Una de las mayores falacias económicas que suelen repetirse es la de que los pobres son pobres porque los ricos son ricos. Uno podría estar de acuerdo si se considerara que toda la riqueza real de una comunidad está concentrada en pocas manos que deciden cómo, cuándo y a quién repartir esa riqueza de manera directa.
Pero el problema está cuando nos referimos como riqueza al dinero, que no es más que el medio a través del cual se distribuye de manera indirecta toda esa riqueza real. Toda la economía de un país genera constantemente riqueza real pero al mismo tiempo genera costes financieros que toda contabilidad del empresario debe sufragar para poder seguir manteniendo su negocio.
Es cierto lo que dice ese demagogo del youtube acerca de que los negocios se mantienen gracias a la existencia de una suficiente demanda efectiva por parte de los consumidores y usuarios. Pero lo que se calla el muy cuco es que ese necesario aumento de la actual insuficiente demanda efectiva de los consumidores no puede realizarse por medidas impositivas, pues éstas lo que hacen es agravar el problema pues los negocios, para poder sufragar este nuevo coste, deberán repecutirlo en los precios a los consumidores y usuarios, con lo cual lo que te dan por un lado (aumento provisional de la renta procedente de la exacción de otros) te lo quitan de inmediato vía precios de los productos de los negocios que quieren, en estricta contabilidad, mantener su capital para poder mantener sus negocio (y, por tanto, no ha habido realmente aumento del poder adquisitivo de la población).
Por supuesto, si el empresario es muy rico podría decidir no repercutir en los precios de sus productos a los consumidores esa exacción, asumiendo de esta forma una pérdida financiera en beneficio de los consumidores y usuarios. Pero aún así el problema seguiría subsistiendo, pues como demostró Douglas en su análisis económico, en la actual situación de economía basada en su mayor parte en el capital físico (no confundir con capital financiero o dinero) más que en el trabajo humano para la creación de la riqueza real de toda la comunidad política, se produce una disparidad inherente al sistema entre ingresos obtenidos del trabajo por los consumidores y usuarios y costes financieros creados por los negocios, disparidad que ha ido y va en aumento a medida que el capital físico sigue aumentando su importancia con respecto al trabajo humano en el proceso productivo de la riqueza real de la comunidad política.
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