carlos Hugo tras su traición, y que trataría de tapar por todos los medios, incluida la mentira descarada si fuere menester).
Por lo demás, la razones del rechazo de Carlos Hugo por parte de Franco (que no tenían nada que ver con una inexistente ideología política demoliberal en aquellos años sesenta), las dejó bien claras Carrero Blanco en su Memorial dirigido al "Caudillo": carácter "extranjero" de Carlos Hugo, y falta de "legitimidad de origen". Nada más.
He estado buscando y rebuscando en los documentos oficiales de los años sesenta, así como en las declaraciones privadas de Franco que se recogen en algunos libros publicados posteriores a su muerte, y nunca he encontrado que se adujera la razón de una supuesta ideología demoliberal en Carlos Hugo (como SÍ que ocurría en el caso, por ejemplo, de Don Juan, que las hay a porrillo), sino que solamente se decía que era "extranjero" y que no tenía "legitimidad dinástica". Si usted tiene la bondad de traernos un solo documento anterior a 1970 en donde se exprese claramente que Franco rechazaba a Carlos Hugo por liberal, tráigalo y yo con muchísimo gusto me callaré en este punto concreto. Yo puedo aducir documentos franquistas posteriores a 1970 en los que se denuncia la heterodoxia ideológica de Carlos Hugo, pero no he encontrado ninguno anterior a 1970.
Cita:
Todos ellos eran unos demócratas que vivían en países democráticos y muy bien además (a excepción de don Alfonso de Borbón-Dampierre que vivía aquí, si es que se le cuenta). Y en el caso de don Juan, ya le hubiera gustado disponer de "los posibles" de sus primos los Parma, que difrutaban de elegantes castillos de su propiedad en la República francesa, mientras él moraba en un "chalet" de pequeño burgués en Portugal (y pare usted de contar) donde recibía a su "Consejo privado".
Madre mía.
Cita:
Así que la idea de unos pretendientes borbones contemporáneos, enfrentados a la deriva liberal del mundo moderno, es una ocurrencia sin fundamento alguno, que si se dice aquí anónimamente o de guasa tiene un pase,
Sí, sí, claro. "Sin fundamento alguno". Pero siempre nos quedará esa "inmensa mayoría de sus miembros" que profesan las auténticas "verdades" del "gran historiador" José Carlos Clemente, cuya tesis fundamental es que el pobre "socialista" Don Javier sufrió el ominoso secuestro de su "malvado" hijo Don Sixto Enrique y de su "maléfica" esposa Doña Magdalena.
Cita:
pero que a alguien como don Miguel Ayuso (por ejemplo) NUNCA se le ocurrió defender en el programa "Lágrimas en la lluvia" las muchas veces que fue; porque sabía perfectamente que eso provocaría las carcajadas de sus compañeros contertulios por el evidente ridículo, y él mismo es demasiado irónico como para caer en semejante posición indefendible.
Y ya volvemos otra vez con los "argumentos" por omisión. Quien prueba demasiado, no prueba nada. Pero usted, no sabemos cómo, "sabe" perfectamente las auténticas "razones" de por qué D. Miguel Ayuso no consideró necesario tocar ese tema en sus intervenciones en el programa de Juan Manuel de Prada.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Cita:
Y ya volvemos otra vez con los "argumentos" por omisión. Quien prueba demasiado, no prueba nada. Pero el Sr. Doble Aguila "sabe" perfectamente las auténticas "razones" de por qué D. Miguel no consideró necesario tocar ese tema en sus intervenciones en el programa de Juan Manuel de Prada.
Pues no las consideró necesarias, porque no querría hacer el ridículo (lógicamente).
Cita:
"Más allá de que dispongan documentación". Convendría recordarle a usted que esa "documentación" es, ni más ni menos, que el Archivo personal de Francisco Franco. Así que pienso yo que SÍ que tendrá dicha Fundación (apoyada y no rechazada por la propia Familia Franco) cierta autoridad moral a la hora de establecer la verdad histórica acerca de Franco y de su régimen (ya sea con declaraciones oficiales directas, ya se a través de las declaraciones de los investigadores e historiadores acreditados y publicitados por la propia Fundación).
Hombre, "autoridad moral" no sé; en todo caso, puedo conceder que tengan en sus aportaciones un apoyo bibliográfico privilegiado y demás; pero yo como admirador de la figura del Generalísimo, tampoco tengo por qué aceptar acríticamente todas sus interpretaciones. Me resulta gracioso que alguien como usted se aferre con "pasión desmedida" a determinados juicios históricos emitidos por miembros de la FNFF, para seguidamente, atacar a Franco 45 años después de su muerte considerándole un terrible enemigo "liberal"; usted, que dudo mucho que pase de las 35 primaveras, y parece que ya estaba pegando trabucazos con Saballs y el cura Santa Cruz; impartiendo tantas "lecciones" no se de qué, apoyándose en las invectivas de presbíteros argentinos nacionalistas, HETERODOXOS y quizá un tanto GERMÁNÓFILOS...por decirlo "suave".
Cita:
Como veo que ha pasado usted por alto mi anterior contestación a esta forzada interpretación personalista que realiza usted sobre el texto del Informe, se la vuelvo a recordar: (...)
Pues yo, a su respuesta igualmente "personalista", en su interprétación única e intransferible, le vuelvo a recordar que:
"REALMENTE ESTUVO MUY EN SU PAPEL, DEMOSTRANDO TENER CAPACIDAD DE OPINIÓN, PERO NO COMPROMETIÉNDOSE EN NINGÚN MOMENTO".
