Eso le pasa por tentar a Dios, ¡cacho bestia! No quiero juzgar sin saber, pero es muy posible que hubiera algo de soberbia en el afán de ese hombre de hacer milagros ante las multitudes. Las raras ocasiones en que Dios hace un milagro lo hace por una razón que Él considera importante. No para hacer actos de circo ni para captar a las multitudes. Si Dios quiere dar una señal de algo lo hará sin que nadie tenga que desafiarlo.