¡ Uf ! Empezó la cosa aquí:
¿Somos medio moros?¿Hay razas en España?
¡ Uf ! Empezó la cosa aquí:
¿Somos medio moros?¿Hay razas en España?
Muchísimas gracias, no entendía nada, ahora ya está claro
Creo que hay algunas cuestiones que apuntar. Lo primero es que la gente en general no diferencia entre hipótesis y teoría. Es algo que he detectado en estos mensajes de nuestros compañeros foristas que están convencidos de las "bondades" y "certezas" del evolucionismo, pero es algo muy común en la mayoría de las personas corrientes.
El asunto viene de la divulgación de ciertas partes de las ciencias, y que algunas publicaciones dan como hechos contrastados, lo que muchas veces no son sino modelos, o hipótesis. En realidad, el problema no está en dichas publicaciones, sino en sistemas educativos en los que un profesorado con una escasa preparación "tragan" acríticamente todo lo que les cae en las manos.
La certeza está en que resulta muy complicado que un docente tenga una formación académica extensa, profunda y que domine todo un conjunto de materias y especialidades. Que sea un verdadero científico "ordinario" en el sentido que le da Thomas Khun (La estructura de las revolciones científicas FCE) , e informe y forme a su alumnado. El evolucionismo es un ilustrativo ejemplo de ello. Cualquier libro del llamado "Conocimiento del Medio" de Primaria no es sino la suma de un montón de clichés profusamente adornados con fotografías y esquemas en el que, al igual que un decorado de teatro, detrás no hay nada. Cuando el alumnado entra en la Secundaria esos clichés se ven reforzados por docentes que habiendo estudiado una carrera, enseñan áreas o materias de otra totalmente distinta. ¿Qué puede hacer un filólogo, por ejemplo, enseñando biología?, o viceversa, y no exagero ni un sólo ápice. Pues no puede hacer sino dos cosas: o se pone a estudiar biología, o "traga" con el texto aprobado en el centro educativo en el que imparta sus clases por el consejo escolar correspondiente. Se objetará que también hay muchos biólogos enseñando biología. Muy cierto, pero ¿cuántos se atreverán a cuestionar el evolucionismo si no están seguros o convencidos de sus planteamientos, o simplemente es que son sus contrarios? Postura a mantener delante tanto de autoridades académicas que no saben nada del evolucionismo, o sabiendo igual ni lo comparten, como de otros compañeros, y es que hay que comer de algo, no se puede caer en el descrédito. Esto es aquello de ¿ quién pone el cascabel al gato?.
Así, volviendo a la cuestión del evolucionismo resulta que la formación de muchos docentes y "docentas" () es deplorable, pero ahí queda la semilla para que, cuando el adolescente o "adolescenta" lleguen a la treintena se hagan "aficionados a la ciencia" con toda su carga de clichés desfasados y desenfocados acumulada.
Se ha afirmado que no hay otra alternativa al evolucionismo. Pues sí que la hay y, además, sus postuladores en lugar de quedarse en blanco, como la mayoría de los evolucionistas ante ciertas preguntas, en lugar de ponerse a divagar cuentos sin sentido, responden con un propiedad que da mucho que pensar. Ya he comentado esto mismo varios mensajes más arriba, repito la referencia a la Teoría de las Catástrofes, a la consecuente Teoría de los Sistemas, a la con-consecuente teoría matemática de los fractales, etc., teniendo esta última en uno de sus principios el rechazo directo del azar como causa de nada. Son teorías que se manejan habitualmente para elaborar modelos, para aportar datos explicativos a hipótesis en la búsqueda de la elaboración de otras teorías, como algo "normal", en las Facultades de Físicas y de Matemáticas de todo el mundo, y suponen explicaciones completas alternativas al evolucionismo. Éste sólo es una ideología.
Pero esta afirmación que hago quiero fundamentarla. Cuando Darwin y Spencer llegaron casi a idénticas conclusiones, no estaban haciendo sino un ejercicio de suposiciones sin más fundamento que lo observado en algunas partes del mundo. Es decir, yo veo esto, y veo aquello allá y me pongo a sacar conclusiones, y éstas acaban formando un corpus al que algunos "entusiastas" partidarios acabaron dando valor de certeza.
En el tiempo histórico que le tocó vivir a Darwin la Paleontología no existía, la genética basada en los estudios mendelianos estaba a casi medio siglo de distancia en el futuro, la arqueología era cosa de ricos aventureros, el positivismo de Comte acababa de ser elaborado como lo que era y es: filosofía. La geología estaba en un estadio muy rudimentario, aún faltaba casi siglo y medio para la aparición y posterior aceptación demostrada de la existencia de las placas continentales y su deriva sobre el manto... ¿En qué pruebas se basaba? En ninguna, salvo en las observaciones de unos resultados finales que supusieron se habían debido de dar en las especies vivientes, tanto animales como vegetales. Y esas mismas observaciones ¿sobre cuántas especies se fundamentaron?. Hay que recordar que las especies vegetales y las de insectos, se cifran en millones sobre la superficie del palneta. Es decir, no hicieron otra cosa que lo que se conoce como inferencia estadística. O lo que es igual, extrapolaron los resultados observados en unos cientos o miles de casos a la totalidad de la biosfera terrestre a lo largo de un periodo de unos 3.500 millones de años. O sea, Einstein comparado con Darwin era un chaval jugando a las chapas en el patio de su colegio.
El evolucionismo se ha extendido incluso hacia una pretendida explicación del origen y "evolución" del Universo, cuando en tiempos de Darwin no tenían ni idea aproximada de lo que es tan sólo nuestra galaxia, cuando estaban a casi 200 años de que se supiera que el Sol es una estrella de tercera generación... Podemos multiplicar los ejemplos relativos a las carencias fruto de la ignorancia de la época y de unas ciencias empiristas en pañales todavía. Aquella situación era como si un crío de dos o tres años que hubiese aprendido el alfabeto, quisiera dar lecciones en un seminario de tercer ciclo de carrera.
¿Y cómo se demuestra esto? pues recurriendo a una analogía matemática. Darwin, vino a plantear algo así como las dos soluciones de una ecuación de segundo grado. Pero lo hizo sin conocer los coeficientes ni, por supuesto, los valores de las incógnitas a, b y c. Desde entonces han surgido más de 70 interpretaciones que buscan rellenar los datos correspondientes para que la evolución tenga sentido. Las incógnitas a,b,c se corresponden directamente con estas preguntas que aún no se han podido contestar:
1.-Qué sentido tiene evolucionar, puesto que se supone que debería tener una finalidad y no el absurdo de la ya clásica respuesta evolucionista del bueno porque sí, en base a una necesidad y al azar. Eso no es ciencia, ni es la respuesta que se espera de un científico serio.
2.- Cuándo, se producen los procesos evolutivos, por que todavía no hay una secuencia mínimamente compleja y completa de acontecimientos y las correspondientes conexiones entre ellos. Es imposible conectar a las ratas con el ser humano secuencialmente a lo largo de 30 millones de años. "Bueno, es que algo tiene que haber" ¿Sí? ¿en qué forma y por qué?
3.- Cómo se dan esos procesos, ¿a saltos?, ¿linealmente? ¿haciendo oscilaciones? ¿coinciden dirección y trayectoria? No tienen ni idea, ni la más remota idea de lo que ha pasado , por muchas y prolijas explicaciones biologicistas que quieran dar.
