"Nadie se fíe en servicios pasados, que el caballo m[i]entras dura la posta se estima; corrida, se arroja". Francisco de Quevedo, "Migajas sentenciosas".
"Son de un parto villanos y porfías". Francisco de Quevedo, "Migajas sentenciosas".
"Solo Dios sabe hacer de los venenos remedio".
Francisco de Quevedo
"Nadie se fíe en servicios pasados, que el caballo m[i]entras dura la posta se estima; corrida, se arroja". Francisco de Quevedo, "Migajas sentenciosas".
"Solo Dios sabe hacer de los venenos remedio".
Francisco de Quevedo
"Muchas veces el silencio prudente venció enojos de ánimos ensangrentados". Francisco de Quevedo, "Migajas sentenciosas".
"Solo Dios sabe hacer de los venenos remedio".
Francisco de Quevedo
"Turban los ánimos humanos los males ajenos y repentinos, y muchas veces (a modo de cobardes palomas, a quien altera el sonido de la honda vacía) nos acobarda no sólo el golpe, sino el chasquido". Francisco de Quevedo, "Migajas sentenciosas".
"Solo Dios sabe hacer de los venenos remedio".
Francisco de Quevedo
Gracias por sus palabras, Don Juan Vergara.
"Solo Dios sabe hacer de los venenos remedio".
Francisco de Quevedo
"No ha de dividirse el corazón, ya aquí, ya allí, un día dejándose llevar a la iglesia, luego a la comedia, ya al paseo, ya a las estaciones; pues, aunque parezcas virtuoso y santo, no lo creerá la mayor ciencia". Francisco de Quevedo, [Consideraciones sobre el Testamento Nuevo y Vida de Cristo].
"Solo Dios sabe hacer de los venenos remedio".
Francisco de Quevedo
"Si tomas mi consejo y el del Sabio, que dice: 'Mejor es ir a la casa donde hay lágrimas que a la del convite, y mejor es el día de la muerte que el del nacimiento', tú oirás de buena gana y buscarás las conversaciones donde se tratare de la muerte, y a solas no te acompañarás de otra cosa que de su memoria; y así verás que la mucha conversación en ella, como en otras cosas, será causa de menosprecio. Dichoso serás y sabio habrás sido si cuando la muerte venga no te quitare sino la vida solamente; que en los necios no sólo quita la vida, sino la confianza necia, el descuido bestial, el amor de las cosas temporales; todo lo cual habrás dejado tú antes, y así aliviarás mucho la postrera hora. ¡Dichoso aquel que en su fin da a la muerte lo que pide, y desdichado del que se defiende a ella, y la niega lo que la debe y ha de cobrar!". Francisco de Quevedo, "La cuna y la sepultura".
"Solo Dios sabe hacer de los venenos remedio".
Francisco de Quevedo
TÚMULO A FRAY FRANCISCO XIMENEZ CISNEROS
“Esta que ves colgada y muda trompa,
que en el silencio sacro
honra de tal varón la noble pompa
y el triste simulacro,
ya fue tiempo que el viento
le dio fuerza de ley en la batallla
que dio a España más gloria y ornamento.
Vesla agora que calla,
dando lugar a que la Fama suene
lo que en los labios tiene,
por ser en alabanza de su dueño.
Ves las banderas que en el alto ceño
de las torres de Orán, hechas pedazos,
al suelo dieron paz y al aire abrazos;
las armas que vestía,
donde, aumentando en luz, vio al Sol el día.
Así que, aquestas señas, pasajeros,
os ahorrará el consultar la losa
que nombra al gran Ximénez de Cisneros:
suya es aquesta tumba dolorosa.
Agraviará sin duda a tanto luto
quien de aquí se partiera el rostro enjuto.
"Solo Dios sabe hacer de los venenos remedio".
Francisco de Quevedo
Magnifico!!!
Gracias pero el mérito es de Francisco de Quevedo.
"Solo Dios sabe hacer de los venenos remedio".
Francisco de Quevedo
"Dios me ayude y me mire en la cara de Cristo."
De su última carta, tres días antes de morir.
Los que de corazón se quieren sólo con el corazón se hablan.
El amigo ha de ser como la sangre, que acude luego a la herida sin esperar a que le llamen.
La envidia va tan flaca y amarilla porque muerde y no come.
Francisco de Quevedo
"QUE IMPORTA EL PASADO, SI EL PRESENTE DE ARREPENTIMIENTO, FORJA UN FUTURO DE ORGULLO"
En los más ilustres y gloriosos capitanes y emperadores del mundo, el estudio y la guerra han conservado la vecindad, y la arte militar se ha confederado con la lección. No ha desdeñado en tales ánimos la espada a la pluma. Docto símbolo de esta verdad es la saeta: con la pluma vuela el hierro que ha de herir.
Francisco de Quevedo
"QUE IMPORTA EL PASADO, SI EL PRESENTE DE ARREPENTIMIENTO, FORJA UN FUTURO DE ORGULLO"
"Dijo uno mal de ti; no digas tú mal de él, siquiera por no parecerte a él y por no imitarle. Dirás que quién podrá acabar consigo eso. Respondo que cualquiera que conozca que no hay mayor venganza del que hace mal que sufrille con paciencia, que lo que pretendía era acabártela; y del que dice mal, desmentirle con las obras. Francisco de Quevedo, "La cuna y la sepultura".
