Monseñor Lefevbre y la sede Romana

R. P. Juan Carlos Ceriani, FSSPX


A los Lectores del Site Montfort

Es una grande alegría para nossotros del site Montfort publicar este extraordinário ensayo del Padre Juan Carlos Ceriani. Y esto por doble motivo.
En primer lugar, pela verdad de la tesis defendida por el contra el llamado sede vacantismo, que tanto mal hace, hoy, a los mejores católicos. La defensa de la Fé es tan bien hecha por Padre Ceriani, sea por los admirables textos escogidos del heroico Dom Lefebvre, a quien tanto deben los católicos fieles de todo el mundo, sea por los argumentos esplendidos de Padre Ceriani, que con lógica y clareza ímpar, tan admirablemente defiende la verdad.
Em segundo lugar, alegramonos porque tenemos por el Padre Ceriani no solamente admiración, pero tambien una estima personal profunda por sua valor como sacerdote, como canonista, como persona. Nos hace honor haverlo personalmente conocido y recibido, en Brasil, y en nuestras casas, hace años.
Que Dios lo bendiga por este trabajo, que viene en hora tan importante, y para impedir la discórdia, haciendo un debate elevado, sereno y lleno de caridad, mirando tan solo el bien de la Santa Iglesia y la salvación de las almas, tal cual Dom Lefebvre dejó tan claro en las brillantes citas que Padre Ceriani colocó en el principio de su trabajo.
Quiera Dios bendecir este ensayo, confirmando los fieles, aclarando los que están en duda o en tentación, haciendo volver a la posición correcta a los que, por um motivo qualquiera, se dejaron, um momento, fascinar por una tentación terrible en esta hora de tinieblas.
Que Dom Lefebvre y Dom Mayer, estos dos heróicos confessores de la Fé, intercedan delante de la Virgen por el buen sucesso deste ensayo, y obtengan de Diós muchas gracias por el buen Padre Ceriani que tan bien ha defendido la Verdad.