Para esta gente, el ser humano también ha evolucionado. La cuestión es cómo se ha producido esa supuesta evolución. En el caso de nuestra especie es evidente que se tienen que haber producido evoluciones paralelas: una somática que ha conducido en un proceso de hominización desde el primo ese del chimpancé que se comentaba hasta hoy, pasando por la desaparición de lo que posiblemente era otra humanidad, cuyo producto final era el H. Neanderthalensis, la adquisición del habla o hasta la pérdida de función de una tripa llamada apéndice, por citar unos ejemplos.
Pero esta supuesta evolución, hay que contemplarla a la luz de su paralelismo con otra supuesta evolución, la de la cultura. Ahora bien, ¿la cultura ha evolucionado hacia la civilización, o ésta se ha alcanzado y se ha ido afinando a base de catástrofes? Guerras, epidemias, patologías endémicas, movimientos migratorios, invasiones y conquistas, exterminios, catástrofes naturales, costumbres y creencias, procesos de aculturación y enculturación... todo ello ha ido conformando el devenir, que no evolución, de las sociedades humanas. ¿En qué ha evolucionado el ser humano metafísica y espiritualmente? No es una cuestión de moral religiosa, es que ni siquiera la ética ha servido para nada en 3000 años. Lo que ha crecido es la hipocresía, el cinismo y la falacia como normalidades conductuales. El proceso cultural cognitivo es tan falso como el evolucionismo: no hay aprendizaje racional crítico, salvo en una minoría de individuos, los cuales son tolerados mientras no traspasen ciertos límites de lo considerado como permisible no pasa nada, pues este es un método más de control social: "No te meto en la cárcel para no convertirte en un mártir, pero estás vigilado y controlado, tú y tu entorno". .
¿Y qué papel pinta aquí el evolucionismo? ¿Por qué, pese a saber que es más falso que un euro de madera, se sigue sosteniendo la falacia de sus postulados? ¿Cómo es posible que incluso en la edición de 1956 deThe Origin of Species de la Editorial EVERYMAN, el prologuista, W.R. D'Arcy Thompson, un Fellow of the Royal Society, escribiese en los siguientes términos y no pasase nada?:
"Tuve una gran desgana en aceptar la invitación. Admiro (...) los trabajos de Charles Darwin (...) estoy de acuerdo en que logró convencer a todo el mundo de que había descubierto la explicación verdadera de la diversidad biológica (...) . Pero no estoy convencido de que haya probado su tesis o de que haya tenido una influencia benéfica en la manera de pensar científica o popular (...). Estoy perfectamente enterado de que mis opiniones se considerarán como heréticas y reaccionarias. Pero estoy también convencido de que en la ciencia la herejía es virtud y la reacción es frecuentemente necesaria, y que en ningún campo científico se necesitan ambas más que en la teoría evolutiva. ( p. VII )
Esto afirmado por un científico en un prólogo de una importante edición inglesa de El Origen de las Especies, y luego quieren que nos "traguemos" semejante rueda de molino.
La respuesta a todas las preguntas se ve en la intención del evolucionismo: convertir al hombre en un mono con pantalones. Y lo dijo el propio Darwin: con su (presunta) teoría definitivamente se apartaba a Dios del mundo.
Pero a los evolucionistas, aunque entre ellos se muerdan como perros rabiosos, les da igual todo el corpus de respuestas recibidas desde la filosofía, la religión o la propia ciencia, con los lógicos enfoques bien diferenciados. Les da lo mismo si los prologuistas de su ídolo de barro no le creen una palabra de lo afirmado y escrito, ellos buscarán siempre las explicaciones que sean, incluso siendo totalmente contradictorias, con tal de justificar su aberrante y abstrusa concepción del Mundo ( = Cosmos + Tierra).
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
No te esfuerces Valmadian. El problema es el dogmatismo y Dios nada tiene que ver con todo esto. Se acude a libros como si el resto no leyéramos o sólo hablamos de lo que escuchamos de curas fanáticos.
Conozco el problema con bastante intensidad, pues llevo tiempo enfrentándome con "ese dogmatismo", y yo añadiría también "ese cerrilismo". Hay dos ámbitos claros en este asunto: de un lado tenemos a los científicos e intelectuales (nos olvidamos siempre de éstos) que sostienen un evolucionismo genérico que, partiendo de COMTE, SPENCER, DARWIN, LAMARCK,..., ha llegado hasta el gran absurdo que fue la escuela de Viena, en la que sus miembros sostenían, entre otras cosas, que para alcanzar nuevos conocimientos científicos había que eliminar toda metafísica. Esto se manifestó en el llamado principio de verificación, que en su versión más radical (la postura del positivismo lógico o radicalismo positivista) afirmaba que había que excluir todo enunciado meta-empírico, con lo que, sin darse cuenta conducía inevitablemente a la destrucción de la propia ciencia naturalista, es decir, de todo el conocimiento científico-natural, y es que en las ciencias naturales son imposibles las verificaciones de todos los enunciados. Fue Karl POPPER quien se dió cuenta de ello, y fué él, antiguo miembro de dicha corriente de Viena, el encargado de desmontarla, para ello elaboró y publicó La lógica de la investigación científica. Pero el positivismo del absurdo no desapareció bajo el peso de la argumentación popperiana, muchos investigadores y ensayistas consciente o inconscientemente, con conocimiento o sin él, han hecho de ello una bandera contra Dios, la fe y la Iglesia.
Luego, en otro orden de la realidad social y a causa de la extensión de los sistemas educativos (en España y fuera de ella), ha sido propiciada la aparición de una "prensa divulgativa" facilona y malintencionada, en la que medra cualquier "pelanas" con un título debajo del brazo. Da lo mismo si, además de pasar por la universidad, ésta ha pasado por tales individuos o no. La cuestión es que es en esas revistas en las que "abreva" moral e intelectualmente mucha gente cuyo estatus académico es deplorable, gente que cree que ahí aprende lo que no fue capaz de hacer a lo largo de todo el proceso de aprendizaje normal. A continuación añade "la explosión" de este fenómeno electrónico que es Internet, en el que todo cabe, en el que el más "birrioso pintamonas" es capaz de enjuiciar lo que le dé la gana según le coja el día o el momento.
En una sociedad globalizada como la actual, es el barbarismo lo que se ha acabado por imponer. Yo no tengo ninguna duda de que está condenada a su destrucción, que será progresivamente acelerada. También tengo conciencia de que, como cualquier otro periodo histórico, salvo catástrofe no prevista ni calculada, el desmoronamiento será prolongado y se extenderá más allá de la duración de una vida humana, por lo que yo no creo que llegue a ver su hundimiento.
Pero todo ese dogmatismo ideológico de ciertos científicos e intelectuales, y todo ese cerrilismo paleto de los analfabetos funcionales de las ciencias, no me desaniman en cuanto a buscar el modo de zurrarles en lo posible. No hace mucho, navegando por la Red me tropecé con un blog en el que un "ciprínido intelectualoide" afirmaba que le encantaba "cazar" embaucadores. Sus argumentos eran de chiste de Gila, pero él estaba convencido de que lograba algo.
