"Cuando los franceses llegaron a estas cataratas, vinieron hasta nosotros y nos besaron. Nos llamaban 'hijos', y en ellos encontramos padres. Vivíamos como hermanos en la misma habitación, y siempre teníamos con qué abrigar nuestros cuerpos. Nunca se burlaban de nuestras ceremonias, y jamás profanaron las tumbas de nuestros muertos. Han pasado siete generaciones y no lo hemos olvidado. Cerca, muy cerca, estaban de nosotros."
- Testimonio de un jefe de la tribu Chippewa en 1826, lamentándose de que la dominación francesa había sido reemplazada por la estadounidense, que consideraba mucho peor.
Fuente: James Truslow Adams, La epopeya de América.
Imagen: franceses en Norteamérica.
PD: Comentarios de francófobos serán eliminados sin contemplación.
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Fuente:
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200 años engañados – Nos robaron hasta a Pocahontas
Pocahontas se enamoró de un joven español, 80 años antes de la historia contada por Smith. El primer John Smith era sevillano y se llamaba Juan Ortiz
- La historia ocurrió muchos años antes de que llegasen los primeros ingleses a Norteamerica.
- Durante la expedición de Pánfilo Narváez a La Florida, Juan Ortiz estuvo a punto de ser abrasado en una parrilla. Afortunadamente un princesa indígena le salvó la vida.
Las películas y dibujos animados han popularizado un personaje John Smith, el explorador inglés enamorado de la princesa Pocahontas; sin embargo, esta leyenda está basada en un hecho real ocurrido 80 años antes donde el protagonista era un conquistador español. Se llamaba Juan Ortiz, sevillano, miembro de una expedición que había salido de Cuba en busca del cruel Narváez.
La princesa Hirrihigua vivía en la Florida y era la hija del jefe de la tribu que le capturó. Se compadeció del joven español de 18 años cuando su padre, el Jefe Ucita, lo condenara a morir abrasado.
El Explorador Pánfilo de Narváez (El Gobernador John Ratcliffe) había organizado en el año 1528 una expedición para explorar La Florida. Sediento de oro cometió todo tipo de atrocidades contra los indios, torturándoles para que delataran sus escondites. Por esta razón ha pasado a la historia como ejemplo de codicia, estupidez y crueldad.
Las crueldades de Pánfilo de Narváez, perjudicaron al resto de los exploradores españoles. España tardó décadas en instalarse en Florida por el odio que sentían los indios hacia de aquel primer conquistador.
El jefe indio vió y padeció en su propia carne la crueldad de Pánfilo de Narváez que le cortó la nariz.
Desde Cuba llegó a Florida un barco buscando a la expedición de Pánfilo de Narváez. Los tripulantes desconocían la enemistad con los indios que había creado Narváez. Aunque tomaron como rehenes a 4 nativos como precaución a cambio de los 4 españoles que desembarcaron, se vieron sorprendidos. De repente, los indios que estaban en el barco se lanzaron al agua y fue imposible alcanzarlos. Cuando llegó la lancha a la playa con los 4 españoles, fueron rodeados por una multitud que los tomó prisioneros.
Incapaces de poder rescatarles sanos y salvos y ante la enorme cantidad de indígenas, el barco zarpó abandonándoles a su suerte. No sin antes contemplar horrorizados como sus compañeros morían asesinados bajo una lluvia de flechas. Pero lo peor estaba por llegar. En efecto, el Jefe indígena había decidido que uno de los exploradores pagase por todas las atrocidades de Pánfilo de Narváez, y para ello preparó un cruel entretenimiento en el poblado. Primero, hizo que tres españoles corriesen desnudos entre los indios, mientras que se les lanzaban flechas dirigidas hacia puntos no vitales de sus anatomías con el objetivo de alargar sus agonías. Mientras estos hechos se producían, a Juan Ortiz le mantuvieron apartado. El español no podía sospechar que el Jefe indígena le reservaba una suerte peor. Quizás el aspecto noble de Ortiz le hizo creer que tenía algún parentesco con Pánfilo Narváez y por esa razón, pretendía inflingirle crueles tortuturas para vengarse por todo el daño que el Conquistador le había causado.
Salvado in extremis por la princesa Hirrihigua
Le atormentaron durante muchos días. Incluso le pusieron en una parrilla con la intención de asarle. Los gritos desesperados del joven, hicieron que la hija del Jefe, la princesa Hirrihigua se compadeciese de él. Con la ayuda de su madre y otras mujeres consiguieron que su padre le soltara de momento. Como recuerdo de este hecho su cuerpo quedó marcado por una terribles cicatrices toda su vida. Harta la princesa de la crueldad de su padre, hizo que se evadiera, no sin antes encontrarle una tribu rival cuyo jefe estuviera dispuesto a acogerle.
Durante años 10 años vivió con esta tribu. Hernando de Soto le salvó la vida.
Años después, el explorador español Hernando de Soto llegaría a la Florida, en una expedición que recorrería 8 estados de los actuales Estados Unidos de América. Se cree que fue en la Bahía de Tampa, en St. Petersburg, donde fue rescatado. Los barcos españoles acostaron en la zona y Juan Ortiz en compañía de otros indios fue a su encuentro. Cuando la expedición de Soto se encontró con esta partida de indios quedó muy sorprendida pues uno de ellos gritaba en español con acento sevillano, “Soy cristiano” , “No me matéis”. Llevado ante la presencia de Hernando de Soto, Ortíz le relató su historia con lágrimas en los ojos. Este le puso directamente a su servicio. Se incorporó a la expedición como ayudante e hizo de intérprete ante los indios.
El relato fue publicado en el año 1557 por un miembro de la expedición de Hernando de Soto, y es muy probable que John Smith adaptara la historia de Juan Ortiz en (1607). Siempre se dudó de la veracidad de su relato por la cantidad de incoherencias que presenta. Tampoco la forma de actuar de los indios de la época corresponde con lo que él contaba; además, esta “biografía” se dio a conocer al público tras haber publicado durante años otros textos de menor relevancia. Una cosa es cierta, el carácter fanfarrón y oportunista de John Smith. Por eso, no sorprende que se robara la vida del español. Los investigadores creen que pudo adaptar la biografía Juan Ortíz que había leído en Londres en el año 1605, fecha en la se publicó la traducción.
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Fuente:
200 años engañados | DLM
Antes de la película de Walt Dysney, muy poca gente conocía en el mundo hispano la historia de Pocahontas, por no decir nadie. En el mundo anglosajón sí era conocida, pero en todo caso es posterior en aproximadamente un siglo a la de Juan Ortiz con Hirrihigua. Muchos historiadores anglos han puesto en duda el relato de John Smith. Para los gringos una historia como la de Pocahontas es muy llamativa porque ellos no solían mezclarse con las indias. A lo mejor no les importaba violar a una, pero no acostumbraban tomarlas como esposas o amantes. Se servían de ellas, pero no las querían. En cambio, nosotros tuvimos muchas malinches e hirrihiguas y nos casábamos con ellas como lo más natural del mundo. Y no teníamos que traerlas a España necesariamente. La mayoría se quedaban al otro lado del charco y allí se hacían cristianas y se educaban.
La colonización China de Canadá
Parker Place Mall, Richmond,Older Style Chinese Food Court In Vancouver
Parker Place is a 61,000 square foot shopping mall in Richmond, British Columbia. It is located on No. 3 Road, in Richmond's Golden Village, the main Asian district. It is primarily a mall to serve the Asian Canadian population.
Address: 4380 No. 3 Road, Richmond, BC V6X 3V7
https://www.youtube.com/watch?v=O-tJeFS1jzI
Extracto de: Memorias para la historia de las armas españolas en el Perú
General Andrés García Camba
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Fuente:
https://www.facebook.com/23052595029...type=3&theater
Última edición por Mexispano; 01/12/2016 a las 05:38
A pesar de la superioridad que siempre se atribuyen los ingleses, en el siglo XVI el castellano era una lengua de mucho más prestigio que el inglés, como lo afirma nuestro amigo Carl Grimberg en el tomo 7 ('La hegemonía española') de su 'Världhistoria' ('Historia universal'), al punto de que Isabel de Inglaterra estudiaba el castellano, mientras en el continente muy pocos estudiaban inglés.
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Fuente:
https://www.facebook.com/77125717629...type=3&theater
Jueves, 8 de enero de 2015
Polémica por comentarios de un profesor sobre la inmigración asiática en Vancouver
Publicado en:Canadá Portada
Por:Redacción NM
Foto: Flickr / Rikki / Julius Reque (CC)
De cuando en cuando se dan en Canadá noticias en las que se evidencia que grupos pequeños de ciudadanos del país no están del todo de acuerdo con las políticas de inmigración que históricamente ha mantenido la nación (Ejemplo: Grupo realizó protesta en Richmond culpando a los inmigrantes del embotellamiento en las vías), pero ¿qué ocurre cuando esos mensajes provienen de un académico?
Ricardo Duchesne, profesor de la Universidad de Nuevo Brunswick -una de las provincias atlánticas del país- aseguró que la inmigración de personas provenientes de Asia ha tenido un efecto negativo en Vancouver, ciudad más importante del oeste canadiense.
