Re: La Ciencia en Santo Tomás de Aquino
TOMISMO
"Es el sistema doctrinal filosófico-teológico de Santo Tomás de Aquino y su escuela, consolidada a partir del siglo XIV y que cuenta hasta la actualidad con eminentes representantes. Si por tomismo (en sentido lato) se entienden los puntos doctrinales más importantes de Santo Tomás, el tomismo es defendido hoy por la mayor parte de teólogos y filósofos católicos. Sin embargo, a menudo se entiende por tomismo (en sentido estricto) el tomismo en oposición al suarismo o, aún más restringidamente, la doctrina de la predeterminación física.
A diferencia del agustinismo, Santo Tomás aceptó en gnoseología y metafísica las doctrinas más importantes de Aristóteles. La doctrina agustiniana del conocimiento como contacto con las ideas divinas es abandonada y reciben otra interpretación. El hombre extrae los primeros conceptos no de su espíritu, sino de los sentidos, por la fuerza espontánea del entendimiento agente, y llega con su ayuda, sin particular asistencia de Dios, a la certeza de los primeros principios. La metafísica descansa en la analogía del ser. Santo Tomás aplica la teoría del acto y la potencia no sólo a la materia y la forma, concibiéndose entonces la materia prima como pura potencia, sino también a la relación de esencia y existencia en el ser creado cuya limitación se funda en la potencialidad de la esencia. El principio de individuación es la materia determinada de manera espacio-temporal. El alma espiritual e inmortal es a la vez forma, y forma esencial única del cuerpo, de suerte que el hombre resulta de ella y de la materia como únicos principios esenciales. La distinción real de de esencia y existencia, la doctrina de la individuación y del alma como formas esencial única son características del tomismo en sentido estricto. El hombre, con saber seguro y demostrable, se eleva desde las criaturas a Dios, primer Motor, Causa suprema, Ser absolutamente necesario y subsistente en sí y por sí (esse subsistens, actus purus), principio de todo orden y finalidad, que es al mismo tiempo causa final de la creación y en especial del hombre.
Sin embargo, estas notas del concepto de Dios son únicamente análogas, es decir, definibles por una semejanza con lo creado esencialmente afectada de desemejanza. La ciencia humana no contradice la fe en la revelación sobrenatural, sino que es su supuesto, siendo también perfeccionada por ella. El fin del hombre es la felicidad eterna, consistente en la contemplación de Dios en la vida ultraterrena (primacía del conocer sobre el querer)..."
FUENTE: Diccionario de Filosofía W. BRUGGER (comp)., Schuster. Edit. HERDER. Fragmento, págs., 543-544
Última edición por Valmadian; 03/07/2013 a las 21:44
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Marcadores