Al hilo de lo que decía Don Cosme, de que el vascuence es un código oral ancestral, mi opinión es que ni las políticas nacionalistas del país vasco ni las políticas nacionalistas de Cataluña van por el buen camino. Que toda la educación sea en euskera o catalán no arregla nada. En el caso de Cataluña, dónde sólo se puede estudiar exclusivamente en catalán (todas las asignaturas) sólo han conseguido que las nuevas generaciones de castellanohablantes hablen tanto castellano como catalán pésimamente, y que los catalanohablantes hablen todavía peor el castellano (a nivel de lengua extranjera) y el catalán peor que sus padres y abuelos. Es decir, están creando analfabetos sin solucionar el problema.
Seamos realistas: el euskera en Álava y en la mitad sur de Navarra, donde no lo hablan los lugareños, no tiene futuro. Como tampoco lo tiene en Bilbao. Ni lo tiene el catalán en Barcelona a largo plazo. Porque tanto Bilbao como Barcelona son ciudades españolas importantes que siempre recibirán habitantes de otros lugares de la patria. La independencia de éstas regiones tampoco solucionaría el problema, a no ser que se quisiera rodear los nuevos estados con un muro como el de Palestina. A la gente se le puede pedir que aprenda la lengua de la región en la que vive, estoy de acuerdo en eso, pero no cambiarán su lengua habitual de expresarse si los que les rodean tampoco son hablantes nativos.
En Cataluña y las Vascongadas, como en el resto de España, lo que hace falta es política de campo. La despoblación de los pueblos será la causa de que se pierdan las lenguas regionales. Ningún batúa forzado ni ninguna escuela de inmersión lingüística con el castellano fuera de las aulas y el espacio público podrá frenar su desaparición. Perjudica mucho y no soluciona nada. Es mi opinión.
(Ya sé que la situación del país vasco no es la misma que la de Cataluña, pero es lo que pretenden los nacionalistas)
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