Caserío Iriarte (Azpililikueta - Valle del Baztán - Navarra)
"El vivir que es perdurable
no se gana con estados
mundanales,
ni con vida deleitable
en que moran los pecados
infernales;
mas los buenos religiosos
gánanlo con oraciones
y con lloros;
los caballeros famosos,
con trabajos y aflicciones
contra moros".
http://fidesibera.blogspot.com/
Caserío Iriarte (Azpililikueta - Valle del Baztán - Navarra)
Caserío de Eduegi (Siglo XVI-XVIII - San Cristobal - Vergara - Guipúzcoa)
No solo en la Ribagorza, en todo el Alto Aragón. La Casa es la institución fundamental de la sociedad altoaragonesa. Incluye tanto relaciones de parentesco como de economía. Un ejemplo clarísimo de cómo ha sabido organizarse tradicionalmente el pueblo durante siglos.
En el Alto Aragón hereda todo el patrimonio el hijo mayor ("casa dividida ye casa perdida"). En otras partes de Aragón la casa no tiene este carácter "institucional" y la herencia se reparte.
Copio la entrada que sobre la "casa aragonesa" aparece en la Gran Enciclopedia Aragonesa:
(Derecho) La vida social y jurídica del histórico Derecho aragonés gira en torno a una institución trascendental: la casa. La casa, que en principio equivale a la familia, grupo social constituido por los parientes de un ascendiente común, más los agnados y aun los acogidos y criados, con la base física de unos bienes heredados de generación en generación; la casa, que constituye también un núcleo político, en razón de que en el primitivo Aragón no había villas ni ciudades y las gentes se agrupaban en edificaciones aisladas en las laderas de las montañas o a orillas de los ríos. Se vivía sobre el campo para una mejor explotación agrícola y ganadera; y sólo para la defensa o un ataque colectivo se juntaban los miembros de las distintas casas para un esfuerzo común. Así nació el reino de Aragón; y cuando en la necesidad de ocuparse de un modo fijo de la cosa pública hubieron de elegir un rey entre los señores de casa, cuidaron mucho de establecer y limitar el poder del monarca, dejando al arbitrio del jefe de familia o de la casa la ordenación de ésta para determinar facultades y atribuciones de sus miembros y de las instituciones conservadoras de la vida de la casa, incluso para después de la muerte de los consortes que la formaron.
Y así, la casa en Aragón lo es todo y a través de los tiempos. Se fundamenta en la libertad civil y del pacto; y en todo caso deriva como consecuencia de la amplia voluntad del aragonés para formular su vida y su Derecho en la forma que estime más conveniente. Ello supuso una base y unos principios opuestos a los del Derecho romano, imperante en buena parte de los demás reinos hispánicos y en Europa, donde la rigidez de las leyes y el poder de los monarcas ofrecen un claro contraste con la independencia y la voluntariedad de las reglas ordenadoras de la casa en Aragón, y el respeto a ellas por parte del poder público.
Los autores modernos más citados en los estudios de Derecho aragonés Costa, Casajús, Castán nos ofrecen una descripción de la casa aragonesa que aquí podemos formular en apretada síntesis. Es la familia aragonesa una institución monárquica. Su paralelismo con la organización jurídica y política de los pueblos aragoneses es exacta. Constituye cada familia una verdadera asociación regida por un jefe, el padre o uno de los hermanos, o incluso un pariente o extraño adoptado por ella. El patrimonio es indivisible y nunca se abre el juicio de abintestato . Cuando el jefe ha envejecido, designa un sucesor entre los hijos, y si no los tiene los adopta. Cuando fallece sin haber dejado heredero lo hacen por él los parientes reunidos en consejo de familia, llamada junta de parientes , de variadas y amplísimas funciones. El criterio de la elección es doble: moral y económico; se elige a aquel que parece más apto para sostener el peso de la administración y gobierno de la comunidad, y al que por sus buenas cualidades se ha hecho más acreedor a esta distinción. Generalmente es el primogénito. Los demás herederos le obedecen y respetan. Tienen derecho a ser sustentados en la casa con tal de que trabajen en beneficio de ésta cuanto puedan: la fórmula y medida es el «haber y poder» de la casa, como para las dotes.
En tal familia parecen armonizados cuidadosamente el principio de autoridad, que es garantía de orden, y el ejercicio de la capacidad jurídica de ambos cónyuges, que es condición de igualdad. Compañera del esposo e igual a él es la esposa de nuestro Fuero, dignos ambos de la misma consideración y objeto, por parte del legislador, de idéntica solicitud e iguales prevenciones; y cuando la muerte viene a romper la unidad que ambos forman, aquel que ha de llevar en adelante la pesada carga de sus deberes y tristezas sigue siendo atendido y respetado como expresión viviente de una sociedad que ya no existe.