Pues eso.
Cita:
Usted puede traer a colación cualquier declaración de Carlos Hugo posterior a su defección (defección que no empezó sino a partir de los años setenta, después de la elección de Juan Carlos como sucesor en 1969), que eso no borrará para nada la clara actitud política de Carlos Hugo en defensa del 18 de Julio durante la década de los sesenta. En ninguna de las tres entrevistas de Carlos Hugo con Franco (9 de Mayo de 1962, 12 de Febrero de 1964,y 1 de Julio de 1964), según recogen las crónicas de la época, le dijo nada de una supuesta vuelta a la democracia liberal.
La "defensa del 18 de julio" de don Hugo nunca se la creyó casi nadie (salvo algún ingenuo) y me parece que la entrevista en cuestión era privada; así que no me hable de crónicas de la época, el propio don Hugo YA DIJO en la televisión lo que transmitió al Caudillo. Ver primeros minutos NUEVAMENTE:
https://www.youtube.com/watch?v=x-HcNdul7UA
Cita:
En la entrevista de Carlos Hugo que
le sirve a usted de "fundamento", se dice que el encuentro es de 1964 (no especifica a cuál de los dos de ese año se refiere). Pues bien, Blas Piñar escribe en su tercer Tomo de Memorias que en ese mismo año de 1964 (no dice el año expresamente, pero por las referencias se deduce claramente) que Carlos Hugo le ofreció ni más ni menos que la Jefatura Delegada de la Comunión. Que Carlos Hugo, después de su defección a partir de los setenta, quisiera "olvidar" su actitud política fundamentalmente ortodoxa habida durante los sesenta es una cosa, pero otra cosa distinta es que se quiera negar la evidencia histórica (evidencia histórica que, obviamente, le resultaría incómoda a Carlos Hugo tras su traición, y que trataría de tapar por todos los medios, incluida la mentira descarada si fuere menester).
Porque no podía nombrar al propio Franco como "Jefe Delegado" de la Comunión, que si no lo hubiera hecho si eso le llevaba al Trono; ¿Qué más da?. En todo caso, lo que prueba es el oportunismo de este príncipe francés. Porque o mucho me equivoco, o para algunos de estos príncipes el carlismo no fue más que una excusa para sus aspiraciones personales; como ahora más o menos, que han defenestrado toda huella de tradicionalismo y siguen llamandose "carlistas". Pues bueno...
Cita:
Si usted tiene la bondad de traernos un solo documento anterior a 1970 en donde se exprese claramente que Franco rechazaba a Carlos Hugo por liberal, tráigalo y yo con muchísimo gusto me callaré en este punto concreto. Yo puedo aducir documentos franquistas posteriores a 1970 en los que se denuncia la heterodoxia ideológica de Carlos Hugo, pero no he encontrado ninguno anterior a 1970.
¿Y por qué diablos tengo que buscar documentos para apoyar algo que yo no he dicho?. Lo de traer la democracia y demás a España lo afirmó don Hugo en la entrevista, no yo, ni tampoco Franco.
Pue sí señor, y tanto; no sé de qué se escandaliza. Los Parma estaban viviendo en ese antro de pecado que era y es la muy REPUBLICANA, HERÉTICA Y JACOBINA República de Francia, paraíso de masones y demás fauna, porque vivían muy bien; a pesar de estar rodeados de una sociedad "podrida", "emputecida" y "envilecida", utilizando sus propios términos ¿no?.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Cita:
Iniciado por
Rodrigo
Entendería esta sarta de mentiras y sandeces en otro foro, pero creo que en Hispanismo.org sobran, porque son insultantes, no ya para los tradicionalistas, sino para las cientos de miles de personas que han tenido que abandonar Vascongadas y el norte Navarra por el terror liberal-separatista.
"Sarta de mentiras y sandeces"; nada más leerlo pensé que se referían al señor Martin Ant. Luego recapacité que usted es de la escuela del gordo de las gafas, personaje faltón donde los haya, en fin.
Seré más educado que usted: le repito que los batasunos y peneuvistas (así como los carlistas vascos actuales, si queda alguno) descienden por vía genética directa de los compañeros y compañeras de los Zumalacárregui etc. Hablo de cromosomas, de genes, de biología. Los batasunos y los peneuvistas (aprox, el 80% del censo electoral actual) y carlistas vascos actuales (si queda alguno) no descienden de las piedras, ni de los árboles ni de los judíos, ni de los germanos, sino en amplísima medida de los vascos y de los navarros de siempre, todos ellos carlistas y foralistas en la casi totalidad del siglo XIX. Los tatarabuelos de sus tatarabuelos. Es una cosa obvia.
Y lo digo las veces que hagan falta.
Si vuelve a insultar, a lo mejor también yo me animo.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
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DOBLE AGUILA
La "defensa del 18 de julio" de don Hugo nunca se la creyó casi nadie (salvo algún ingenuo) y me parece que la entrevista en cuestión era privada; así que no me hable de crónicas de la época, el propio don Hugo YA DIJO en la televisión lo que transmitió al Caudillo. Ver primeros minutos NUEVAMENTE:
https://www.youtube.com/watch?v=x-HcNdul7UA
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DOBLE AGUILA
Porque no podía nombrar al propio Franco como "Jefe Delegado" de la Comunión, que si no lo hubiera hecho si eso le llevaba al Trono; ¿Qué más da?. En todo caso, lo que prueba es el oportunismo de este príncipe francés. Porque o mucho me equivoco, o para algunos de estos príncipes el carlismo no fue más que una excusa para sus aspiraciones personales; como ahora más o menos, que han defenestrado toda huella de tradicionalismo y siguen llamandose "carlistas". Pues bueno...
