Tienes un espíritu refractario a la literatura y te pones a juzgar textos que ni siquiera puedes entender, por falta de manejo de la retórica literaria. Es muy evidente, por ejemplo, que en el artículo de Prada su intención es hacer una sátira, pero tú piensas que es simpleza ideológica porque eres incapaz de entender la razón del texto. También es evidente que Fernández Espinosa se burla del esnobismo español que abandona en el olvido a sus autores, lo cual no significa que desdeñe la obra de Chesterton, porque quiere contraponer el católico a la española de antes, bronco y recio, al católico español posconciliar: pero en literatura, a veces, se puede ser arbitrario, sumario, incluso jocosamente injusto, porque para eso están la hipérbole y demás figuras retóricas. Así hacía, por ejemplo, Quevedo, metiéndose con los judíos, o con las mujeres con afeites, viniese o no a cuento, convirtiendo su manía contra ellos y ellas en una especie de "estribillo" constante.
Yo creo que esa amargura y mala baba de la que tanto acusas a los demás, una amargura que necesita invariablemente censurar al prójimo, la demuestras tú, chafando hilos como éste, iniciados generosamente por Hyeronimus con un artículo tan bonito. Es una actitud policíaca, como de comisario cesante, muy desagradable que, además, carece de sensibilidad literaria alguna.
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