Desde otrora el Virreynato del Río de la Plata, la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Buenos Aires, en Hispanoamérica adherimos a esta iniciativa. Es vital para nuestra identidad hispanoamericana y nuestra supervivencia, sostener estos valores.
Aquí tampoco podemos sufrir estos progresistas de porquería que dicen sostener la libertad de pensamiento -siempre y cuando sea el de ellos, claro, o se encuentre dentro de lo que consideran "políticamente correcto"-, cuyo vehículo es esa libertad de expresión, que sufre la censura del pensamiento de ellos y no es otra que la ridiculización de nuestros valores tradicionales como la difusión del pensamiento perverso y degenerado.
Oración de los hispanoamericanos a Nuestra Señora de la Macarena:
Ay virgencita mía, con ojos de dulce mirada,
que vieron pasar las espadas, que dieron paso a las cruces.
Mira tus tierras amadas, porque si hoy derriban las cruces,
¡ Que vuelvan a brillar las luces, del filo de las espadas!

Los Arcángeles no llevan las espadas de adorno.