Es un comunicado publicado este miércoles, Robert MacKinnon, vicepresidente de la casa de estudio, aseveró que la misión de la universidad es apoyar la libertad de pensamiento y de expresión, mientras mantiene altos estándares éticos y un ambiente respetuoso, en un claro respaldo a Duchesne.
MacKinnon también indicó que la queja presentada por el concejal de Vancouver, Kerry Jang, ha sido analizada y tomada en cuenta, sin embargo, en el comunicado no se dan más detalles sobre lo ocurrido.
Para Jang la respuesta de la universidad es “vaga”, agregando que hasta ahora no había escuchado ninguna aseveración de esta naturaleza de parte de profesores o voceros de la Universidad de Nuevo Brunswick. El concejal supo de las opiniones del profesor Duchesne en el verano del año pasado.
Jang no está del todo convencido de que la universidad haya hecho algo en torno al tema o si el comunicado sólo es una forma de defender a un miembro de su facultad.
Para el concejal, el profesor está utilizando su libertad de expresión en detrimento de su enseñanza, aseverando que el académico está dando sólo una visión a los estudiantes que puede llegar a moldear su pensamiento.
Para Jang, las visiones de Duchesne son simplemente falsas. “Están más vinculadas a las visiones de un supremacista blanco…Éste es un país de inmigrantes”, señaló a The Globe and Mail.
Esta semana el profesor Duchesne fue citado por CBC diciendo que la llegada de chinos y asiáticos en general a Vancouver se dio de forma “muy acelerada”, llevando a una “bella ciudad británica” a adoptar un “fuerte carácter asiático”.
El académico mantuvo su posición este miércoles en una entrevista que dio desde St. John, agregando que Vancouver es una ciudad que ha sido “dramáticamente” alterada por los inmigrantes chinos. La ciudad, dijo el profesor, “todavía tiene vestigios de británica en muchas áreas, pero posee también este lado -fuerte y creciente- asiático…el ritmo de ese cambio es negativo”.
Duchesne destacó en su argumentación que él es resultado del mestizaje, pues su madre es británica y su padre es de Puerto Rico. Agregó que en sus clases propone visiones que contrastan las suyas, utilizando un libro casi “marxista” que habla sobre la diversidad, entre otros temas. La libertad académica, dijo, le da la oportunidad de pensar y de no sentirse reprimido cuando habla.
Para David Robinson, director ejecutivo de la Asociación Canadiense de Profesores Universitarios, la Universidad de Nuevo Brunswick hizo lo correcto al revisar la queja y al encontrar que no hay sustancia en ésta. Robinson también agregó que el profesor tiene libertad académica. Sin embargo, aseveró comprender que para algunas personas “estas visiones son profundamente ofensivas”.
Robinson aseveró a The Globe and Mail que se hace un daño mayor cuando se reprime la libertad de expresión y se viola la libertad académica.
Usted, ¿qué opina?
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Fuente:
Polémica por comentarios de un profesor sobre la inmigración asiática en Vancouver - NM Noticias - Montreal Toronto
Las autoridades indias ponen en marcha medidas contra la contaminación en Nueva Delhi
Publicado el 8 nov. 2016
Una intensa niebla que incluso dificulta la visión. Nueva Delhi sigue luchando contra los peores niveles de contaminación que han afectado a la capital india en casi 20 años. Las autoridades han puesto en marcha una batería de medidas de emergencia para frenar los índices de polución que se registran desde hace una semana en la ciudad y que superan 20 veces los límites recomendados.
"Hay tanta polución que el aire es completamente tóxico. Supera todos los límites imaginables, incluso los nivele…
MÁS INFORMACIÓN : http://es.euronews.com/2016/11/08/las...
euronews: el canal de noticias más visto en Europa
¡Abónese! http://www.youtube.com/subscription_c...
euronews está disponible en 13 idiomas: https://www.youtube.com/user/euronews...
https://www.youtube.com/watch?v=FN5LQJDPe5w
Políticamente incorrecto.
EE.UU.: Atropellan a nativos americanos durante protesta contra el Día de la Raza (VIDEO)
Publicado: 12 oct 2016 13:37 GMT | Última actualización: 12 oct 2016 23:15 GMT
Los dirigentes de la Asociación de Nativos Americanos consideran que se trata de "un crimen de odio" y lamentan que aún exista "este tipo de racismo" en esa nación.
Facebook / Taylor de Lao
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Un individuo ha atropellado con su camioneta a un grupo de nativos americanos que se manifestaban en la ciudad estadounidense de Reno (Nevada) contra la conmemoración del Columbus Day (Día de la Raza), informa 'USA Today'.
El incidente ocurrió la tarde de este lunes cuando los ocupantes del vehículo, dos jóvenes de 18 y 17 años, se acercaron a los manifestantes y mantuvieron con ellos una acalorada discusión. Posteriormente el conductor aceleró el vehículo abriéndose paso entre la multitud.
Al menos cinco personas resultaron heridas, algunas de ellas de gravedad. La Policía no ha detenido a los jóvenes a pesar de haberles identificado y continúa investigando el caso. Sin embargo, ha señalado que los activistas no tenían permiso para realizar la marcha.
"Este es un crimen de odio. Todavía es brutal ver este tipo de racismo en EE.UU. Ese hombre merece pasar la vida en la cárcel por lo que hizo", ha denunciado Quanah Brightman, director ejecutivo de la Asociación de Nativos Americanos.
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Fuente:
https://actualidad.rt.com/actualidad...canos-dia-raza
Tiene sus dosis de Leyenda Negra, pero pone de manifiesto un fenómeno que trae asolados a los nativos que se quedaron del lado estadunidense.
'Los suicidios están devastando a los lakota” dice la líder india Phyllis Young
Publicado por: FERRAN BARBER Fecha de publicación: sábado, junio 20, 2015 / Comentario : 8
“Chante waste' nape' ciyuzapi. Mni uha najin win hemachiyapi. Reciba un apretón de manos desde el corazón. Me llamo “Mujer que está en el agua”, aunque se me suele conocer por mi nombre americano, Phyllis Young”, nos dice a modo de presentación una de las líderes más emblemáticas del pueblo lakota. Hoy se casa su hija, así que anda con prisa, y aún así saca tiempo de su agenda para cruzar unas palabras con los periodistas españoles, descendientes de los europeos que sumieron a su pueblo en las hieles de la colonización.
Madrid | Ferran Barber | Diásporas / Público
1492 es una fecha aciaga para estos nativos sioux de espíritu irredento a los que Hollywood caricaturizó en sus western. Por lo demás, las cosas no han cambiado demasiado, y si lo han hecho, es a peor. Según la activista Phyllis Young, los suicidios están devastando a las comunidades jóvenes de los bisnietos de Toro Sentado, todavía tratados a menudo como "bestias", de acuerdo a la doctrina papal hecha suya por España en tiempos de la Conquista.
Esta líder amerindia es miembro de la Nación Dakota-Lakota, además de representante electa del consejo tribal de la reserva de Standing Rock. Durante cuarenta años, peleó mano a mano junto al líder libertario Russell Means. El actor amerindio que en su día encarnara al jefe Chingachgook en El último mohicano murió en octubre de 2012 de un cáncer de esófago, dejando tras de sí un legado activista que inevitablemente invita a describirlo como el Malcolm X de los lakotas.
Al igual que el líder afroamericano, Means fue durante muchos años el azote de los “tío Tom” de las reservas, los consejos tribales a los que mil veces acusó de “vichys de pacotilla”, de colaboracionistas y de “marionetas del Gobierno”.
Los lakota son un pueblo de la tribu sioux que originalmente habitaba en las márgenes del río Misuri. El empuje de los europeos los obligó a abandonar sus formas semisedentarias de vida y los forzó a tornarse nómadas y a ocupar de forma sucesiva los territorios situados en los estados de Minnesota, Dakota del norte y del sur, Nebraska y Wyoming. El exterminio de los bisontes, el alcohol, las enfermedades y el Séptimo de Caballería hicieron el resto. Sioux era Toro Sentado y sioux era también el jefe indio que derrotó y mató al general Custer y a 210 de sus hombres en la batalla de Little Big Horn, (1876). Jamás rindieron su libertad sin plantarle cara al enemigo.
Diásporas. Si me permite la frivolidad, se diría que John Wayne no los mató a todos, lo cual no significa que no sigan haciendo frente ustedes a una auténtica persecución. Son ustedes unos supervivientes.
Phyllis Young. Sí, es cierto. Los lakota han sobrevivido a increíbles odiseas. Y si no, eche un vistazo a nuestra historia. En 1890, nuestra gente fue cazada y castigada en Wounded Knee; condenada a morir de hambre, ahorcada y masacrada. Y todo porque derrotamos militarmente a los Estados Unidos y al general George Custer catorce años antes. Fíjese que en 1862, el presidente Abraham Lincoln firmó una orden ejecutiva en la que condenaba al ahorcamiento a 37 dakotas. Y ello sucedió justamente al mismo tiempo en que ordenaba liberar a los afroamericanos. Más tarde, desde 1910 a 1978, nuestro lenguaje, culturas y costumbres fueron prohíbidas por las políticas gubernamentales.
Diásporas. Definitivamente, los western jamás hablaron de ello. Hollywood tampoco dedicó jamás una película a la política de asimilación de su comunidad, institucionalmente promovida por el Gobierno norteamericano.
