Caserío Garatikua (Año 1574 - Garay - Vizcaya)
Caserío Garatikua (Año 1574 - Garay - Vizcaya)
Caserío Mendi Goikoa (S. XVIII - Atxondo - Vizcaya)
Caserío Ostatu Zahar (S. XVIII - Artikutza - Guipúzcoa)
Caserío Makatzeta (S. XVII - Arrazola - Valle de Atxondo - Vizcaya)
Detrás el mítico Amboto.
Añado al tema de las masías, con permiso de Litus, que el nombre de las masías empieza por "Casa...", "Ca' ", o "Cal".
Aunque hoy en día las familias se hayan desruralizado, es gracioso que a las últimas generaciones se les pregunte igualmente lo de "¿De qué casa eres?", para así identificar al sujeto y recordar toda su genealogía.![]()
Última edición por Caballero español; 04/09/2008 a las 00:58
«De ellos la tumba la virtud pregona; ¡héroes... dormid en paz...! para el que siente, vuestra tumba es mejor que su corona...!»
Bernardo López García
«Chamese Hispánia à peninsula, hispano ao seu habitante ondequer que demore, hispánico ao que lhe diez respeito.»
Ricardo Jorge
«Pregunta-ho al Ponent i a l'ona brava: tot ho perderes. -no tens ningú. Espanya, Espanya. - retorna en tu, arrenca el plor de mare!»
Joan Maragall
«Zuregatican emango nuke, pocic, bai, nere bicia; beti zuretzat, il arteraño, gorputz ta anima gucia.»
José María Iparraguirre
Caserío de Ibarluze (S. XVII - Elorrio - Vizcaya)
Caserío Deurika (S. XVIII - Derio - Vizcaya)
Caserío Pagaikoa (S. XIV - Mújica - Vizcaya)
Caserío Ereñozu o Txibilita (S. XV - Hernani - Guipúzcoa)
Edificio exento de planta rectangular y dos alturas, con cubierta a dos aguas. Antigua casa solariega con muros de mampostería, rebocada en dos de sus fachadas y vista en las otras dos. Recercos de ventanas, conservándose cinco de arco conopial, cuatro de ellas agrupadas en dos con parteluz, en primera planta. Dovelas en puerta de acceso, con arco de medio punto, y esquinas en piedra sillar.
Esta antigua casa-torre fue convertida en caserío en el siglo XV, con diversas transformaciones posteriores. Se encuentra a la entrada del barrio de Ereñozu, al que da nombre, a la izquierda de la carretera.
Nombre oficial:
Caserío Ereñozu
Dirección:
Bº rural de Ereñozu, nº 8. Hernani.
C.P.: 20120
*Cómo llegar:
- Desde Hernani:
Salimos en dirección a Astigarraga hasta la rotonda de la gasolinera de Karabel y allí giramos a la derecha y tomamos la carretera en dirección a Goizueta (Gi-3410) hasta llegar al barrio de Ereñozu.
http://historiadeguipuzcoa.blogspot..../Caser%C3%ADos
Aunque plagado de faltas de ortografía, adjunto un texto que me ha parecido interesante:
EVOLUCION DE LOS CASERÍOS
EN LA COMARCA DE BEASAIN.
La historia comienza donde acaba la mitología.
Según algunos historiadores los caseríos más antiguos datan del siglo XIV, que pasaban de ser viviendas de tipo choza con paredes de madera tableada y tejado de paja y brezo, a construcciones mixtas de madera piedra, mampostería y adobe, o sea cal y canto, con una arquitectura muy clásica, normalmente con tejado a dos aguas, ventanas pequeñas y los clásicos troncos de roble, colocados en H o Y, que servían para estabilizar y fijar las gruesas paredes así como marcos de puertas y ventanas.
Allá por el siglo XVI, la arquitectura evoluciono y aunque lo clásico seguía siendo el tejado a dos aguas, desaparecían los entramados de madera, dando paso a las piedras labradas y cantoneras con algunos arcos romanos de sillería en las puertas de entrada siendo ya obra de canteros, seguían las ventanas relativamente pequeñas, pero enmarcadas en piedra labrada o soporte superior de vigas de madera.
La distribución interior era clásica en casi todos los caseríos, o sea puerta de entrada amplia, pasillo largo, a un lado del pasillo los pesebres y la cuadra, bacas, bueyes, burro, y el lagar o tolare o dolare.
Al otro lado del pasillo la cocina con el fuego bajo, cocina muy amplia, ya que las familias eran numerosas, compuestas por, abuelos, hijos, nietos, seguido ala cocina alguna habitación para los jóvenes o el morroi si lo tenían, unas escaleras de madera con baranda para subir a las habitaciones, siempre encima de la cuadra, para aprovechar el calor de las vacas, por cierto muy confortable pero poco saludable, y en la parte superior se encontraba el desban, que hacia de almacén de hierba seca y de los aperos de labranza, y que normalmente se construía como mandio con una puerta y una rampa del exterior en la parte trasera de la casa, el almacenaje de hierba seca, en los mandios, provocaba inoportunos incendios, por lo que muchos de estos caseríos, se quemaban e incluso desaparecían por completo.