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DOBLE AGUILA
¿Y por qué diablos tengo que buscar documentos para apoyar algo que yo no he dicho?. Lo de traer la democracia y demás a España lo afirmó don Hugo (¿?) en la entrevista, no yo, ni tampoco Franco.
A ver si lo he entendido: usted considera que Carlos Hugo mentía cuando defendía el 18 de Julio, que era un oportunista, que hubiera hecho cualquier cosa que le llevase al Trono...
Sin embargo y de manera inexplicable, usted estima inconcebible que Carlos Hugo mintiera a la progre-separatista Mónica Terribas en 2004 y se cree a pies juntillas lo que dijo en esa entrevista a TV3 hacia el final de su vida. ¿Podría justificar esa sobrevenida confianza en un personaje que usted mismo considera mentiroso, oportunista y sin principios?
¿O simplemente le interesa esa versión porque encaja con su teoría de que Franco no quería que le sucediera un rey liberal?
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Los foreros que más simpatizan con Franco han desviado el hilo a una discusión sobre el carlismo. Pero esto es una trampa y una argucia dialéctica en la que no se debería caer, porque la manera de responder a una crítica al franquismo no es atacar la creencia política del que la formula.
La discusión viene porque los foreros que más simpatizan con Franco se niegan a aceptar documentos, pruebas o testimonios que provengan de la FNFF. Pero es que tampoco las aceptan de ninguna otra procedencia. Y es una discusión recurrente. Hace bastantes años yo también aporté algunas pruebas procedentes de esa Fundación y se rechazaron con los mismos argumentos: que la FNFF no representa a Franco, que se puede equivocar, que son unos vendidos. Pero esto es otra argucia dialéctica, porque los mismos foreros que aducen eso sobre la FNFF la citan continuamente para otros menesteres.
Con unas pocas búsquedas se puede comprobar que este foro está atestado de contenidos que proceden de la página oficial de la FNFF o de la oficiosa de El Correo de España. Si estos foreros realmente creyesen que los de la FNFF son unos vendidos y unos tergiversadores del franquismo, habrían dejado de publicar escritos procedentes de esa Fundación y hace años que habrían abierto algún hilo para denunciarla como "traidora" al legado de Franco, rompiendo toda relación con ella, como se hace cuando se considera a alguien un traidor. Pero eso no ha sucedido ni va a suceder. Porque en el fondo estos foreros están muy de acuerdo con esa Fundación y con la labor que realiza aunque aparenten cuestionarla, como argucia dialéctica, cuando se les señala alguna contradicción entre la tesis de esa Fundación y la tesis del franquismo como último bastión del Occidente cristiano. Tesis esta que el franquismo vendía a sus seguidores más fieles al 18 de Julio, para que no se desmandasen, mientras que a otros seguidores menos fieles al Alzamiento les vendía una tesis similar a la de la FNFF. Estos foreros interiorizaron y asumieron como propia esa primera tesis, que el franquismo sólo vendía a sectores cada vez más reducidos que habían participado en el 18 de Julio, y por tanto se niegan a aceptar cualquier aporte que la ponga en duda, aunque provenga de la FNFF o del mismísimo Franco.
Es comprensible. Si han desarrollado desde hace muchos años una gran devoción por Franco y una idea fija de lo que fue su régimen, no es fácil someter a revisión esas concepciones. Nos pasa a todos con las personas a las que admiramos. La disonancia cognitiva se puede resolver fácilmente negándole momentáneamente a la FNFF cualquier autoridad a la hora de valorar el franquismo para volver a concedérsela al cabo de unos días, cuando ha pasado la "polémica". La prueba es que si, por ejemplo, abriese un hilo criticando a esa Fundación o su publicación digital (que me parece que tiene aspectos muy criticables), esos foreros se pondrían inmediatamente a favor de ella.
De todas formas, las pruebas y documentos deberían valorarse al margen de su procedencia. Si algunos foreros hemos tirado de pruebas procedentes de la FNFF es porque pensábamos que desecharíais automáticamente cualquier prueba que no procediese del ámbito franquista por considerarla sesgada. Por eso decía hace unos días que casi sería mejor que dijeseis qué tipo de pruebas estaríais dispuestos a aceptar en relación con el franquismo y ya veríamos nosotros si podemos aportároslas, pues de otra forma la discusión siempre entra en un bucle en el que nadie se moverá un ápice de sus posiciones.
Vosotros pensáis que Franco tenía en mente eternizar su democracia orgánica cuando tomase el relevo Juan Carlos I. Unos pocos foreros creemos que no es así, sino que había previsto la evolución posterior en sus líneas maestras, pues de hecho esa evolución, esa Transición, ya había empezado a darse cuando estaba Franco al mando. Tenemos visiones divergentes del franquismo y no pasa nada mientras el principio animador sea el mismo. Vosotros creéis que Franco fue fiel al 18 de Julio y nosotros creemos que no. Pero al menos coincidimos en que deberíamos ser fieles al 18 de Julio. Vosotros creéis que Franco fue el último defensor de la civilización cristiana y nosotros creemos que no. Pero lo importante es que coincidamos en que hay que defender la civilización cristiana. La crítica que le formulamos a Franco no es del mismo tipo que le formulan los comunistas o los demócratas. Y eso lo debéis tener en cuenta.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Cita:
A ver si lo he entendido: usted considera que Carlos Hugo mentía cuando defendía el 18 de Julio, que era un oportunista, que hubiera hecho cualquier cosa que le llevase al Trono...