Es, en definitiva, más que un derecho de las personas, el derecho de la tierra. La tierra sobre la que se asienta una familia campesina que trata de perdurarse a través del tiempo. En cierto modo, una razón de Estado. Esta descripción genérica nos permite afirmar que desde el comienzo al final de la vida de una casa, y en particular de un matrimonio que la forma, la ley y sobre todo la costumbre envuelve la totalidad de las normas jurídicas acerca de la familia aragonesa, procurando con afán constante su permanencia y estabilidad para que perdure más allá de la vida del matrimonio o de los padres que constituyeron y personificaron su existencia. En otros términos, diríamos que las leyes aragonesas protegen la vida de la casa durante la vida de sus miembros rectores, ante la muerte de ellos, y después de haber dejado de existir su jefe.
Y es paradójico que esta triple protección, con todas las instituciones que lleva consigo, no se encierre en un capítulo determinado de nuestros Fueros ni siquiera en una definición y concepto jurídico de la casa aragonesa quizá por la dificultad de encerrar tal concepto en los límites materiales de un articulado quizá por ese carácter general y trascendente; que hemos dicho que acoge y envuelve todas las instituciones de carácter familiar y sucesorio de nuestras viejas leyes forales y sus observancias. Un desarrollo, aunque sea con el carácter de mera mención, de todo este ordenamiento jurídico protector de la casa y familia nos diría cómo en vida, desde la propia formación de una casa en Aragón, ésta nos ofrece un consorcio doméstico de carácter singular y generalmente contenido en unas capitulaciones matrimoniales que conceden una gran amplitud a los bienes comunes y a la potestad del marido para su administración y disposición; que llevan a la conciencia de todos la existencia de un grupo familiar y un patrimonio objetivamente conocido con un nombre propio, que no es necesariamente el del jefe que lo rige, jefe que para la conservación y permanencia de la casa tiene por ley y por costumbre limitada su titularidad en nombramientos de heredero, prohibiciones de enajenar y otros actos de disposición; a lo que agregaríamos el llamado retracto de abolorio y la sucesión troncal como destacadas y especiales vinculaciones de lo que se recibió como heredero y se ha de transmitir como causante.
En este punto crucial de la muerte del jefe de la casa que en otras legislaciones implica la desaparición de ella, en Aragón existe la libertad de testar al grupo de descendientes, unos vínculos y sustituciones, por pacto o por ley, y sobre todo dos instituciones muy características en Aragón, que son la comunidad conyugal continuada y la viudedad universal, por las cuales el cónyuge sobreviviente sigue rigiendo la casa y familia como si viviera el premuerto, haciendo ver al exterior y de modo real y palpable que la base continúa igual. En este punto hay instituciones claramente reguladas como expresión de estos esfuerzos para mantener la casa aragonesa: ejemplo, el casamiento en casa , que autoriza al viudo o viuda a casarse sin perder sus derechos patrimoniales, siempre que lo haga en casa del premuerto.
Y, finalmente, después de la muerte de su jefe, la casa es protegida por las normas jurídicas aragonesas, además de por las previsiones que acabamos de citar en contemplación al hecho de la muerte, por la misma sociedad continuada, con carácter legal y a falta de pacto, y por el llamado consorcio foral , en donde unos hijos que al perder a sus padres y por el solo hecho de no dividir los bienes inmuebles que han heredado siguen cultivando las mismas tierras o el mismo molino de modo conjunto y de forma que si uno de ellos muere su parte acrece a los demás de modo simple y ni siquiera como derecho hereditario.
Las importantes transformaciones experimentadas por la sociedad aragonesa a lo largo del siglo xx han traído consigo, inevitablemente, la crisis de la Casa Aragonesa. Joaquín Costa, hace más de un siglo, ya señaló que el sistema de comunidad doméstica sólo se encontraba al completo en el Alto Aragón, donde la pobreza de recursos imponía la individualidad de los patrimonios. En los años cuarenta, Martín-Ballestero elaboró un mapa de la Casa en Aragón basado en la «Encuesta sobre la observancia actual del Derecho Aragonés» (1943), según la cual la Casa Aragonesa se extiende por todas las comarcas pirenaicas hasta la Sierra de Guara, y al sur de ellas hasta la orilla izquierda del Ebro; en la margen derecha la encontramos en el Bajo Aragón y en toda la frontera aragonesa con Cataluña, donde se da una mutua inferencia con los heredamientos catalanes. Otros estudios se han basado en el número de capitulaciones matrimoniales, ya que éstas suelen incluir el pacto sucesorio de nombramiento de heredero único. Así, en un trabajo realizado por Albarini en 1981 sobre la pervivencia de la casa en el Pirineo, se constata su decadencia, pues se pasa de 525 capitulaciones en la provincia de Huesca en 1931 a 98 en 1977 y 61 en 1981. El descenso más espectacular se produce en los años sesenta, pasando de 202 en 1960 a 112 en 1970. Lisón Arcal, por su parte, ha estudiado la pervivencia del nombramiento de heredero único, y concluye que, aunque perdiendo vigencia, continúa en casi toda la provincia de Huesca, mientras que en Zaragoza puede encontrarse en la Cuenca del Gállego, en el Prepirineo y en el Bajo Aragón (Mequinenza, Fabara, Nonaspe, Maella y Fayón), y en Teruel, en el sur de las serranías montalbinas, el Maestrazgo, las sierras altas de Beceite y la Sierra de Gúdar.