Evidentemente, Dios nada tiene que ver en toda esta tramoya de estulticia. Más aún, los ataques no están dirigidos contra Él. Es un absurdo en todo atacar a aquello en lo que o no se cree, o simplemente de lo que se niega su propia existencia. Por tanto, y por elemental deducción, los ataques son contra los creyentes, o dicho de otro modo, proceden de una masa de intolerantes en un puro ejercicio de fanatismo. Las preguntas consecuentes son: ¿por qué? ¿a qué obedece tal actitud? ¿ a qué fines sirven? ¿quién o quiénes, hay detrás? Pero el número de gente arrastrada es cada día mayor, cada vez hay más apóstatas, inconscientes de lo que ello significa, ¿quién se beneficia de ello y a qué suena?
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Sí, está claro, pero aún detrás de esto hay alguien más...¿quién?
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Última edición por Reke_Ride; 06/04/2009 a las 20:43
"De ciertas empresas podría decirse que es mejor emprenderlas que rechazarlas, aunque el fin se anuncie sombrío"
Aquél que prefiere que no se hable de él para nada, aquél que prefiere que nadie lo recuerde, su mayor éxito,...aquél que es conocido como el "príncipe de este mundo". ¡Qué expresión más terrible!... Ya no hablaré muchas cosas con vosotros porque viene el príncipe de este mundo, que en mí no tiene nada.... (Jn 14,30)
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
"De ciertas empresas podría decirse que es mejor emprenderlas que rechazarlas, aunque el fin se anuncie sombrío"
Venga venga, mantengámonos en el tema que se nos va el Santo al cielo.
Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.
Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI
Creación y Evoluciónpor Arsenio Alonso RodríguezUn tema de Razón y Fe en la tradición de la fe cristiana1. Noción de creación.
Al hablar de mundo como creación de Dios, estamos entendiendo por ese término todo lo que existe fuera de Dios: Dios como creador ha de extenderse a todo ser distinto y realmente existente.
La definición clásica de creación dice así: la creación es la producción de algo a partir de la nada. La creación de todo se produce de la nada (“ex nihilo”), es decir, no de la substancia de Dios (“ex nihilo sui”) y por consiguiente el mundo no emana de Dios: Plotino. Y tampoco se produce de algo preexistente (“ex nihilo subjecti”), ni por tanto, de la ordenación de una materia eterna previa: Platón. La fórmula que se convertirá en canónica dice así: la creación es “productio rei ex nihilo sui et subjecti”.
Esta noción corresponde a un universo entendido en clave fijista, estático. La nueva concepción evolutiva y dinámica de la vida (Darwin) y después del cosmos, hizo que la noción clásica de creación experimentara una revisión. Una revisión que trajo consigo un ahondamiento enriquecedor de la idea de creación hasta entonces ensayada. La nueva lectura de la creación a la luz de la teoría científica de la creación suponía que “tal hecho está implicando que se da en la historia del cosmos un permanente plus-devenir; los seres se autotrascienden, rebasan su umbral ontológico, van de menos a más. ¿cómo es posible? ¿Cómo lo más puede salir de lo menos, siendo así que nadie da lo que no tiene? La respuesta no puede hallarse en la sola causalidad creada; tiene que estar en la causalidad divina; una causalidad no inferior en rango ontológico a la de productio ex nihilo y que, por tanto, ha de ser llamada creación. Esa causalidad creativa es de orden transcendental; Dios opera desde dentro de la causalidad creada informándola, potenciándola, para hacer factible que ella misma traspase su límite. La acción divina no interrumpe la secuencia de las causas intramundanas, no se intercala en la cadena como un eslabón más; de hacerlo así, Dios se degradaría, pasando a ser él mismo una causa intramundana entre otras. La acción de Dios no es perceptible fenomenológicamente, no puede serlo; Dios no es una causa junto a otras en una serie homogénea. Sin embargo, la suya es una causalidad hasta tal punto efectiva que es ella la que posibilita el proceso de plusdevenir de lo real, que de otra manera restaría inexplicado a falta de razón suficiente.
Es esta interpretación de la causalidad creativa de Dios , las ideas de causa eficiente y causa final se acercan hasta coincidir prácticamente. En efecto. El Dios creador no es sólo el que está en el origen de la criatura (causa eficiente); es además el que “tira” de la creación hacia adelante, el que la “atrae” o la “mueve” (causa final) al suscitar en ella una incesante dinámica de autotranscendimiento. Que Dios sea creador significa, pues, que: a) da a la criatura el ser; b) introyecta en la criatura una pulsión hacia ser-más”. [1] Por tanto “además de esa productio ex nihilo, hay otra modalidad de creación, esto es, de acción exclusiva y absolutamente divina para dar el ser a las cosas. Allí donde surge algo inédito, cualitativamente distinto, mejor y mayor que lo anterior, allí está surgiendo algo que, por hipótesis, supera la capacidad operativa d elo ya existente y, consiguientemente, demanda otro factor causal, amén del empíricamente detectable: la acción creadora de Dios”. [2]
La cosmovisión subyacente a esta noción de creación es la propugnada por el evolucionismo emergentista, compatible con la idea de creación. </SPAN>
Cabe, naturalmente otra lectura del fenómeno evolutivo, la del monismo fisicalista que niega que se den “rupturas cualitativas entre ser y ser, afirmando que toda entidad mundana es reducible al nivel físico. En este marco, la evolución no supondría la emergencia de novedad ontológica, sino la aparición de simples variaciones sobre el único tema de la física. La idea de creación resulta aquí perfectamente inútil: la materia autogenerada, autosuficiente y eterna sería el único factor causal de la realidad mundana. El fisicalismo se configura así como la forma más compacta del monismo materialista” [3]</SPAN>
2. Dualismo, panteísmo y deísmo. Soluciones equivocadas al problema del origen y en contradicción con la idea cristiana de creación .
* Frente al dualismo: hay que afirmar que todo procede de Dios y en cuanto tal todo es bueno. Se rechaza la devaluación del mundo material como mal absoluto. El mundo es un valor, pero relativo. Más aún, porque nada queda al margen de la acción creadora, nada hay realmente existente que no resulte alcanzado por la acción salvadora; al nada del concepto de creación responde el todo del concepto de salvación.
* Frente al panteísmo: Dios transciende infinitamente el mundo; el mundo posee una realidad propia distinta de la de Dios. Se rechaza la valoración del mundo como bien absoluto. Sólo Dios , y no el mundo, es absoluto.
Se salvaguarda en ambos casos la dignidad de los seres mundanos, alejándose del pesimismo dualista y del ilusorio optimismo panteísta (apariencia, “maya”). El cristianismo elige, pues, un término medio, absolutamente original, entre el dualismo y el panteísmo.
* Frente al Deísmo: Dios no crea el mundo y se desentiende de él, sino que lo conserva, gobierna y lo sostiene impulsándolo a su plenitud.
3. Creación y evolución: un tema de razón y fe.
3.1. Ciencia, filosofía y teología. Relación y diferencias.
3.1.1.- La Razón: Ciencia y filosofía:
- Ciencia y filosofía son investigaciones complementarias que se exigen mutuamente.
“Mientras las ciencias investigan cómo son y cómo acontecen las cosas reales, la filosofía investiga que es ser real (es la investigación de en qué consiste ser real). Ciencia y filosofía aunque distintas, no son independientes. Es menester no olvidarlo”.