Ha entendido usted la primera premisa perfectamente. En efecto, don Carlos Hugo no era nada creíble cuando se presentó como "príncipe del 18 de Julio" en Montejurra; así como cuando dijo ese mismo día que él era "el nieto" de don Carlos VII; algo que sentó bastante mal a los carlistas más informados, y que generó una protesta formal y escrita ante el Generalísimo Franco que Valmadian puso el otro día en este mismo foro.
Cita:
Sin embargo y de manera inexplicable, usted estima inconcebible que Carlos Hugo mintiera a la progre-separatista Mónica Terribas en 2004 y se cree a pies juntillas lo que dijo en esa entrevista a TV3 hacia el final de su vida. ¿Podría justificar esa sobrevenida confianza en un personaje que usted mismo considera mentiroso, oportunista y sin principios?
Efectivamente, ahí creo que DIJO LA VERDAD; solo Franco y él sabían el contenido de esa entrevista; y dado que Franco nunca habló de ello (que yo sepa) tendré que creerle, porque la historia y los hechos lo demuestran. Don Carlos Hugo era una persona demócrata y liberal de izquierdas, quizá tenga algo que ver el haber estudiado en el país más jacobino del mundo, y la Universidad a la que fue. También hay que tener en cuenta las consecuencias del Concilio Vaticano II, que ya no condena ideología política alguna.
El jurar la bandera tricolor en 1952 con el lema "Liberté, Egalité, Fraternité" también es algo peliagudo desde la visión carlista; pero claro, él era francés.
Cita:
¿O simplemente le interesa esa versión porque encaja con su teoría de que Franco no quería que le sucediera un rey liberal?
Bueno, mis teorías sobre la opción dinástica de Franco poco tienen que ver; don Carlos Hugo fue lo que fue, con independencia del criterio de Franco. No se entiende el giro ideológico de Carlos Hugo en 1969; si era un convencido tradicionalista ¿qué tiene que ver la elección de Franco por Juan Carlos?; ¿Como Franco no le quiso se hizo marxista por despecho?, pues menudo tradicionalismo.
Pero allá cada cual con sus opiniones y su conciencia. Yo ahí no me meto.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
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Kontrapoder
Los foreros que más simpatizan con Franco han desviado el hilo a una discusión sobre el carlismo. Pero esto es una trampa y una argucia dialéctica en la que no se debería caer,.
Ya y ¿qué opina usted de un forero que simpatiza con un tal "rey Javier" socialista y autogestionario y que constantemente durante años crea hilos contra Franco?. Pero esto es una trampa y una argucia dialéctica en la que no se debería caer",
La pena es que algunos caemos.
Cita:
los foreros que más simpatizan con Franco se niegan a aceptar documentos, pruebas o testimonios que provengan de la FNFF.
Perdone, lo que no acepto son las interpretaciones ex catedra del señor Martin Ant como una especie de "representante" de la FNFF ante el foro. Ya corregí antes la falsedad del señor Martin Ant cuando se empecina erre que erre sobre que "la Fundación Nacional Francisco Franco, institución encargada públicamente de custodiar dicho Archivo y de defender esa verdadera memoria histórica por mandato de la familia Franco (en contra de las falsedades y tergiversaciones que puedan surgir, tanto desde el ámbito de la izquierda como de la derecha"). Patraña que ya he corregido dos veces, y con esta ya la tercera:
Cita:
si se accede a la página de la Fundación Francisco Franco con relación a la memoria histórica, se lee en el punto 2 de sus actividades:
2.Lucha contra la mal llamada Ley de Memoria Histórica (LMH). La Fundación considera que la citada Ley es gravemente dañina para la convivencia entre españoles, sectaria en su análisis de la España de Franco, e inconstitucional en cuanto restringe la libertad de opinión e investigación. Las actuaciones de la Fundación en este terreno han cosechado numerosos éxitos, y han paralizado las actuaciones arbitrarias de las diversas Administraciones en todos aquellos casos en los que la Fundación se ha personado judicialmente, y en particular el callejero de Madrid.
https://fnff.es/paginas/372712893/historia-y-fines.html
Así pues:
-Nada se lee sobre "Defender la "Verdadera" memoria histórica, sino sólo contra la Ley de Memoria Histórica.
La FNFF no "defiende" una "verdad"; solo lucha contra una Ley. Que quede claro.
-Nada sobre "mandato de la familia Franco", sino esto otro:
La Fundación Nacional Francisco Franco (FNFF) fue constituida por 226 Fundadores el 8 de octubre de 1976, ante el Notario de Madrid D. Alejandro Bérgamo, apenas un año después de la muerte de quien rigiera los destinos de España durante 40 años. Goza de personalidad jurídica como institución cultural, sin que su actividad u objetivos sean de adscripción política o partidista en modo alguno.
https://fnff.es/paginas/372712893/historia-y-fines.html
Pero el señor Martin Ant no se da por aludido, y además a usted parecen hacerle gracia sus ocurrencias.
Así que con vd hay poco que hablar, pues ya está vd significado de sobra. Si no solo no capta vd la diferencia entre los estatutos de la FNFF y la invención del sr Martin Ant, sino que encima le aplaude, para qué molestarse.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Cita:
Iniciado por
Kontrapoder
Los foreros que más simpatizan con Franco han desviado el hilo a una discusión sobre el carlismo. Pero esto es una trampa y una argucia dialéctica en la que no se debería caer, porque la manera de responder a una crítica al franquismo no es atacar la creencia política del que la formula.
