Hayek resucita a Keynes La intervención masiva del sector público ha convertido el problema de deuda privada en un problema de deuda pública
John Maynard Keynes, uno de los economistas más influyentes del siglo XX, en la portada de TIME
Lo que derribó al keynesianismo y lo que ha derribado al neoliberalismo en la actualidad no son precisamente sus políticas sino sus excesos. El exceso de
Keynesianismo provocó un crecimiento desmesurado del sector público que convirtió muchas economías capitalistas en ineficientes y que están en la base de la
crisis económica de 1971, cuando se rompe el patrón oro-dólar , y el sistema de cambios fijos en el sistema monetario internacional pasa a un sistema de cambios flotantes.
De la misma manera los excesos del neoliberalismo “los excesos de la escuela de
Hayek”, están en el origen de las “ subprime”, de la crisis financiera que, en base a una desregulación masiva de los mercados ( en este caso de los mercados financieros ) dió lugar a las hipotecas basura. En conclusión
son los excesos de las políticas tanto liberales como keynesianas las que han provocado las mayores crisis económicas de los últimos tiempos.
De la misma manera que de las cenizas de
Keynes surgió el neoliberalismo de
Hayek y Friedman como triunfante, en los años 80, ahora nos damos cuenta de que la crisis provocada por un exceso de neoliberalismo ha tenido que ser solventada por los keynesianos que, a través de cada uno de los estados han tenido que inyectar una enorme cantidad de dinero en el sistema financiero neoliberal, para rescatarlo y evitar que la gran recesión se convierta en una gran depresión. Porque lo que los neoliberales proponen normalmente es el estado mínimo, la no intervención del estado en la economía presuponiendo que los mercados a largo plazo consiguen automáticamente el equilibrio. De ahí viene la frase de keynes de que
“a largo plazo todos estamos muertos”, es decir , que no podemos permitir que sean los mercados autoregulados los que busquen los puntos de equilibrio a largo plazo porque los problemas que surgen lo hacen a corto plazo y ésta es una de las obsesiones de Keynes frente al planteamiento largoplacista de los neoliberales.
En estos momentos los problemas creados por los excesos del neoliberalismo han tenido que ser solucionados con una intervención masiva de los gobiernos, del sector público, que ha convertido, al final, el problema de deuda privada en un problema de deuda pública. De ahí viene la idea de que
Keynes ha resucitado con la crisis de 2008, y quien ha resucitado a Keynes ha sido precisamente Hayek que está en la base de la política neoliberal extrema.
Es ahora cuando surge el debate de quien debe pagar los errores de las entidades bancarias, de cómo afrontar la enorme deuda de numerosos países de la Unión Europea. Sin embargo está claro que esta crisis no es prueba de que el capitalismo no funcione, sino todo lo contrario. En el sector financiero y para empezar, el dinero es público, es de tipo fiduciario que nos obliga el estado a aceptar como medio liberatorio de pago, En segundo lugar los banqueros privados actúan con un privilegio concedido por los gobiernos para tener un encaje fraccionario, es decir para poder apropiarse de una parte importante de los depósitos y utilizarlo en sus negocios particulares o prestarlo, cosa que no puede hacer ningún otro agente económico. Por último, todo el sistema está administrado por un órgano de planificación central que se llama precisamente Banco Central, y el Banco Central se empeña en establecer la oferta monetaria y fija el tipo de interés de referencia. Por lo tanto, podemos concluir diciendo que
el mercado financiero de las economías occidentales es un mercado altamente intervenido equivalente al sistema de planificación central que había en la Unión Soviética; y por tanto si nos encontramos en una crisis financiera la responsabilidad es de estos órganos centrales de planificación. Como reflexión
¿Hayek debe resucitar a Keynes? o ¿Hayek debe olvidarse de Keynes?
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