“Toda filosofía necesita de las ciencias. Toda ciencia necesita de una filosofía.
Filosofía y ciencia son dos momentos unitarios de la investigación. Pero como momentos no son idénticos”. [4]
- Ciencia y filosofía son órdenes de conocimiento distinto y por tanto no puede haber conflicto entre ellas.
- Los dos saberes constituyen la razón y tienen su fundamento en la misma.
- Ambos saberes se necesitan , se implican y explican mutuamente y hay entre ellos una conexión bidireccional. “La ciencia sin la religión está coja y la religión sin ciencia está ciega” (A. Einstein).
- Esquema orientativo sobre las diferencias entre filosofía y ciencia según Ortega y Zubiri:
Ciencia
(Ciencias de la naturaleza y humanas)
Orden talitativo
(contenido)
Cómo son y cómo acontecen las cosas reales
(orden del aparecer o fenoménico)
Saber regional
Saber penúltimo: saber con supuestos previos.
Filosofía
(Metafísica)
Orden trascendental
(formalidad de realidad)
(Zubiri)
Qué es o en que consiste ser real.
(orden ontológico o del ser )
(Zubiri)
Saber totalizante o universal (pantonomía; el filósofo un especialista en universos,, un especialista en descubrir lo universal en cada cosa. (Ortega) [5]
Saber último: saber sin supuestos.
Saber radical (de raíz).
(autonomía, ciencia sin suposiciones, método ascético o de renuncia.(Ortega)
3.1.2.- La Fe: Teología:
- La teología es “la inteligencia de la revelación”. La verdad revelada “hay que investigarla y exponerla según las exigencias de nuestro tiempo” (FR 92). [6]
- Es otro tipo de saber (conocimiento por la fe).
- Este saber no procede de la razón sino de la Palabra de Dios (Revelación) y se acoge mediante la obediencia de la fe razonable. El origen es Dios mismo.
- “El objetivo fundamental al que tiende la teología consiste en presentar la inteligencia de la revelación y el contenido de la fe. Por tanto, el verdadero centro de su reflexión será la contemplación del misterio mismo de Dios Trino” (FR 93). El objeto de su investigación es “la Verdad, el Dios vivo y su designio de salvación revelado en Jesucristo” (FR 92).
- También toda teología presupone una filosofía y desde luego, esta filosofía necesita de las ciencias. ”La gracia no destruye la naturaleza, sino que la perfecciona”. Así, pues, “la teología necesita la aportación de una filosofía del ser, que permita ante todo a la teología dogmática desarrollar de manera adecuada sus funciones” (FR 97).
- Esta filosofía debe estar concebida no como filosofía “separada” que reivindica una autosuficiencia del pensamiento, sino en unión vital con la fe. Una filosofia que sin contradecir la fe (cristiana) pretenda abarcar todos los progresos importantes del pensamiento filosófico que no se hubieran realizado sin la aportación, directa o indirecta, de la fe cristiana. “Estos temas amplían de hecho el ámbito de lo racional” (FR 76). [7]
- Una filosofía que reconozca sus límites y desde sí misma, se autotrascienda en apertura constitutiva a una acción que venga de afuera, la fundamente y le de sentido último. Esta acción posibilitadora y fundante es la Palabra de Dios, Dios mismo. [8]
- Tipo de relación entre filosofía y teología.
Esta relación debe estar marcada por la circularidad. Efectivamente, “ya que la Palabra de Dios es Verdad…la razón está como alertada, y en cierto modo guiada, para evitar caminos que la podrían conducir fuera de la Verdad revelada y, en definitiva fuera de la verdad pura y simple; más aún es animada a explorar vías que por sí sola no habría si quiera sospechado poder recorrer. De esta relación de circularidad con la Palabra de Dios la filosofía sale enriquecida, porque la razón descubre nuevos e inesperados horizontes”. (FR 73).
3.1.3.- Razón y fe: binomio inseparable.-
- Razón y fe constituyen dos tipos de conocimiento. “Una está dentro de la otra y cada una tiene su propio espacio de realización” (FR 17).
- “Hay una profunda e inseparable unidad entre el conocimiento de la razón y de la fe” (FR 16).
- Creo para comprender y comprendo para creer: “Credo ut intelligam, intelligo ut credam” (San Agustín).
- “La fe y la razón (Fides et ratio) son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva a la contemplación de la verdad” (FR 1).
- Sin embargo la Fides et ratio nosadvierte de la “frontera” y el “escollo” entre la fe y la razón y de todo intento de diluir la fe en la sola razón (Cfr. FR 23).
3.2. Deslinde nítido de los términos creación y evolución.-
a) La evolución es un hecho científico. Que hay una cosmogénesis, una biogénesis y una antropogénesis nos lo dice la ciencia; son teorías científicas. Esto quiere decir que su cuestionamiento debe hacerse desde el método propio de las ciencias naturales. La astrofísica, la paleontología, la genética, la biología molecular y otras ciencias empíricas son las únicas llamadas a pronunciarse sobre el hecho evolutivo. Su campo propio de estudio versa sobre el aparecer, sobre el cómo descriptivo y cuándo aparece la realidad física, la vida, lo humano. La descripción fenomenológica del hecho empírico es el ámbito propio de la ciencia y marca al mismo tiempo sus propios límites.
Al hablar de límites de la ciencia no nos referimos aun déficit temporal de nuestros conocimientos sino a una imposibilidad connatural o constitutiva de la ciencia para dar cuenta de todo lo real; pues, como decía Popper “hemos de hacernos a la idea de que (para la ciencia) casi todo lo que es verdaderamente importante ha de quedar esencialmente inexplicado”.
b) La creación.
Es en primer lugar, una interpretación filosófica, y en concreto, metafísica, acerca de lo real. La creación responde a preguntas del tipo “ por qué es algo y no más bien la nada” (Leibniz, Heidegger) o “quién soy yo y qué será de mí” (J. Marías). Se trata de preguntas que la razón humana profiere acerca del ser de lo real (metafísica) y no meramente acerca del aparecer del cosmos (la ciencia); esto es, preguntas de corte interpretativo o explicativo y no meramente descriptivo como en la ciencia.
En segundo lugar, la creación es también un misterio de fe. La creación es una interpretación teológica acerca de lo real. La creación, como categoría teológica, responde también aquí a la pregunta que el hombre es para sí mismo, por su origen y destino absolutos. Pero pretende dar un paso más dejándose iluminar por la revelación de Dios en la atenta escucha de la fe. La Revelación le dice al hombre que el mismo Dios que “habita en una luz inaccesible” se ha comunicado al hombre y le ha dado a conocer su intimidad y los designios que para él tiene. Efectivamente, “Dios quiso, con su bondad y sabiduría, revelarse a Sí mismo y manifestar el misterio de su voluntad… En esta revelación, Dios invisible movido de amor, habla a los hombres como amigos, trata con ellos para invitarlos y recibirlos en su compañía”. [9] Esta revelación de Dios debe ser acogida en la obediencia de la fe razonable. En este sentido la revelación de Dios es gracia , luz y verdad en la que debe dejarse iluminar la finita razón humana, pues “ la fe es la gran amiga de la inteligencia”. [10] La razón humana, en este encuentro de la razón y la fe, lejos de ser negada es enriquecida y elevada por la Palabra de Dios que siendo la Verdad misma, es la fuente de toda verdad.