Lo que es falso de raíz, hay que decir la verdad. No se trata de una "desviación" al Carlismo para mantener una discusión, sino de que el Carlismo ha estado presente en todo momento y en todos los hilos abiertos, ya incontables, sobre la misma murga y por el mismo señor. La referencia directa al Carlismo, iniciada por mí, ¿por qué no lo dices', es por dos motivos: uno, porque quien está cebándose contra Franco procede de esa corriente ideológica, y lo digo así con toda la intención, y dos, porque a lo largo de los 190 años de carlismo se han dado una pléyade de situaciones, unas paralelas, otras similares, y algunas impresentables. Es decir, "quién esté libre de culpa que arroje la primera piedra" y a ver sí nos entendemos, yo no soy franquista por varios motivos, pero mi padre sí y mucho, y a mucha honra por parte de él, y cuando se están soltando toda clase de burradas en contra de la figura y memoria de Franco, para regusto de rojos y masones, yo me voy a poner de su lado. Aquí, en este sitio, hay hilos que no sólo son un saco de descalificaciones, efectuadas por gente que por su edad no tienen ni puñetera idea de lo que fue el franquismo, sino que serían firmados por cualquier rogelio, comunista-podetarra, sociolisto-atracaespaña, o masonazo del carajo.
Cita:
La discusión viene porque los foreros que más simpatizan con Franco se niegan a aceptar documentos, pruebas o testimonios que provengan de la FNFF.
Como los otros, incluido tú mismo, la documentación aportada en sentido contrario. O se aceptan las reglas del juego, o se rompe la baraja. Y espero que no sea necesario que abra la caja de Pandora.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
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Martin Ant
Quien prueba demasiado, no prueba nada.
Eso es falso, se llaman pruebas concluyentes, no circunstanciales que son las que suele usted aportar.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Rebuscando documentación en casa me salió este reportaje del que ni me acordaba:
https://www.todocoleccion.net/libros...zar~x171543212
https://tiendafalangista.com/inicio/...s-contada.html
Se celebró en 1980 y fue el desaparecido diario (hasta donde sé creo que la cabecera sigue existiendo) El Alcázar. En ella participaron cientos de miles de españoles, tal como se puede apreciar (no tanto en lo que se ve en el primer enlace) desde las fotografías aéreas, particularmente porque mientras el grueso de los concentrados se encontraban en la Plaza de Oriente y calle Bailén, frente a Palacio, en otras plazas y calles aledañas, incluidas la Plaza de España y la Gran Vía, estaban a rebosar de gente y de coches con banderas, enseñas, insignias, pegatinas, de todo tipo. Especial protagonismo tenía la Plaza de la Ópera, en la que se instalaron numerosos puestos de venta, tanto de Fuerza Nueva, como de Falange y varios puestos carlistas. Allí estuvieron todos los representantes más señalados, Girón de Velasco ( ex-ministro, Confederación de Ex-Combatientes), Saínz Díez (Comunión Tradicionalista), Peralta España (abogado del Estado y procurador de las Cortes), Blas Piñar (Fuerza Nueva), Fernández Cuesta (Falange Española y de las JONS), pero, mucho más importante fue la juventud que allí se concentró. En las fotografías se ven numerosos jóvenes, alegres, felices, de todo tipo con abundancia de camisas azules y numerosos con boina roja, otros muchos combinando ambas prendas. La cuestión es dónde han quedado, hoy ya son mayores naturalmente, pero dónde están sus herederos. Hoy no se les ve por ninguna parte, por ninguna. Hoy no se diferencian en nada, repito NADA, de los de cualquier otro país occidental.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
¿Los herederos? algunos por los foros despotricando contra todo aquello.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Me considero uno de los herederos porque mi abuelo, que era franquista, estuvo allí. No he visto a nadie aquí despotricar contra las imponentes manifestaciones del 20-N, aunque desgraciadamente no sirvieron para nada más que para aumentar el ego de Blas Piñar, a quién Franco despreciaba.
Yo, de hecho, creo que en aquel momento convenía elogiar el régimen anterior en todo lo salvable ante el desastre que se venía encima, y por eso la Comunión Tradicionalista participó en aquello y estuvo coaligada con Fuerza Nueva. La tejerada y la victoria del PSOE acabaron con esa ilusión. Ya no existe el "franquismo sociológico".
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Cita:
Iniciado por
Rodrigo
Me considero uno de los herederos porque mi abuelo, que era franquista, estuvo allí. No he visto a nadie aquí despotricar contra las imponentes manifestaciones del 20-N, aunque desgraciadamente no sirvieron para nada más que para aumentar el ego de Blas Piñar, a quién Franco despreciaba.
Despotricar contra las manifestaciones no, claro, pero sí contra quien las concitaba por su memoria, lo que viene a ser lo mismo, si es que no es igual. Y no dudo que tu abuelo estuviera allí, YO TAMBIÉN ESTUVE. El "ego" de Blas Piñar se traducía en aque tuvo las pelotas para presentarse a las elecciones generales y aún en total soledad en un Congreso de canallas y criminales seguir defendiendo los valores de España, vamos lo mismo que hacen unos cuantos que todos conocemos bien, que siguen en sus casitas escondidos y callados. Lo mismo, lo mismo, porque entre ellos no hay egolatría en las cenitas y en algunas misas, ¡no! por eso ellos son siempre los mismos con sus mismos discursos inútiles, por eso "han permitido" que otros que QUISIMOS RESCATAR EL ESPÍRITU DEL REQUETÉ, estemos fuera ya de toda esta tramoya.
