A mí no me gustan los toros, pero entiendo que forma parte de nuestras tradiciones y que es una parte importante de nosotros. Me hizo gracia ayer un amigo mío diciéndome: "Los católicos no respetan en mandamiento de No matarás en las corridas de toros". Para caerse de espaldas, vamos. Mi opinión respecto a esto está clarísima: No me gustan las corridas de toros, pero las respeto y acepto como parte de nuestra tradición.

Por otra parte, ya gustarían muchos animales de disfrutar del trato que tiene el toro de lidia en vida, que es tratado como un rey. Eso sí, desde los sectores izquierdistas o giliprogres ya se han encargado de tirar abajo la teoría por la cual el toro de lidia desaparecería con la desaparción de la fiesta nacional. Todo el mundo sabe que el toro es un animal bravo que está preparado para morir luchando y no tirado en una ladera. Como bien habéis dicho arriba: meterlo en una granja no es respetar al toro, sino humillarlo.

¡VIVA ESPAÑA! ¡VIVA CRISTO REY! ¡VIVA LA HISPANIDAD!