Re: Ni un voto al PP.
Tras el Congreso del PP ya no quedará en el Parlamento ningún partido que defienda la vida
Tras el Congreso del PP ya no quedará en el Parlamento ningún partido que defienda la vida
Nada de primarias abiertas. En el congreso del PP votarán los compromisarios elegidos en cada territorio y no se aplicará el sistema de "un militante, un voto", que reclaman quienes desean un debate de ideas sobre asuntos como el aborto, los vientres de alquiler o la eutanasia.

Primero aceptó el aborto, al no reformar la ley Aido y ahora -como se acaba de saber en vísperas del Congreso del PP- se deja la puerta abierta a la eutanasia después de que una enmienda del PP de Fuenlabrada haya logrado que no se incluya en los estatutos del partido la oposición a la eutanasia tal y como estaba previsto.
El partido de Mariano Rajoy ha demostrado que desprecia el derecho a la vida. Si la formación de centro-derecha no la defiende, ¿quién lo hará? Desde ahora los ciudadanos ya sabemos que ningún partido del Parlamento español defiende a los más débiles.
En este congreso de la formación conservadora, no nos engañemos, se va a expedir el certificado de defunción de todo aquello cuanto en el PP representaba la reivindicación de la batalla de las ideas, es decir, la defensa de la vida o la familia como pilares de un partido conservador. En definitiva, una posición reconocible contraria a los postulados progresistas.
El principal partido de derecha en España es corresponsable de la muerte de inocentes. Porque mantener la ley del aborto impulsada por el expresidente Zapatero supone la muerte de 258 niños al día; y, por otro lado, el incumplimiento de una de las promesas electorales que Rajoy llevó en el programa electoral con el que ganó por mayoría absoluta las elecciones de noviembre de 2011.
Sin ideas propias
Porque hace tiempo que en el PP no se defienden ideas propias: se heredan las de la izquierda con una legislatura de retraso. Si usted quiere saber qué posiciones defenderá el partido hegemónico del centro-derecha español dentro de unos años, no tiene más que echar un vistazo a lo que hoy se cuece en Ferraz o en Podemos.
Por ejemplo, es lo que sucede con los vientres de alquiler, la penúltima reivindicación del magma progre. Claro que ya no es ninguna sorpresa comprobar quiénes están detrás de que el PP asuma esta reivindicación como bandera propia.
Cifuentes, Núñez Feijóo, Moreno Bonilla o José Antonio Monago son algunas de las figuras más destacadas.
Como sucede con el aborto y “la interrupción voluntaria del embarazo” -¡qué casualidad!- los defensores de esta iniciativa progresista rechazan el término original (vientre de alquiler) para usar el eufemismo “maternidad subrogada”.
Durante el Congreso, se debatirán cinco ponencias, coordinadas por los cinco vicesecretarios del Partido Popular: Ponencia Política y de Estatutos, coordinada por Fernando Martínez-Maíllo; Ponencia Social, coordinada por Javier Maroto; Ponencia Económica y de Administración Territorial, coordinada por Javier Arenas; Ponencia de Educación, Innovación y Cultura, coordinada por Andrea Levy; y Ponencia Europa y nuestro papel en el mundo; coordinada por Pablo Casado.
Una forma de explotación de la mujer
Y es ahí donde aparecen los críticos. Para contraponer el discurso progresista un puñado de exdiputados y jóvenes dirigentes han presentado diferentes enmiendas a la ponencia política para reivindicar una clara defensa de la vida.
Lourdes Méndez, Luis Peral, Chema Alonso, Regina Planiol, José Luis Sastre, Javier Puente, Eva Durán, Antonio Esteban Lara, Ignacio Toca y Rodrigo Mediavilla son algunos de ellos.
Piden, asimismo, el voto en conciencia y rechazar frontalmente los vientres de alquiler. Es lo que reclama la enmienda de la exdiputada y exportavoz de Asuntos Sociales del PP, Lourdes Méndez, que sostiene que se trata de una “nueva forma de explotación que atenta contra la dignidad de madre”.
Por otro lado, Nuevas Generaciones de Palencia, junto a otros compromisarios como Javier Puente o Ignacio Toca han logrado que el humanismo cristiano aparezca como un punto independiente dentro del articulado de la Ponencia de Estatutos. El texto reza así: “Estamos inspirados en los valores de la libertad, la democracia, la tolerancia y el humanismo cristiano de tradición occidental”.
Según Rodrigo Mediavilla, presidente de Nuevas Generaciones en Palencia, esto adquiere “una gran importancia” debido a que el texto se ubica dentro del artículo 2 dedicado a la ideología del partido.
Preocupan, desde luego, muchos otros asuntos a este cada vez menor sector provida en el PP. Uno de ellos es el de la imposición de la ideología de género a través de leyes como la aprobada por Cristina Cifuentes en la Comunidad de Madrid. Pero también el aborto y la eutanasia.
Precisamente, muy a última hora, se ha producido un golpe de efecto para dejar el camino libre a la eutanasia a través de la enmienda del PP de Fuenlabrada, que evita así que se consagre una oposición oficial a la llamada -otro eufemismo- “muerte digna”.
La consecuencia más inmediata de esta deriva es que con la claudicación del PP ya no queda ningún partido en el parlamento que defienda la vida, la familia y otros postulados tradicionales del conservadurismo.
Otra cosa es lo que sucede de puertas hacia afuera de la Carrera de San Jerónimo. VOX, si bien ha sufrido el silencio impuesto por el cordón mediático, tampoco ha logrado que su discurso provida y profamilia sea respaldado por buena parte de la sociedad española en las urnas.
Más allá de la imposibilidad de llegar a las instituciones, la realidad es que la formación de Santiago Abascal es la única con vocación nacional que reivindica sin complejos la defensa de la vida y la promesa de derogar la ley del aborto, la defensa de la familia natural y la libertad educativa que otorga a los padres la posibilidad de escoger un centro educativo acorde a sus valores.
Y es que uno de los grandes caballos de batalla de VOX es la crítica a la ideología de género y su actual imposición en las escuelas. La responsable de Asuntos sociales del partido, Rocío Monasterio, habla así sobre la intromisión LGTB en los colegios españoles: “Pretenden enseñar una visión distorsionada de la persona, de la dignidad humana y de la familia”.
Todo el mundo moderno se divide en progresistas y en conservadores. La labor de los progresistas es ir cometiendo errores. La labor de los conservadores es evitar que esos errores sean arreglados. (G.K.Cherleston)
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