Aunque los católicos no necesitamos día de la mujer, ni del hombre ni nada de nada, puesto que tenemos festividades de los santos todos los días, aprovecho para reivindicar el modelo de mujer de verdad, que no es el de las mugrosas esas, que van enseñando el pecho o que odian a los niños varones, a los hombres y todas esas mierdas infundadas por Satanás, sino el de la Virgen María, modelo de mujer y espejo que debería ser de todas las mujeres decentes del mundo.