Ya en 1989 Joaquín Costa observaba cómo la institución del heredero universal lleva consigo el embrión de la propia destrucción con la consiguiente despoblación del Pirineo, al tiempo que acusaba de rigidez a la tradición jurídica por no haberse acomodado a las nuevas condiciones de vida. Distintos juristas, en las últimas décadas, han propuesto reformas no traumáticas, respetuosas con lo esencial de la tradición, pero que adapten la casa a la nueva realidad social y económica. En esta nueva realidad, se ha producido una crisis en la nueva sociedad rural, se han transformado las formas de explotación agropecuaria, los jóvenes han emigrado a las ciudades, la autarquía económica no existe y, en consecuencia, desaparece la soeciedad patriarcal. No son ajenos a estos cambios, en opinión de Martín-Ballestero la transformación en regadíos de Monegros y las Cinco Villas y el desarrollo del turismo en el Pirineo, ya que aportan riqueza y medios de vida para las familias de los hijos.
En las zonas en las que pervive actualmente, las características de la Casa Aragonesa, según Argudo Périz, son las siguientes:
— En el nombramiento de heredero único sigue la preferencia por el hijo varón, pero ya no es necesariamnete el primogénito, sino el que muestra más predisposición a trabajar el patrimonio familiar o el último que se casa. El heredero único pervive en las «Casas fuertes» del Bajo Aragón zaragozano, mientras que en el Pirineo y Prepirineo de cinco Villas se mantiene en las «casas medianas». Existe, no obstante, la tendencia a transformar al heredero único en «mejorado», que puede recibir hasta tres cuartas partes de la herencia. En estos casos, la conservación de la unidad patrimonial se prolonga después de la muerte de los padres.
— No se hacen «capitulaciones» ni «ajustes» previos entre los padres, aunque sí «arreglos» sobre las necesidades más perentorias de los novios.
— Se ha producido un cambio en las relaciones entre los «amos viejos» y el patrimonio de los herederos. Éstos suelen vivir con los primeros en el Prepirineo y Teruel («casarse en casa» o «ponerse en casa»), pero en el Bajo Aragón suelen instalarse en vivienda independiente, aunque dentro del mismo edificio. La institución de heredero se hace para después de los días de los instituyentes. La Transmisión de dominio se difiere y, en muchos casos, se realiza a través de testamento, actuando el hijo como administrador. En Teruel, además del usufructo universal en caso de muerte de uno de los cónyuges, los padres se reservan la mitad de los bienes, con lo que se aseguran su mantenimiento.
— Desaparece la obligación de aportar dotes al matrimonio y se amplían las legítimas de los hijos no herederos. Los «tiones» o «pupilos» pueden permanecer trabajando en la casa paterna y desaparece la figura del «donado».
— El «Consejo de Familia» ha caído en desuso en el Bajo Aragón y se desconoce en Teruel donde sí se da el llamamiento a parientes para actuar de árbitros en las capitulaciones. Pervive, en cambio, en algunos pueblos de la zona de Sos.
— Existe un conocimiento generalizado de la institución de la viudedad y del conflicto universal de bienes.
En las zonas de reparto de la herencia a partes iguales, la cultura de la Casa gira en torno a la conservación de la comunidad familiar, en el sentido de reforzamiento de los lazos familiares. La indivisión patrimonial termina con la muerte de uno de los padres.
• Bibliog.: Argudo Périz, José-Luis: «La Casa en el proceso de cambio de la sociedad rural aragonesa: consideraciones jurídicas»; en Acciones e Investigaciones Sociales, núm. 0, dic. 1991. Costa, Joaquín: Derecho consuetudinario y Economía Popular de España; 1879-1885. Id.: Derecho consuetudinario del Alto Aragón; Madrid, 1880. Casajús: El Derecho de familia en la legislación aragonesa; Zaragoza, 1880 (reeditado en 1952 por el ceda). Lisón Arcal, José C.: «La Casa Aragonesa»; en Enciclopedia Temática de Aragón, tomo X (Ciencias Sociales). Martín- Ballestero: La Casa en el Derecho Aragonés; Zaragoza, 1944.
Caserío de Goikoetxe (Bakio - VIZCAYA)
Caserío en Abadiño (Vizcaya)
IV - El caserío Elorregui de Legazpia (Guipúzcoa)
IV.I - Generalidades
Las siguientes fotografías del caserío Elorregui, también llamado palacio Elorregui o torre Elorregui, han sido tomadas personalmente por José Miguel de Orueta y Michelena.