Cita:
Yo, de hecho, creo que en aquel momento convenía elogiar el régimen anterior en todo lo salvable ante el desastre que se venía encima, y por eso la Comunión Tradicionalista participó en aquello y estuvo coaligada con Fuerza Nueva.
La CT entonces iba a remolque de todo lo que se moviera, particularmente desde que en Montejurra mataran al Carlismo. "Entre unos y los contrarios lo mataron y él sólo se murió."
Cita:
La tejerada y la victoria del PSOE acabaron con esa ilusión. Ya no existe el "franquismo sociológico".
Eso del "franquismo sociológico" no es más que una expresión vacía o hueca, muy propia de la izquierda y sus cuevas periodísticas que, asociando franquismo con patriotismo, han intentado matar dos cosas al tiempo. El patriotismo es muy anterior a Franco y al "36" y lo saben, pero les da igual, porque el mantra, que responde a la misma estrategia de que "España es de izquierdas", falsa la primera premisa y falsa la segunda, seguirá haciendo que muchos se las sigan tragando.
Sobre la "tejerada" todavía hay mucho que decir, por cuanto Tejero fue el cabeza de turco de la "febrerada" de unos cuantos que se escaquearon de sus responsabilidades. Por cierto, eso de tejerada otra expresión de medios como El Mundo, El País y otros de la misma ralea y piara.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Y llegado este punto, considero que es preciso diferenciar entre SUCESOR y HEREDERO. Quien sucede sustituye al sucedido y hace lo que considera oportuno con lo adquirido. Mientras que el que hereda, lo hace en la plenitud de todo lo heredado, lo positivo, y lo negativo. Estos conceptos se tienen muy presentes en todo lo que es el Derecho sucesorio, porque no son situaciones iguales, pueden ser algo similares, pero nunca iguales. Es, por tanto, como en el caso de las propiedades, el heredero, sí acepta la herencia, acepta todo, tal cual y sí es un heredero directo probablemente cambiará pocas cosas, pues también se hereda la parte emocional. En cambio, un sucesor de la propiedad hará todos los cambios que considere oportunos, incluido no hacer nada y deshacerse de ella.
Juan Carlos fue designado como "sucesor" de Franco, NO su "heredero", y no había vínculo emocional alguno. Pero la cuestión, desde mi punto de vista, era ¿a quién dejar sino como "sucesor" ya que herederos no había? Y el mismo título del hilo ya da a entender lo que Dña Carmen confirmó en una recepción encabezada por el Sr. D. Jaime Alonso y a la que yo asistí también, cuando afirmó que "Paco sabía que se había equivocado, pero que ya era tarde". Creo que es manifiesto y evidente y tarde para RECTIFICAR, a ver si nos vamos enterando, en lugar de tanta conjetura.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Cita:
Iniciado por
Valmadian
Rebuscando documentación en casa me salió este reportaje del que ni me acordaba:
https://www.todocoleccion.net/libros...zar~x171543212
https://tiendafalangista.com/inicio/...s-contada.html
Se celebró en 1980 y fue el desaparecido diario (hasta donde sé creo que la cabecera sigue existiendo)
El Alcázar. En ella participaron cientos de miles de españoles, tal como se puede apreciar (no tanto en lo que se ve en el primer enlace) desde las fotografías aéreas, particularmente porque mientras el grueso de los concentrados se encontraban en la Plaza de Oriente y calle Bailén, frente a Palacio, en otras plazas y calles aledañas, incluidas la Plaza de España y la Gran Vía, estaban a rebosar de gente y de coches con banderas, enseñas, insignias, pegatinas, de todo tipo. Especial protagonismo tenía la Plaza de la Ópera, en la que se instalaron numerosos puestos de venta, tanto de Fuerza Nueva, como de Falange y varios puestos carlistas. Allí estuvieron todos los representantes más señalados, Girón de Velasco ( ex-ministro, Confederación de Ex-Combatientes), Saínz Díez (Comunión Tradicionalista), Peralta España (abogado del Estado y procurador de las Cortes), Blas Piñar (Fuerza Nueva), Fernández Cuesta (Falange Española y de las JONS), pero, mucho más importante fue la juventud que allí se concentró. En las fotografías se ven numerosos jóvenes, alegres, felices, de todo tipo con abundancia de camisas azules y numerosos con boina roja, otros muchos combinando ambas prendas. La cuestión es dónde han quedado, hoy ya son mayores naturalmente, pero dónde están sus herederos. Hoy no se les ve por ninguna parte, por ninguna. Hoy no se diferencian en nada, repito NADA, de los de cualquier otro país occidental.
Ninguno, obviamente, de aquellos cientos de miles de manifestantes, asumiría las tesis que encabezan este hilo, que "Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo". Ni nadie de los entonces afines al 18 de Julio.
Lo que demuestra el vuelco sociológico de aproximación al Régimen del 18 de Julio, que si entonces era algo que se vivía y compartía, consustancial al ambiente que se respiraba entre amigos, hoy se hace en frío y en solitario desde libros generalmente tendenciosos, articulistas que cogen aquello con pinzas (i es que llegaron a vivirlo), tertulianos entre risotadas, etc que genera asepticismo e indiferencia y decepción ante lo irremisiblemente perdido. Y en algunos, resentimiento.
Y, por descontado que los representantes de la FNFF como Jaime Alonso o el general Chicharro, en aquella época, no solo no habrían opinado que Franco abrió el camino a la democracia, sino que los demócratas traicionaron el legado de Franco.