Por lo que se deduce de la historia, alla por el siglo XV-XVI, los reyes de la epoca, compensaban a sus gerreros por las vitorias conseguidas en las contiendas, en defensa de los intereses de la epoca, y a sus buenos guerreros en concepto de los buenos servicios prestados, les donaban territorios conquistados o zonas mas o menos amplias, ya que en aquel entonces la compensacion territorial era para los reyes mucho menos grabosa que la economica.
En la comarca de BEASAIN y sus alrededores, algunos de estos agraciados fueron, el Duque del------, Vizconde del ------, Don Pelayo, - Idiaquez, - y alguno más. Estos señores una vez delimitados sus territorios, allá por los años 1550, para rentabilizar sus terrenos, parcelaban las zonas, en las que construían caseríos o casas de labranza, normalmente de dos viviendas, poniéndolas a renta a los habitantes de la zona que lo solicitaban, que solían ser parejas que se independizaban al casarse, o se mudaban a mejor sitio. Estos terratenientes que vivian de las rentas, tenian sus sedes en las grandes ciudades como San Sebastian o Madrid, y el control de las haciendas y caserios los dejaban a cargo de sus personas de confianza en la zona, las cuales se encargaban de custodiar y cobrar las rentas. Que hasta mediados del siglo XX heran rentas en especie, por documentos todavía conservados por José Miguel Odriozola del caserío Letamendi, de unas facturas manuscritas en papel de bloc, y una caligrafía torcilinea, se sabe que la renta en la primera mitad del siglo XX era de 48 fanegas de trigo aprox, que el año que venían mal dadas, lo tenían que compensar con maíz, últimamente tasaban el precio del kilo de trigo en 1,4 pesetas.
Después de la guerra Española y hacia mediados del siglo XX las necesidades económicas de estos terratenientes que ya estaban instalados en Madrid, las circunstancias les obligaron ir vendiendo los terrenos y caseríos, con prioridad a sus inquilinos o moradores, dando la orden de venta a sus administradores. Hoy en dia la mayor parte de estos caseríos han pasado a ser propiedad de sus moradores. Se sabe que algunos de estos administradores contestaban a sus dueños de Madrid que los inquilinos no podían comprar los caseríos ni los terrenos porque no tenían dinero, pero él, por colaborar, proponía encontrar dinero para que el dueño se los vendiera. Enterados los casheros del negocio que este administrador se prometía, fueron a Madrid en comisión, exponiendo al dueño la verdad, que no era otra que el administrador ni siquiera les había propuesto la compra, este administrador fue inmediatamente despedido y los casheros pasaron a ser sus propietarios.
A principios del siglo XVII se introdujo el maíz, y comprobada su adaptación al terreno y su buena rentabilidad en la producción, modifico las formas de cultivo, que sin dejar de sembrar trigo para el pago de las rentas, y diezmos de la Iglesia, tuvieron que rescatar algunos terrenos para destinarlos al cultivo de maíz, para el rescate de estos terrenos, se recurría al talado de los bosques cercanos. Hoy en dia a desaparecido por completo el cultivo de trigo en nuestra región, pero prevalece el maíz, si bien hay un claro descenso, en muchos sitios se aprovecha la siembra del maíz para sujetar la planta de la alubia negra muy rentable y apreciada en el País Vasco. El talado de los bosques tuvo épocas muy severas e indiscriminadas, ya que la madera a sido el principal material empleado en todo tipo de construcciones, sobre todo entre los siglos XV al XVII, para la construcción de galeras, barcos carabelas y construcción de caseríos y casas, transformación de bosques en tierras de pasto y labranza. La ultima tala masiva mas cercana a nosotros, después de la guerra Española, por los años 1940-1950, que se reactivo la industria, se talaban hayedos completos para la fabricación de carbón de madera, que en nuestra zona el gran consumidor, fueron los hornos de Orbegozo en Zumarraga, para el transporte del carbón esta empresa poseía una flota de 42 camiones propios. Aprovechando este auje del carbón, los hijos de los basherritarras que en verano ayudaban en las labores del caserío, en invierno se convertían en ikazkines, lo mismo que hicieron sus padres y abuelos con la cal en los carobis. Los huecos dejados por las talas de arbolado autoctono, ROBLE, HAYA y CASTAÑO se replantaron de coníferas, que por los años 1960-1980 tuvieron mucha estimación en las papeleras para hacer pasta para papel, contaminando con su proceso la admosfera y los ríos, de olores y espuma insoportables, superado técnicamente el proceso de fabricación de pasta con pinos, las papeleras que no se han modernizado, han desaparecido, y la admosfera y los ríos se han regenerado en un grado aceptable. Ahora los pinos se dejan crecer y su madera bien curada se emplea para muebles, estabilizándose la masiva plantación de pinos.
Hoy en dia es difícil imajinarse en nuestros caseríos, semejantes terrenos sembrados de trigo, para pagar una renta, mas lo necesario para el consumo personal y animal, y además labrados con laias, recordando que el pan se hacia en casa y se cocía en hornos hechos de piedra, normalmente el pan se amasaba y cocía una vez por semana y el trigo se molía en los molinos que estaban ubicados en las cuencas de los ríos, ya que para mover las enormes piedras, empleaban la fuerza del agua canalizada de alguna presa construida para este menester.
