Un Tema de sumo interés es el que trata este libro.
No lo he visto en la Argentina.
Si Dios quiere este año volveré a pasar algunos días por la entrañable España y podre adquirirlo.
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EL LIBRO “FRANCO SOCIALISTA” ESTUDIA EL “FRANQUISMO SOCIAL”
¿Creó Franco la Seguridad Social?
SND Editores acaba de publicar el libro “Franco Socialista”, del historiador y articulista Francisco Torres García, que lleva por subtítulo “La revolución silenciada 1936-1975”.
Según se explica desde la propia casa editora, este trabajo no es una biografía de Francisco Franco, ni la historia del franquismo. “Es una visión del Régimen tan novedosa como inusual, alejada de lo políticamente correcto”.
En su trabajo, y de una forma ágil, apartándose del maniqueísmo habitual, el autor hace una presentación sintética de lo que considera uno de los elementos clave de la legitimación popular del Régimen de Franco: el franquismo social.
“Este es un libro libre en el que el historiador nos conduce a los orígenes y asentamiento del discutido hoy Estado de bienestar en España. Traza una línea temporal y un arco narrativo que nos lleva desde el punto inicial, la propuesta social que Franco presenta en la Guerra civil, la construcción de un Estado Social, hasta la concreción en realidades tangibles de las promesas anunciadas”.
A lo largo de la obra, el autor plantea cuestiones que interesarán a todo tipo de lectores: ¿Creó Franco la Seguridad Social? ¿Puso en pie una política de ayudas a las familias? ¿Hizo posible una España de propietarios de sus hogares? ¿Amplió los derechos de los trabajadores? ¿Trazó políticas a favor del empleo estable? ¿Existió el milagro español? ¿Ganó las batallas seculares contra las altas tasas de la mortalidad, el analfabetismo, la mortalidad infantil... ?¿Se planteó como objetivo elevar el nivel de vida de las clases populares? ¿Alumbró la España moderna de clases medias realizando una auténtica revolución social? ¿Abrió un periodo de convergencia con Europa que se detuvo a su muerte y no se recuperó hasta mediados de los años noventa? ¿Qué metas fijaba para el futuro inmediato? Y todo ello, ¿hasta qué grado se alcanzó? ¿Fue, en definitiva, producto de ese franquismo social o una simple adaptación a los tiempo?
Francisco Torres García, historiador y articulista, catedrático de Instituto, profesor de Enseñanza Secundaria y licenciado en Letras por la Universidad de Murcia, es uno de los más destacados especialistas en la historia de la División Azul y ha centrado su investigación en las etapas más recientes de la España contemporánea.
https://latribunadelpaisvasco.com/no...uridad-social-
Última edición por ReynoDeGranada; 23/02/2018 a las 12:51
«¿Cómo no vamos a ser católicos? Pues ¿no nos decimos titulares del alma nacional española, que ha dado precisamente al catolicismo lo más entrañable de ella: su salvación histórica y su imperio? La historia de la fe católica en Occidente, su esplendor y sus fatigas, se ha realizado con alma misma de España; es la historia de España.»
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Un Tema de sumo interés es el que trata este libro.
No lo he visto en la Argentina.
Si Dios quiere este año volveré a pasar algunos días por la entrañable España y podre adquirirlo.
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Última edición por juan vergara; 24/02/2018 a las 19:05
Que va juan vergara, por el momento no he podido hacerme con él. Pero está entre mis planes futuros, si lo consiguiera haré algún resumen en el foro.
Saludos en Xto.
«¿Cómo no vamos a ser católicos? Pues ¿no nos decimos titulares del alma nacional española, que ha dado precisamente al catolicismo lo más entrañable de ella: su salvación histórica y su imperio? La historia de la fe católica en Occidente, su esplendor y sus fatigas, se ha realizado con alma misma de España; es la historia de España.»
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Magnífico!
