Re: Crítica del evolucionismo católico

Iniciado por
jasarhez
Estimado Valmadian. No pretendo crear discusiones estériles, sencillamente estaba contando un episodio que viví en mi juventud. ¿También tu vas a ordenarme callar como hizo aquél profesor conmigo?.
No pretendo hacerte callar, pero es que has mezclado los argumentos y siento decírtelo. Lo del episodio de tu juventud lo entiendo perfectamente, digamos que es muy frecuente a esas edades.
Pues a mi no me ocurrió lo mismo que a ti. Jamás pude tener esa capacidad de separar ciencia y religión
(o como tu dices: "percibír perfectamente que una cosa era la religión, la fe, y otra la actividad científica").
"yo soy yo y mi circunstancia", es una verdad como un templo. Esa percepción no fue algo axiomático, sino producto de ciertas lecturas filosóficas (yo era muy aficionado a la Filosofía) y las consiguientes preguntas a personas muy capacitadas, todo lo cual me indicó qué si y que no. Por otro lado, hay carreras superiores que no se pueden llevar a cabo si se mezclan los correspondientes ámbitos de conocimiento, sin que haya chirridos interiores o que finalmente se abandonen. O se separan los ámbitos, o no hay nada que hacer.
Yo creo que, aunque tu piense que tuviste mucha suerte por aprender esa técnica que te permitía distinguir cuando estabas en clase de religión y cuando estabas en otra materia,
quizás fué un motivo que te ha llevado a abrazar una fé errónea. La fé en la evolución darwinista.
Te equivocas, yo sólo creo en la Santísima Trinidad, la venida de Cristo, la Resurección y Ascensión, la salvación, la vida eterna, la Iglesia Católica, la Inmaculada Concepción... Por tanto yo no he abrazado nada, simplemente es que no usé ninguna "técnica", sino únicamente el sentido común. El tema de este hilo, el llamado evolucionismo católico, me parece una extravagancia porque de hecho el evolucionismo mantiene más de 70 líneas de investigación, muchas opuestas entre ellas, lo que demuestra su escasa entidad empírica. Pero otra cuestión es la interpretación teológica y dicotómica de si se puede admitir como compatible la idea general de la evolución, sin caer en esas extravagancias que conducen en ocasiones a la herejía, como puede ser la cuestión del pecado original, o se pueden tomar ciertas explicaciones, no todas, como plausibles ante ciertos aspectos de la realidad palpable, o se toma la postura de que esto es mentira porque lo digo "X" en el siglo III. Una labor esencial de la Iglesia debería ser delimitar las discusiones, qué se puede y que no se debe, y al mismo tiempo, los files no deberíamos ser tan osados siempre con nuestras opiniones sobre todo lo divino y humano. No sé que puede haber de "evolucionismo" en esto, pero en mi tal hipótesis nunca fue causa de debilidad de mi fe en Dios.
Y acerca del tema del hilo hay un libro muy interesante al respecto:
Creación y evolución Un encuentro con el Papa Benedicto XVI en Castel Gandolfo VVAA Prólogo del Cardenal Christoph Schönborn. Editado por Stephan Otto Horn SDS y Siefried Wiedenhofer, por encargo del círculo de antiguos alumnos del Papa Benedicto XVI. CLARET Edit. Barcelona 2008
En sus páginas está contenida con todo rigor el objeto de la discusión de este hilo.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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