Respuesta: Los deportes de los foristas de Hispanismo.
Para ir animando empezaré yo mismo. Creo que la condición física es determinante en primer término. Luego viene la oportunidad, --horas disponibles, compromisos laborales, familiares, condiciones meteorológicas habituales en el lugar de residencia, gustos y preferencias--, y, seguramente también la economía. Por otra parte, la habilidad para la práctica de un determinado deporte es crucial.
Así, mi mejor amigo, gran aficionado y practicante del golf hace años se empeñó en que me interesase por al asunto. Bien porque me gusta estar al aire libre, bien por complacerlo, bien porque es una actividad que da mucho "pisto", acabé por federarme. Pero ¡madre mía! qué desastre de golfista fui hasta que decidí dejarlo del todo.
En cambio, lo que siempre me ha gustado desde pequeño es el ciclismo. Así que orienté mis preferencias hacia él y sin ser nada especial, procuro hacerme diariamente de 8 a 10 kilómetros pedaleando, que en fin de semana se incrementan en otros 5 ó 6 más . Para ello alterno con mis dos bicicletas, y como dispongo de espacio más que suficiente, ya tengo vistas otras dos para hacerme con ellas. Y tengo un particular interés en que en la localidad en la que vivo, se facilite el uso continuado de este deporte-medio de locomoción.
Como actividad al aire libre, pero no como deporte en sí, practico la observación y estudio de la Naturaleza.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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