«¿Cómo no vamos a ser católicos? Pues ¿no nos decimos titulares del alma nacional española, que ha dado precisamente al catolicismo lo más entrañable de ella: su salvación histórica y su imperio? La historia de la fe católica en Occidente, su esplendor y sus fatigas, se ha realizado con alma misma de España; es la historia de España.»
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«¿Cómo no vamos a ser católicos? Pues ¿no nos decimos titulares del alma nacional española, que ha dado precisamente al catolicismo lo más entrañable de ella: su salvación histórica y su imperio? La historia de la fe católica en Occidente, su esplendor y sus fatigas, se ha realizado con alma misma de España; es la historia de España.»
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PARA ANIMAR LA DISCUSIÓN. OTRO TEMA SÚPER POLÉMICO: FRANCISCO TORRES PUBLICA UN POLÉMICO LIBRO, “FRANCO SOCIALISTA.” A Franco se le quedaban cortas las propuestas sociales del PSOE”
Posted on April 4, 2018 by Nuevo Accion
Fuente: Diario Ya-Redacción.- Nuestro colaborador, el profesor e historiador Francisco Torres,(foto de la izquierda) acaba de publicar un libro cuyo título no solo puede causar sorpresa sino que, por su rotundidad, invita a la polémica. Con prólogo de uno de los nietos del propio Generalísimo, Cristóbal Martínez Bordiú y Franco, en este trabajo, Franco Socialista. La revolución silenciada 1936-1975 (SND Editores), Francisco Torres aborda un tema con un indudable atractivo, dado el debate actual sobre la viabilidad del actual Estado del Bienestar y sus orígenes en España, la política social del Régimen de Franco, lo que denomina el <<franquismo social>>. Haciendo hueco en su apretada agenda, pues en breve llegará a las librerías otro libro suyo sobre los cautivos en los campos de concentración soviéticos de la División Azul, y anda presentando su trabajo, ha recibido a Diario Ya para hablar de un texto que pone en tela de juicio mitos y tópicos y que desafía a la abundante historiografía antifranquista en un tema que él considera clave a la hora de entender el importante apoyo popular que Franco tuvo.
-Supongo que no le sorprenderá la pregunta, y no será la primera vez que se la hagan, ¿por qué un título cuanto menos provocador en los tiempos que corren?
No, efectivamente no es la primera vez que me hacen la pregunta. Casi parece que el título -poderoso a efectos visuales- vaya a devorar el contenido. Al principio, leído así, de repente, produce un cortocircuito, incluso incredulidad o rechazo en función de la posición ideológica de cada uno; después, en quienes tienen cierto conocimiento sobre la evolución de la política social y laboral en España desde principios del siglo XX, se abre la idea, especialmente a tenor de lo visto en las últimas décadas, de que Franco era más socialista que muchos socialistas. De hecho, Cristóbal Martínez-Bordiú inicia el prólogo indicando que no ve contradicción entre el apellido de su abuelo y el término socialista. Y hasta algún representante español en el Banco Mundial ha llegado a decir que la culpa del alto paro reciente es del mantenimiento de los últimos rescoldos de la férrea protección franquista del trabajador.
Evidentemente, Franco no era miembro del PSOE, ni se le pasó por la cabeza. Ahora bien, como es notorio, el cliché político lo que ha establecido es que las políticas sociales, las políticas de igualdad, las políticas a favor de los de abajo para hacer posibles las mejoras de las clases populares, las políticas de protección social, la defensa de los derechos del trabajador… son políticas que la derecha limita -los célebres recortes- y la izquierda defiende, implementa y garantiza. Más allá del maniqueísmo de la imagen, si asumimos esta realidad a efectos dialécticos, compartirá conmigo que solo cabe una conclusión en este aspecto: que Franco era socialista. Es más, como él mismo decía, en lo referente a políticas sociales se le quedaban cortas algunas de las propuestas socialistas o comunistas.
