Supongo que sólo es una forma de expresarse, porque ¿nacionalista y bueno?. Y no hablo de la cualidad de cada individuo, sino de la "bondad del nacionalismo como fenómeno revolucionario, <<heredero>> de la soberanía real pasada al pueblo a través de sus representantes". Destaco deliberadamente en cursiva porque esto es en realidad todo nacionalismo: un conjunto de premisas más o menos reales, otras claramente inventadas, que se atribuyen a una población que presenta una cierta homogeneidad cultural y de la que se dice que está representada por unos cuantos individuos, surgidos muchas veces de no se sabe dónde, en nombre del "pueblo correspondiente, pero sin ese mismo pueblo."
A partir de aquí podríamos entrar en otro debate, y es que el primer centralista fue S.M. Don Felipe V, considerando que es antepasado directo de S.M. Don Carlos María Isidro,, con Autoacordado de 10 de mayo de 1713 incluido, es decir, a ver en qué nos quedamos. Por otro lado, a mi el término "federal" me produce un cierto grado de prurito porque me suena a republicanismo por los cuatro costados, ya sea el referido a nuestras dos experiencias, ya al de otros muchos países, entre ellos los surgidos en América después de la disolución de los territorios españoles allá. Prefiero la idea de una España unida con la monarquía como elemento unificador y, por tanto, tradicional, como Reino Unificado de las Españas, qué, obviamente, contendría los fueros como no podría ser menos. Pero siempre teniendo como norte que antes que nada somos españoles y luego cada uno será de donde quiera o le plazca, siempre que no se falsee o tergiverse la realidad.
¡Uf! la imagen de la muñeca bailaora y el toro de trapo de sala de espera aeroportuaria; la imagen de "españolito y ¡olé!" turístico; o la otra de playa y discoteca sudorosa-mojada con "españolito morreno, torrero y ligón de suecas", menos todavía. Eso no es España, o si lo es, al menos no la representa, no siendo más que una bufonada para turistas indocumentados.
Exacto, y nada se ha de añadir, quitar o transformar hasta convertir España en una amalgama totalmente irreconocible. No estaría nada mal que se empezase a enseñar en los colegios cuál es la realidad histórica de la que somos herederos y parte, y menos engendros autonómicos inventados por una tropa de indeseables desde hace unas cuantas décadas y que nada representan y significan para los españoles, aunque hoy se hayan generalizado la ignorancia y el error al respecto.
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