Phyllis Young. Así es, a partir de los cincuenta, los indios fueron enviados a las ciudades, para mezclarlos entre el resto de la gente. Así que en la actualidad, la mitad de la población indígena vive en los núcleos urbanos y el resto, en las reservas. Aquí, por ejemplo, en la reserva de Standing Rock, viven unas 8.000 personas. La mitad de nuestra gente está del lado de Dakota del norte y la otra, en Dakota del sur. Otros 8.000 de los nuestros viven fuera de las reservas, en diferentes ciudades norteamericanas.
Diásporas. Y algo después comenzaron a crearse los primeros movimientos para la defensa de los derechos de los nativos americanos.
Phyllis Young. Sí, a raíz de los movimientos de protesta contra la guerra de Vietnam de los sesenta, hispanos y negros articularon movimientos de defensa de sus derechos básicos. También los indios hicimos lo mismo. El nuestro fue fundado en Minneapolis para protestar por la brutalidad policial contra los indios. Después, se crearon oficinas en otros lugares como Oklahoma, Cleveland o Canadá. A principios de los setenta, ocupamos durante 71 días el pueblo de Wounded Knee en protesta por la represión de la que estábamos siendo víctimas y por los asesinatos de algunos de los nuestros. Wounded Knee es un lugar muy emblemático para nosotros, porque allí se halla la tumba de los 300 indios asesinados el 29 de diciembre de 1890. Entre ellos había hombres, mujeres y niños...
Diásporas. Fue también en los setenta cuando declararon ustedes la independencia de la llamada Nación Oglala.
Phyllis Young. Concretamente, en junio de 1974 organizamos una conferencia fundacional del Consejo para el Tratado Internacional Indio. Nuestros objetivos eran muy simples. Apoyar la declaración de independencia aprobada un año antes en Wounded Knee y crear una embajada en Naciones Unidas. Fíjese que los asesinatos de lakotas continuaron durante aquellos años. El propio Russell Means fue disparado en Standing Rock. Le alcanzó una bala de la policía de Asuntos Indios.
Diásporas. ¿Y que le impulsó a ustedes a acudir a Naciones Unidas?
Phyllis Young. Piense usted que las patologías sociales que había causado en nuestro pueblo el colonialismo eran terribles.
Diásporas. ¿A qué se refiere?
Phyllis Young. En 1978, tres generaciones de indios habían sido obligadas a acudir a las llamadas “boarding schools” [centros educativos establecidos a finales del siglo XIX para educar a los nativos de acuerdo a los estándares de vida euro-americanos]; durante más de un siglo, a los indios se les había prohibido hablar su lengua y lo que es todavía peor para nosotros, desde 1910 a 1978, se nos prohibió nuestra espiritualidad, y ello incluía la “danza del sol”.
Diásporas. ¿Me está diciendo usted que el “democrático” gobierno de los Estados Unidos no garantizaba la libertad de credo de los nativos americanos?
Phyllis Young. En efecto, así es. En 1974, cuatro indios desafiaron la prohibición y representaron el ritual de la danza del sol en la reserva del río Cheyenne, en Dakota del sur. Cuatro años después, el Congreso aprobó un acta que garantizaba por primera vez nuestra libertad religiosa y el derecho a la vida, pues ese es el sentido ritual de la danza del sol: vivir. Imagínese: ¡tres generaciones de niños, de chicas y chicos, sin derecho a celebrar sus ritos sagrados o a hablar su lengua o a crecer de acuerdo a su cultura... completamente desconectadas de sus ancestros! Naturalmente, hubo muchos de los nuestros que mantuvieron de manera soterrada nuestros ritos, lengua y cultura. Pero de todos modos, ¿a quién puede sorprenderle que el alcoholismo o el suicidio se haya convertido en una auténtica epidemia?
Diásporas. Lo cierto es que algunas de sus reservas no se diferencian en mucho de un bidonville africano o una favela brasileña.
Phyllis Young. En nada. Así es. Tenemos una de las esperanzas de vida más bajas del mundo, muy próxima a Haití y muchos países africanos.
Diásporas. También tienen una tasa de suicidio semejante a la de Lituania o Rusia, los dos países con los índices más altos de Europa...
Phyllis Young. El fenómeno comenzó a mediados de los noventa. Por aquel entonces creamos algunos programas de prevención del suicidio que hemos mantenido hasta nuestros días.
Diásporas. Lo que, por otra parte, no ha impedido que muchos adolescentes nativos sigan quitándose la vida.
Phyllis Young. Sí, recientemente tuvimos once casos en la Nación Oglala. Ayer, sin ir más lejos, hubo otro en la reserva de Standing Rock. Considerando que somos una pequeña comunidad en términos numéricos, están devastando a nuestra gente. Obviamente, el suicidio es el resultado directo de estar viviendo bajo condiciones de colonialismo, por la imposición de una cultura ajena, por el dolor intergeneracional transmitido a través de la memoria colectiva y originado por el expolio de nuestras tierras y la destrucción de nuestra cultura y nuestro lenguaje. Quizá el suicidio sea honorable entre la gente de ISIS o en Japón, pero no entre los nuestros. Es contrario a nuestra espiritualidad.
Diásporas. Usted fue una persona muy cercana al recientemente fallecido Russell Means, el, por así decirlo, Malcolm X de los lakotas, más conocido en Europa por su interpretación en El último mohicano.
Phyllis Young. Sí, conocí y traté a Russell durante 45 años. Fue el profeta y patriota lakota más grande de todos los tiempos. Conectó a varias generaciones, porque llegó a conocer a jefes tradicionales y mujeres guerreras que vivieron en libertad. Y como sabe, fue a prisión por sus creencias, exactamente igual que nuestros jefes Toro Sentado y Caballo Loco.
Diásporas. Tanto Russell como usted y muchos de los suyos llevan varios años peleando para que la comunidad internacional reconozcan sus derechos nacionales. Llegaron incluso a contactar con líderes políticos de Bolivia, Chile y Suráfrica, entre otros países. No parece que haya habido algún avance.
Phyllis Young. Russell tenía previsto reunirse con Evo Morales en septiembre de 2011 en Nueva York, pero el encuentro tuvo que cancelarse debido al deterioro de su salud. Se suponía que yo iba a ser un miembro de esa delegación. Y lo cierto es que alguien debe continuar con ese trabajo de diálogo. Un profesor cubano -Miguel Alfonso Ortiz- realizó un estudio de los tratados indígenas para Naciones Unidas. Las recomendaciones de este ensayo no fueron implementadas, pero el trabajo es una herramienta fabulosa con principios internacionales legítimos que deberían ser aplicados en los territorios sujetos a tratados. Creemos que la Organización para los Estados Americanos (OEA) debe refutar la doctrina del descubrimiento basada en las bulas papales. Estas fueron aplicadas a través de los reyes de España, quienes enviaron sus conquistadores amparados por la idea de que los indios eran unas “bestias vagabundas”. De acuerdo a esa filosofía, las tierras de los indios podían ser tomadas libremente.
Diásporas. Y esa es justamente también la filosofía que parece alentar a las compañías de hidrocarburos que operan en su territorio...
Phyllis Young. Fíjese que ahora mismo nos estamos enfrentando a 55 proyectos de gasoducto que violan los derechos al agua de los lakota. Sus trazados discurren bajo el río Missouri y violan abiertamente la legislación vigente. Hay algo que está claro: los lakotas están dispuestos a morir para detener todo este macroproyecto del oleoducto Keystone, vetado por el propio presidente Obama. Según lo vemos, lo que están intentando sacar adelante es un crimen contra la humanidad y la Madre Tierra.
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Fuente:
'Los suicidios están devastando a los lakota” dice la líder india Phyllis Young | Diásporas Magazine
Cada cierto tiempo en mi muro, aparece algún latinoamericano, suele ser mexicano (son mayoría, tal vez porque son más, y de hecho el último, lo era), pero ocasionalmente puede ser peruano, ecuatoriano o de cualquier otra parte, soltando varias de las gilipolleces habituales que les meten en su cerebrillo desde que nacen y que contribuyen a su lío mental, que suele unirse a una notable mermaSon los que yo llamo: BOBOAMERICANOS.
El boboamericano, fruto de la extraña amargura y el inmenso complejo que tiene, suele centrar su discurso en cuatro grandes bloques:
1) España les robo el oro, y las riquezas, y esa es la causa de todos sus males...
Durante los siglos XVI y XVII España acumuló 16 900 toneladas de plata y 181 toneladas de oro. Las cuentas son minuciosas: 16.886.815.303 gramos de plata y 181.333.180 gramos de oro. La producción de México en un año, equivale a toda la plata que España extrajo durante todo el virreinato hasta la independencia mexicana. El que en líneas generales los siglos XVII y XVIII América fuese un continente tranquilo, libre de guerras y de violencia, no parece importarles, y el que, por ejemplo México, se cargase toda la herencia recibida de España en sólo 20 años, tampoco.
2) Que mala suerte que no les conquistasen los ingleses...
El que lo dice suele ser mestizo o mulato, y parece que odia a España por serlo, y se refiere, lógicamente, a países como EEUU, Australia, Canadá o Nueva Zelanda. Jamás piensa que colonias inglesas fueron por ejemplo, Jamaica, Guyana, o Belize. También olvidan que en sus admirados países anglosajones, viendo sus caretos, estarían en una reserva vendiendo botijos y mantas a los turistas.