Fotografía 1 - Caserío Elorregui, también llamado palacio Elorregui o torre Elorregui,
de Legazpia (Guipúzcoa), visto desde el camino.
Fotografía 2 - Caserío Elorregui, también llamado palacio Elorregui o torre Elorregui,
de Legazpia (Guipúzcoa), visto desde la ermita de San Juan Bautista.
Fotografía 3 - Caserío Elorregui, también llamado palacio Elorregui o torre Elorregui,
de Legazpia (Guipúzcoa), visto desde la ermita de San Juan Bautista.
Fotografía 4 - Caserío Elorregui, también llamado palacio Elorregui o torre Elorregui,
de Legazpia (Guipúzcoa), visto desde la ermita de San Juan Bautista.
Fotografía 5 - Detalle de la portada del caserío Elorregui, también llamado
palacio Elorregui o torre Elorregui, de Legazpia (Guipúzcoa).
El caserío Elorregui, también llamado palacio Elorregui o torre Elorregui, que podemos ver en las anteriores fotografías, se encuentra situado en el barrio de Telleriarte del Municipio de Legazpia, en la provincia de Guipúzcoa, estando situado a una altitud sobre el nivel del mar de 443 m. y sobre la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de 40 m., distando de la misma 2.513 m. en línea recta y proyección horizontal. Su situación geográfica es la siguiente: Longitud Oeste: -2° 20′ 10,1″ W = -2,33613° W, Latitud Norte: +43° 1′ 45,7″ N = +43,02936° N (Datum ED50) o Longitud Oeste: -2° 20′ 14,7″ W = -2,33741° W, Latitud Norte: +43° 1′ 41,7″ = +43,02826° N (Datum ETRS89). La Longitud esta referida al meridiano de Greenwich y la Latitud al Ecuador. Se encuentra situado entre el río Urola y la línea férrea San Sebastian (Guipúzcoa) - Alsasua (Navarra), al pié de la colina de Gaintzabal, de 662 m. de altitud sobre el nivel del mar, distando de la cima de la misma 525 m. en línea recta y proyección horizontal. El caserío Elorregui es de planta cuadrada, y es un precioso ejemplo de casa solar vasca, con doble arcada, piedra de sillería y saeteras, fue construido hace varios cientos de años.
IV.II - Los Orueta que lo habitaron
Hacia el año 1.795, Miguel Antonio de Orueta y Arrazola, natural de Oñate (Guipúzcoa), se trasladó a vivir al caserío Elorregui, viviendo en el mismo hasta que falleció el año 1.842. En el caserío Elorregui nació el año 1.808 José Miguel de Orueta y Andueza (mi tatarabuelo), hijo del anterior, viviendo en el mismo hasta que falleció el año 1.840. También nació en el caserío Elorregui el año 1.832 José Miguel de Orueta y Zabaleta (mi bisabuelo), viviendo en el mismo hasta el año 1.906, fecha en la cual se trasladó a vivir con su hijo Pantaleón de Orueta y Mendiola (mi abuelo), a Alsasua (Navarra). Por último, nació en el caserío Elorregui el año 1.865 Pantaleón de Orueta y Mendiola (mi abuelo), el cual vivió en el mismo hasta el año 1.888 aproximadamente, fecha en la cual se trasladó a vivir a Bilbao (Vizcaya). Se puede ver más detalladamente la historia de los subrayados, los cuales son antepasados directos míos, en mi página titulada Árbol genealógico de la familia Orueta.
Además de los anteriormente indicados, también nacieron en el caserío Elorregui más personas con apellido Orueta, que fueron los hermanos de los tres últimos citados. Los hermanos de José Miguel de Orueta y Andueza (mi tatarabuelo) fueron: Josefa Joaquina, Jacinto, Josefa Antonia, Narciso, Rafaela y José Joaquín (en el caso de este último conviene señalar que en la Partida de Bautismo consta Aguirre como segundo apellido por error, esto es debido a que su madre era María Beatriz de Andueza y Aguirre y en la citada Partida de Bautismo consta como María Beatriz de Aguirre por error). Los hermanos de José Miguel de Orueta y Zabaleta (mi bisabuelo) fueron: José María y Josefa Antonia. Por último, los hermanos de Pantaleón de Orueta y Mendiola (mi abuelo) fueron: Miguel Lucio y Antonia Basilia. La última persona con apellido Orueta que nació en el caserío Elorregui fue Antonia Basilia de Orueta y Mendiola, que nació el año 1871, la cual era hermana de Pantaleón de Orueta y Mendiola (mi abuelo). La última persona con apellido Orueta que vivió en el caserío Elorregui fue Josefa Antonia de Orueta y Zabaleta, que falleció el año 1.918, la cual era hermana de José Miguel de Orueta y Zabaleta (mi bisabuelo). Los Orueta vivieron en el caserío Elorregui desde aproximadamente el año 1.795, hasta el año 1.918, durante un período de aproximadamente 123 años. Vivieron en el caserío Elorregui 14 personas con apellido Orueta, de las cuales 13 nacieron en el citado caserío, perteneciendo a 4 generaciones diferentes. Se puede ver más detalladamente la historia de los subrayados, los cuales son antepasados directos míos, en mi página titulada Árbol genealógico de la familia Orueta.