Sus declaraciones habituales y actuales, 40 años después de "un Franco favorecedor de la democracia", en aquellos ambientes del 20-N habrían sido no solo impronunciables sino inconcebibles no solo por ellos sino por cualquiera. La cobardía e impotencia actuales se disimula con el cinismo más descarado.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Artículo publicado en el digital carlista "La Esperanza". Lo pongo en este hilo, aunque lo podría poner en muchos otros de temática similar (las negritas son mías).
Al final va a resultar que Francisco Franco fue un liberal mezcla de Adam Smith, Ludwig Von Mises y Margaret Thatcher y yo no me había enterado.
El artículo:
De todos es conocido que Franco no fue ningún aliado de la monarquía tradicional y representativa, fundado en su enemistad con el propio carlismo, cincelada con el genio del profesor Elías de Tejada en la sentencia: «Franco y Maroto son los mayores enemigos del carlismo en su Historia».
Sin embargo, parece que el general Franco cuenta con nostálgicos nacidos de la corrupción actual, que le conciben como la medicina «católica» española a la situación presente.
Ahora bien, esta conclusión peca de superficialidad reseñablemente. El franquismo, cuyo contenido era la persona del general Franco estimó, en un momento de agotamiento de las potencias del Eje y de imposibilidad autocrática, alinearse con la política exterior norteamericana anticomunista, permitiendo la entrada de la ideología capitalista en el seno del régimen. Así, la ruptura del régimen de Franco y el constitucional resulta forzada debido a la continuidad entre ambas. Esta continuidad no sólo se concreta en los sujetos, esto es, aquellos nacidos bajo las alas del Movimiento propiciaron el cambio de régimen —lo cual dice mucho del supuesto contenido del régimen franquista—, sino también en el ámbito jurídico. Por ejemplo, Juan Carlos firma la Constitución de 1978 con el título de «rey» o la transmisión de poderes se fija en función de las Cortes del reino. Por ello, si la tesis progresista del origen de los poderes constitucionales —que deben ser inmaculadamente originados por el sufragio— carece de rigor, la tesis de la inocencia del franquismo respecto del constitucionalismo también es laxa, puesto que la continuidad existe.
Ahora bien, esta continuidad no sólo es, como decimos, concreta, sino de alguna manera abstracta, pues el contenido o supuesto contenido del régimen mutó con el desarrollismo hacia el capitalismo liberal, siendo la constitución de 1978 la cobertura jurídica de una realidad fáctica cuyos contrastes institucionales debían ser podados, estos contrastes eran accidentales de alguna manera. Ejemplo de ello es la quiebra de la unidad católica, imperfectamente aplicada por la confesionalidad, herida de gravedad por la libertad religiosa introducida por el franquismo y sepultada consecuentemente por la aconfesionalidad.
Por esta razón, una crítica al sistema liberal debe desprenderse de modalidades liberales conservadoras atenuadas, para asumir los principios real y sustancialmente contrarios al sistema revolucionario, es decir, los principios del catolicismo político atacados por el franquismo y sepultados por sus sucesores.
Miguel Quesada, Círculo Hispalense
https://periodicolaesperanza.com/archivos/10438
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Vaya nivel. Sin comentarios ;)
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
La verdad es que leyendo esperpentos así, lo de llamar a ese medio "La Esperanza", no deja de parecer una especie de tremenda broma macabra.
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Cita:
Iniciado por
Trifón
Artículo publicado en el digital carlista "La Esperanza". Lo pongo en este hilo, aunque lo podría poner en muchos otros de temática similar (las negritas son mías).
Al final va a resultar que Francisco Franco fue un liberal mezcla de Adam Smith, Ludwig Von Mises y Margaret Thatcher y yo no me había enterado.
El artículo:
De todos es conocido que Franco no fue ningún aliado de la monarquía tradicional y representativa, fundado en su enemistad con el propio carlismo, cincelada con el genio del profesor Elías de Tejada en la sentencia: «Franco y Maroto son los mayores enemigos del carlismo en su Historia».
Sin embargo, parece que el general Franco cuenta con nostálgicos nacidos de la corrupción actual, que le conciben como la medicina «católica» española a la situación presente.
Ahora bien, esta conclusión peca de superficialidad reseñablemente. El franquismo, cuyo contenido era la persona del general Franco estimó, en un momento de agotamiento de las potencias del Eje y de imposibilidad autocrática, alinearse con la política exterior norteamericana anticomunista, permitiendo la entrada de la ideología capitalista en el seno del régimen. Así, la ruptura del régimen de Franco y el constitucional resulta forzada debido a la continuidad entre ambas. Esta continuidad no sólo se concreta en los sujetos, esto es, aquellos nacidos bajo las alas del Movimiento propiciaron el cambio de régimen —lo cual dice mucho del supuesto contenido del régimen franquista—, sino también en el ámbito jurídico. Por ejemplo, Juan Carlos firma la Constitución de 1978 con el título de «rey» o la transmisión de poderes se fija en función de las Cortes del reino. Por ello, si la tesis progresista del origen de los poderes constitucionales —que deben ser inmaculadamente originados por el sufragio— carece de rigor, la tesis de la inocencia del franquismo respecto del constitucionalismo también es laxa, puesto que la continuidad existe.
Ahora bien, esta continuidad no sólo es, como decimos, concreta, sino de alguna manera abstracta, pues el contenido o supuesto contenido del régimen mutó con el desarrollismo hacia el capitalismo liberal, siendo la constitución de 1978 la cobertura jurídica de una realidad fáctica cuyos contrastes institucionales debían ser podados, estos contrastes eran accidentales de alguna manera. Ejemplo de ello es la quiebra de la unidad católica, imperfectamente aplicada por la confesionalidad, herida de gravedad por la libertad religiosa introducida por el franquismo y sepultada consecuentemente por la aconfesionalidad.
