El que se enoja pierde y el que insulta muestra su incapacidad. Sepa don Valmadian y monaguillo que le acompaña que he estada más veces en España de las que usted haya venido a América y conozco la historia española mejor de lo que supone. Entiendo que el siglo XXI espante a su vetusto entendimiento, con aromas de naftalina y páchuli e incapaz de digerir los cambios. A diferencia de Uds. soy reaccionario pero no retrógrada, amo a España y también a mi patria, estoy orgulloso de su independencia y no creo en complots masónicos y si en reyes tontos y felones que fueron incapaces de retener sus reinos por limpiar las botas de Napoleón y en cuanto a nuestro cristianismo debo decirles que efectivamente fue perseguido en México, al igual que en España en el siglo pasado, pero en este horrible siglo XXI la persecución velada es mucho más intensa en España que en México, en esa España que fue salvada del comunismo por el Movimiento Nacional y hoy se averguenza de José Antonio, de Franco, de Moscardó, de la Legión azul y hasta de santa Teresa, solo por citar algunos, de esa España que nos mandó centenares de exiliados proscritos y hoy en vuestras narices y con vuestros impuestos los reivindica, los premia, los exalta y hasta los pensiona, en tanto que ustedes emisarios del pasado no hacen otra cosa que lamentarse y tratar de olvidarse de sus derrotas regocijándose con historias antiguas, ya que "todo tiempo pasado fue mejor". Recuerden que frente a la Europa vergonzante de sus raíces cristianas y hoy a punto de ser reconquistada por el Islam, san Juan Pablo II llamó a América el CONTINENTE DE LA ESPERANZA y se postró ante Santa María de Guadalupe, la Virgen mestiza milagrosamente estampada en el ayate de un humilde mazehual, san Juan Diego y no como afirma un pedestre por allí, traída por los españoles y le aclaro, no soy indígena ni indigenista, soy hispanista de corazón, de acuerdo con Maeztu, Vasconcelos, Esq
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