La pena es que después de todos los sinsabores y luchas de los casheros por conservar los terrenos y caseríos con sus costumbres hasta el presente, el futuro no lo ven nada claro ni halagüeño, ya que en la mayor parte de los caseríos, sus habitantes son de edades avanzadas, con dificultades físicas para mantener con rentabilidad adecuada el caserío y la familia.
Hoy en dia como la leche no es rentable, mas que en grandes establos y modernizados técnicamente, la solución la han buscado en tener unas 8-10 vacas, o terneros para carne, que durante unos 8-9 meses se mantienen de la hierba en campo libre. Pero la rentabilidad de este sistema solo sirve para que el baserritarra se mantenga y subsista, actualmente el precio que se paga al casero por la carne joven es, para la biraya en canal, unas 600pesetas kilo y si es macho 570 pts. Kilo precios que se vienen manteniendo sin subida apreciable desde hace unos 12-15 años, complicado actualmente con el famoso problema de las vacas locas.
En la actualidad la juventud, dado que tiene otros estudios, ideas y pretensiones, buscan su futuro fuera del caserío, esperemos que esta juventud tenga ideas adecuadas para que en el siglo XXI sigan nuestros caseríos con su historia, que es la nuestra y también la de ellos.
http://aramburu.galeon.com/EVOLUCION.doc
Añadiría, que los caseríos paulatinamente han ido perdiendo su condición de granjas (si bien quedan muchos aún así), para convertirse o bien en segundas residencias de quienes viven y trabajan en las ciudades y villas cercanas, o bien en primeras residencias de quienes trabajan en las mismas.
TIPOLOGIA DEL CASERÍO VASCOPara este articulo hemos tomado como referencia el libro "Euskal Herriko baserriaren arkitektura". ESTILOS GÓTICO-RENACENTISTAS
1. El tipo vizcaíno
El arquetipo del caserío vizcaíno que surgió hacia el año 1500 está representado por el caserío Landetxo Goikoa de Mungia: un edificio de tres crujías longitudinales, con estructura de postes enterizos exentos de la fábrica de cantería que soportan una armadura de correas. Es un rasgo identificador de este tipo de casa el hecho de que las correas de la cubierta aparecen unidas entre sí por una densa alineación de tirantes, encepados bajo las contracorreas. Este es un tipo de caserío en el que el granero, situado en la primera planta, en el centro de la fachada, adquiere un enorme protagonismo y que habitualmente dispone de soportal centrado en el frontis. El cuerpo central de la fachada es de madera y aparece retranqueado respecto a los laterales, que son de piedra. En los ejemplares más elaborados dispone de un muro cortafuegos transversal en el que se abren hasta cuatro arcos que acogen los pesebres del ganado. Este medianil, que separa a hombres de animales, constituirá una de las constantes más duraderas de las mejores casas vizcaínas a lo largo de la historia, garantizando además de la seguridad contra incendios una organización más higiénica y racional del espacio. Las plantas son casi siempre simétricas y la zona de vivienda permanente tiende a quedar reducida al tramo delantero del piso bajo, aun cuando ocasionalmente puedan utilizarse como dormitorios de verano los cuartos superiores que se asoman a los laterales de la fachada principal, que cuando la familia dispone de medios reciben un tratamiento visual de prestigio. El área de difusión geográfica de este modelo de caserío abarca todo el territorio de Bizkaia, así como la cuenca alta del río Deba en Guipuzkoa, y los valles atlánticos alaveses de Aramaiona y Ayala. En el frente occidental es probable que este modelo no llegara nunca a penetrar más allá del río Agüera, e incluso los poquísimos ejemplares conocidos en Arcentales o Trucíos pueden considerarse marginales frente a otras formas de vivienda agrícola local más compactas, de carácter casi cúbico, que se difundieron en la zona en el siglo XVI.
2. El tipo guipuzcoano
Hasta hace poco más de una década nadie había reparado en la existencia de los antiguos trujal es de manzana que emplearon los labradores vascos del pasado, pero en pocos años hemos tenido que rendirnos a la certeza de que, al menos en Guipuzkoa, el único modelo de caserío conocido a lo largo del siglo XVI fue la casa lagar, cuya estructura se articula en torno a la gran prensa de sidra con palanca y husillo de madera que ocupa todo el cuerpo central del edificio, habitualmente ordenado en cuatro crujías longitudinales. La primacía de la máquina en el proyecto de la casa de labranza constituye un hecho excepcional en la arquitectura rural europea, donde esta tecnología de prensado estuvo ampliamente difundida para exprimir uva o aceituna, pero siempre como un artilugio separado de la vivienda. En el origen de los caseríos guipuzcoanos, por el contrario, casa y máquina constituyeron una unidad indivisible, y la presencia de las bernias y el tornillo verticales, así como la de la gran viga longitudinal, condicionaron drásticamente los aprovechamientos del edificio, impidiendo el fraccionamiento del espacio en la planta alta y dificultando la creación del granero o el soportal, a menos que se antepusiera una crujía delantera a la máquina. Obviamente en estos caseríos resultan inviables los muros medianiles transversales y sin embargo son más frecuentes las plantas de vivienda en L, o los muros cortafuego laterales que segregan una sola crujía del resto del edificio. Además de en Guipuzkoa, donde esta tipología fue utilizada de manera unánime por todos los constructores de casas de labranza del siglo XVI, restos de estructuras de caseríos con lagar también pueden encontrarse esporádicamente en Lapurdi y el noroeste de Navarra, así como en el valle de Aramaiona alavés, y son frecuentes en el valle del Ibaizabal vizcaíno, donde se extienden hasta su cuenca media, en el entorno de Amorebieta. En Arratia y los valles colindantes de Zeberio y Orozko también se conocen algunas modalidades y variantes de la casa máquina dedicada al prensado de manzana, a pesar de que la ganadería debió de ser la ocupación prioritaria de los campesinos de la zona.
