Lo uno no quita lo otro. Es cierto que la Iglesia ha sido infiltrada por marxistas, masones y maricones que la han minado desde dentro, incluso antes del Concilio. Pero no es menos cierto que aun así las cifras son muy inferiores en comparación con el resto de la sociedad o con otras religiones; ahí están las cifras. La Iglesia está muy mal, sí; pero siempre sacan a relucir lo que tenga que ver con la Iglesia y callan lo demás, porque lo que les interesa es desprestigiarla para terminar de hundirla. Pero en fin, sabemos que las potencias del infierno no podrán prevalecer contra Ella y al final Cristo tendrá que intervenir, porque prometió estar con Ella hasta el fin del mundo (Mt. 28.20)
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