– Ojeando su trabajo resalta su enmienda a lo que sostienen no pocos historiadores, incluyendo a algunos de los referentes en historia económica, y no pocos políticos. Traza implícitamente un doble origen de nuestro sistema actual en el régimen de Franco: por un lado, el político pues se alinea con los que estiman que el régimen democrático hunde su origen en el franquismo; por otro, que nuestro Estado del Bienestar nace con Francisco Franco.
Exacto. Ambas realidades son hoy discutidas, negadas o camufladas, pero son una verdad incontrovertible. El Estado del Bienestar, ese que hoy se discute, que se afirma que es inviable -es inviable porque se decide gastar el dinero en otras cosas, tenemos un modelo territorial muy caro y una administración excesiva-, no tiene su origen y estructuración en la Transición, como de forma infantil algunos tratan de argumentar, ni en los gobiernos de Felipe González (el señor González no creó la Seguridad Social, lo hizo el régimen de Franco). No. Tiene su declaración de principios en el Fuero del Trabajo (1938) y su realidad en el desarrollo legislativo impulsado por Franco. Es algo que a lo largo de casi cuatrocientas páginas vengo a demostrar creo que con solvencia.
Naturalmente ello me obliga a debatir con los argumentos exhibidos por otros autores, y si usted quiere a poner en evidencia incoherencias y debilidades de sus tesis, especialmente en lo referente al supuesto atraso económico que el Régimen de Franco supuso o que el crecimiento fue menor del que se debía haber logrado (y eso que durante 14 años crecimos por encima del 7% según los datos menos favorables o estuviéramos entre la 8ª y la 9ª potencia industrial del mundo
Mire, a mí me hace gracia como algunos reputados autores, cuando la fuerza de la realidad se impone, sobre todo en el ámbito económico, y al ir leyendo su trabajo alguien pudiera confundir la constatación de los hechos objetivos con el halago a Franco -eso que la izquierda hoy consideraría casi como exaltación del franquismo merecedor de multa y cárcel- el autor, en el que ahora comienzan a apreciarse signos de autocensura, se ve obligado a escribir unas frases que asegure su antifranquismo recordando, sin venir a cuento, que era una dictadura contraria a los derechos humanos, lo que invalidaría cualquier aspecto positivo.
En el libro desmonto con datos el mito de que el Estado del Bienestar es desarrollado y casi creado por los gobiernos de la Transición. Se alega, para mantenerlo, que creció el gasto social. Y ello es cierto, pero porque pasamos del pleno empleo a varios millones de parados. También a que creció el número de pensionistas y los gastos educativos con la extensión de la gratuidad al bachillerato. Pero esto último era consecuencia de la legislación de Franco (1970) y estaba previsto el crecimiento presupuestario. En cambio lo que es el gasto sanitario creció poco porque la estructura ya estaba creada. Recordemos que pensiones, sanidad y gasto educativo son la base del Estado del Bienestar. Lo que ciertamente no hizo Franco, por ejemplo, fue la universalización de la Seguridad Social porque su modelo era para los trabajadores. Pero en 1975 cubría a más de 28 millones de españoles sobre 35 millones (gran parte tenían otro tipo de coberturas o podían costear la sanidad privada).
-Ha prestado usted mucha atención al análisis del discurso de Franco, algo que no es habitual.
Cierto, pero esa tendencia no es inocente. Hay unos 8 tomos de discursos de Franco editados hasta 1970 (no he localizado otros volúmenes posteriores). Miles de páginas. En esos textos Franco expone cuál es su programa político, cuáles son sus objetivos. En mi análisis esto es fundamental. Franco es un gobernante, un político. Hace promesas. Lo importante, lo fundamental para el historiador honesto es resumirlo, explicarlo y luego ver cuál fue el grado de cumplimiento de sus promesas, que en el caso de la política social fue muy alto.
