Siento no compartir muchas de las visiones que se han ofrecido por diferentes foreros a raíz del penúltimo episodio -Líbano- del enquistado conflicto del Próximo Oriente.
No estoy en condiciones de aportar ningún dato. Pero un acercamiento intuitivo a lo que allí está pasando creo que no admite pensar con clichés caducos sobre los judíos, Israel, los árabes, palestinos, etc.
En términos geoestratégicos todo lo que está pasando es tremendo y el papel de los diferentes agentes o las diferentes partes ha variado substancialmente en las últimas décadas. Los pensadores al uso señalan a Israel como el desencadenante de la frustración islámica y por lo tanto de desencadenar la oleada de islamismo radical que sufrimos. No digo que no haya algo de esto, pero creo que el Islam lleva en su ADN el expansionismo y la intolerancia. Amén de otro sinfín de barbaridades.
Una de las aportaciones señala la barbarie que ha sembrado la reacción israelita en el Líbano a las agresiones que sufre. Y es cierto, han cometido barbaridades. Pero también las han cometido con ellos.
Qué quereis que os diga... lo que en el fondo me planteo es que el problema es la extensión imparable del islamismo más radical. La existencia de unos gobiernos en la región que producen auténtico pánico sólo de pensar en la malignidad intrínseca de sus actuaciones, para con sus ciudadanos y para con todos. Irán es una amenaza seria. ¿Alguien puede imaginarse de qué no será capaz de hacer cuando disponga de armamento nuclear?
Israel, con todas las cuestiones que acertadamente han planteado algunos foreros, no deja de ser, en estos momentos, un aliado occidental fiable. El judaismo no plantea un órdago a la cristiandad como lo está planteando el islam. Nos guste o no, nos repugne más o menos, nos cueste más o menos de aceptar o asumir las barbaridades que el estado de Israel ha hecho y hace para sobrevivir... en estos momentos su papel no es el que en otros tiempos fué.
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