3. El tipo labortano
El modelo de caserío primitivo más frecuente en Lapurdi y la Baja Navarra tiene muchos más parentescos con el tipo tradicional vizcaíno que con el vecino guipuzcoano. La estructura más habitual es de tres largas crujías longitudinales, con la central más ancha que las laterales; pero la principal diferencia frente al modelo vizcaíno deriva de la fórmula de rigidización de los pórticos que forman el esqueleto de la casa. En vez de utilizarse tirantes encepados entre la correa y la contracorrea, son los propios postes los que aparecen enlazados dos a dos por una carrera superior que frecuentemente los atraviesa y se afianza mediante espiga pasante y chaveta. Para completar este sistema se añaden numerosos puentes y tornapuntas para reforzar la rigidez de la estructura en sentido longitudinal, con lo que la circulación entre crujías queda muy comprometida en la planta alta. En realidad, todos los movimientos se desarrollan en el sentido del eje de la cumbrera de la casa y las crujías tienden aun reparto de usos relativamente autónomo entre sí. La ausencia de un muro transversal cortafuegos facilita esta organización de la vivienda que da lugar a plantas de apariencia simétrica, en cuanto a su estructura de muros y postes, pero de distribución de funciones asimétrica. Este modelo de caserío estuvo bien implantado en todo Lapurdi y en la mayor parte de la Baja Navarra, aunque resulta menos habitual en el país de Amikuze, en los paisajes suavemente acolinados de la cuenca inferior del Biduze. La fórmula estructural se extendió también a la vertiente meridional del Pirineo, a los valles de las Cinco Villas y el Baztán, e incluso a los municipios guipuzcoanos más próximos ala cuenca baja del Bidasoa, y así mismo, su continuidad puede rastrearse en el origen de la vivienda popular landesa.
Para este articulo hemos tomado como referencia el libro “ Euskal Herriko baserriaren arkitektura”.
http://www.probicosl.com/index.php?o...d=40&Itemid=48
LAS TECNICAS TRADICIONALES VASCASEste articulo es un resumen sobre las técnicas empleadas por los antiguos constructores de caseríos. Técnicas olvidadas en nuestro tiempo que bien merece la pena nombrar como una alternativa sana y ahorradora de recursos en esta construcción moderna, agresiva y poco respetuosa con la naturaleza. Para realizar este articulo hemos tomado como referencia el libro “ Euskal Herriko baserriaren arkitectura”.
1. Carpintería estructural
1.1. Corte y talla de piezas
Durante el período Gótico-Renacentista (1500-1650) los elementos más importantes de la estructura
son enterizos, tanto los postes como los cabrios de las cubiertas. La carpintería de armar se corresponde con una carpintería ensamblada. En general mediante ensamblajes de caja-espiga. No se utiliza ningún elemento metálico de unión siendo siempre pasadores o tarugos (ziriak) de madera los que definen la unión. Cuanto más enrasados estén estos elementos más antigua es la armazón. Los ensamblajes son oblicuos, a cara, con forma de "ala de golondrina". De nuevo resulta indicativo que cuanto más complejo resulte el dibujo del ala de la golondrina más antiguo resulta el trabajo.La madera es canteada con hacha o sierra y blanqueada a azuela.
Clavos de madera
En el período Barroco (1650-1790), los elementos más importantes dejan de ser enterizos. Debido a ello en los elementos portantes verticales aparecen los pies derechos que se desarrollan de planta a planta, precisando en las entregas con las vigas las necesarias zapatas de acuerdo. Al igual, en las cubiertas desaparecen los cabrios continuos, utilizándose en este período cabrios de crujía. Como curiosidad destacar la búsqueda de piezas de madera naturalmente conformada para resolver piezas especiales como los "astazaldi", "sardango", "sardeak", etc... incluso cuando no es posible encontrar piezas especiales se procede al tallado de las mismas, como ocurre con las tornapuntas en lira.
La carpintería sigue siendo una carpintería ensamblada. Sin embargo como diferencia respecto del período anterior las escuadrías se normalizan. Los ensambles dejan de ser a caras y pasan a ser de caja-espiga. Se pierde el uso del hacha que resulta sustituida por la sierra de carpintería (la de armazón de madera y fleje dentado, arpana) o por la sierra tronzadera o sierra para dos manos (tronza). Se sigue terminando la madera a azuela.