IV.III - Los Echeverría y los Orueta
Para completar la historia del caserío Elorregui hay que indicar que el mismo consta dos viviendas independientes, en una de las cuales vivía la familia Orueta como ya se ha indicado anteriormente y en la otra la familia Echeverría. Ambas familias llegaron a emparentar por lazo matrimonial, puesto que Josefa Antonia de Orueta y Zabaleta, hija de José Miguel de Orueta y Andueza (mi tatarabuelo), hermana de José Miguel de Orueta y Zabaleta (mi bisabuelo) y tía de Pantaleón de Orueta y Mendiola (mi abuelo), se casó con José Antonio de Echeverría y Apaolaza, teniendo cuatro hijos, los hermanos Julián, Romualdo, Antonio María y José Vicente, de Echeverría y Orueta, el segundo de los cuales fue alcalde de Legazpia. Los cuatro hermanos citados eran por lo tanto sobrinos de José Miguel de Orueta y Zabaleta (mi bisabuelo) y primos de Pantaleón de Orueta y Mendiola (mi abuelo). Se puede ver más detalladamente la historia de los subrayados, los cuales son antepasados directos míos, en mi página titulada Árbol genealógico de la familia Orueta.
IV.IV - Patricio Cirilo de Echeverría y Elorza
Miembro destacadísimo de la familia Echeverría, y de Legazpia, fue Patricio Cirilo de Echeverría y Elorza, primer Conde de Legazpia, bautizado el Domingo día 9 de Julio del año 1.882, nació en el caserío Azpiko Etxea. Su padre, Miguel Ignacio de Echeverría y Apaolaza, nació en el caserío Elorregui, siendo hermano de José Antonio de Echeverría y Apaolaza, casado este último con Josefa Antonia de Orueta y Zabaleta, la cual era hija de José Miguel de Orueta y Andueza (mi tatarabuelo), hermana de José Miguel de Orueta y Zabaleta (mi bisabuelo) y tía de Pantaleón de Orueta y Mendiola (mi abuelo), teniendo cuatro hijos, los hermanos Julián, Romualdo, Antonio María y José Vicente, de Echeverría y Orueta, el segundo de los cuales fue alcalde de Legazpia. Como consecuencia de lo anterior, Patricio Cirilo de Echeverría y Elorza, era primo de los cuatro hermanos antes citados, los cuales eran también primos de Pantaleón de Orueta y Mendiola (mi abuelo) y sobrinos de José Miguel de Orueta y Zabaleta (mi bisabuelo). A Patricio Cirilo de Echeverría y Elorza, le deben Legazpia y todos sus habitantes, el desarrollo ecónomico, industrial, social y demográfico, por lo cual fue nombrado Conde de Legazpia, además de hijo predilecto de Legazpia, siendo el fundador de la fabrica de herramientas La Bellota, de fama mundial, el año 1.908, llegando a tener 3.400 trabajadores en vida de Patricio Cirilo, a los cuales él conocía personalmente. Se deben a Patricio Cirilo la construcción del pantano de Urtatza, la restauración de la ferrería de Mirandaola, la construcción de los barrios de San Ignacio, San Martín, San José y Aránzazu, que sumaban 853 viviendas para trabajadores de su fábrica, con rentas mínimas, la construcción de las escuelas de Santa Teresa y del Buen Pastor, con capacidad para 350 alumnos, la construcción de la Residencia de Ancianos de la Santa Cruz, la construcción del Hogar del Jubilado y las Pensiones. Realizó donaciones al Santuario de Aránzazu, gracias a las cuales fue posible la construcción del ábside de Lucio Muñoz, la gigantesca cruz de la torre campanario y la colocación de las esculturas de Oteiza en la fachada. Falleció el Domingo día 17 de Diciembre del año 1.972. Su empresa se denomina desde el año 1.992 Corporación Patricio Echeverría, tiene 2.000 trabajadores, distribuidos en 10 fábricas, 3 en España y 7 repartidas en Francia, Dinamarca, Estados Unidos, México, Venezuela, Colombia y Brasil, con presencia comercial en más de 120 paises, exportando prácticamente al mundo entero. El espíritu de Patricio Cirilo sigue hoy presente en su empresa y no se limita a los bustos y pinturas que de su fundador presiden sus fábricas. Se puede ver más detalladamente la historia de los subrayados, los cuales son antepasados directos míos, en mi página titulada Árbol genealógico de la familia Orueta.