Por esta razón, una crítica al sistema liberal debe desprenderse de modalidades liberales conservadoras atenuadas, para asumir los principios real y sustancialmente contrarios al sistema revolucionario, es decir, los principios del catolicismo político atacados por el franquismo y sepultados por sus sucesores.
Miguel Quesada, Círculo Hispalense
https://periodicolaesperanza.com/archivos/10438
El mismo joven carlista vuelve con otro artículo similar, pero diría que va más allá: falange izquierdista, la España de Franco antitradicional y prácticamente ¿anticatólica?. El carlismo, sin tacha, claro. Reconozco que yo, siendo pecador e imperfecto, no merezco ni respirar el mismo aire que algunos.
Las negritas de nuevo son mías:
Con mucha frecuencia percibimos la gran confusión que impera en torno a la figura del general Franco. Confusión en muchas ocasiones con cierto grado de culpabilidad por parte de sus víctimas. Y me refiero, distendidamente, a la culpabilidad de los confusos, porque estimo que el grado de neblina es directamente proporcional a la creencia en los sólidos fundamentos del régimen.
Ciertamente, hablar de franquismo o ideología franquista es algo similar a referirnos a la nada, pero ¿existe la posibilidad de que no sea así? Los fundamentos doctrinales del franquismo, si existen, deben ser rastreados en función del resto de corrientes presentes en el mismo. Por un lado, el izquierdismo falangista totalitario, un ente de razón que, pese a sus pretensiones revolucionarias, debió mucho a la burguesía conservadora urbana cosmopolita nostálgica del miguelismo. Por otro lado, el liberalismo católico apoyado en la institución del régimen y diseminado según diversas familias. Cuando me refiero a la institución, hablo de la asunción de principios como Estado, soberanía, clericalismo, Nación… todos ellos elementos sustanciales del catolicismo liberal y que estuvieron presentes hasta el final de los días del general Franco, con matices lógicos asociados al transcurrir del tiempo, y por las familias, en función del momento unas iban sustituyendo a otras.
No menciono al tradicionalismo hispánico dado que, teniendo un peso sin parangón en la Cruzada, no es menos cierto que el régimen nacido de la voluntad franquista nunca tuvo nada que ver con el tradicionalismo católico español. Puede que pudiésemos mencionar como objeción a ello la confesionalidad del Estado a la que se oponía especialmente el falangismo, contumaz en el izquierdismo y en otros errores. Pero ésta, sería una verdad a medias, dado que el fin del carlismo no era la confesionalidad sino la unidad católica. Por lo tanto, me reafirmo en mantener al carlismo fuera del franquismo, más aún en heroica oposición fuera de algunas deserciones tristes y lógicamente estériles.
Existiendo esta separación sustancial, este abismo insuperable entre grupos, cabe preguntarse no ya la naturaleza, sino la existencia del nexo que una semejantes diferencias. Algunos bienpensantes señalan al catolicismo como nexo, pero es matizable en la medida en que el franquismo lo minó legal y socialmente. Legalmente con la introducción del principio de libertad religiosa a partir del año 1966, y socialmente por su entrega en brazos de los gringos que, con la excusa del anticomunismo, extendieron sus tentáculos sustituyendo las prácticas sociales españolas por músicas, modas e ideologías venidas de Norteamérica.
Como conclusión, creo que lo justo es decir que el fundamento del franquismo era… Franco. A medida que el general Franco cambiaba de preferencias oportunistas, viraban con él su sistema y ministros. De hecho, en puridad, ser franquista hoy es defender la Constitución de 1978, creada por franquistas, asumida por una sociedad que, en lugar de levantamientos armados ante su imposición, la aceptó entre aplausos y decadente música de Jarcha.
Miguel Quesada, Círculo Hispalense.
https://periodicolaesperanza.com/archivos/10747
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Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio
Cita:
El mismo joven carlista vuelve con otro artículo similar, pero diría que va más allá: falange izquierdista, la España de Franco antitradicional y prácticamente ¿anticatólica?. El carlismo, sin tacha, claro. Reconozco que yo, siendo pecador e imperfecto, no merezco ni respirar el mismo aire que algunos.
De la misma época eran las andanzas liberales y autogestionarias del "carlista" Carlos Hugo, cuya relación ideológica con su padre don Javier venía a equivaler, en lo pésimo y rupturista, a la de Juan Carlos con Franco.
Pero de esto ya hemos hablado mucho aquí.
Cita:
El izquierdismo falangista totalitario, un ente de razón que, pese a sus pretensiones revolucionarias, debió mucho a la burguesía conservadora urbana cosmopolita nostálgica del miguelismo
Con tanto epíteto calificativo esa "burguesía" debió ser en realidad insignificante.
Cita:
liberalismo católico
Ha descubierto el amigo un nuevo término; otros siempre habíamos oído hablar de catolicismo liberal.
Cita:
defender la Constitución de 1978, creada por franquistas, asumida por una sociedad que, en lugar de levantamientos armados ante su imposición, la aceptó entre aplausos y decadente música de Jarcha.
La "decadente música de Jarcha" (la canción Libertad sin ira) no era de finales de 1978 (Constitución) sino de finales de 1976 y su estilo y letra iban dirigidos en todo caso a frenar "levantamientos armados" de revolucionarios izquierdistas impacientes, no iba dirigida a derechistas.
El estilo de este tipo recuerda al de un antiguo forista también sevillano.
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