La pregunta acerca del origen de la materia, de la vida y del hombre, y correlativamente de su destino último, constituye desde siempre una cuestión fronteriza. Efectivamente, a la ciencia, como a la filosofía y como a la teología les interesa lo mismo, el origen y destino de todo lo real, pero no de igual modo. Preguntan sobre lo mismo pero de distinta manera, desde distintos métodos y modelos de racionalidad llegando a respuestas también distintas pero necesariamente conexionadas y complementarias. Así la fe y la razón, la teología y la ciencia se exigen e implican mutuamente y “no pueden dejar de encontrarse”, ya que buscan lo mismo, la verdad que es única. [11]
3.3. Dos maneras equivocadas de interpretar esta relación creación y evolución:
a) Por el lado creyente, el llamado “creacionismo científico” y b) por el lado increyente el que podríamos llamar “monismo fisicalista o cientifismo”. Detengámosnos brevemente en cada uno de ellos.
a) El llamado “creacionismo científico”: Pretende defender la creación como si fuera una teoría científica y ve en el evolucionismo una amenaza para la fe en la creación. En nombre de la palabra de Dios hay que negar la evolución. Esta posición “presenta el creacionismo como una teoría alternativa tan válida como cualquier otra”. Esto es “una equivocación grave”. Pues de este modo “puede terminar desprestigiando la doctrina de la creación en lugar de ensalzarla”. [12] ¿Por qué? Porque hace, en primer lugar, una interpretación literalista y por ende deficiente de la Biblia (fundamentalismo bíblico) al pretender defender como vinculante para la fe el llamado fijismo desde el que se escribieron los textos Sagrados.¡La Biblia no enseña el fijismo ni el evolucionismo!; y, en segundo lugar, y esto es lo más grave y el problema de raíz, por invadir el campo epistemológico de la ciencia (la legítima autonomía de la ciencia) al presentar como hecho científico lo que es objeto de construcción filosófica y dato de fe (la creación).
b) El monismo materialista (cientifismo):</SPAN> Es la postura increyente, secularista o atea. La creación es una hipótesis inútil. De este modo se pretende hacer pasar como científica lo que sólo es una interpretación metafísica de la evolución, el llamado monismo materialista ( fisicalista o biologicista), con lo que también –una vez más los extremos se tocan- se está invadiendo el campo epistemológico de la ciencia. Detrás dicho monismo está como es obvio, la filosofía positivista de la ciencia, el cientifismo. Pero esto es no hacer ciencia, sino metafísica, filosofía e incurrir así en una lamentable confusión de campos epistemológicos distintos. </SPAN>
El cientifismo no es ciencia sino una filosofía positivista de lo real y una interpretación metafísica (inmanente, atea) sobre la ciencia. Parte de los siguiente postulados: a) Un reduccionismo ontológico: todo lo real es materia y sólo la materia es real; b) Un reduccionismo epistemológico pues sólo se puede conocer lo verificable o falsable por contrastación empírica, y c) la creencia del poder ilimitado de la ciencia pues ésta llegará a explicarlo todo desentrañando la ultima urdimbre de lo real agotando así todos sus misterios (todo un “un materialismo prometedor”, en palabras de K.Popper).</SPAN>
Se configura así un tipo de ateísmo en nombre de la “ciencia” (cientifismo). A este tipo de ateísmo se refiere el Concilio Vaticano II cuando afirma que “muchos rebasando indebidamente los límites de las ciencias positivas, pretenden explicarlo todo sobre esta base puramente científica” (GS). [13]</SPAN>
4. Conclusión.
Ciencia y religión se complementan y se necesitan mutuamente. La evolución no se enfrenta a la creación sino al fijismo. La creación no se opone a la evolución sino a una interpretación o explicación filosófica de la evolución: el monismo materialista (fisicalismo).
La creación puede sostenerse desde una concepción fijista (así fue durante siglos hasta ayer) como desde una concepción evolucionista. La interpretación filosófica de la evolución del llamado emergentismo exige una explicación creacionista para dar razón suficiente de lo real. [14] Esto prueba por enésima vez que la creación no se opone a la ciencia sino a una determinada interpretación metafísica (filosofica) de la evolución. La teología, en línea de mínimos” declararía el nihil obstat para la fe de una concepción evolucionista del cosmos y de la vida como la que ofrece la ciencia. [15] ·- ·-· -······-·
Arsenio Alonso Rodríguez
De la revista Arbil
¿Por qué no me extraña encontrar en Arbil un artículo como el arriba reproducido, en plan la puntita nada más? Es como el resumen de la, ejem, filosofía que anima la revista. Por cierto, sólo fijémonos en las citas finales: Rowan Williams (no "Willians"), falso Arzobispo anglicano de Canterbury, y de hecho más ateo que Teilhard de Chardin; ¡vaya!, Teilhard de Chardin, también citado; otro heresiarca, Karl Rahner; y, recomendados, dos manuales de Sal Terrae, año 2000, editorial que desde hace cuarenta sólo publica títulos que nieguen los fundamentos de la Fe.
Conclusión: compatibilidad... Que lean el último número de Verbo, hombre. En España quedan revistas legibles.
La fe evolucionista y las mutaciones
¡Ah!, las mutaciones... Este es otro de los sagrados "mantras" del darwinismo (en realidad del neodarwinismo). Este "mantra", junto con la Selección Natural, explica también el origen de todos los seres vivientes; pero con la misma condición: la de no analizarlo científicamente.
Desde el punto de vista científico, las mutaciones son alteraciones al azar en la composición química de los genes, esto es, en la complejísima molécula del ácido desoxirribonucleico (ADN), donde está codificada la información hereditaria.
Ahora bien, en una estructura altamente compleja, un cambio al azar tiende inevitablemente a deterioraría. Para mejorarla, tendría que ser capaz de aumentar ese orden; y el azar -por definición- no puede ni mejorar ni crear orden. Sólo una inteligencia puede hacer esto.
Por eso es que el 99% de los cientos de miles de mutaciones estudiadas han sido dañinas, perjudiciales, deteriorativas o letales. En el mejor de los casos, han sido neutras, o porque el gen "alelo", es decir, el que viene del otro progenitor, suple la función del gen dañado por la mutación, o porque el cambio ha sido insignificante y no ha afectado la vitalidad del organismo.
Las supuestas mutaciones "favorables" de que hablan algunos científicos, no son casi nunca verdaderas mutaciones; son solamente una manifestación de la vitalidad genética que tiene todo organismo, que hace que, en determinadas circunstancias, se expresen genes que ya estaban presentes -aunque reprimidos- porque su funcionamiento no era necesario.
Pero aun en el caso de que existieran mutaciones favorables, con eso no hacemos absolutamente nada. Pues la hipótesis evolucionista necesita, imprescindiblemente, no mutaciones favorables, sino ¡transmutaciones!, es decir, mutaciones creativas, capaces de producir novedades biológicas (ojos, plumas, sangre caliente, etc.), que expliquen la aparición de las distintas especies biológicas, desde la ameba al hombre. Y esto sí que es pura fantasía; y fantasía disparatada, irracional y anticientífica.