Una vez vomitadas estas dos chorradas, el boboamericano, se defiende de cualquier respuesta con:
3) España es un país pobre y despreciado en Europa.
El evidente hecho de que España sea la 4ª economía de la zona euro, la 5ª de Europa, y esté entre los 20 primeros países del mundo en cualquier índice de desarrollo que se quiera consultar no afecta jamás a su convicción cerril y patética. Así, el boboamericano es más féliz.
4) Nunca hemos sido nada en la historia.
El que lo dice, lo dice en español, el 2º idioma más hablado del mundo, por lo que esto ya no merece muchos más comentarios.
Lo más curioso es que estas soplapolleces son seguidas, apoyadas y jaleadas con emoción por multitud de progres, perroflautas e indigentes intelectuales españoles, algo que alimenta a los boboamericanos seguir con su discurso.
Así que, en fin, mis queridos, y acomplejados boboamericanos, ya sabéis, a estudiar, y leer, y menos odiar y más trabajar. Os dejo en compañía del supremo líder de vuestra especie, este dechado de virtudes e inteligencia, el camarada Evo
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Fuente:
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Pocahontas y la polémica John Smith-Juan Ortiz
El Tio-Abuelo Penradock
Licenciado en Historia y diplomado en Archivística y Biblioteconomía. Fundador y director de la revista Apuntes (2002-2005). Creador del blog El Viajero Incidental. Bloguer de historia, cine, viajes y turismo desde 2009. Editor y colaborador en varios blogs.
Hoy se cumplen cuatrocientos años de la muerte de Pocahontas y las circunstancias de este personaje histórico siguen envueltas en cierta controversia sobre la presunta invención de ese episodio por parte de los ingleses, en el sentido de que su verdadero protagonista fue el español Juan Ortiz. Como eso no es cierto, salvo una pequeña parte, vamos a ver qué pasó exactamente en la Norteamérica de aquellos comienzos del siglo XVII.
En abril de 1607 arribaba a la costa de Virginia una flotilla inglesa de tres barcos y fundaba un pueblo bautizado como Jamestown. El objetivo era colonizar aquella zona, lo suficientemente alejada del área de influencia española como para evitar que Felipe III tratara de impedirlo, puesto que España consideraba suya todo el litoral americano y Virginia era considerada el norte de la Florida. Los intentos anteriores habían fracasado, por eso Inglaterra probó esta vez mediante una compañía privada creada ad hoc y llamada London Company, más tarde rebautizada Virgina Company (había otra, la Plymouth Company, que se ocuparía de regiones más al norte) y que reunió un centenar de colonos; la mayoría era gente adinerada que se había visto abocada a la ruina y, por tanto, tan poco dada a trabajar como a la dura vida que esperaba en una tierra salvaje.
Retratos de John Smith y Pocahontas años después de su primer encuentro
Entre ellos figuraba John Smith, un joven capitán de sólo veinticuatro años aunque con un dilatado curriculum: había combatido en Europa central contra los turcos, que le hicieron prisionero y esclavo, pero logró huir y volver a su país para continuar su aventurera vida. O eso contó él, pues algunos le tachan de demasiado fantasioso. Smith, dicen, era de baja estatura y plebeyo pero eso no impidió que en poco tiempo se convirtiera en líder de los recién llegados, que se habían enzarzado en peleas internas desde que el jefe de la expedición, sir Christopher Newport, zarpara hacia Inglaterra para traer refuerzos con los que hacer frente a los belicosos indios encontrados, también debía regresar con provisiones, puesto que los colonos no encontraron comida ni podían salir de Jamestown para buscarla. De hecho, la mitad perecieron entre ataques enemigos y hambre, amenazando la continuidad de aquella empresa.
Intercesión de Pocahontas
Smith se internó en territorio indio en busca de víveres y fue capturado por la tribu pamunkey. Trasladado de poblado en poblado, llegó al principal para ser mostrado al jefe Wahunsonacock, al que los ingleses pusieron un nombre más fácil, Powathan, en alusión a su localidad natal. Era un hombre fornido, de unos sesenta años, que llevaba dos décadas al frente de la confederación algonquina, si bien aún le quedaban algunas tribus por someter. Tenía varias esposas y se comportaba con una dignidad similar a la de los reyes europeos. Powathan y Smith hicieron buenas migas, conversando de sus respectivos países, y el inglés fue liberado.
Powathan tenía una hija llamada Matoaka (=risueña) a la que más tarde rebautizó Pocahontas (=traviesa), pues no eran raros esos cambios de nombre entre los indios. Tendría unos trece años cuando llegaron los blancos y se enamoró de Smith, siendo por su intercesión que Powathan enviara comida a Jamestown.
Empezaba 1608 cuando Newport regresó oportunamente con los refuerzos y las provisiones, aunque fue la ayuda proporcionada por Powathan la que salvó la colonia. Sin embargo, poco a poco el buen ambiente entre ambas culturas fue estropeándose: siguieron llegando barcos con colonos y empezaron a menudear los incidentes con los indios, creando un estado de tensión del que Smith se evadía ausentándose en exploraciones. Finalmente la Compañía decidió sustituirle y una explosión en el barco que había de llevarle le hirió en una pierna, lo que le obligó a irse sin poder despedirse de Pocahontas, corriéndose el rumor de que había muerto en el accidente. A partir de ahí, ella perdió todo interés por los ingleses y se casó con un guerrero llamado Kocoum en 1612.
El matrimonio Rolfe
Pero poco después fue secuestrada por el capitán Samuel Argall, un hombre duro y de pocos escrúpulos que, en la práctica, gobernaba Jamestown con mano de hierro. La idea era intercambiarla por varios prisioneros ingleses pero Powathan no cedió. Así pasaron dos años y Pocahontas se convirtió al cristianismo, cambió de nombre una vez más pasando a llamarse Rebeca y se casó con el rico hacendado de tabaco John Rolfe. El matrimonio, ya con un hijo, zarpó para Inglaterra cuatro años después. Allí, Smith, tras hacer otro viaje a América (sin acercarse a Virginia), había alcanzado cierta fama publicando sus aventuras virginianas en un libro titulado The Jamestown voyages under the first charter, si bien adornó la historia para hacerla más dramática contando que Pocahontas había intercedido para salvarle la vida cuando iban a sacrificarle (hasta que escribió el libro nunca había dicho nada sobre tan apurada situación). Aquí entra en liza Juan Ortiz: es probable que Smith sacara la idea del caso del español, que había naufragado en la Florida junto a Cabeza de Vaca más de medio siglo antes y fue salvado de la muerte por las esposas e hijas del jefe Tocobaga, que le había capturado; una de las hijas, Ucita, le ayudó luego a escapar y refugiarse en una tribu más amistosa hasta que tiempo después logró reunirse con la expedición de Hernando de Soto.
La hija de Tocobaga salva a Juan Ortiz
Pocahontas y Smith se reecontraron en suelo inglés y aunque ella le recriminó con dureza su marcha sin despedida, al final parece que volvieron a ser amigos y él incluso escribió una carta a la reina en favor de la que ya era Lady Rebeca, que así entró en sociedad y fue recibida por personalidades y la soberana misma. La situación no duró mucho porque murió de viruela en 1617; su padre, Powathan, lo hizo al año siguiente mientras Smith viviría hasta 1631. Ortiz había fallecido poco después de su encuentro con De Soto.
Fallecimiento de Pocahontas
[Fuentes: Pieles rojas (Victoria Oliver); Banderas lejanas (Fernando Martínez Laínez y Carlos Canales Torres); Culturas de los indios norteamericanos (VVAA); Los indios (Claude Appell); La Florida del Inca (Inca Garcilaso de la Vega)]
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Fuente:
https://scrivix.com/pocahontas-y-la-...th-juan-ortiz/
Los británicos han invadido el 90 por ciento de los países del mundo
Publicado hace 4 años - Guillermo Carvajal
En el momento de su máximo apogeo el Imperio Británico se extendía por los cinco continentes. A lo largo de la historia también invadieron otros países, con el sorprendente resultado que revela un reciente libro publicado por Stuart Laycock: tan sólo existen en el mundo 22 países que nunca hayan sido invadidos por el Reino Unido. Realmente impresionante.
Entre los afortunados (o no, quien sabe?) que se libraron de la presencia británica están Guatemala, Tajikistán, las Islas Marshall y, curiosamente, Luxemburgo. Parece ser que ni siquiera durante la Segunda Guerra Mundial debieron poner un pie en el pequeño país europeo.
El libro en cuestión que pone de relieve estos datos se titula All the Countries We’ve Ever Invaded: And the Few We Never Got Round To. En la lista de países se incluyen no sólo aquellos que alguna vez fueron invadidos, incorporados al Imperio, o ‘liberados’, sino también otros que sufrieron las incursiones de piratas y corsarios que operaban con patente de la corona británica, como por ejemplo Costa Rica o Ecuador.
Entre las sorpresas que nos podemos encontrar en el libro están:
- las invasiones de Cuba en 1741 y 1762 (fallidas ambas).
- Islandia, invadida en 1940 por el Reino Unido ante la negativa del país a entrar en la Segunda Guerra Mundial del lado aliado.