"Solo Dios sabe hacer de los venenos remedio".
Francisco de Quevedo
"No dejes de la mano los 'Sapienciales' de Salomón y la 'Dotrina' de Epicteto, el 'Comonitorio' de Focílides y Theógnis, los escritos de Séneca, y particularmente pon tu cuidado en leer los libros de Job; que aunque te parece que te sobrará tiempo, por ser pequeños volúmenes, yo te digo que si repartes tu vida en leerlos y en entenderlos y en obrarlos, imitando los unos y obedeciendo los otros, que la has de haber gastado bien y lográdola mejor, y que no te ha de sobrar tiempo. Será estudiante y bueno si la lección de San Pablo fuere tu ocupación, y el estudio de los santos tu tarea". Francisco de Quevedo, "La cuna y la sepultura".
"Solo Dios sabe hacer de los venenos remedio".
Francisco de Quevedo
"La Iglesia católica nos ha enriquecido con la doctrina de tantos santos padres y doctores, que no tenemos ocasión de mendigar enseñanza de los filósofos". Francisco de Quevedo, "Virtud militante".
"Solo Dios sabe hacer de los venenos remedio".
Francisco de Quevedo
"¿Queréis ver cómo hace Dios beneficios castigando, cómo da con lo que quita, cómo levanta al que derriba? Poned los ojos en San Pablo; espántale para animarle, derríbale del caballo para levantarle, quítale la vista para dársela y para que la dé a las gentes. Lo que conviene es saber recibir cualesquiera dádivas de Dios; no escoger unas por beneficios y dejar otras por trabajos". Francisco de Quevedo, "Virtud militante".
"Solo Dios sabe hacer de los venenos remedio".
Francisco de Quevedo
Al ver el romance quevediano de la boda de mendigos que ha puesto Triaca en otro hilo me he acordado de esta otra boda de nuestro genial Quevedo. Políticamente incorrectísima, pero no hay que verle ninguna mala intención, sino sano humor:
BODA DE NEGROS
Vi, debe de haber tres días,
en las gradas de San Pedro,
una tenebrosa boda,
porque era toda de negros.
Parecía matrimonio
concertando en el infierno,
negro esposo y negra esposa,
y negro acompañamiento.
Sospecho yo que acostados
parecerán sus dos cuerpos,
junto el uno con el otro
algodones y tintero.
hundíase de estornudos
la calle por do volvieron,
que una boda semejante
hace dar más que un pimiento.
Iban los dos de las manos,
como pudieran dos cuervos;
otros dicen como grajos,
porque a grajos van oliendo.
Con humos van de vengarse,
que siempre van de humos llenos,
de los que por afrentarlos,
hacen los labios traseros.
Iba afeitada la novia
todo el tapetado gesto,
con hollín y con carbón,
y con tinta de sombreros.
Tan pobres son que una blanca
no se halla entre todos ellos,
y por tener un cornado
casaron a este moreno.
Él se llamaba Tomé,
y ella Francisca del Puerto,
ella esclava y él esclavo,
que quiere hincársele en medio.
Llegaron al negro patio,
donde está el negro aposento,
en donde la negra boda
ha de tener negro efecto.
Era una caballeriza,
y estaban todos inquietos,
que los abrasaban pulgas
por perrengues o por perros.
A la mesa se sentaron,
donde también les pusieron
negros manteles y platos,
negra sopa y manjar negro.
Echólos la bendición
un negro veintidoseno,
con un rostro de azabache
y manos de terciopelo.
Diéronles el vino tinto,
pan entre mulato y prieto,
carbonada hubo, por ser
tizones los que comieron.
Hubo jetas en la mesa,
y en la boca de los dueños,
y hongos, por ser la boda
de hongos, según sospecho.
Trujeron muchas morcillas,
y hubo algunos que, de miedo,
no las comieron pensando
se comían a si mesmos.
Cuál por morder el mondongo
se atarazaba algún dedo,
pues sólo diferenciaban
en la uña de lo negro.
Mas cuando llegó el tocino
hubo grandes sentimientos,
y pringados con pringadas
un rato se enternecieron.
Acabaron de comer,
y entró un ministro guineo,
para darles agua manos
con un coco y un caldero.
Por toalla trujo al hombro
las bayetas de un entierro.
Laváronse, y quedó el agua
para ensuciar todo un reino.
Negros dellos se sentaron
sobre unos negros asientos,
y negras voces cantaron
también denegridos versos.
Negra es la ventura
de aquel casado,
cuya novia es negra,
y el dote en blanco.
"No por esto dejo de confesar que hay pobres soberbios. Es cierto que los hay y que son los más insufribles de todos, porque su arrogancia nace de la iniquidad y desorden de sus potencias. Son soberbios rabiosos. La soberbia es una misma en el que tiene mucho y el que tiene nada. Aquél tiene con qué ser soberbio, y éste lo es porque no tiene con qué". Francisco de Quevedo, "Virtud militante".
"Solo Dios sabe hacer de los venenos remedio".
Francisco de Quevedo
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