Es casi una obviedad, pero las N.U. son un puro fracaso de inutilidad, salvo para los intereses de los Estados y para los ingenuos que se creen las tonterías que emanan de ese conjunto de órganos. Ya su predecesora, la Sociedad de Naciones surgida para impedir que hubiese otra guerra mundial demostró que no servía para nada. Pero, además, hay un aspecto que habitualmente suele pasar desapercibido excepto para los analistas especializados: que la O.N.U. no es un organismo de naciones o pueblos, sino un mejunje de Estados. Así, por ejemplo, la sede está en Nueva York... ¿por qué?, y continuamos con el hecho de que el 25% de su presupuesto total lo aportan los Estados Unidos, y "más de lo mismo", ¿por qué, en lugar de un reparto alícuota de los gastos en función del peso internacional y presupuesto de cada estado miembro?

Además, del organismo principal dependen toda una serie de organismos especializados:

1.- De cooperación económica: "Banco Mundial"; "Fondo Monetario" con dos filiales, "Asociación Internacional de Desarrollo" y "Corporación Financiera Internacional, así como GATT.

2.- Cooperación social y humanitaria: "OIT", "FAO" y la "OMS".

3.- Cooperación cultural: "UNESCO".

4.- Comunicaciones y transportes: "UPU", "UIT", "OACI" e "IMCO".

5.- Cooperación científica y tecnológica: "OMM" y "OIEA"

Este conjunto de siglas corresponden a la infraestructura básica y de algunas luego dependen otras como, por ejemplo, "UNICEF", la "OUA", la "ODECA", etc.

En realidad viene a ser una especie de organigrama de gobierno mundial. Algo a lo que la gente otorga una "autoridad" en parte moral, pues la sigla "ONU" goza del suficiente prestigio, y en parte legal, pues también hay conciencia -relativa y etérea- de que las "resoluciones" han de cumplirse y las "cooperaciones internacionales" son necesarias y positivas. Por ello, esa especie de "fuerza pacífica" de los "cascos azules" cuentan con el beneplácito de la opinión pública.

Ante este panorama, visto en un sentido muy general y laxo, la Iglesia Católica representa un poder formidable que no termina de someterse a los dictados de esta organización laicista gobernada por masones y todas las fuerzas asociadas y cooperantes con la Masonería internacional. Independientemente de la cuestión de los curas pederastas, o sea, una minoría ínfima entre los 500.000 que aproximadamente hay en activo, porque a esa cifra se han de sumar todos aquellos que ya fallecieron o que se jubilaron, pues el asunto de la pederastia colea desde hace bastantes años. Repito, aparte de, lo que esa comisión de individuos de más que dudosa moral y objetividad -no para quienes los han nombrado, claro-, pues entre ellos no hay curas, frailes ni monjas, exigen a la Iglesia Católica no es ni más, ni menos, que la renuncia a las Sagradas Escrituras, a partes fundamentales del Antiguo y Nuevo Testamento. Pero, esta gentuza tan objetiva, todavía no se ha pronunciado sobre la pederastia entre los maricones del mundo entero, sobre el genocidio que es el aborto, sobre como acabar con la miseria, el hambre o las enfermedades del mundo, sobre la dignidad de las personas pisoteadas por los propios Estados de mierda que componen la gran mierda de la ONU. Sobre eso no se pronuncian estos cínicos, estos sinvergüenzas a los que no conoce ni su padre.