Respuesta: Saludos a todo el foro

Iniciado por
Ahari jokua
Ya que se me ha pedido, expondré brevemente mis ideas.
Mi lengua es el euskera, es mi lengua materna y la que hablaban exclusivamente mis antepasados. Respeto profundamente el castellano, pero aqui la considero una lengua impuesta.
Soy vasco (Euskal herritar), me siento vasco (mis 8 primeros apellidos, todos los que sé, son vascos), y no puedo sentirme español. Realmente, no siento ningun vinculo con España.
Si teneis alguna duda no dudéis en preguntar, os responderé gustosamente. Espero no haber ofendido a nadie.
Saludos cordiales.
¡Je,je,je,je! Te gano "por goleada" pero yo sí me siento español, más todavía, se puede afirmar que los vascos estamos entre los genuinos habitantes de estas tierras (también hay otros) mucho antes de que nos empezasen a invadir. En cuanto a Castilla, pues es de fundación vasca, no te digo más.
Pero intuyo el problema: las "lecciones de historia" que has recibido. Si tienes paciencia y sigues aquí, empezarás a ver las cosas de otro modo.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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