- Vietnam. Si, los británicos también invadieron Vietnam repetidas veces a lo largo del siglo XVII, y en última instancia entre 1945 y 1946.
Otros países como Mongolia, incluídos entre los 22 nunca invadidos, son dudosos. Parece ser que durante la Revolución Rusa los británicos intervinieron, como muchos otros países, y su presencia se ha podido rastrear a unos 80 kilómetros de la frontera mongola, por lo que no sería raro que hubieran entrado también al país.
Relacionado:
Los británicos proceden de España, la ciencia confirma la leyenda
La lista de 22 afortunados países nunca invadidos por los británicos es la siguiente:
Andorra, Bielorrusia, Bolivia, Burundi, República Centroafricana, Chad, República del Congo, Guatemala, Costa de Marfil, Kyrgyzstan, Liechtenstein, Luxemburgo, Mali, Islas Marshall, Monaco, Mongolia, Paraguay, Santo Tomé y Príncipe, Suecia, Tajikistán, Uzbekistán y El Vaticano.
Claro que todos ellos fueron invadidos en algún momento de la historia por otro país.
Fuente: Telegraph
Foto: Defence Images
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Fuente:
Los británicos han invadido el 90 por ciento de los países del mundo
Controversia en la ciudad de Richmond Canadá por anuncios escritos mayoritariamente en chino.
Chinese signs
https://www.youtube.com/watch?v=LFhB4cI0zIc
Citas (de "Arbol de Odio" de Philip Powell):
"Es común la creencia británica de que los ingleses hubieran tratado a los indios americanos de forma más humana que los españoles. No hay ni una sola brizna de evidencia en qué apoyar este punto de vista comparativo y sí por el contrario, argumentos y pruebas en su contra"...
"La afirmación inglesa, <<nosotros hubiéramos tratado a los indios mejor qu...e lo hicieron los españoles>>, es una tesis que se remonta a la época isabelina (Isabel I de Inglaterra) se queda bien reflejada en la literatura popular"..
.."Esto ni se aproxima a una descripción exacta de la política española en Indias, ni a la de Inglaterra por contraste. Más de un libro podría escribirse sobre la dipolomacia española entre las razas nativas, que incluyó presentes, honores y distinciones, protección y privilegios, educación, y una serie de acciones que hoy en día serían automáticamente calificadas de prácticas y
humanitarias"..
.."El decrecimiento de esta población (la indígena), debido a múltiples causas, constituyó una seria preocupación para la monarquía a lo largo del siglo XVI"..
.."<<Los hábitos de 'terror' adquiridos por los ingleses durante su prolongada agresión contra los últimos Celtas, en las montañas de Escocia y los pantanos de Irlanda, cruzaron el Atántico y se practicaron sobre los indios
norteamericanos>>"
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Fuente:
https://www.facebook.com/Hispanicbal...type=3&theater
Comparando la España imperial con EE.UU.: Una historia de dos Historias (Parte I)
Este artículo se ha escrito en respuesta al escrito en inglés publicado recientemente por el Señor James P. Pinkerton titulado 'Yesterday’s Spain, Today’s America' ('La España de ayer, la América [EE.UU.] de hoy'), que se publicó en la revista 'The American Conservative' ('El conservador americano'), publicación de ideas ligadas al conservadurismo estadounidense, culturalmente anglosajón. Pinkerton es un autor y analista político que trabajó en el plantel de la Casa Blanca estadounidense bajo las presidencias de Ronald Reagan y George H.W. Bush. Su artículo, esencialmente, describe negativamente la España del periodo en que fue una potencia colonial de extensión global (siglo XVI hasta el siglo XIX), utilizando sus conclusiones negativas de España como un ejemplo a no seguir por los EE.UU., para que no repitan los alegados errores de los españoles.
Pinkerton al comienzo de su artículo menciona que llegó a sus conclusiones sobre la experiencia negativa y los presuntos errores de la España imperial tras visitar recientemente España como turista. Cabe decir que está muy bien que Pinkerton haya visitado España en calidad de turista, animándole a que lo haga más veces. Hay que decir también que Pinkerton, aunque como turista y analista político sea un observador bienintencionado, no es un historiador de la España del periodo de su imperio colonial que él describe, a la vez que tiene serias lagunas en cuanto a conocimiento histórico se refiere. Parece además sostener posturas y conclusiones históricas influenciadas y afectadas por prejuicios e ideas preconcebidas en contra de la España de los siglos XV al XVIII, que podrían estar influenciadas por la Leyenda Negra, propaganda hostil a España creada por sus enemigos durante los siglos que duró su poderío en Europa y el Nuevo Mundo. Estas ideas preconcebidas y prejuicios no son raros ni atípicos, pues los argumentos de la propaganda de la Leyenda Negra están bien extendidos en el mundo occidental, tanto en sectores académicos como de la opinión pública en general, particularmente en el mundo anglosajón, habiendo dicha propaganda antiespañola incluso echado profundas raíces en el mundo hispánico. Antes que nada, se debe de aclarar que pretender hablar de historia con autoridad sin dominar esta disciplina de las Humanidades es como intentar hablar con autoridad de física, matemáticas, química, las diversas ramas de la medicina, filosofía, teología o economía sin tener estudios serios y un conocimiento profundo de las mismas.
Intervenciones militares de EE.UU. en México, Centroamérica y el Caribe en el siglo XX:
La primera lección que el autor del artículo mencionado da como una de aquellas 'lecciones sobre lo que los países no han de hacer', después de haber visitado España, es que los estados no se lancen a aventuras militares en vista de los peligros que eso implica, como la pérdida de vidas y el 'perder aún más' si se pierde la guerra. Sobre este punto, las guerras en que España se vio envuelta eran por lo general para defender los dominios europeos y americanos heredados por el monarca español. Esta apreciación, claro, excluye las guerras de conquista por parte de los Conquistadores en América y las Filipinas, conquistas que fueron un gran negocio para España.
Un ejemplo de estas guerras defensivas o para defender el orden establecido es la famosa Guerra de los Ochenta Años, desde 1568 hasta 1648, la contienda de España contra Holanda o las Siete Provincias Unidas, que se inició como una revuelta de parte de los Países Bajos (actuales Holanda y Bélgica) contra la autoridad del Rey de España en la segunda mitad del siglo XVI, Felipe II, que a la sazón era también señor temporal y soberano de aquellos países por su herencia como Duque de Borgoña. La revuelta se debió esencialmente a motivos religiosos, cuando miembros de la nobleza flamenca y protestantes calvinistas de los Países Bajos desafiaron las medidas de Felipe II, su señor, que tenían como objetivo impedir la expansión del protestantismo en sus dominios y defender la supremacía de la Iglesia Católica entre sus súbditos.
Los dominios europeos de Felipe II:
Ante los ataques de las turbas protestantes a las iglesias, donde destruyeron numerosas obras de arte religioso, y ante la consiguiente anarquía reinante y la rebeldía existente contra la autoridad de Felipe II, éste mandó un ejército español para poner orden en los Países Bajos y restablecer su autoridad como señor temporal de estos. Esto no se pudo lograr por completo, y las siete provincias del norte de los Países Bajos se declararon independientes, y a la vez que los ejércitos españoles -que incluían tropas valonas (que hablaban francés y provenían del sur de los Países Bajos) y flamencas (que hablaban el flamenco, la lengua germánica de los Países Bajos relacionada con el alemán)- intentaban someter a la obediencia del Rey a los que éste consideraba rebeldes, los protestantes holandeses, éstos intentaban conquistar las provincias católicas del sur de los Países Bajos (más o menos la actual Bélgica) a los ejércitos españoles para anexarlas a lo que hoy es Holanda.
Por cierto, si Bélgica existe como país y como país católico es en gran medida gracias a la defensa de sus provincias (los condados de Flandes, Hainaut y Namur, el obispado de Lieja o el ducado de Brabante, por ejemplo) como parte de los Países Bajos españoles por los ejércitos del Rey de España contra los intentos durante los siglos XVI y XVII por Francia y las Siete Provincias Unidas (Holanda) de conquistarlas y anexarlas.
En este sentido, los intentos -fallidos- de Felipe II y de sus sucesores de reconquistar las Siete Provincias Unidas (los holandeses) no fueron distintos al intento -exitoso- del presidente Abraham Lincoln y de los Estados Unidos de América norteños de reconquistar a los Estados Confederados de América sureños, declarados independientes, en la guerra civil americana de 1861-1865.
Así, el Rey de España defendió con sus ejércitos y armadas sus dominios hereditarios ante las ambiciones de conquista y anexión de Francia en España (Cataluña y la provincia vasca de Guipúzcoa, quedándose Francia al final con el condado catalán de Rosellón y parte del condado catalán de la Cerdaña), en Italia (por ejemplo, el Ducado de Milán, el Reino de Nápoles y el Reino de Sicilia), en los Países Bajos españoles (por ejemplo, los condados de Artois, Flandes, Hainaut y Namur y el Ducado de Luxemburgo, habiendo logrado al final Francia conquistar y anexarse todo el Condado de Artois y parte del Condado de Flandes, por ejemplo, incluyendo el famoso puerto flamenco de Dunquerque), en el Franco-Condado (conocido también como el Condado de Borgoña, que al final Francia conquistó y anexó) o en la mitad oeste de La Española en el Caribe (inicialmente invadida por bucaneros y piratas y en donde Francia sentó las bases de lo que después sería la República de Haití).
