Pero no es el velo islámico, que ese sí que da calor. Un velo calado de encaje deja pasar el aire.
Ojo con la perspectiva de "género". Ya es bastante diabólica de por sí, y desde luego no sirve para interpretar la Biblia, porque muy contraria. La Biblia, y la religión bien entendida, en particular la Católica, dignifica y enaltece a la mujer. La llamada ideología de género no es otra cosa que la lucha de clases marxista aplicada, no a la política, sino a los sexos masculino y femenino. Porque las personas no nos distinguimos por el género como las palabras, sino por el sexo. Dios creó al hombre, hombre y mujer los creó. Pero hombre y mujer pertenecen a un mismo género: género Homo especie sapiens. Homo sapiens. Y como los animales y como muchísimas plantas, tenemos diferencias fisiológicas y psicológicas propias de nuestros respectivos sexos. Somos diferentes, no un sexo mejor que otro, sino dos sexos que se complementan entre sí. La ideología de género siembra el odio entre los sexos, como la lucha de clases en la que está inspirada siembra el odio entre las personas. No deber haber ni machismo ni feminismo, porque fomentar un sexo por encima del otro sería equivalente al racismo, a elevar una raza por encima de otra. Y en Cristo Jesús no hay judío ni griego, hombre ni mujer (y podríamos añadir blanco ni negro, etc., etc., etc.).
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