La imposibilidad de que las mutaciones (actuando al azar) puedan producir tan siquiera un órgano nuevo, se deriva fundamentalmente de su carácter perjudicial y de su escasa frecuencia. Además, para poder transmitiese a la descendencia, tienen que afectar a las células germinales y ser dominantes, es decir, prevalecer sobre el gen alelo, para tener algún efecto. Todo esto disminuye aún más su frecuencia.
Pero hay otro problema; para que apareciera un órgano nuevo, las mutaciones "creativas" (que son, como hemos visto, puramente imaginarias; las que la ciencia conoce son todas deteriorativas o a lo sumo neutras) tendrían que encadenarse e integrarse en un mismo segmento del cromosoma para poder sumarse y dar origen, así, a un organo nuevo, que no se produciría por la acción de una mutación, sino de miles de ellas.
Para producir un ojo, por ejemplo, todas las mutaciones tendrían que afectar el conjunto de genes que rigen esta función. Ahora bien, esto plantea una imposibilidad estadística absoluta, que ha sido exhaustivamente analizada por autores de la talla de E. Borel, C. Guye, Lecomte du Nüuy, G. Salet y otros.
Hasta aquí hemos desarrollado el argumento de las mutaciones siguiendo el esquema de la hipótesis evolucionista, para demostrar que, aun así, es totalmente imposible que las mismas puedan crear novedades biológicas y transformar así las especies.
Pero la cuestión es muchísimo más grave, aún. Y aquí hay que abandonar el dogma darwinista y pasar a la realidad; es decir, abandonar el terreno de la fantasía y pasar al de la ciencia.
Porque la pseudociencia darwinista no tiene lugar en sus esquemas para el concepto de organismo, es decir, un conjunto de estructuras integradas que funcionan como un todo. Heredera, al fin y al cabo, del mecanicismo cartesiano, la hipótesis evolucionista piensa en términos de partes. Y así los darwinistas creen posible que un organismo se puede ir modificando por partes que, al sumarse, producirían su transformación en otro organismo. Pero esto es puro desatino. Ignora la gran ley biológica del "todo o nada".
¿De qué le serviría a un mono, por ejemplo, desarrollar piernas de hombre, sin desarrollar simultáneamente pelvis de hombre? ¿De qué le serviría una pelvis de hombre, sin columna vertebral de hombre? ¿Cómo puede haber mano de hombre, con brazo, antebrazo y hombro de mono? ¿Cómo puede haber columna vertebral de hombre, sin cráneo de hombre, y viceversa?
Todas estas estructuras, o aparecen simultáneamente y en estado de plena perfección, o no sirven para nada; por el contrario, son un estorbo para la supervivencia. Esto se aplica, por cierto, a todos los organismos vivientes.
Y para que esto suceda, tiene que cambiar todo el código genético, en forma simultánea y sin un solo error. Para ello debería ocurrir una mutación gigantesca, un reordenamiento radical de todo el código genético, dirigido y especificado hasta en los más mínimos detalles, para producir un ser 'viviente capaz de funcionar, esto es, de vivir. Lo cual constituye un milagro más grande que resucitar un muerto.
Esto, que ya había sido planteado en la década de los 30 por el insigne biólogo y paleontólogo alemán Otto Schindewolf, encontró su más acabado expositor en Richard Goldschmidt, uno de los tres o cuatro genetistas más eminentes del siglo.
Allá por la década del 40, R. Goldschmidt, ferviente evolucionista él, después de haber dedicado prácticamente toda su vida al estudio de las mutaciones, a pesar de creer en la transformación de una especie en otra, concluye diciendo que es absolutamente imposible explicarla mediante el mecanismo de las mutaciones.
Publicó un libro (The Material Basis of Evolution) y un artículo (American Scie., 40:97, 1952) de un rigor científico ejemplar, donde demuestra en forma abrumadora el carácter totalmente anticientífico de todo este macaneo respecto de las mutaciones.
Nadie, absolutamente nadie, ha sido capaz de refutar las conclusiones de Goldschmidt en este sentido.
La comunidad científica, como generalmente sucede, no hizo el menor caso de las conclusiones de este investigador. Siguieron -y siguen- lo más campantes, hablando tonterías sobre las mutaciones, sin tomarse siquiera el trabajo de analizar sus escritos, ni los de muchos otros autores que sostienen lo mismo.
R .O. Leguizamón
Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.
Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI
AS ORIGENS OCULTISTAS E LIBERAIS DO EVOLUCIONISMO
Clique para ler
"Desde logo, Darwin não inventou a teoria da evolução: encontrou-a pronta, sob a forma de doutrina esotérica, na obra do seu próprio avô, Erasmus Darwin"
(Olavo de Carvalho)
Adversus Hæreses: AS ORIGENS OCULTISTAS E LIBERAIS DO EVOLUCIONISMO
Haciendo clic en la página que aparece debajo de Darwin aparece aumentada en otra pantalla. Intenté copiar la página aumentada, pero no me lo permitía.
Yo creo que la evolución es un hecho, o al menos, MÁS que una simple teoría o una hipótesis, creo que hasta Juan Pablo II y la Iglesia Católica la aceptó.
A ver, cierto que aún quedan huecos; por ejemplo, hay especies que no sabemos de donde vienen porque no encontramos ningún registro fósil con el que relacionarlo, vale, es correcto, pero por otro lado SÍ sabemos los antepasados de otro montón de especies y por lo tanto sí hay muchisimos huecos llenados gracias la teoría de la evolución. Que haya cuestiones no tengan aún respuesta ahora no significa que no la tengan nunca; con muchas teorías pasa lo mismo, por ejemplo antes de llegar al actual modelo de los átomos se barajaron e incluso se aceptaron varias hipétesis erroneas...
Si vamos en plan "La evolución afirma X, Y y Z. X y Z son correctas, pero no hay pruebas de Y. Luego la evolución es mentira. Eso seria un argumento ad ignorantiam.
Vamos a ver Mozoni en tu planteamiento no hay una sola argumentación que se sostenga, dicho sea con toda consideración. Da igual si JP II o ciertas jerarquías de la Iglesia (La Iglesia de Cristo o Católica, somos todos los bautizados y creyentes), han querido dar por válida una teoría que no pasa de hipótesis, y que aun tomándola como tal teoría está sometida a revisión, cambio y sustitución como supuesto paradigma. Es decir, la Ciencia para serlo ha de ser duda, discusión y cambio, o no será ciencia y esto es un principio vital de ella, pues en caso contrario será dogma y dejará automáticamente de ser ciencia y, por tanto, sin empirismo alguno.
Como la discusión aquí nos puede llevar por los Cerros de Úbeda sin lograr llegar a nada, te recomiendo la lectura de un libro: El evolucionismo en Apuros, de Silvano BORRUSO, Edit., CRITERIO-LIBROS Madrid 2000. Breve (212 págs.), muy concreto, con una exposición demoledora que desmonta lo que define como el mito de la evolución. Yo siempre lo recomiendo pues es la mejor y más directa exposición que acaba con todo un montaje de carácter biologiscista (Darwin), filosófico y sociológico (Spencer), ingeniero de ferrocarriles y aficionado a la especulación metafísica que ha sido el causante del estropicio pues se encargó de "concebir, definir y generalizar" el uso del término "evolución". La cuestión peliaguda es que resulto ser totalmente incapaz de elaborar su teorización verdadera, y es que, sencillamente, nunca hubiera sabido, ni podido hacerlo, pues le faltaban decenios de investigación y conocimiento.
