Respuesta: Dificultades que entraña la opinión sedevacantista

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Kontrapoder
Hatajo, en la acepción que usted lo emplea, se escribe con hache. Creo que antes de perorar sobre la ignorancia ajena debería mirarse la suya. Le puedo asegurar que Valmadian y otros foristas le dan mil vueltas en conocimientos religiosos (y a mí también). Usted no tiene ni la autoridad ni el conocimiento suficiente para lanzar esos anatemas. Le recomiendo que sea más humilde. Aunque usted estuviera en la cierto, la forma en que usted se maneja sólo puede perjudicarle (a usted y a su causa).
Ni te molestes. Hay gente que vive obsesionada con algo, con lo que sea. Pero la mayoría tenemos ochenta cosas de las que ocuparnos en lo que es la vida diaria. Luego, también nos preocupamos por la fe, el estado de nuestra alma, los "dimes y diretes" del obispado español y del Vaticano. En ocasiones "nos hacemos cruces" de lo que leemos en la Prensa o vemos en la televisión. Rasgarse las vestiduras es lógico, pero no lo es condenar a troche y moche a quienes tienen graves y pesadas responsabilidades, si acaso a éstos Dios ya les pedirá cuentas. Pero menos lógico aún es condenar al creyente sólo por el hecho de no cuestionarse muchas cosas y vivir como buenamente se sabe o puede. Hay una inmensa carga de soberbia en semejantes actitudes y una absoluta ausencia de amor al prójimo. Buscan citas y más citas que den fuerza a sus argumentos, y las encuentran, es verdad. Pero por cada cita que hacen, hay otra en sentido opuesto y, no deja de ser peculiar, las escasas citas de Los Evangelios.
Me llama mucho la atención el haber leído que un Papa puede ser un enorme pecador, pero si es un Papa "legítimo", como si hubiera muchos que no lo han sido, nada de lo que haga tendrá validez. Pues entiendo que la cuestión es esta otra: ¿un Papa que contravenga el Decálogo, que no cumpla con Los Evangelios, que no respete el mandato de Cristo, es verdadera cabeza de la Iglesia? Y la pregunta no me la quiero responder, pero para comprobar que de éstos ha habido unos cuantos, nos basta con repasar la Historia.
Pero no, "sólo" hay lo que hay desde Pío XII. Y lo que hay, en cambio y ya lo mencioné antes, es el mandato de Cristo de llevar La Palabra al mundo entero y a todos los hombres. Ignoro si los cauces que se utilizan son los adecuados (ecumenismo, por ejemplo), ni tampoco sé nada de las dificultades, problemas y peligros que todo ello conlleva. Tampoco sé nada de intenciones y de argumentos a nivel de curia, por tanto ignoro el por qué de tantas y tantas cosas. Un ejemplo debería bastar para comprender lo que estoy diciendo: los políticos de lo que fue la URSS, los políticos de lo que fue el Bloque Soviético, siempre culparon a Juan Pablo II de la desaparición de ese engendro materialista y ateo que sojuzgaba a medio mundo. ¿Por qué lo culparon? ¿de qué fue responsable en estos cambios? Pues por sus frutos los conoceréis.
Por tanto, mi misión como cristiano de calle, como católico de a pie y parroquia, es callarme al respecto, no juzgar y no condenar a base de indigestiones mentales producidas de tanto leer, e interpretar a mi modo, textos y más textos sacados de aquí y de allá. Cuando leemos lo que dicen estos personajes sedevacantistas, también debemos preguntarnos legítimamente y con todo derecho ¿y éstos quiénes son?, y, además, ¿ qué formación tienen, qué estudios, a qué se dedican?, incluso hasta qué edad tienen.
Pero, del mismo modo, tampoco es admisible el todo vale. El Infierno existe, el maligno también, ambos son dogmas de fe y lo que no resulta de recibo es la tan extendida idea de que " como Dios es Infinita Misericordia con arrepentirme en el último momento". El camino a la salvación hay que trillarlo a lo largo de la vida, con caídas y nuevos levantares. En términos pedagógicos la vida es una evaluación continua y no vale creer que hago un examen y como llevo chuletas, pues... ¡ya está!.
Quien se obsesiona con todo vive un infierno diario en vida, y quien cree vivir en un paraíso de juerga constante, que se prepare para el Infierno.
Última edición por Valmadian; 25/01/2010 a las 13:14
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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