Este es uno de los mayores peligros de la democracia: cualquiera puede votar. Para ser votante habría que examinar al electorado, uno a uno, antes de concederles el permiso para ello.
Eso mismo he dicho yo muchas veces en mis círculos mas íntimos (ya sea de amistades o trabajo) y casi me corren a gorrazos los que suelen cojear de la izquierda.
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