Pero no solo de Franco, también de algunos de sus colaboradores más destacados como Girón de Velasco o Arrese (José Luis Arrese Magra, en la foto). En el texto se hace referencia a las personas clave en esta política social dentro de la clase política del Régimen de Franco.
-En su trabajo se entra en algunos aspectos que chocan con la imagen del dictador omnipresente, que todo lo hacía él…
Aunque de modo tangencial. Presento los hechos y dejo al lector el juicio o la interpretación. En el tema social, que implica gasto, que implica el desafío al poder de la oligarquía española que el dominado primer franquismo hereda, los debates entre los grupos políticos que intervenían en el Régimen fueron muy amplios. Señalemos que existía crítica, que se publicaba (repasen los debates sobre el tema de la vivienda, sobre las leyes sindicales o las relaciones laborales en las Cortes y en la prensa); ahí está, en los sesenta la pugna constante entre los tecnócratas del desarrollo económico y los sectores azules para que el desarrollo espectacular de esos años no obviará su vertiente social, la necesaria distribución de la riqueza que hace un Estado Social (Franco siempre apostó por ese Estado Social).
Lo que quizás también llame la atención al lector sea el carácter dinámico de las leyes. Nunca son finalistas, siempre se están reformando, adecuando. Tenga usted en cuenta que la política social se desarrolla en Europa, realmente, después de la II Guerra Mundial, por lo que casi todo es novedoso; demanda mejoras constantes. El Régimen de Franco optó por la progresividad: primero trabajadores industriales, después campesinos, marineros, funcionarios…
-Usted afirma que esta política social es programática y no algo coyuntural. Entiendo que tiene pues una base ideológica, pero Franco no era un ideólogo.
Ni lo fue, ni lo quiso ser, ni nunca dijo que lo fuera. Lo que Franco hace es reunir, sintetizar, unificar varias corrientes. En el tema social hay tres corrientes: primera, el conjunto de reivindicaciones laborales de la época (Franco asume el constitucionalismo social que tiene su primera expresión en la Constitución republicana de 1931; la diferencia es que él lleva a la práctica muchas de las aportaciones teóricas que los socialistas habían incluido en el articulado); segunda, el programa social que se dimana del pensamiento de José Antonio Primo de Rivera, del nacionalsindicalismo, depurado de la utopía revolucionaria (tenga usted en cuenta que al frente del Ministerio de Trabajo siempre vamos a tener falangistas, como sucederá en otras áreas sociales como por ejemplo la Sección Femenina, Sindicatos…); tercero, la Doctrina Social De la Iglesia, cuya referencia es una constante en el discurso social de Franco (también lo es en algunos de sus colaboradores como Girón o Arrese).
-Son muchos los temas que va desgranando en su trabajo que nos presentan los logros de esa política social…
Verá, mi objetivo es explicar lo que se hizo, no lo que no se hizo o se dejó de hacer. Algunos autores manipulan la realidad, porque inciden en lo no conseguido para disminuir la importancia de lo avanzado. No existe programa político que se cumpla al 100%, pero el porcentaje de Franco con respecto a su discurso en muy, muy alto.