El uso del término y la aplicación de la idea general, no pasan de la portada de cada trabajo publicado y sólo es "alimento" para la imaginación de la masa de aficionados a la ciencia limitada y dogmatizada.
Hazme caso y lee el libro que te he recomendado, cuando lo termines te aseguro que tus convicciones actuales se habrán derrumbado del todo. Por cierto, el autor en sus tiempos de estudiante era evolucionista hasta que se le cayó la venda de los ojos, y ahora enseña a razonar usando sólo argumentos científicos.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
No por menos me acordé de esto que vi hace una semanas en Youtube y, aquí lo dejo para que podáis ver que hay quién pone en duda la evolución de otra forma distinta, aunque en este caso algo grotesco en su planteamiento pero eficaz para esa sociedad......
[YOUTUBE]http://www.youtube.com/watch?v=4uKQT-BKzwI[/YOUTUBE]
![]()
![]()
![]()
Mi honor, la lealtad,
mi fuerza, la voluntad,
mi fe, la catolicidad,
mi lucha, la hispanidad,
mi bandera, la libertad,
mi arma, la verdad,
mi grito... ¡despertad!
mi lema... ¡¡Conquistad!!
algunos comentarios del blog que abrio esto.
Los dogmas de fé son muy difíciles -si no imposibles- de refutar con argumentos científicos. La historia de la humanidad lo atestigua sobradamente.
totalmente de acuerdo de hecho este sitio es una confirmacion de la regla
Este tipo de descalificaciones te las paso sólo esta vez, la próxima editaré todo comentario que se salga de tono. Creo que eres tú mismo quien se autocalifica con este lamentable comentario ad hominen para todos los que aquí participamos, pero voy a dar la oportunidad de que los demás se asombren de la profundidad de tu pensamiento.
Ahora bien, esta convicción, que muchos científicos y divulgadores sostienen encarnizadamente (¡hasta el punto de mostrarla al público como un hecho científico y demostrado!), es -por definición- algo que está fuera del campo de la ciencia experimental, que se basa, precisamente, en la observación y reproducción experimental del fenómeno bajo estudio. Cosas evidentemente imposibles en este caso.
Tú lo has dicho de la ciencia experimental, ero no toda la ciencia es experimental, mucha de ella involucra observacion y modelacion matemática. (Empieza por aclarar a qué te refieres) Pero a pesar de lo anterior si hay experimentos de evolucion en seres vivos como las bacterias, ellas tienen la suficiente velocidad de reproduccion para tener datos en un tiempo de vida de un ser humano.
A partir de aquí empiezo a corregirte las faltas de ortografía.
De manera que, y a poco de respetar el significado de las palabras, esta creencia en el origen del hombre a partir del mono, es sólo una hipótesis de trabajo, una suposición, una conjetura, más o menos razonable, más o menos coherente, más o menos disparatada, pero siempre de carácter hipotético. No sólo no demostrada, sino, aún más -por definición-, indemostrable. Y la ciencia es demostración.
La verdad tampoco veo algo de malo con esto, la ciencia parte de hipótesis y luego busca pruebas para confirmarla, por ejemplo los estudios de tiempo de vida de partículas (¿las partículas cuánticas tienen vida? ¿no será que tienen "existencia"? el lenguaje de las Ciencias hay que cuidarlo), sirvieron para confirmar la Teoría de la Relatividad (luego, hubo un supuesto previo) (lo que pasa es que no está demostrada estrictamente hablando, sino que la existencia de una secuencia de acontecimientos que se descubren en tiempo muy corto está dándole la razón, pero todavía no es un "universal" científico, y eso que estoy convencido de su validez, pero a cada uno lo suyo que fue resultado positivo, también hay ejemplos de experimentos que mostraron otra realidad como el experimento de Michelson para comprobar la existencia de eter ( ¿¿¿¿¿ esto me lo tienes que explicar, no vaya a ser que Aristóteles tuviera razón en su explicación cosmológica) pero de éste también se obtuvo finalmente una conclusión positiva. Los ejemplos de otra ciencia, ( ¿cuál?), no muestran que el partir de un supuesto sea un problema, más bien es mejor que no partir de nada
Aclarado este punto, digamos que lo que hoy vemos (base primera del método científico) es que los hombres se originan de hombres, y que los monos engendran monos. Por consiguiente, y en razón del principio científico del uniformismo metodológico, según el cual el presente explica el pasado, lo legítimo es suponer que los hombres siempre se originaron de hombres y nunca de monos. Son los científicos que sostienen lo contrario (esto es, que alguna vez los monos engendraron hombres, o se transformaron en tales) los que llevan el peso de la prueba.
Aqui hay que aclarar algo, en realidad los científicos no dicen que los hombres salieron de los monos de un sólo golpe, de un sólo nacimiento (esto sólo pasa en las caricaturas, no confundas) sino que fue por cambios graduales. la evolución no es sobre individuos sino por poblaciones.
¿Y de qué se componen las poblaciones? De cualquier modo siempre habrá un primer individuo portador de la mutación en dicha población o ¿es que la genética aquí no sirve para nada?
un ejemplo de un cambio gradual:
tenemos a una persona pobre que no posee nada , a esta persona le damos un dolar, pues un dolar es muy poco dinero, esta persona seguira siendo pobre, demosle otro dolar, un dolar sigue siendo poco dinero, esto no puede cambiar el estatus economico de lapersona que seguira siendo pobre, sigamos adelante dandole mas dolar. segun el razonamioento anterior la persona seguira siendo pobre, pero eso no pasa, en realidad la persona terminbo por ser rica, ¿en que momento hubo el cambio?
(Este ejemplo no es nada heurístico, ¿eh?, vamos que vale menos que el papel en el que lo hayas escrito antes)
De acuerdo a este sensacional descubrimiento -que corta el aliento, realmente- existen, sin lugar a dudas, semejanzas entre los monos y el hombre. Efectivamente: tenemos ojos como los monos, cuatro extremidades, estómago, hígado, pulmones, corazón de cuatro cavidades, sangre caliente (depende ... ), etc.
Si usted sigue, obstinada y escépticamente, creyendo que todo esto no significa absolutamente nada, y que existe -a pesar de las semejanzas- un abismo entre el mono y el hombre, créame que está en muy buena compañía, ya que miles de científicos en el mundo (y cada día más) opinan exactamente lo mismo.
(Ergo, cuando el río suena... ¿qué les estará pasando a esos investigadores?)
El buscar semejanzas no es una tonteria ya un gran químico logró con este método la tabla periodica (o también él estaba loco?)
Y miles son, estimado lector. Lo que sucede es que su opinión no llega a la gente, pues en este tema existe una censura feroz. ¡Otra Inquisición y Santo Oficio! Los científicos que no aceptan el "dogma darwinista" son inexorablemente excluidos de los ámbitos académicos y de los medios de difusión.
Esta es una falacia por victimismo ( Otra vez generalizando, ¿de quién?)