Uniones tipo cola de golondrina
En el período Neoclásico (1790-1890) las armazones comienzan a ser clavadas de modo sistemático. En el País Vasco se difunden los aserraderos de madera dotados de sierras hidráulicas de hoja vertical, que aprovechan las instalaciones de antiguas ferrerías caídas en desuso. A mediados del siglo XIX se incorpora la sierra mecánica. La madera por tanto es ahora de escuadría estandarizada y modulada. En general ello conlleva la ejecución escuadrías menores y el ajuste de la sección resistente a las cargas que debe soportar. En este período la carpintería retrocede en su relevancia respecto de las obras de fábrica que pasan a ser lo más característico del mismo.
1.2. Marcas de ensamblajes
Marcas de carpintero
Las marcas de ensamblaje pueden ser dobles, por una parte existen las marcas de guía de construcción y por otra parte existen las marcas de autor. Éstas últimas no se encuentran habitualmente en el caserío vasco, de modo que en general no se firman las obras. Las marcas de guía de construcción se pueden clasificar para su estudio en marcas según su función y marcas según su tipología formal.
- Marcas según su función: se subdividen en tres grupos.
Marcas de continuidad. En general un trazo recto que discurre sobre varias piezas y permite garantizar la correcta unión de las mismas.
Marcas de correspondencia. Signo idéntico que se repite en dos piezas contiguas.
Marcas de secuencia. Identifican a una pieza en su posición y en su orden de montaje.
- Marcas según su tipología formal:
Dependen del instrumento con el que se realizan.
Durante los siglos XVI y XVII las marcas más habituales son:
A boca de azuela, que resulta ser la más antigua. Son rayas o cruces.
Avellanado, realizada con el esgarabote.
Muescas de canto de viga.
De aguja de marcar, son rayas continuas.
Durante el período barroco y neoclásico las marcas pasan a ser labradas con gubia y formón, con formas complejas y con referencias a símbolos y signos cultos como medias lunas, letras, etc...
2. Cantería
2.1. Cimentaciones
No existen propiamente sistemas de cimentación. Los caseríos se suelen ubicar en afloraciones rocosas de modo que la fábrica entrega directamente al terreno y la estructura portante de madera lo hace mediante el uso de poyos que también descansan sobre roca o incluso son tallados en la misma.
Durante el período Gótico-Renacentista (1500-1650) la tradición consiste en elegir afloraciones rocosas, tallar las mismas convirtiendo los arranques y zócalos de los muros en parte de la roca existente, el aparejo de piedra se acomoda a las distintas formas y niveles de este bancal rocoso para lograr una hilada de acuerdo, donde en general el muro se ensancha para dejar una deja exterior que define la altura del zócalo.
Será en el período Barroco (1650-1790) cuando las técnicas de construcción y el mayor dominio de las fábricas permitan la ejecución de cimentaciones que se acomodan al terreno y no terrenos que se acomodan a la edificación. Durante este período se desarrollan las cimentaciones superficiales producidas por ensanchamiento simple de la base del muro. Las cimentaciones se realizan en zanja corrida sobre firmes de arcilla compacta. En este período aparecen también los elementos de corrección de patologías como son los contrafuertes de contención.
Durante el período Neoclásico (1790-1890) aparecen incluso las cimentaciones por pozos aunque no son muy habituales. Los cimientos siguen resultando muy superficiales y desarrollados por ensanchamiento escalonado o progresivo de la sección resistente del mismo.
2.2. Muros
Los muros juegan un papel secundario en la construcción tradicional del Caserío Vasco. Actúan como una envolvente independiente de protección en el inicio del caserío para posteriormente formar parte de las divisiones funcionales del edificio.
En el período Gótico-Renacentista (1500-1650) el muro se construye con aparejo gótico de sillarejo careado pseudoisódomo en su mejor versión hasta el mampuesto de bolos. El muro es prácticamente independiente de la carpintería de madera, que es la estructura real del caserío. En muchos casos el muro no alcanza al alero y debe ser protegido en su cima por el uso de lajas de piedra que a modo de albardilla recta tapan la cabeza del muro para evitar la descomposición del relleno del emplecton cementicio interior. Interiormente el muro limita su uso al de protección contra fuegos, como barrera entre la vivienda y el espacio de cuadra.
Durante el período Barroco (1650-1790) el muro alcanza un mayor protagonismo al imbricar la estructura de madera con los muros mediante los entramados y plementerías. La forma de trabajo del muro sigue siendo la de rellenar huecos y arriostrar la estructura de madera que por lo demás va perdiendo su independencia y el ocasiones se encuentran soliverías que descansan directamente en los muros.
En el período Neoclásico (1790-1890) se especializa al muro en función de su necesidad portante de modo que el muro reduce su sección en función de la altura de carga que debe soportar. El muro, sobre todo en Iparralde, se convierte en elemento de soporte vertical y así las estructuras horizontales se mantienen en madera en tanto que los postes y pies derechos ceden su lugar a los muros.
