En Venezuela van de la mano los desastres político, económico y social; 30% de inflación, 3% negativo de crecimiento económico el año pasado, inseguridad ciudadana al nivel de un país en guerra y escasez de productos básico, todo apunta a que el país se convertirá en una segunda Cuba si Dios no lo remedia. Tanto en lo que se refiere a la represión política, como al nivel de miseria, Venezuela cada vez se parece más a la isla caribeña castrista.
Esta vez el régimen gorilero tomó nota del pasado referéndum que perdió y se puso en ganar este otro como fuera, intimidando y machacando a la oposición con todos los medios a la disposición del gobierno chavista (casi todos los medios de comunicación, mientras que la oposición contó con escasos recursos económicos), tampoco hay que descartar que se hayan producido irregularidades en las votaciones. Aún así la victoria de Chávez ha sido justita. En esta ocasión el chavismo ha utilizado la táctica del miedo y el terror para disuadir a los posibles votantes del NO, un 30% de personas se abstuvieron, esta abstención seguramente capitalizaría mucho voto del NO.
En fin, como dice un amigo mío venezolano, hijo de españoles que vive aquí en España, “Chávez no sale con elecciones y urnas electorales, sale a coñazos” (por la fuerza).
Pues no te extrañe estimado amigo Irmão, en Venezuela hay muchos venezolanos de origen portugués, uno de mis mejores amigos de colegio allí era hijo de portugueses, y su hermana fue mi primer amor, totalmente platónico, cosas de niño.
Ah, por cierto, en Venezuela hay un estado que se llama “Portuguesa”, capital Güanare.
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