Lo que generalmente muchos autores olvidan de aclarar al público es que varios monos actuales (hilobates moloch, pan paniscus, entre otros) caminan en forma aproximadamente erecta. Pero, que yo sepa, ninguno de estos simpáticos primates ha manifestado el más mínimo sentimiento de asombro, ni de júbilo, ¡ni de horror! tan siquiera (que sería mucho más lógico), ante la apasionante aventura dé estar transformándose en seres humanos.
Esto también es otro error que parte en pensar que la evolución es un río que tiene pasar por el mismo cauce, siendo un proceso donde interviene el azar (sin ser este el factor determinante)
(¿AZAR? ¿serías tan amable de explicarnos su estructura, su relación con la probabilística, o las leyes no necesarias que lo regulan?)
Vayamos por partes. Para comenzar, digamos que el Hombre de Neanderthal no es ciertamente un 'homínido". A pesar de la “difamación antropológica” darwinista (la expresión es del famoso antropólogo americano Ashley Montagu), que lo mostró durante cien años (¡y aún hoy día!) como un bruto semiencorvado, de aspecto feroz y estúpido, garrote al hombro y guarecido en su caverna, hoy es un hecho universalmente aceptado que el Hombre de Neanderthal era completamente Sapiens, aunque con algunos rasgos degenerativos producidos por enfermedades (artritis y raquitismo) y por circunstancias ambientales adversas.
¿Si es un hecho universalmente aceptado?, luego ¿cuál es la polémica?, ¿contra quién combates? si hay gente que piensa lo contrario luego hay polémica y no es hecho universalmente aceptado y . (Los insultos no son válidos)
En relación a los tan mentados Austrolopitecos de Africa (incluida Lucy) desde ya le aclaro, lector, que estos seres son definitivamente monos; no hay discusión al respecto: un metro de estatura; capacidad craneal entre 500 y 600 cc. (como el chimpancé, por ejemplo; la del hombre es de alrededor de 1500 cc.); forma del cráneo “abrumadoramente simiesca” (Lord Zuckerman); capacidad para columpiarse de las ramas como o mejor que la del orangután (Charles Oxnard), etc.
Que hay de los cráneos que muestran capacidades craneales intermedias entre el chimpancé y el humano, los cuales están reportados, no es ético no mencionarlos, ¿sabias?
(Bueno, lo cierto es que tú has sacado todo de contexto, pues el escrito de este autor, doctor, por cierto, es mucho más extenso y elaborado)
Aunque luego haya retractaciones o refutaciones, el hecho es que en la historia de la Antropología abundan los ejemplos de "homínidos" creados de esta manera. Bástenos recordar, por ejemplo, el famoso Hombre de Nebrasca, "creado" en 1922 en base a una muela, que luego se descubrió pertenecía a un pecarí.
A partir de 1960 y durante veinte años, el antropólogo David Pilbeam sostuvo que el Ramapiteco era un "homínido”, basado en un par de dientes y unos trocitos de mandíbula. En 1984 cambió de opinión y cree ahora que es un mono cualquiera. Pero mientras tanto, su publicitado Ramapiteco le valió a Pilbeam pasar de profesor de Antropología de la Universidad de Yale a la de Harvard (¡nada menos!). Esto, si bien no demuestra la evolución del Ramapiteco, al menos prueba la "evolución” de Pilbeam.
Errores en la ciencia siempre han existido y no solamente en Biología y no por eso se desecha todo
(Muy cierto, pero tampoco se admite todo sólo por el hecho de que se investigue siguiendo las reglas del método empírico)
La verdad de bioquímica se muy poco, (puedes empezar por leer detenidamente mis mensajes un poco más arriba) no lo voy a comentar, [B](entonces no los menciones) pero tenga en cuenta que en los párrafos anteriores ya tiene desatinos[/B]
(¿Por ejemplo?)
Le aclaro, lector, que esto de los millones de años son sólo especulaciones basadas en la hipótesis darwinista. No hay ninguna evidencia científica seria de que estos millones de años hayan realmente existido. Los menciono simplemente para mostrar las groseras incoherencias de esta hipótesis, a partir de los datos de sus propios adherentes.
Otro error si hay evidencia cientifica de parte de la geologia (o tambien ellos estan en la trama?), los cientificos son como cualquier otro grupo humano, no necesariamente tienen que ser amigos y en ocasiones son abiertamente enemigos, no habria razón por cuidarles las espaldas a sus colegas
(¿Y qué hacemos con la Teoría de las Catástrofes?, es geológica. Incluso con los fractales, son matemática pura.
El asunto tiene sus antecedentes allá por la década de 1920, cuando un biólogo (Crookshank, darwinista por cierto) sugirió que los negros (no los nuestros, sino los de Africa) descendían del gorila porque se sientan en el suelo de la misma manera que lo hace este antropoide. ¿Qué tal el razonamiento, lector? Los mongoles, en cambio -y por la misma razón- descenderían del orangután.
Esto no prueba más que las limitaciones del biólogo, ( ¡Ah! ¿pero están limitados? ¡vaya novedad!) la teoria es independiente de los investigadores. por ejemplo una persona puede equivocarse en la resolucion de una formula matemática, pero esto no significa que la matemática esté mal, el (será "la") que está mal es la persona
(¿Significa eso que está enferma, o quizás loca por equivocarse en una fórmula o en la resolución de una operación?)
Pero apareció la hipótesis darwinista, que trans*formó el mundo científico en la ciudadela de la estupidez y la ceguera (si hemos de tomar en se*rio lo que decía Bernard Shaw), y pronto no falta*ron los investigadores que, coherentes con la hipótesis, se dijeron: si descendemos de los monos y somos capaces de hablar, entonces los monos también deben tener esta capacidad, al menos en potencia. Luego, si nos tomamos el trabajo de en*señarles, ellos también serán capaces de hablar.
Y dicho y hecho. Se realizaron experimentos: Lana (una chimpancé), Washoe (un chimpancé), Koko (un gorila) y Sarah (chimpancé).
El más famoso fue el realizado por el matri*monio Lachman con Lana. Durante varios años, estos investigadores se encerraron diariamente en la jaula con Lana, tratando, con abnegado y fervoroso ahínco, de enseñarle las "primeras le*tras".
los monos no podian hablar por cuestiones anatomicas, pero si podian darse a explicar con signos rudimentarios, eso quedo probado, (como siempre este manuscrito muestra las limitaciones
del autor)
No, lector. No los tiene; lo mismo que el hom*bre. Cuando aparecen los monos, son eso, perfec*tos monos. Cuando aparece el hombre, es hom*bre como nosotros.
se repite la pregunta del pobre y los dolares
Este manuscrito está muy largo y tiene aún muchos errores, sobre todo cuando habla de las mutaciones.
(Sólo hablas de generalidades, con afirmaciones nebulosas sin rebatir nada.)
comentario final
Pueden creer lo que quieran, nada más recuerden el que piensa desordenamente tampoco debe esperar buenas ideas
En efecto, particularmente cuando las ideas no sólo no se saben expresar con coherencia, sino que además se acompañan de una constante ausencia de dicción, sumando una importante colección de faltas de ortografía que me he tomado la paciencia de ir corrigiendo.
Los temas de este Foro son controvertidos, por tanto hay que estar a la altura de lo que se expone y no entrar "a saco" por ver si cuelan argumentaciones que no reúnen las mínimas bases para una discusión en profundidad.
Última edición por Valmadian; 31/03/2010 a las 04:13
Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)
Marcadores