2.3. Pilares y columnas
En la arquitectura del caserío de Euskal Herria los pilares son elementos de madera de escuadrías importantes durante el período Gótico-Renacentista. Son elementos ente rizos que discurren de cimentación a cubierta. Con el paso de la historia los elementos verticales se racionalizan y así durante el Barroco se utilizan los pies derechos con zapatas de acomodo de vigas con lo que se limita su altura ala de la planta ala que sirven. En el período Neoclásico se mantendrá esta forma de construir. Las columnas comienzan a ser habituales en los caseríos con soportal durante el Barroco y Neoclásico. No son relevantes desde el punto de vista constructivo y sí lo son en SU aspecto compositivo. En general son severas columnas dóricas o toscanas según el canon de Serlio. Se desarrollan en fustes de pieza única, basa y capitel. Las columnas procuran mantener las proporciones serlianas resultando por ello esbeltas. Los materiales en los que se resuelven son los más diversos existiendo ejemplos de casi todas las piedras del país. La zona más rica en ejemplos de "aterpes o etartes" columnados es la zona del Duranguesado y Ría de Mundaka, con caseríos extremos, como el del caserío Esterripa, de Abadiño, que dispone de seis columnas en el soportal.
2.4. Arcos y bóvedas
Los tipos de arcos de la historia del caserío son muy reducidos en número.
Durante el período Gótico-Renacentista se utiliza básicamente el arco ojival casi equilátero, que a partir de 1530, es reemplazado por el arco de medio punto. Estos tipos de arco de flecha considerable, limitan la luz a la que sirven por su incidencia sobre el plano de piso superior, por ello se tienden a corresponder o con huecos pequeños o con puertas de servicio a las cuadras.
En el período Barroco son muy utilizados los arcos rebajados de medio punto o arcos de segmento y los arcos escarzanos. Las ventajas del uso de este tipo de arcos son evidentes al no afectar a los pisos superiores el cenit de su traza.
En el período Neoclásico se mantiene la tradición barroca apareciendo de 1790 en adelante los dinteles adovelados o falsos arcos. Las bóvedas como elemento de construcción son tan extraordinarias que únicamente el caserío Larrañaga (Azpeitia) las presenta. Este singular y único ejemplar de caserío construido como sucesión de bóvedas es la excepción que conforma la tendencia natural al uso de arquitecturas de madera para solucionar la construcción del caserío.
2.5. Huecos
Los huecos de los caseríos tienen una tradición similar en el tiempo ala de otros tipos de arquitectura.
Durante el período Gótico-Renacentista los huecos son muy pequeños, casi aspilleras, cerrados con carpinterías de madera, muy habitualmente sin vidrio, y cumplen funciones de ventilación con predominancia a las funciones de iluminación. El rasgado del muro lleva desde muy temprano al uso de esquineros y piezas de mayor resistencia que enjamban el hueco, sin embargo la molduración de los mismos es muy reducida O prácticamente inexistente.
Durante el período Barroco el hueco adquiere un mayor tamaño, comienza a usarse el vidrio y la propia carpintería de ventana se decora y enriquece. Los huecos se producen en el muro con igual sencillez constructiva que en el período anterior aunque comienzan a aparecer los guardapolvos y vierteaguas, al tiempo que se produce una mayor decoración de los telares y jambas.
En el período Neoclásico conviven la tendencia a una mayor profusión decorativa en los huecos con la tendencia contraria propicia a la austeridad y desnudez formal. A partir del siglo XIX se difunde el uso de vidrio en las carpinterías de ventanas.
2.6. Divisiones interiores
En las primeras épocas, siglo XVI y primer tercio del siglo XVII, la tabiquería e incluso la envolvente exterior se ejecutan mediante maderas machihembradas. Para la ejecución de estas tabiquerías se parte de un bastidor modulado que se rellena con piezas de sección triangular obtenidas por el desgaje radial del tronco de un árbol. Estas piezas se van encajando unas con otras en sentido vertical hasta llegar a la final que debe ser un doble macho para permitir rematar el conjunto.
A mediados del siglo XVII desaparece la tabla de raja machihembrada y se difunde el uso de largas tablas de madera cortada a sierra que se clavan a puentes y largueros normalmente unidas a tope o media madera. Resulta también muy habitual la utilización del zarzo, formado por una estera vegetal realizada mediante montantes verticales de escuadría reducida unidos mediante varas de sección circular sobre las que se teje un entramado de hilos vegetales de varas que actúan como soporte de la argamasa o mortero de cal. La utilización de las divisiones de ladrillo resulta tardía, desde luego no anterior a mediados del siglo XVII.
El ladrillo como material de construcción se utiliza con mayor profusión en los exteriores como elemento de relleno de la plementería del entramado portante de madera.
3. Procesos constructivos
3.1. Descripción de los tipos estructurales básicos Período Gótico-Renacentista (1500-1650)
Tipo vizcaíno o caserío sin lagar, también se incluye en esta categoría el caserío labortano.
En primer lugar destaquemos que debe entenderse el caserío como una estructura de madera rodeada de muros. En este sentido las armazones son previas a la envolvente de modo que toda la estructura portante está ejecutada en sus elementos verticales antes de cerrar el espacio. Está formado por tres o más crujías ("habelarteak"), resultando la más significativa la central que está formada por una estructura en forma de "H", formada por dos postes enterizos unidos por unacarrera ("trontala"). Esta forma estructural se ensambla en el suelo tras haber decidido la traza del caserío. No cabe otra forma de construcción dado que la estructura en forma de puente precisa ser presentada en el suelo para poder realizar los dos ensambles de la carrera que en muchas ocasiones traspasan al poste de lado a lado. Una vez levantado el primero de los pórticos y tras apuntalar el mismo se levanta un segundo pórtico que se une al primero mediante unas vigas de arriostramiento denominadas jácenas ("habeak"). Para rigidizar la estructura pueden aparecer codales o tornapuntas ( "besoak", "ostikoak", "txarrantxak") en el encuentro de carreras y postes de modo que la "H" queda "atxarrantxada".