IV.V - El caserío actualmente
El caserío Elorregui es una joya histórica, especialmente para quienes como los Orueta hemos tenido varías generaciones de antepasados que han nacido en el mismo. Concretamente en mi caso, son cuatro las generaciones de antepasados directos con apellido Orueta las que han vivido en Elorregui, de las cuales tres han nacido en el caserío. Incluso para quienes no han tenido antepasados en Elorregui, este es una joya, por ser una construcción magnífica en piedra de sillería, con varios cientos de años de historia y que impresiona a todo el que lo contempla. Actualmente el caserío Elorregui es propiedad del Duque de Sotomayor y está ocupado por dos familias de inquilinos, una de las cuales es la familia Echeverría anteriormente citada.
IV.VI - Invitación
Me gustaría que aquellas personas que se apelliden Orueta y desciendan de: Miguel Antonio de Orueta y Arrazola, José Miguel de Orueta y Andueza, José Miguel de Orueta y Zabaleta, Pantaleón de Orueta y Mendiola, o de los hermanos varones de cualquiera de los tres últimos, me envíen un Correo-E: Cuenta 1a - Cuenta 1b para comunicármelo. Yo no tengo noticia de que los hermanos varones de los tres últimos tuviesen hijos varones, ya que se puede asegurar que no tuvieron hijos varones en Legazpia (Guipúzcoa), puesto que así lo demuestran los libros de bautizados de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Legazpia, pero pudieron tenerlos en otro lugar. Como consecuencia de lo anterior, desconozco si existen más personas con apellido Orueta que desciendan del caserío Elorregui de Legazpia (Guipúzcoa), además de las que cito en esta página y me gustaría saberlo. Se puede ver más detalladamente la historia de los subrayados, los cuales son antepasados directos míos, en mi página titulada Árbol genealógico de la familia Orueta.
http://www.euskalnet.net/jomiorueta/elorregui.html
Caserío en Oma (Cortezubi - Vizcaya)
Caserío Lakoizketa (Siglo XVI - Narbarte - Navarra)
El caserío de Lakoizketa
En medio de Bertizarana, rodeado hoy por las carreteras modernas, se encuentra el caserío de Lakoizketa. En esta dulce casona, flanqueada de palmeras, nació el cura y botánico de Narbarte, José María de Lacoizqueta.
EL HERBARIO
El botánico de Lakoizketa escribió dos obras fundamentales: Catálogo de las plantas que espontáneamente crecen en el valle de Vertizarana, publicada por primera vez en 1885, y el Diccionario de los nombres euskaros de las plantas en correspondencia con los vulgares castellanos y franceses y científicos latino. Este último vio la luz por primera vez en 1888, y ha sido objeto de varias ediciones recientes (una de ellas dirigida en 1994 por Eduardo Gil Bera). Aquellas obras, reconocidas en su día como «una importante contribución científica al estudio de la flora del norte de España con importantes hallazgos en el campo de las criptógamas (hongos, líquenes y musgos)», están considerados hoy además una joya etnográfica y etimológica. Con todo, la obra principal del botánico fue su herbario. Cuando fue cedido por su sobrina Luisa Lacoizqueta al convento de Lekaroz, el herbario constaba de 51 cartapacios gruesos con, aproximadamente, 2.500 ejemplares botánicos clasificados. Tras el cierre del convento, el herbario estuvo un tiempo en el caserío Lakoizketa, hasta que se gestionó su traslado al Museo de Ciencias Naturales de Vitoria, donde se encuentra actualmente.
TEXTO: JOSÉ A. PERALES FOTOS: JOSÉ A. PERALES
Aunque los vientos de la modernidad han traído la decadencia a muchos caseríos tradicionales del Pirineo navarro, algunos de ellos conservan todavía entre sus muros desvaídos el recuerdo de lo que fue aquella semiaristocracia ganadera que tanto juego ha dado en la literatura vasca de los siglos XIX y XX. Aquellas casas solariegas retratadas, entre otros, por el novelista Pío Baroja, con sus indianos, curas e hidalgos campesinos, encuentran una replica bastante convincente en la historia del caserío Lakoizketa.Situada entre Narbarte y Santesteban, a la altura de Legasa, esta mansión estuvo considerada «la mejor casa de labranza desde Bayona hasta Pamplona», señala el escritor Eduardo Gil Bera, autor de un trabajo sobre el botánico Lacoizqueta. La finca ocupaba antaño el centro de este risueño desfiladero abierto por el río Baztan-Bidasoa entre los montes de los Cuatro pueblos y del macizo de Belate.
