1º Poca claridad: en algunos puntos se dedica a barruntar o a justificarse, y en vez de aclarar la cuestión, la enturbia. De manera que deja al que lo lee con lagunas.
2º Citas de autores: pueden servir de apoyo, pero ¿para qué, citas de personas ajenas a la Iglesia? Hay aforismos de Rousseau, Max Plank, Wittgenstein , Hans Urs Von Balthasar, Walter Thirring, Lope de Vega, Copérnico, C.S Lewis, Cervantes, Leon Bloy, Herman Hesse, Jeremy Taylor...
3º Citas de Concilios y de Santos: ¿pero para qué? Si luego resulta que los Santos Padres hacían pseudoteología. Parece ser que sólo se cita lo que interesa y queda bien en la nueva religión.
4º En la explicación del Padre Nuestro se omite las deudas.
5º Contradicciones al utilizar un lenguaje ajeno al de la Tradición. Hay un tufo enorme a ideología
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