Y no hay que olvidarse de los intentos ingleses -otros célebres enemigos de España- de conquistar Puerto Rico, Cuba, Santo Domingo en La Española, Cartagena de Indias, la Florida, Buenos Aires, las Filipinas, logrando conquistar la Isla de Jamaica (llamada Santiago) y la Isla Trinidad y meterse en las Islas Bahamas, en Belice, la Guayana inglesa y en las Antillas Menores, donde también ocuparon islas -además de territorios en la Guayana- Francia y Holanda, los también proverbiales enemigos de España.
España también participó en las guerras de religión de Alemania y Francia entre los siglos XVI y XVII al ser defensora de la Fe Católica ante el Protestantismo en Europa. En esto España defendía en aquellos siglos el orden establecido en Europa Occidental y Central, orden representado por la Iglesia Católica cuya primacía religiosa estaba siendo desafiada e incluso amenazada con su destrucción por la expansión del Protestantismo.
Pero esto no ha sido un caso aislado. Dicha defensa del orden establecido se volvió a vivir a fines del siglo XVIII y comienzos del XIX durante las guerras de la Revolución Francesa y de Napoleón, cuando las monarquías absolutistas europeas y la parlamentaria británica se enfrentaron a la expansión de las ideas liberales y revolucionarias venidas de Francia y que ésta utilizaba para justificar su expansión imperial al imponerlas por la fuerza y la invasión. Así, por ejemplo, España y Portugal lucharon con el apoyo de Gran Bretaña contra los ejércitos invasores de la Francia de Napoleón, quien intentaba anexar estos países a su imperio a través, en el caso de España, de un rey usurpador y satélite, su propio hermano José Bonaparte. Y la Guerra de Independencia española contra Napoleón duró desde 1808 hasta 1812. Similarmente, no olvidemos también la defensa por parte de EE.UU. durante la Guerra Fría del capitalismo y las democracias liberales en Europa (como también de dictaduras en América y Asia) ante el comunismo, o la guerra que Washington actualmente mantiene a nivel global, según dice en defensa de la libertad y la democracia y sin señales de terminar, contra grupos terroristas y guerrilleros islamistas.
En color blanco aparecen los territorios que EE.UU. le quitó a México en la guerra de 1846-1848
Volviendo al punto mencionado anteriormente por Pinkerton sobre los peligros de que un estado caiga en la práctica de realizar aventuras militares, basta mirar la experiencia histórica de los EE.UU. en este sentido. Así, Washington se ha caracterizado desde el siglo XIX por llevar a cabo aventuras militares con el fin de expandir sus territorios, de mantener los que ha tenido o para expandir su influencia.
Ejemplo de una aventura militar cuyo fin fue la conquista de territorio a costa de otro país ha sido la guerra contra México de 1846-1848 (llamada la 'Guerra del Sr. Polk' despectivamente por los enemigos políticos del presidente estadounidense, el Demócrata James Polk, que inició dicha guerra de conquista) en la que EE.UU. le quitó a este país los territorios que fueron constituidos en los estados estadounidenses de California, Nuevo México, Arizona, Nevada y Utah, y territorios que ahora forman parte de Texas, Colorado, Kansas, Wyoming y Oklahoma. Otra aventura militar de EE.UU. fue la Guerra Hispano-Americana de 1898 bajo la presidencia del Republicano William McKinley, cuando EE.UU. -que buscaba la guerra- se anexó con su victoria sobre una España militar y navalmente débil a Puerto Rico, las Islas Filipinas y la Isla de Guam e hizo de Cuba un estado que no fue ni soberano ni verdaderamente independiente sino más bien un satélite suyo, lo que continuó siendo hasta 1959.
Pero las aventuras militares allí no se acababan. El presidente Lincoln llevó a cabo la más sangrienta aventura militar de la historia de los EE.UU., cuando invadió en 1861 a los Estados Confederados de América, los estados sureños de los EE.UU. que se habían declarado independientes. Dicha aventura militar se conoce como la guerra civil americana, y aunque Lincoln logró su principal propósito, que fue mantener la unidad territorial de los EE.UU., el hacerlo por la fuerza le costó al país la destrucción de la economía e infraestructura de los estados del Sur y le causó la muerte a hasta 750.000 personas, tres cuartos de millón, la inmensa mayoría soldados yanquis y confederados.
Pero no hay que olvidar la aventura militar que fue la entrada de los EE.UU. en la Primera Guerra Mundial (1914-1918), entrada impulsada por el presidente anglófilo Woodrow Wilson, quien padecía de megalomanía según el neurólogo y padre del psicoanálisis Sigmund Freud. EE.UU. entró en la Gran Guerra en 1917, dándole la victoria a los aliados de la Entente, en 1918 protagonizados por Francia y Gran Bretaña, pero las condiciones impuestas a los vencidos Alemania y Austria-Hungría fueron tan severas que en los tratados de paz se sembraron las semillas de la Segunda Guerra Mundial, creándose en Europa Central situaciones de ruina económica y vacíos de poder que después fueron llenados por los sistemas totalitarios del nacionalsocialismo y el comunismo, pero, eso sí, todo a cambio de la creación de la eventualmente inútil Sociedad de Naciones, que fue un proyecto wilsoniano.
Pero la historia no se acaba allí. Los gobiernos de EE.UU. emprendieron aventuras militares en México, Centroamérica y el Caribe, mayoritariamente contra países hispanoamericanos, interviniendo militarmente en numerosas ocasiones durante el siglo XX. Está también la aventura militar de la guerra en las Filipinas entre los patriotas independentistas filipinos y el Ejército de EE.UU. tras la Guerra Hispano-Americana de 1898, guerra genocida que empezó en 1899 y en la que los soldados americanos mataron a 400.000 insurrectos y asesinaron en la represión de uno a 3 millones de civiles inocentes, hombres, mujeres y niños, guerra que se puede considerar la guerra colonial más sangrienta de la historia. Tan sólo en la Isla de Luzón, según un general americano, las tropas estadounidenses exterminaron a una sexta parte de la población ó 600.000 personas, exterminándose al parecer a la mayor parte de los hispanoparlantes, lo que habría contribuido a que prácticamente desapareciese el español como lengua de las Filipinas.
Y están las aventuras militares más recientes que son las invasiones de Afganistán en 2001 y de Irak en 2003, costándole la guerra contra la insurgencia y la ocupación militar a los EE.UU. más de 1'4 billones (trillion en inglés) de dólares cifra ligeramente mayor a los aprobados y planeados recortes de defensa del Pentágono. ¿Aventuras militares? Ciertamente, pero antes de mirar a España, en Washington deben de verse en el espejo.
http://actualidad.rt.com/expertos/dr...torias-parte-i
Geopolítica Multipolar: Comparando la España imperial con EE.UU.: Una historia de dos Historias (Parte I)
«¿Cómo no vamos a ser católicos? Pues ¿no nos decimos titulares del alma nacional española, que ha dado precisamente al catolicismo lo más entrañable de ella: su salvación histórica y su imperio? La historia de la fe católica en Occidente, su esplendor y sus fatigas, se ha realizado con alma misma de España; es la historia de España.»
𝕽𝖆𝖒𝖎𝖗𝖔 𝕷𝖊𝖉𝖊𝖘𝖒𝖆 𝕽𝖆𝖒𝖔𝖘
Comparando la España imperial con EE.UU.: Una historia de dos Historias (Parte II)
En su artículo titulado 'Yesterday’s Spain, Today’s America' ('La España de ayer, la América [EE.UU.] de hoy') el Sr. James P. Pinkerton, autor y analista político que trabajó en el plantel de la Casa Blanca estadounidense bajo las presidencias de Ronald Reagan y George H.W. Bush, pone a la España del periodo en que fue una potencia con dominios ultramarinos (siglos XVI al XIX) como un mal ejemplo a no seguir por EE.UU., exponiendo aquellos aspectos que, según él, han sido prueba de la debilidad y decadencia de los españoles que los estadounidenses no deben repetir.
Así, Pinkerton expone como una segunda lección para EE.UU. lo que él llama “los peligros del financialismo”, palabra que él define como dar precedencia a las manipulaciones monetarias y a la moneda del Estado sobre la “innovación y productividad” del país. Añade el autor estadounidense que aunque poseía grandes cantidades de oro y plata por sus posesiones americanas, España es un ejemplo de que poseer “riqueza nacional no es lo mismo que [gozar de] bienestar nacional”.
Peso fuerte de plata español con la efigie del Rey Carlos IV como los usados como dólares de plata de EE.UU.:
Sobre el punto de que España en su pasado imperial puso su moneda o sistema monetario o manipulaciones monetarias por encima de la productividad económica del país y de la innovación, que podemos interpretar aquí como técnica, cabe decir que este argumento no puede estar más alejado de la realidad histórica. Primeramente, las grandes cantidades de oro y plata extraídas de las minas que fluían de la América española a España y por ello a Europa constituyeron una fuente de capital –sí, el oro y la plata son fuente de capital, aunque los seguidores de Adam Smith no lo vean así– basado en el poder adquisitivo de los metales preciosos que benefició a Europa y proporcionó, debido a su gran acumulación en la banca europea ya para fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, la financiación necesaria –el capital– para hacer posible la Revolución Industrial. Esto se debe a que antes del Descubrimiento de América por Cristóbal Colón, no había mucho oro ni plata en Europa para el siglo XV.
