En el caso del vascuence, sí se puede hablar de uso familiar y primario. Se trataba de una variedad de dialectos hablados por campesinos y marineros que carecían de recursos para hilvanar discursos con cierto nivel de abstracción o cultura; le faltaba el vocabulario y los conceptos para ello. Fue necesario crear una koiné artificial (el batua) y vasquizar innumerables palabras castellanas para disponer, no digo ya de vocabulario culto, sino de hasta de nombres con los que designar a objetos de uso cotidiano que son fruto de la tecnología actual. En el caso del gallego, hubo cultura ya en la Edad Media (las cantigas), si bien no volvió a resurgir como lengua literaria hasta el siglo XIX. Sin mucho problema, porque ya había sido lengua de cultura y tenía la estructura de las lenguas románicas, con lo que resultó muy fácil. El mismo portugués había evolucionado desde el gallego-portugués medieval y era una lengua rica y culta. Y en cuanto al catalán, ya en la lengua medieval, no en el catalán culto actual, Raimundo Lulio fue capaz de escribir innumerables obras de alto nivel filosófico, teológico y científico en su lengua materna. Es indudable que el castellano o español es una lengua riquísima en vocabulario y matices, hablada por aproximadamente quinientos millones de personas, de gran alcance internacional y muchísima más utilidad para comunicarse a escala planetaria. No se puede hablar necesariamente de nivel más elevado que otras lenguas regionales hispanas, a no se que nos refiramos a dialectos como el aragonés, el leonés o el bable. En el caso del vasco, ya no es vasco puro, sino una lengua artificial e híbrida en muchos casos, según el tema de que se hable. Lo que sería una injuria al español o castellano sería equipararlo con los dialectos, o viceversa. Pero no me parece que el sólo hecho de llamarlo a veces castellano sea injurioso para el propio español.