Me sorprenden gratamente estas opiniones de Don Sixto. Al margen de los asuntos que expone de manera bastante acertada y que en cierto modo ya hemos discutido aquí, en mi opinión la línea política a adoptar en Francia con respecto al asunto islámico/migratorio es clara: Lograr la reconciliación entre los franceses autóctonos y los musulmanes de segunda y tercera generación. Por un lado, enfrentar a estas capas sociales entre sí precisamente refuerza al poder económico, que se sustenta sobre las divisiones entre las mayorías sociales. Todo ello, precisamente, debería evitarlo un partido como el Frente Nacional francés, que trata de postularse contra los excesos del capitalismo de manera bastante clara (en esto son mucho más limpios que sus homólogos de otros países europeos, que se quedan en una mucho más débil alusión a algo genérico que llaman "mundialismo"). Además de esta observación general, en este caso particular aparece un nuevo hecho en escena, como bien expone Don Sixto: Ante el panorama global con relación al Islam, es muy peligroso ahondar en esas fracturas, lo que en cierta manera podría arrojar a una minoría de musulmanes a los brazos de los integristas radicales.
A mí todo esto me parece de sentido común, pero es lo de siempre: Cuando entra el Islam en escena se pierden todas las referencias.
Marcadores