San Pablo, 5 Diciembre de 2008.
Orlando Fedeli



PARA QUE LA DISPUTA NO SE VUELVA DISCORDIA
Hoy en día se ha extendido en algunos círculos católicos preocupados por el colapso posconciliar la opinión de que, a causa de los errores de los últimos papas, desde Juan XXIII al actual, la Sede Romana estaría vacante por herejía de sus ocupantes, o bien que la elección de éstos habría sido inválida. Esta opinión reconoce infinidad de matices que no es posible distinguir aquí, pero de un modo general se la conoce como sedevacantismo.
La Fraternidad Sacerdotal San Pío X no sostiene tal opinión. Es más, desaprueba que sus sacerdotes prediquen en tal sentido. Algunos fieles, no obstante, se inclinan por esta corriente de pensamiento y en algunos casos han actuado de un modo conflictivo. Tampoco han faltado sacerdotes que, llevados por estas ideas, dejaron nuestra obra.
Tenemos la impresión de que muchos de los que son arrastrados por esta opinión adhieren a ella de un modo imprudente, como una manera particular de expresar el sentimiento común de oposición a la corriente modernista que impera en Roma, pero sin fundamentos suficientes, sobre la base de conclusiones no debidamente justificadas en bases teológicas sólidas. Para algunos espíritus la idea es atractiva, sugerente, parece solucionarles muchas cosas. Para otros un punto en el que atrincherarse ante una visión casi desesperanzada de la tremenda realidad de la Iglesia de hoy. Para la mayoría de los fieles, en cambio, algo imposible de desentrañar cuando no ajeno a sus preocupaciones. Sin embargo, más allá de estos matices, el problema está planteado y puede ser fuente de una legítima inquietud espiritual e intelectual.
Porque es un tema muy complejo, indescifrable para muchos y ajeno a la mayoría, la Fraternidad ha sido prudente en el debate público de esta opinión. Hoy por hoy creemos conveniente publicar este trabajo del R.P. Juan Carlos Ceriani en el cual ensaya una sistematización de las dificultades que implica la hipótesis sedevacantista en sus principales matices, aunque no trata de todos ellos. Lo damos a publicidad porque quienes se sienten legítimamente preocupados tienen el derecho a estar informados, y además porque -confundiendo prudencia con timidez- se nos ha acusado de ocultar el tema, o de no tener argumentación sólida al respecto. Es el momento de aventar esa confusión.
Este trabajo es un ensayo y como tal sujeto a controversia. Se lo podrá objetar o aprobar, pero en ninguno de estos casos ignorar; si se lo desea rebatir, lo menos que puede pedirse al posible objetor es que recorra las mismas fuentes que ha transitado el autor, en una tarea investigativa verdaderamente encomiable. De su lectura en más, creemos, muchos de los que han sido fascinados por la idea del sedevacantismo reflexionarán sobre las dificultades que entraña sostener responsablemente tal opinión y quizás de este modo lleguen a advertir que la polémica al respecto debe ser muy prudente, franca y alejada de todo espíritu sectário. Una disputa (contradicción de pensamientos) signada por el espíritu de apertura intelectual, de búsqueda de la verdad y nunca basada en fuente de discordia (contradicción de sentimientos).
Los fieles que deseen consultar a los sacerdotes respecto a este tema tienen, como siempre, entera libertad de expresarse francamente. Todos los amigos de la Fraternidad saben -y siempre ha sabido- cuál es la posición oficial y cuál ha sido desde un comienzo. Nadie los ha engañado ni les ha ocultado nada. Nadie ha pretendido forzar sus conciencias, (como se ha oído susurrar). Simplemente se les ha advertido del daño que tales ideas pueden causar si son repetidas sin fundamentos o debatidas fuera de un marco mínimo exigible de seriedad. Es el momento de seguir las recomendaciones de Monseñor Lefebvre al respecto manteniendo, aun en la diversidad de opiniones, un espíritu unánime de prudencia, caridad y concordia, es decir, obrar como siempre ha obrado la Iglesia en estos casos de cuestiones disputadas. Si la disputa nos lleva a la discordia, es porque detrás de ella hay un mal espíritu que debemos detectar y rechazar.
Por lo demás, es conveniente que cada uno guarde su lugar. Demasiados periti conciliares entusiasmados por sus ideas personales han sido causa, en buena medida, del desastre conciliar. No repitamos una versión sui generis de aquella lamentable experiencia. Nadie debe arrogarse el oficio de teólogo si no ha sido llamado a él y confirmado como doctor por la Iglesia; y quienes se consideran llamados, deben ser capaces de sostener con el rigor de la ciencia aquello que afirman, no meramente murmurarlo.
Para algunos lectores el tema será novedoso. De su lectura sacarán provecho porque revisarán o reafirmarán muchos conceptos, y podrán comprobar con cuanta libertad la Iglesia ha tratado estos temas en todos los tiempos, a la vez que con cuánta prudencia y erudición por parte de los teólogos. Les será de gran utilidad porque una fe ilustrada es mucho más eficiente en la lucha doctrinal que sostenemos.
Esperamos de parte de todos la misma franqueza y honestidad intelectual.
Quien deba entender, que entienda.La redacción.
PLAN DE LA OBRA

El presente trabajo conforma una de las partes de la conferencia dada en Buenos Aires bajo el títiulo "El principio de autoridad frente a un falso dilema: obediencia ciega o sede vacante". Omitimos la parte referida al tema de la obediencia porque ya ha sido convenientemente tratada en otras publicaciones, y dedicamos este trabajo a la segunda.
Esta segunda parte está dividida en dos. En la primera reproducimos-un conjunto de textos de Mons. Marcel Lefebvre en los cuales se testimonia su posición frente al crucial problema de la Sede Romana, a lo largo de los años en que ha actuado públicamente como Fundador y Superior General de la Fraternidad San Pío X y actualmente como su inspirador y guía espiritual. No se trata de una selección exhaustiva sino representativa de lo que ha sido su línea de pensamiento al respecto. En su mayoría, estas declaraciones han sido realizadas en conferencias a los seminaristas y sacerdotes en Econe. Están grabadas y pueden ser cotejadas por quienes comprendan el francés. Cuando se trata de otro tipo de documentación, queda aclarado en cada lugar. Los paréntesis son nuestros en todos los casos, salvo cuando aparecen en itálica, y han sido incluidos para aclarar al lector algunas referencias internas de los textos. También se mencionan conferencias cuyas grabaciones aún no están en nuestro poder pero se han pedido a Econe. Cuando se reproducen artículos ya publicados, en algunos casos se ha corregido la traducción por razones de estilo.
En el tramo final del trabajo, (parte II de la segunda parte) se intenta una justificación teórica de esta posición práctica de Monseñor Lefebvre, es decir, fundamentar teológica y jurídicamente los principios prácticos que guían la actitud prudencial de nuestro Fundador.


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