¡Y qué falta nos hará tener a un nuevo San Agustín en medio tantas tribulaciones como las que nos va a deparar este nuevo siglo, del que ya llevamos transcurridos mas de una década!. Así como también sehace imprescindible, desde ya mísmo, volver a releer lo que escriben algunos autores, como el padre Alfredo Sáenz...
Ésta es la clave a mi juicio: "...o con Cristo o contra Cristo, o la Ciudad de Dios o la Ciudad del Mundo", y olvidarse ya de defender tantas historias basadas en la falacia materialista de 'el Imperio o la nada'. El actual Occidente, que muchos pretenden defender, hace siglos que dejó de tener como referencia a la 'Ciudad de Dios' y vive inmersa en una diabólica dialéctica materialista erigida contra Cristo.
"...Durante las persecuciones de los primeros siglos, o también en el transcurso de las invasiones de los bárbaros, que duraron décadas, los cristianos y sus jefes espirituales sabían perfectamente, como es obvio, que estaban lejos de vivir en un régimen de Cristiandad y que ese régimen era por aquel entonces irrealizable en lo inmediato. Sin embargo, en medio de las angustias y la sangre derramada, los mejores hombres de aquellos tiempos comenzaron a proyectarla. Fue precisamente en medio del torbellino de los bárbaros invasores que S. Agustín se abocaría a escribir su gran obra 'De Civitate Dei', donde quedaron esbozados los principios estructurales de lo que, siete siglos después, sería la Cristiandad medieval."
"...Cuando casi todos perdían la cabeza ante la desgracia generalizada, cuando el viril S. Jerónimo no podía contener su llanto al enterarse del saqueo de Roma, cuando los bárbaros se lanzaban incontenibles a la invasión del Africa cristiana, e incluso cuando su propia sede de Hipona se veía cercada por los vándalos, S. Agustín se puso a escribir una obra magistral, 'De Civitate Dei', donde señaló que no había que desesperarse, ya que lo que concluía era un mundo en buena parte decrépito, y que se hacía necesario levantar la mirada por sobre los estrechos horizontes de lo cotidiano, para considerar los hechos contemporáneos a la luz de esa gran visión que va del Génesis al Apocalipsis. La opción que ahora se presentaba no era: o el Imperio o la nada, sino o con Cristo o contra Cristo, o la Ciudad de Dios o la Ciudad del Mundo."
ALFREDO SÁENZ, S.J. "La Cristiandad. Una realidad histórica"
La Cristiandad, una Realidad Histórica
Para los que lo deseen descargar: http://www.gratisdate.org/nuevas/cri...ristiandad.zip
De modo que, como bien decía San Agustín en su época, no hay por qué desesperarse... lo único que está feneciendo en estos momentos, es un mundo decrépito... un imperio que es la encarnación misma de la ciudad del mundo. Dejémosle que muera... hemos de levantar la mirada por encima de los estrechos horizontes de lo cotidiano. Los hechos por los que algunos se preocupan tantísimo hoy en día, al igual que ocurriera en tiempos de San Ambrosio y San Agustín, no serían ya decisivos sino anecdóticos si Occidente volviera de nuevo a levantar su mirada hacia Cristo, y se dejara ya de tanto aspirar a ser la ciudad del mundo.
Si tememos es porque sabemos que, con toda seguridad pereceremos. Y quizás hasta sea bueno que así ocurriera por habernos olvidado tantísimo de Cristo.
Que así sea.
(y ahora vendrán algunos a llamarme traidor y derrotista.
Nada mas lejos de la realidad, pero allá ellos...)
Un abrazo en Cristo desde las ruínas
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