A lo largo de nuestro trabajo el lector se introducirá en los derechos laborales de los trabajadores (recordemos que el Derecho Laboral adquiere su entidad en el franquismo y su orientación queda marcada por el Fuero del Trabajo, al igual que se impulsaron los estudios de Economía); la protección a la familia y la natalidad; la política de vivienda (los españoles se convirtieron en propietarios lo que nos situó como uno de los países con más hogares en propiedad); la noción de salario familiar con el conjunto de subsidios transformados en prestaciones (el efímero cheque bebé de Zapatero fue una realidad durante décadas en el Régimen de Franco, como el cheque por matrimonio que también existía); la alfabetización (sin olvidar el peso que en ello tuvo el Ejército a través del Servicio Militar, más de un millón de españoles; o las campañas de alfabetización de la Sección Femenina en el mundo rural con sus cátedras ambulantes y otros recursos -mucho más efectivas y reales que las afamadas misiones pedagógicas de los tiempos de la II República-); la transformación del campo español; el cambio social que crea la España de las clases medias que continuará expandiéndose después de la muerte de Franco hasta su erosión actual; el desarrollo de toda la estructura de seguros que conduce a la creación de la Seguridad Social; la obra social del sindicalismo franquista; la progresiva incorporación de la mujer al trabajo pese a la tonterías que se escribe (en los sesenta trabajaban más de 3 millones de españolas y en 1975 nuestra tasa de actividad femenina era similar a la de Italia); la consecución de la igualdad de derechos políticos y laborales de hombres y mujeres (1961); la convergencia con Europa (el punto alcanzado en 1975 tardaría 20 años en recuperarse); la suscripción de la inmensa mayoría de los acuerdos de la OIT (uno de los países con más acuerdos suscritos y por tanto implementados en su legislación) la lucha contra la mortalidad… son muchísimos los temas apuntados porque cada uno de ellos necesitaría un libro. Yo he hecho una síntesis.
-De cuatrocientas páginas… para terminar una conclusión.
Es complicado, yo me quedaría con el enorme cambio social, revolucionario, que el franquismo social consiguió. No solo que pasáramos de una sociedad agraria (cerca de un 60%) a otra industrial, urbana y de servicios, con un PIB más equilibrado que el actual -España necesita un mayor PIB industrial, algo que Franco siempre defendió y consiguió-; sino crear una sociedad nueva, de clases medias, desproletarizada, convergente donde la promoción social se veía como algo que se podía alcanzar, que el sistema hacía posible cuando antes parecía imposible. Y todo ello a pesar de los condicionantes externos que retrasaron nuestra recuperación y crecimiento durante una década: nosotros no tuvimos ni créditos, ni divisas, ni plan Marshall y sí navicerts, restricciones y bloqueo. Lo curioso es que gran parte de la conversión en realidad de las propuestas del franquismo social se hizo en los tiempos de estrechez y penurias.
Y que Franco siempre mantuvo que lo logrado no era obra suya sino de todos los españoles.
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«¿Cómo no vamos a ser católicos? Pues ¿no nos decimos titulares del alma nacional española, que ha dado precisamente al catolicismo lo más entrañable de ella: su salvación histórica y su imperio? La historia de la fe católica en Occidente, su esplendor y sus fatigas, se ha realizado con alma misma de España; es la historia de España.»
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Última edición por ReynoDeGranada; 06/08/2018 a las 16:08 Razón: repetido
«¿Cómo no vamos a ser católicos? Pues ¿no nos decimos titulares del alma nacional española, que ha dado precisamente al catolicismo lo más entrañable de ella: su salvación histórica y su imperio? La historia de la fe católica en Occidente, su esplendor y sus fatigas, se ha realizado con alma misma de España; es la historia de España.»
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¿Quién creó la Seguridad Social en España?
Publicado el septiembre 6, 2018por Adversario
Memoria histórica" width="663" height="356" srcset="https://i0.wp.com/democracianacional.org/dn/wp-content/uploads/2018/09/9620350862_92d4583a4b_o-680x365.png?zoom=2 3x" scale="3" style="background-color: transparent; border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
¿Quién creó la Seguridad Social en España?
¿Quién creó la Seguridad Social en España? | Democracia Nacional
Son muchas las especulaciones sobre la creación de la S.S. en España. Durante estos días en los que el gobierno del PSOE ha decidido remover el pasado en un acto de revanchismo “guerra civilista” con la exhumación del general Francisco Franco del Valle de los Caídos, y es que ahora, todo el espectro ideológico quiere adueñarse de uno de los mayores logros sociales del S.XX.
