Re: Franco sabe desde 1966 que Juan Carlos es proclive al demoliberalismo (J. Palacio

Iniciado por
Martin Ant
Simplemente consiste en contribuir, en la medida de mis posibilidades, a fomentar y defender la verdadera memoria histórica de Franco y de su régimen, aportando datos y hechos recogidos o recopilados por publicistas o historiadores que, haciendo uso del Archivo Francisco Franco, son avalados y publicitados por la Fundación Nacional Francisco Franco, institución encargada públicamente de custodiar dicho Archivo y de defender esa verdadera memoria histórica por mandato de la familia Franco (en contra de las falsedades y tergiversaciones que puedan surgir, tanto desde el ámbito de la izquierda como de la derecha).
Pues a decir verdad me quedo asombrado ya que ahora va a resultar que es usted un fervoroso franquista. Disculpe sí le digo que no me he creido ni una sola idea de las que ha expresado en este breve texto. Me llaman mucho la atención términos como "la verdadera memoria", es que ¿es usted depositario de algún tipo de reserva moral y documental al respecto? Hablar de hechos recogidos, de recopilaciones múltiples -hablamos de publicistas e historiadores en plural-, sobre datos, etcétera, pues vuelvo a pedirle disculpas, pero suena a lugares comunes, y es que sí uno se molesta en poner en búsqueda en Google Francisco Franco" salen 185.000.000 de resultados, por supuesto, la mayoría sin valor de ninguna clase, lo que no sabemos es qué representa "la minoría".
Me llama también la atención que afirme que la FNFF es la encargada "públicamente" de custodiar el archivo completo sobre Franco y su régimen. De momento, tengo entendido que se trata de una institución privada, otra cuestión es que sus fondos estén disponibles para investigación y consulta de quienes puedan acreditar un interés legítimo, así como carentes de intenciones espurias. Y es que las falsedades y tergiversaciones no es que puedan surgir, es que circulan libremente desde hace muchas décadas, hasta desde la misma guerra civil, cuanto más hoy en día.
Pero el principal problema, y consecuente dificultad, es que todo proceso histórico está sometido a toda clase de interpretaciones, pues la Historia siendo ciencia por sus métodos de trabajo, sin embargo, no es ciencia exacta. Y a ello se ha de añadir la propia subjetividad, por intereses, por tendencias, o por lo que se quiera, de los propios publicistas y los historiadores. Por eso hablar de verdadera memoria me parece realmente aventurado.
Por demás, he venido observando que en todos los hilos abiertos por usted al respecto, el objetivo siempre ha sido el mismo y con escasísimas variaciones. Pero resulta, y esta es otra interpretación, la mía personal, lo que realmente importa no son sólo los intereses de palacio, las confabulaciones para lograr ciertos objetivos, sino los resultados prácticos como, por ejemplo, en otro hilo recientemente abierto -no por usted-, se ha pretendido poco menos que convertir en pro-abortista un régimen que premiaba la natalidad, y donde eran comunes esas enormes familias compuestas por hijos y más hijos, propio de una acendrada tradición católica inspirada en el "creced y multiplicaos".
Y como eso se podrían buscar otras muchas causas con las que atacar un régimen como el de Franco. Pero hay cuestiones que se olvidan siempre, y es que como he dicho ya a unas cuantas personas, Franco debía ser una especie de dios ya que era él por un lado y por otro el resto de los españoles. Franco lo hacía todo, lo bueno (de eso al parecer muy poco) y lo malo (de eso una barbaridad), mientras que el "pueblo" era un convidado de piedra que nunca jamás contribuyó en nada, ni para lo bueno, ni para lo malo. Sí de los refrendos que se hicieron se trata, es que "el pueblo" estaba alelado, al parecer tanto como sigue hoy y no hay más que ver los resultados electorales que llevamos viendo ya a lo largo del último medio siglo. Sí de censura hay que hablar, se ahondará en su dureza, aunque la de hoy la multiplique por veinte o treinta veces más. Sí de ausencia de libertades hablamos, resulta que mientras aquéllos ganaron la guerra que éstos provocaron y perdieron, no sólo hemos vuelto a las andadas -y lo de siempre porque de seguir así volveremos a repetir la misma historia-, resulta que son especialistas en represión en un sentido absoluto del término.
La realidad es que la historia no la hacen los reyes, los presidentes de repúblicas, las batallas, las conquistas territoriales o los acontecimientos singulares. La historia la hacen los pueblos, y cualquier administrativista sabe que todo Estado se apoya en tres pilares: gobierno y soberanía, territorio y población. Algo que si nos retrotraemos en más tiempo, es una constante también en la proto-historia, así como en los Estados prístinos. No existe gobernante que valga sin territorio, ni pueblo sobre el que sustentarse. Yo puedo autoproclamarme emperador de "Kapurtala" en mi casa, que me va a dar lo mismo, pues aparte del perro, el periquito y el canario flauta, no hay nadie más, ni para apoyarme, ni para llevarme la contraria y hacerme una revolución a ver si caigo.
Así las cosas, tanto desde un enfoque histórico, como sociológico y politológico, lo importante del régimen de Franco fue España y su pueblo. Pero a nadie se le escapa que nuestra querida Patria no es impermeable a las corrientes externas a ella, y esa es la razón por la que un pueblo tradicional en sí mismo, haya llegado a lo que es hoy: un anti-pueblo.
Última edición por Valmadian; 26/11/2020 a las 21:18
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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