En el camino real
Las propiedades de Lakoizketa, pertenecientes hoy al concejo de Narbarte aparecían vinculadas al barrio de Oteiza, el cual perteneció a Bertizarana hasta finales del XIX (hoy son de Doneztebe). Por el centro de este valle atraviesan desde antiguo las principales vías de comunicación entre Pamplona e Irún. Hasta 1834, el camino real iba por la misma orilla del río, pero cuando se amplió aquel, y se hizo la carretera unos años más tarde, la moderna vía atravesó ya por las tierras de Lakoizketa. «El acceso al puente de piedra que sirve para cruzar a Legasa, era también de la finca», dice la actual ama del caserío Lakoizketa, Conchi Bergara. «Pero el puente fue expropiado, en el siglo XIX, junto con una parte de las tierras del caserío».
A pesar de estas mermas, la finca de Lakoizketa conservaba todavía en el siglo XIX gran parte del esplendor que tuvo en tiempos pasados.
Según Gil Bera, el origen del caserío Lakoizketa se remonta cuando menos al siglo XVI. Entre las personas vinculadas a este solar figuran, además del ilustre botánico, varios ancestros suyos (»personajes de pluma y sable») ligados a la nobleza. Algunos de ellos, ocuparon tiempo atrás altos destinos en el nuevo mundo, como Juan Andrés de Uztáriz que fue presidente de la Real Audiencia de Chile. También fueron destacadas figuras Miguel Joseph de Uztariz, marqués de Echeandía; Juan Baustista Uztariz conde de Reparaz; y Juan Thomas de Micheo, que fue alcalde de la Corte, oidor del Consejo del Reino y regente de la Audiencia de Aragón. «Estos prohombres hicieron carrera en el siglo XVIII y aparecen citados, entre otros, en la Executorial de Hidalguía y Nobleza», que obtuvo Juan Bautista Lacoizqueta Uztariz, abuelo del botánico».
Con todo, esta fue siempre una casa de labranza, con su ganado y sus tierras de labor. El caserío - que se extendía inicialmente desde el monte Otesón hasta el río Bidasoa, que hace de límite entre Legasa y Narbarte- tenía originalmente «doscientas peonadas de tierra llana de labor, sin contar robledales, manzanales y castañales».
A principios del siglo XX, destacaba todavía por sus lagares de sidra. De hecho, «la primera parte del nombre (lako-) significa lagar», señala Gil Bera.
La sidra de Lakoizketa fue tan renombrada que consiguió en París, varias medallas y menciones en la Exposition International du Travail de 1902. Fue precisamente Francisco de Lacoizqueta, hermano del botánico de Narbarte, quien ganó aquellas distinciones.
Como otros rincones del Bidasoa, el caserío Lakoizketa parece envuelto a veces en esa aureola mágica que le otorga la singular climatología del Pirineo Occidental. Los cálidos vientos y las húmedas nieblas que entran por el río desde el Cantábrico, dotan a este rincón -antaño pantanoso- de un clima semitropical, que hace crecer las palmeras y otras plantas exóticas.
En este contexto no es de extrañar que surgiera aquí una figura tan singular como el botánico de Lakoizketa.
El cura de Narbarte
Nacido en 1831, José María de Lacoizqueta fue el primogénito de una familia de varios hermanos. Estudió primero en el instituto de Pamplona, donde hizo el bachillerato. Luego, ingresó en el Seminario, y tras ordenarse sacerdote y pasar dos años de cura en Elgorriaga, se hizo cargo de la rectoría de su localidad natal, donde permaneció treinta años (desde 1857 hasta 1887).
Durante este tiempo, además de atender las almas de sus feligreses, el cura de Narbarte dedicaba sus ratos libres a estudiar las plantas de su entorno. «Salía a herborizar con todo tipo de tiempo, con su caja de latón, bastón ferrado, azuela, martillo y cincel», escribe Gil Bera. «Se le veía recoger pedruscos y hierbajos, registrar en las anfractuosidades de las peñas, trepar a lugares a los que nadie iba, desprender con martillo y cincel un trozo de roca con un liquen para llevárselo como un tesoro…»
A la gente del pueblo el comportamiento del cura le parecía de lo más extravagante. «Una vez le dio un duro a un pastor por traerle una planta; seguramente una de las señaladas Rr. (rarísima en el catálogo)», dice Gil Bera. Y « aquel rasgo de generosidad y de alegría del científico, se consideró como la prueba más evidente de desatino mental».
Sin embargo, en el círculo de los mejores botánicos especializados y naturalistas de Europa se le consideraba el más importante experto en criptógamas (líquenes en especial) de la flora del Norte de España. En 1877, le nombraron miembro de la Sociedad Francesa de Botánica, y en 1880, aparecía como socio de la sección de Botánica de la Sociedad Española de Historia Natural.