En aquel entonces la mitad del oro que producía Europa venía de las minas del Reino de Hungría en Transilvania y en los Montes Cárpatos en la Alta Hungría (la actual Eslovaquia). Hungría producía alrededor del 90% del oro europeo. La otra mitad del oro consumido en Europa venía del África Occidental, de sitios como Ghana y Mali, siendo exportado a los italianos desde puertos en Marruecos. La plata europea antes del Descubrimiento de América venía en su mayor parte del Sacro Imperio Romano Germánico, de las regiones alemanas de Sajonia y Turingia y del Reino de Bohemia (actual República Checa). Había así una carestía de metales preciosos en Europa, pero la afluencia de oro y plata americana a través de España cambió todo, oro y plata que no se quedaba en la Península Ibérica al usarse para pagar las guerras del rey de España en el continente europeo o para pagar por las importaciones de manufacturas, exportadas a España por italianos, franceses, flamencos y holandeses, ingleses o alemanes. En última instancia, ese oro y plata que España traía a Europa terminó beneficiando a otros países que los acumulaban, pero constituyó la base del capital que como mencioné, financió la Revolución Industrial, lo cual benefició económica y tecnológicamente al mundo y por ende a la humanidad.
Pero no se le puede acusar a España de estar ella sola interesada en el oro y la plata. Desde los siglos XVI al XVIII todos querían en Europa oro y plata. Los ingleses bajo el reinado de Isabel I Tudor atacaban las posesiones y comercio marítimo español tanto en tiempo de paz como de guerra por la codicia no sólo de la soberana de Inglaterra, pero también de sus piratas/corsarios como Francis Drake, John Hawkins, Richard Hawkins, Cavendish o Walter Raleigh. Un objetivo estratégico de los holandeses durante su larga guerra con España era la captura del oro y la plata españolas, y los ingleses en el siglo XVIII buscaban conseguir plata española de las minas de Potosí en el Alto Perú, la actual Bolivia, a través del contrabando que se hacía en la ilegal colonia portuguesa de Sacramento en el Río de la Plata, en el actual Uruguay, donde a cambio de la plata española se vendían productos ingleses. Estos también tenían acceso al oro y los diamantes del Brasil, habiendo en la práctica Portugal entregado el transporte de sus mercancías que del Brasil iban a Europa a la marina mercante inglesa, convirtiéndose Lisboa no sólo en estrecha aliada de Londres, pero también en una especie de satélite comercial de la Gran Bretaña. Tras la independencia de México y Bolivia, sus Gobiernos dieron concesiones de explotación minera de plata a intereses mineros ingleses, lo que no había logrado conseguir Inglaterra en unos 230 años de guerras con España. Y no hay que olvidar que a comienzos del siglo XX, la Gran Bretaña, ya influenciada por el pensamiento del liberalismo económico y de la doctrina del 'laissez faire', capitalista e industrial, fue a la guerra contra las repúblicas sudafricanas de los bóer (los descendientes de colonos holandeses) de Orange y Transvaal para conquistar y quedarse con sus minas de oro y diamantes. Si España deseaba oro y plata, también lo querían todos los demás.
El Artificio de Juanelo, máquina hidráulica en Toledo, 1568:
España transformó e influenció el mercado de la plata mundial y una buena parte del sistema monetario europeo. La moneda de plata española se usaba en la China para fines del siglo XVI para comprar mercancías de este país como sedas y porcelanas, las cuales eran transportadas por el galeón de Manila al puerto de Acapulco de la Nueva España, y de allí eventualmente a Europa. Siguiendo la moneda española como patrón y referencia, el franco francés equivalía a 20 reales de vellón en la segunda mitad del siglo XIX. Igualmente, las monedas de varios estados alemanes, incluyendo el tálero, y de ciudades como Hamburgo y Bremen a fines del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX equivalían a reales de vellón (de cobre) o a reales de plata españoles, debiéndose esta equivalencia al comercio que directa o indirectamente tenían con España o sus posesiones americanas (las Islas Vírgenes danesas en el Caribe eran un punto de contrabando a través del cual se exportaban ilegalmente productos alemanes a las islas españolas del Caribe a cambio de plata española). Incluso el símbolo del dólar americano, $, procede de las iniciales escritas en las letras de cambio del término de “pesos fuertes” (la “s” por el plural de fuertes y el palo vertical por una abreviatura de la letra “f” –de peso fuerte- como la escribían en cursiva los notarios españoles) de plata –dato establecido por las investigaciones históricas en archivo del Dr. Ádám Szászdi-, equivaliendo un peso fuerte a ocho reales de plata a comienzos del siglo XIX. Más aún, los primeros dólares de plata estadounidenses eran pesos fuertes españoles acuñados con la efigie del Rey Carlos IV de Borbón en México. Este símbolo del $, inspirado por los españoles, ha servido probablemente para inspirar con sus rayas transversales los símbolos de la libra esterlina inglesa (£), del euro (€) o del yen japonés (¥).
El argumento de Pinkerton de que las políticas monetarias de la monarquía española se enfatizaban a costa de la productividad económica no se basa en la realidad histórica. Por ejemplo, en el siglo XVI, para cuando el envío anual de oro y plata de América era un hecho consumado, la ciudad de Sevilla, el puerto de comercio con el Nuevo Mundo, tenía en tiempos del soberano Carlos I de España y V de Alemania una industria de seda y tejidos con 16.000 telares empleando hasta 130.000 trabajadores, según Ciriaco Pérez-Bustamante en su 'Compendio de Historia de España'. Sevilla también poseía en el siglo XVI industrias como platerías, cueros, cerámica y producción de jabones. La ciudad de Toledo, que fue capital en tiempos del Rey Carlos I, aparte de sus legendarias fábricas de aceros y espadas toledanas, tenía una floreciente industria de sedas, terciopelos y damascos, empleando a mediados del siglo XVI a 50.000 obreros de la seda y produciendo anualmente 450.000 libras de seda y unos 100.000 pares de medias de seda, según Gervasio de Artíñano y de Galdácano en su obra 'La producción española en la edad moderna'. La ciudad de Segovia, famosa por su acueducto romano y alcázar real, poseía una gran producción de paños de lana, empleando a más de 34.000 trabajadores. Las Vascongadas eran un importante centro de producción de armas de fuego. Ciudades castellanas como Cuenca, Zamora, Salamanca, Ávila, Medina del Campo, eran importante centros de producción de lana y manufacturas ligadas a este sector, Barcelona era importante por su industria de vidrios, Granada por sus sedas y muebles, Valencia por sus sedas, está la fundamental industria de la construcción naval, esencial para mantener las comunicaciones entre España y sus dominios en América y el Océano Pacífico, etc.
El submarino Ictíneo II de 1864:
En cuanto a innovación, se equivoca el autor del artículo de 'The American Conservative' pues para la minería de metales preciosos se introdujo el método de la amalgamación en México en 1555 y en Potosí en 1571. Hubo también obras de ingeniería hidráulica para obras de minería y de suministro de agua, en este caso como el ingenio del italiano Juanelo Turriano para subir agua del río Tajo hasta unos 100 metros de altura para la ciudad de Toledo y el Alcázar Real, usando la fuerza del río para hacer funcionar la obra hidráulica. Llamado el Artificio de Juanelo, el ingenio hidráulico de tiempos del Rey Felipe II ya funcionaba en 1568 suministrando a Toledo 14.100 litros diarios. Están también los inventos del navarro Jerónimo de Ayanz y Beaumont, tema investigado por el Dr. Nicolás García Tapia y sobre el cual ha informado J.M. Travieso. Jerónimo de Ayanz, el 2 de agosto de 1602 y ante un público que incluía al Rey Felipe III de España, se sumergió en aguas del Río Pisuerga, en la ciudad de Valladolid, por más de una hora a tres metros de profundidad usando un tipo de escafandra de su invención conectada a la superficie con tubos alimentados con aire por medio de fuelles, saliendo después a la superficie como si nada. Jerónimo de Ayanz inventó un aparato que usaba la fuerza del vapor para sacar agua de la mina de plata de Guadalcanal en la provincia de Sevilla, y usó este ingenio de vapor para llevar nieve dentro de la mina y refrigerarla como un primitivo sistema de aire acondicionado. También inventó en 1606 una máquina de vapor que registró además de otros 47 inventos. Incluso, la máquina de vapor que inventó el inglés Thomas Savery y que éste patentó en 1698, al parecer se basó en los trabajos realizados por Jerónimo de Ayanz. Otros de los inventos del navarro registrados en 1606 incluían una bomba para sacar agua de los barcos, un primitivo submarino de madera en forma de barca con sistema para renovar el aire de su interior y un sistema para inmersión y ascensión a la superficie a base de contrapesos, bombas para el regadío de los cultivos, un horno para la destilación de agua de mar en los barcos para suministrar agua potable a las tripulaciones que hacían el recorrido entre América y España, etc.
