Pues me temo que eso, con ser grave, no es lo peor. Lo absolutamente demencial es que sujetos sin ninguna preparación puedan gobernarnos. Por ejemplo el presidente de Aragón es ¡monitor de esquí! Su único mérito es aceptar todo lo que el partido le dice. Que hay que decir que sí a los pantanos que inundan pueblos, pues a decir que sí (aunque seas altoraragonés y tu tierra haya sido devastada por las "regulaciones" fluviales); que ahora toca ser ecologista, pues dices que no a lo que ayer era todo desarrollo y progreso... así con todo. Ni tienen preparación ni tienen valores que defender. Y en todos los partidos es exactamente lo mismo.
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