Y ahora se queda usted solito, Sr. Farsante FERRIO, falso empresario, o empresario fracasado y en paro, o empresario con un puesto en un mercadillo de fin de semana, porque a estas horas de la noche no conozco yo más empresarios levantados que los que están de copas con sus secretarias en lugar de estar aquí haciendo el gilipollas. Yo me voy a descansar en vez de estar perdiendo tiempo y sueño con usted, y ya responderé a sus rebuznos mañana cuando esté descansado, ¡ah! y después de oír Misa en la parroquia correspondiente.