La ciencia ha intentado explicar por medio de la física, más concretamente por medio de la física cuántica, no ya sólo la creación del Universo y de la vida, si no la razón de su existencia. Me permito la libertad de comentar que el evolucionismo, al menos tal y como de una forma simple nos han enseñado, es mucho mas fácil de refutar que de defender.
Es más, considero si se me permite, que el ideal hipotético de la evolución, o de la creación de la vida, tal y como la conocemos desde el ámbito religiosos o filosófico, nada o poco tiene que ver con el ámbito científico, y la razón creo, es que la ciencia propiamente dicha, ha demostrado muy poco o nada al respecto, como ya se ha comentado anteriormente. Por vulgarizar un poco el tema, es algo parecido al dilema de quién fue primero, el huevo, o la gallina. Y además, se me ocurren algunas preguntas que he leído sobre el tema y me permito la libertad de textualizar aquí, ¿Es posible armonizar la hipótesis de la evolución darwinista con los datos de la Revelación Cristiana? ¿Podría el hombre ser el resultado de un proceso evolutivo que produjera su cuerpo, en el cual Dios infundiría luego el alma? En otras palabras, ¿Podría la evolución ser el método del cual se habría valido Dios para producir el cuerpo del hombre, previo paso por el mono? ¿Son Adán y Eva figuras simbólicas para referirse al conjunto de los primeros padres, o designan por el contrario a seres concretos, históricos, reales? ... y en el mismo camino, se me presentan otras consideraciones también extraídas de gentes a las que considero preparadas con el dilema, dar a la "ciencia" lo que es de la ciencia y a "Dios" lo que es de Dios. La ciencia explica "cómo parece que funcionan las cosas", pero en el evolucionismo ni siquiera eso. Explica "cómo parece que aparecen las cosas". Ese "aparente" aparecer muestra cómo primero aparecieron los seres "inferiores" y luego "los más evolucionados" en el tiempo. Esa secuencia ¿es compatible con el acto creador de Dios y con la providencia divina?.
Por supuesto que apesta a pseudo-ciencia propagandística, como comenta con acierto Valmadian, quien de una manera lógica e inteligente nombra a Silvano BORRUSO, de quien están sacadas las preguntas anteriores, y es esa misma pseudo-ciencia la que en un momento determinado, se atrevió a comparar la propia paternidad de Jesucristo, atribuyendo con total desconsideración determinados estudios que soy incapáz, por respeto, de difundir aquí, pero sobre los que intento indagar para acabar de sorprenderme más, cosa difícil ya. Parece evidente que estamos en la época del "todo vale, siempre y cuando podamos vivir de éllo".
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