Tras la ejecución de esta estructura primaria se levantan las correas principales (“goiarak”) que atan en sentido longitudinal las cabezas de las "H" quedando unidas a la cabeza del poste mediante un ensamble de quijera. Esta correa, actuando casi como picadero recibe en cada entrepaño de pórtico tres tirantes, además del ya situado sobre la "H". Esta disposición de elementos horizontales sucesivos sometidos a tracción garantiza la estabilidad del conjunto ante la natural tendencia de abrir las cabezas de los postes. Sobre estos tirantes se ubican dos contracorreas, una sobre cada correa, de modo que el tirante queda trabado. Sobre el centro de los tirantes se levantará un pequeño pilar, mozo o enano (“morroi”) que soportará la viga cumbrera (“gailur”). La altura del enano y la ubicación de las contracorreas definen la pendiente y disposición de la cubierta.
En la variante labortana no es precisa la contracorrea al introducir un segundo tirante debajo del principal. Curiosamente esta variedad se arriostra y rigidiza más en el sentido longitudinal del caserío que en el sentido transversal propio de las crujías de carga. En la ejecución de las crujías laterales o "habelartes" laterales se sitúan en primer lugar los postes de fachada que quedan unidos a la crujía central mediante una carrera que debe ensamblarse tras hacerla girar en el plano vertical sobre el encuentro central de la "H". Sobre las cabezas de estos postes se sitúa una correa que recibe el nombre de zapata o durmiente. En los caseríos más antiguos las paredes embeben a los pilares, sinembargo muy pronto estos pilares desaparecen y se apoya directamente la zapata sobre la cabeza del muro. Una vez dispuesta la estructura vertical se procede a realizar la estructura secundaria de la cubierta. La estructura primaria queda conformada por el gallur, las contracorreas y las zapatas o durmientes. La estructura secundaria está formada por cabios enterizos que siguen la pendiente de la cubierta, atados a la estructura primaria mediante cabillas de madera ("ziriak") de sección cuadrada que se introducen en taladros de sección circular. Por último, para definir el tablero de cubierta se utiliza una lata o chilla de madera irregular.
Tipo guipuzcoano o caserío-máquina lagar.
También encontramos esta disposición constructiva en el caserío vizcaíno oriental. Se describe en esquema en el conjunto de dibujos que conforman las figuras siguientes.
La primera característica destacable de este caserío es que no invita a generar un soportal único, dado que el eje de la planta no esta ocupado por la luz de una crujía, sino por las bernias que Soportan la máquina de lagar, conformando dos plantas tipo en función de si la máquina se remata contra el muro trasero o si finaliza antes del último pórtico, según los esquemas siguientes.
En ambos casos encontramos cuatro tipos de pórtico; el trasero, el de ballesta, el de marrana y el delantero. Cada uno de ellos se caracteriza en los esquemas siguientes:
La crujía marrana sería aquella en la que pendula la gran palanca que conforma la máquina-Lagar. Resulta un pórtico similar en concepto al vizcaíno si entendemos el mínimo espacio entre postes como la crujía central.
Sin embargo la diferencia radical se produce en la forma de entender las correas que en este caso no están unidas por espigas sino que pasan de lado a lado a los postes que ahora se denominan bernias; De nuevo resulta relevante comprobar que esta estructura no puede montarse en vertical.
Debe replantearse y construirse extendida sobre el suelo para luego izarla a su posición final. Los tirantes han desaparecido y son sustituidos por yugos que de nuevo se repiten de modo seriado, garantizando el trabajo solidario de las pequeñas correas enyugadas ante el esfuerzo horizontal, producido no sólo por la cubierta sino por el funcionamiento de la máquina de lagar.
En la crujía de ballesta encontramos una solución constructiva original y sorprendente.Se trata del soporte de la prensa del lagar formada por unos sovigaños de escuadrías exageradas que descansan sobre una viga mínima dispuesta de canto que no llega a encontrarse con los postes laterales. De este modo todo el esfuerzo de prensado se absorbe por la deformación a flexión de esta estilizada viga.
La crujía delantera remata la disposición estructural del conjunto estableciendo como característica más sobresaliente que el poste central se desarrolla con una sección decreciente, de modo que en él se van ensartando las carreras de los pisos, los puentes y los yugos de la cumbrera.
Actuando como un verdadero pasante vertical de unión de todos los elementos horizontales.