Reconocimiento póstumo Así pues, el loco de Lakoizketa (Lakoizketako erua) como llamaba la gente de Narbarte a su párroco, fue en realidad un sabio incomprendido. En 1887, cayó enfermo de hemiplejia y marchó con su hermana al palacio Jarola de Elbetea, donde murió en 1889. Finalmente, fue enterrado en el camposanto de Narbarte. Años después, en 1924, su labor fue reconocida de manera póstuma, por la Sociedad de Estudios Vascos-Eusko Ikaskuntza, que colocó una placa conmemorativa en su caserío natal. Hoy, el caserío Lakoizketa pertenece a Jesús María Argain, un biznieto del hermano del botánico. Frente a la fachada del caserío hay una palmera de las dos que flanquearon el solar natal del genial sacerdote. Cerca de la placa, junto a la ventana, hay también un escudo de piedra, y en el centro del escudo una lamia (sirena) con peine y espejo de oro. Todos los blasones de Bertizarana tienen una lamia como ésta. Quizás ella explique, en parte al menos, la espléndida locura que alentó al sabio de Narbarte.
http://www.diariodenavarra.es/200603...0&sec=20060305
Caserío Iruaritz (Siglo XV - Lezama - Valle de Ayala - Alava)
Poseo dos caseríos y Los dos presentan la estructura (Vizcaya) que nos cuentas, Don Cosme.
Muchas gracias por hablar de los baserris, que son muy comodos, aunque su fallo son las vigas, que cuantas veces me habré dado con ellas.
Última edición por Artaza; 04/04/2009 a las 00:17
Precioso tema, de los caseríos de mis dos ramas familiares ya no nos quedan más que los recuerdos y algunas fotos muy antiguas. A mi madre, particularmente, la he escuchado hablar del caserío de Zaldibia (Guipúzcoa) no sé cuantas veces, y lo hace como recuerdos de su niñez y juventud. Lamentablemente yo no llegué a conocerlo, ni disfrutar correteando por el huerto de los manzanos que sé que tenía.
De mi padre también tengo noticia de los de la familia por su parte, estaban situados en Zalduendo y en Salvatierra (Álava). El único que he visto en fotografías recientes es el que era cuna y origen de la línea agnaticia. Está en Gaztelu-Elexabeitia (Vizcaya) y hoy está restaurado y en su interior hay 6 viviendas "modernas". De todos modos, este caserío ya no lo habitaba ni mi bisabuelo en línea directa paterna.
Gracias DON COSME por tu excelente saber hacer.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Caserío de Landetxo Goikoa (Año 1510 - Munguia - Vizcaya)
Aporto foto de antes y después de la restauración. Este es uno de los caseríos más antiguos y emblemáticos de Vizcaya.
Por nuestra parte, tanto mi tio como primos segundos y terceros son los propietarios de los caseríos familiares. Caseríos por los que he revoloteado a lo largo de mi infancia y donde he pasado largas temporadas.
Mis bisabuelos/as paternos eran de Bilbao (2), Erandio y Bermeo. Sólo los de Erandio eran gente de caserío. Erandio era muy distinto en aquellos tiempos. Bilbao también.
Mis bisabuelos/as maternos eran todos de caserío y es de esta rama de la familia de la que proceden los caseríos de mi infancia. Están localizados en Bedarona (Ea), Ispaster, Iurreta y Mendata.
Estuve a punto de comprarme uno por Ispaster antes de que tomáramos la decisión de abandonar Euskal Herria.
Caserío Bizkarra (Ajanguiz - Vizcaya)
Última edición por DON COSME; 06/04/2009 a las 17:24
Caserío Agirre (S. XVI-XVII - Vergara - Guipúzcoa)
El caserío Agirre es una edificación compacta cuyas características principales se relacionan en gran medida con la tipología de caserío barroco con soportal de múltiples arcos de finales del siglo XVII. Este tipo de caserío, casi exclusivo del Alto Deba, representa uno de los modelos de mayor calidad arquitectónica de la vivienda rural vasca. No obstante el caserío Agirre, bajo su aparente diseño actual, esconde la evolución de un antiguo caserío gótico con lagar del siglo XVI del que conserva elementos significativos.
Frente a la fachada principal del caserío se encuentra el hórreo. Es una construcción rural de madera de roble con las fachadas de tablazón vertical. Es de planta rectangular, elevada sobre el suelo mediante cuatro postes troncopiramidales de piedra. Interiormente se divide en un vestíbulo cubierto, del que se accede a la cámara central como recinto mayor estanco a roedores, mientras en los laterales de menor tamaño e iguales entre sí se sitúan sendas estancias para conservar y secar.
http://www9.euskadi.net/zentroa/noti...%3D20%26um%3D1
Caserío Arizmendi (Urnieta - Guipúzcoa)
"El vivir que es perdurable
no se gana con estados
mundanales,
ni con vida deleitable
en que moran los pecados
infernales;
mas los buenos religiosos
gánanlo con oraciones
y con lloros;
los caballeros famosos,
con trabajos y aflicciones
contra moros".
http://fidesibera.blogspot.com/
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