Anecdotario de los saberes populares
Mi intención al abrir este tema es que resulte divertido, es decir, que sea algo así como una antología del disparate y la recoña consecuente.
Así que me estreno con algo muy recientito. Visto y oído en la cadena televisiva "Antena3" durante el Noticiario de las 3 de la tarde. El escenario era en Panamá, con motivo de la elección de la miss de este año.
Durante a la prueba de cultura () de las "aspirantas" a una de ellas le preguntan quién era Confucio. () A lo que la joven con voz totalmente de falsete nasal responde:
"Confusio, inventó el confusionismo y era un chino-japonés de los más antiguos".
Es decir, al parecer la moza era un holograma femenino: fachada y nada más.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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