Período Barroco (1650-1790)
Durante el período barroco desaparecen las alineaciones de postes unidos a los muros. La estructura de madera deja de ser exenta de modo que podemos hablar de estructuras mixtas. Los muros se desarrollan ajustando su dimensión ala carga que deben soportar. Así se hacen decrecientes en función de la altura de los pisos generando las dejas de apoyo para las entregas de los elementos estructurales de madera que conforman los pisos. En la estructura portante de madera se produce la superposición de órdenes de pies derechos y zapatas. El caserío gana en altura. Al tiempo se produce una gran diversificación de los tipos: aparece el caserío cuadrado con cubierta tipo pabellón,el caserío labortano realizado con muros, antas y espolones, o el modelo de caserío lagar en la crujía trasera: lagar de presión directa de tres tornillos en pórtico exento. La singularidad estructural queda definida en la sección transversal por la aparición del tirante oblicuo en la crujía lateral, fijado mediante orejetas pasantes al poste que conforma la crujía central. Sobre este tirante se sitúa una sopanda o falsa correa. En la crujía central también aparece como novedad un tirante curvo denominado "astazaldí" que resulta característico del período. Este gusto por el formalismo orgánico lleva en Guipúzcoa a la aparición de liras o de armaduras de horquillas. Durante este período comienzan a popularizarse los caseríos bifamiliares. En este período surgen las soluciones de cubierta a cuatro aguas, y las colas de milano.
Período Neoclásico (1790-1890)
Durante este período la construcción mediante fábricas desplaza a la construcción en madera de modo que ya las plantas bajas de los caseríos son de muros de fábrica, incluso en ocasiones las plantas primeras también. Las soluciones de cantería son más relevantes que las soluciones de carpintería donde se produce un empobrecimiento acelerado de los ensamblajes, empalmes y acopladuras, al ser sustituida la técnica del ensamble por el clavado mediante elementos de hierro forjado. El empobrecimiento técnico es evidente y la arquitectura, desde un punto de vista constructivo, resulta poco innovadora con respecto a las soluciones que en general se practican.
http://www.probicosl.com/index.php?o...d=41&Itemid=48
Caserío Etxeberri (S. XVI - Altzo - Guipúzcoa)
Antes y depués de ser restaurado. Creo que la resturación en este caso, no ha sido muy afortunada.
http://ketari.nirudia.com/3327
No conocía este hilo D. Cosme. Solamente decir que es hermosísimo y como supongo ya habrás intuido, este canario anda buscándole las raices ocultas e influencias vascas que puedan esconderse en las construcciones tradicionales de mi tierra.
Un cordial abrazo.
La crisis como cuenta Godofredo de Boullion también me zarandea, por ello mis ausencias. Vendrán tiempos mejores y además los veremos. Gabom.
Lo cierto estimado albmueb es que hay pocas conexiones entre la arquitectura tradicional vasca y la canaria. La arquitectura tradicional canaria tiene sólidas conexiones con la arquitectura portuguesa y andaluza, y sospecho que también con la de otras regiones del sur e incluso con Inglaterra en chimeneas y algunas ventanas...
La presencia vasca en Canarias nunca fue la más numerosa pero tuvo su importancia, incluso llegaron a ser relativamente importantes en temas vinculados al transporte en el siglo XVIII.
Su presencia además parece adivinarse en algún que otro deporte rural: el arrastre de ganado sin ir más lejos...pese a las diferencias existentes.
Pero sobre todo ha quedado en apellidos de tantos y tantos canarios de origen vasco, a veces sin que los mismos detentadores de los mismos sean conscientes de ello.
Es el caso de de apellidos como: Zárate, Lecuona, Echeto, Salazar, Vergara, Gorostiza...todos ellos de cierta raigambre en Tenerife, o el archiconocido ARTEAGA, apellido de los predominantes en La Gomera. (Hay más Arteagas en Canarias que en el País Vasco).
Vendrán. Ánimo.
Besarkadie. (Un abrazo)
Nota: "Gabon" es "buenas noches".
Gracias D. Cosme por tus palabras de ánimo y por supuesto por tus aportaciones (incluida la corrección de gabón je,je).
Tienes toda la razón en señalar la poca influencia de la arquitectura tradicional vasca en las Islas Canarias, pero no deja de extrañarme la presencia de algunos tipos de construcciones y de soluciones constructivas por su singularidad. Como ejemplo citar la presencia de tehos pajizos en los altos de la Orotava y en algun enclave de la isla de El Hierro y y las techumbres de tablas de madera en las medianias de Garafía en la Palma. Es el echo de su aislamiento lo que más llama la atención al ser ejemplos muchas veces unitarios y si una aparente tradición en el entorno en que se encuentran.
De todas formas de tus reportajes fotográficos se adivina la depurada técnica y el "oficio" de quienes trabajaron la madera en euskal herria y en Canarias, sin olvidar por supuesto a los del resto del pais.
Cuando tenga un poco de tiempo voy a colgar unas fotos del artesonado mudéjar de la iglesia S. Mateo en Gran Canaria, en el que lo que mas llama la atención es su policromía.
Saludos.
Puede ser que Mas sea el apellido de los dueños de la casa.
Me extrañaría que fuese el otro significado el correcto, ya que sería redundante, al significar también "mas" casa, caserón, o masía.
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José María Iparraguirre
"El vivir que es perdurable
no se gana con estados
mundanales,
ni con vida deleitable
en que moran los pecados
infernales;
mas los buenos religiosos
gánanlo con oraciones
y con lloros;
los caballeros famosos,
con trabajos y aflicciones
contra moros".
http://fidesibera.blogspot.com/
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