Pues bien, no fue ni el régimen de Franco ni la Segunda República quienes crearon la Seguridad Social, pero sí fue durante el franquismo cuando alcanzó su mayor esplendor con una serie de reformas y leyes que acabarían dando a todos los españoles una protección médica, una jubilación digna y una prestación por desempleo.
Para hablar de la creación de la Seguridad Social tenemos que retroceder al 30 de enero de 1900, cuando se aprueba la ley de accidentes de trabajo para la industria, donde se consideran las consecuencias económicas del accidente de trabajo como un gasto de producción a cargo del empresario.
Pero es durante el período de 1917 a 1923 cuando se multiplicaron las normas sociales entre las que destacan aquellas por las que se instauran los seguros obligatorios. Así, a partir de 1919, es posible hablar en España de seguros sociales.
Tras varios intentos, en 1923 se instauró un seguro de maternidad por el que se estableció un subsidio a favor de la trabajadora a fin de contribuir a los gastos del parto y período de descanso obligatorio.
Durante la dictadura de Primo de Rivera, se reformó este seguro incluyendo una vertiente de asistencia sanitaria que, del mismo modo, se establecieron correcciones durante la Segunda República. En el trascurso de ésta, se procedió a un desarrollo en materia de legislación que se concretó en una ampliación de la protección y se elevó a rango constitucional el derecho a la Seguridad Social, algo meramente simbólico.
En 1939, durante la etapa franquista, se implantó un seguro de vejez que establecía un sistema de pensiones fijas. A este seguro de vejez se le vinculo en 1947 la protección de las situaciones de invalidez derivada de accidentes no laborales y de enfermedades comunes. En 1955, el seguro de vejez e invalidez quedó convertido en el seguro de vejez, invalidez y muerte que incluía riesgos de muerte por contingencias no profesionales e indemnizaba a los derecho-habientes.
Tan solo dos años después, en 1941, se crea el seguro obligatorio de enfermedad, que protege a los trabajadores, sus cónyuges y, condicionalmente, a los ascendentes y descendientes en casos de enfermedad común. Podríamos decir que fue en este punto cuando realmente se crea la Seguridad Social tal como la conocemos, ya que el trabajador y todos sus familiares quedan protegidos al 100% ante cualquier accidente, enfermedad o muerte.
En 1961 se crea el seguro nacional de desempleo que beneficiaba a quien, queriendo y pudiendo trabajar, perdiera su empleo. A partir de este punto, se sigue con una serie de reformas que mejorarán la Seguridad Social hasta finales del franquismo.
Durante el régimen del 78 o con la llegada de la “democracia” se continúa con reformas demagogas, como la de 1985 que convierte la Seguridad Social en universal o lo que es lo mismo, que cualquier inmigrante sin papeles o extranjero pueda hacer uso de la sanidad pública gratuitamente y sin necesidad de aportar un céntimo a ésta. Como consecuencia de esta “brillante” reforma se crea en España el turismo sanitario, extranjeros que vienen a realizarse operaciones gratuitas que en sus países tendría que costearse por sus propios medios.
Con reformas como esta, la corrupción y la mala gestión de las diferentes administraciones, la Seguridad Social llegará agonizando a nuestros tiempos en la que ya sólo se hacen recortes y se da un mal servicio, obligando cada vez a más ciudadanos a tener que costearse seguros privados.
Queda claro, que no fue ni durante la II República, ni durante el franquismo cuando se creó la Seguridad Social, pero si analizamos lo que cada gobierno ha hecho por ella, podríamos decir que fue durante la época franquista cuando más se desarrolló y más seguros sociales se crearon.
https://adversariometapolitico.wordp...ial-en-espana/
«¿Cómo no vamos a ser católicos? Pues ¿no nos decimos titulares del alma nacional española, que ha dado precisamente al catolicismo lo más entrañable de ella: su salvación histórica y su imperio? La historia de la fe católica en Occidente, su esplendor y sus fatigas, se ha realizado con alma misma de España; es la historia de España.»
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