Donde la producción y la innovación se combinaban fue en la construcción de galeones y navíos en los astilleros españoles de la costa del Pacífico americana en Panamá, El Realejo en Nicaragua, en Guayaquil en el Reino de Quito y en El Callao en el Perú. Se construían desde el siglo XVI y durante el siglo XVII no sólo navíos mercantes pero también galeones de guerra que dotaban la Armada de la Mar del Sur española, dedicada a proteger las costas americanas del Pacífico y su tráfico marítimo ante los ataques de los enemigos de España, especialmente los ingleses y holandeses. La innovación radicaba en los cascos de los galeones construidos en El Realejo o Guayaquil, por ejemplo, que eran en forma de “V” para poder navegar bien a la bolina, o sea, en contra del viento. No se sabe quién inventó este diseño que apareció en el siglo XVI, pero se sabe que los galeones y naves construidas en España, Inglaterra, Holanda y Francia tenían un diseño de casco clásico ancho, lo que los hacía más lentos con buen viento y no les permitía navegar a la bolina. La industria naval se completaba al ir dotados los galeones de guerra construidos en Guayaquil y en El Callao (con maderas guayaquileñas) con cañones de bronce fundidos en El Callao y hechos con cobre chileno y estaño del Alto Perú (boliviano), empleando pólvora fabricada en Latacunga en la actual sierra ecuatoriana, según las investigaciones de la Dra. Dora León Borja de Szászdi. España también desarrolló e introdujo como buque de guerra la fragata, usándose cinco fragatas en las operaciones de aviso, reconocimiento y defensa contra el ataque inglés de Francis Drake contra San Juan de Puerto Rico de 1595. Ya en el siglo XIX el español catalán Narciso Monturiol inventó el submarino Ictíneo I, que entre 1860 y 1861 realizó 69 inmersiones de prueba, siendo seguido dicho submarino en 1864 por el más grande Ictíneo II propulsado por vapor. En 1890 fue comisionado en la Armada Española el submarino Peral, inventado por el teniente Isaac Peral y que tenía un avanzado diseño hidrodinámico, propulsado por baterías eléctricas y dotado de un tubo lanzatorpedos y tres torpedos, etc.
El problema con la postura crítica hacia España de Pinkerton es que no expone los problemas de EE.UU. en cuanto a aplicar el concepto de "financialismo" que usa en su artículo. En vez de enfocarse en España, que usaba dinero contante y sonante hecho a base de monedas de oro y plata y reservas a base de lingotes de estos metales nobles, debería de ver las manipulaciones monetarias del Gobierno federal norteamericano y las especulaciones financieras de la bolsa de valores de Nueva York en Wall Street. Siguiendo el pensamiento económico liberal y más recientemente neoliberal, la bolsa de Wall Street y su mercado de valores han caído en crisis en que se han desplomado en 1873, en1929 dando lugar a la Gran Depresión o más recientemente en 2008, creando la ruina para miles de inversionistas y el desastre económico para millones de empleados y trabajadores. Y como el
Gobierno no debe de intervenir para impedir estos desastres, pues va en contra del liberalismo y neoliberalismo económicos, el peligro de más desplomes de la bolsa seguirá presente, ante las presiones especulativas que afectan a los mercados bursátiles de todo el mundo y por la política monetaria de manipulación del dólar seguida por Washington. Al menos desde la Presidencia de George W. Bush el Gobierno federal está imprimiendo de manera excesiva dólares como una forma no solo de tener dinero, sino sobre todo para abaratar las exportaciones estadounidenses y hacer más costosas las importaciones. Esta política la ha seguido y sigue el presidente Barack Obama con entusiasmo, creando una situación de guerra monetaria con otros países, que en respuesta a la impresión en masa de dólares han aumentado su impresión de papel moneda como el Reino Unido con la libra o devaluado su moneda de manera dramática como Venezuela. Así, se ha dicho que el dólar ha perdido más del 50% de su valor desde los años 80 del siglo pasado, corriendo el riesgo de un día valer tanto como el dinero de juguete del juego Monopoly.
Con todo, Washington sigue acumulando deuda, tanto privada como nacional, y su solución es vender bonos de la deuda a inversionistas nacionales y extranjeros, privados y estatales, pero este 'arreglo' es como una especie de 'pirámide' que funciona siempre que haya nuevos compradores de deuda americana cada año. La deuda en vez de terminarse un día se perpetúa para siempre. ¿Hasta cuándo durará esto? La China ha estado adquiriendo oro en grandes cantidades, aumentando sus reservas -¿quizás para reemplazar las grandes reservas en dólares que tiene, en caso de que estas pierdan un día su valor en una catástrofe financiera que podría arrastrar al resto del mundo?-. España no andaba en manipulaciones monetarias y especulaciones bursátiles con su oro y plata, dinero palpable. Lo mismo no se puede decir de la política monetaria de Washington bajando artificialmente el valor del dólar y creando guerras monetarias con otros países, de su creación de nueva deuda con los bonos que vende para seguir financiándose o de las especulaciones con dinero electrónico tanto en Wall Street como en los principales mercados bursátiles del mundo según la receta económica neoliberal.
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Geopolítica Multipolar: Comparando la España imperial con EE.UU.: Una historia de dos Historias (Parte II)
«¿Cómo no vamos a ser católicos? Pues ¿no nos decimos titulares del alma nacional española, que ha dado precisamente al catolicismo lo más entrañable de ella: su salvación histórica y su imperio? La historia de la fe católica en Occidente, su esplendor y sus fatigas, se ha realizado con alma misma de España; es la historia de España.»
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Comparando la España imperial con los EE.UU.: Una historia de dos Historias (Parte III)
Respondiendo al artículo titulado 'Yesterday’s Spain, Today’s America' ('La España de ayer, la América [EE.UU.] de hoy'), escrito por el señor James P. Pinkerton, autor y analista político que participa con regularidad como panelista en el programa Fox News Watch del canal de televisión Fox News, es menester contrarrestar el argumento hecho por el ex miembro de planteles presidenciales de la Casa Blanca de que España es un ejemplo de que el poseer “riqueza nacional no es lo mismo que [gozar de] bienestar nacional”. Se considera que es importante y esencial rebatir tanto este argumento como aquellos otros que atacan a la España imperial, pintándola como inferior, ineficaz, sanguinaria, cruel y decadente, para conjurar la falta de conocimiento histórico y los prejuicios antiespañoles con la verdad histórica. Esto es importante, no solo para relatar la historia como realmente sucedió —en base a los hechos históricos y no en base a una imaginación prejuiciada— pero también para defender la herencia hispánica, la historia y la identidad cultural de nosotros los hispanoamericanos, forjados para bien y para mal por la Madre Patria España y por nuestros antepasados de la península Ibérica, que al venir al Nuevo Mundo nos dieron nuestros apellidos españoles y nuestra existencia. Y es que al resaltar la verdad histórica, contrarrestamos y rebatimos a aquellos estadounidenses angloamericanos que poseen una imagen negativa de los hispanoamericanos —pintados de la misma forma como mencioné arriba— y que por sus prejuicios antihispánicos —herencia de sus prejuicios antiespañoles— ahora tienden a perseguir a los inmigrantes indocumentados, esencialmente por ser estos en su inmensa mayoría hispanoamericanos, además de ser en su mayoría católicos.
España invirtió sus recursos para promover el bienestar nacional durante su época de apogeo y territorios ultramarinos. Por ejemplo, en tiempos del rey Felipe II en la segunda mitad del siglo XVI se construyó en la ciudad de Valladolid —donde nació el monarca— por orden suya un sistema de suministro de agua potable a base de cañerías, arcas de captación que eran depósitos de agua y fuentes de agua públicas. Esta obra se realizó para prevenir nuevas epidemias que habrían podido surgir al consumirse las aguas contaminadas del río Pisuerga. Con el nuevo sistema de suministro de agua se proporcionaba agua potable a la creciente población de Valladolid, siendo dicho sistema obra del arquitecto e ingeniero Juan de Herrera. Esta obra se realizó en mampostería y hormigón de cal y con una longitud de 6,535 metros fue un gran logro de ingeniería para su tiempo. Bajo Juan de Herrera, quien rediseñó y dirigió la construcción del palacio Monasterio de San Lorenzo de El Escorial y creó el estilo arquitectónico que lleva su nombre —herreriano— la obra de abastecimiento de agua potable a Valladolid se inicia en 1586 y se termina en 1622.
Palacio Monasterio de San Lorenzo de El Escorial por Juan de Herrera, siglo XVI:
Otro ejemplo de obra pública para el bien común fue el llamado Artificio de Juanelo, máquina hidráulica diseñada por el italiano Juanelo Turriano y que construida en tiempos de Felipe II para subir agua del río Tajo a la ciudad de Toledo y que ya funcionaba en 1568. Otras obras dignas de mención son acueductos para suministro de agua potable o de regadío construidos tanto en España como en la América española en los siglos XVI, XVII y XVIII. Algunos ejemplos son: el acueducto de Plasencia en España, obra del siglo XVI de Juan de Flandes destinada a llevar agua potable a la ciudad; el acueducto de Los Arcos de Calanda, del siglo XVII y construido para llevar agua de riego para la agricultura, considerada una de las obras de arquitectura hidráulica de mayor importancia de la provincia aragonesa de Teruel en España; el acueducto de Querétaro en México, obra monumental construida en el siglo XVIII (1726-1738) con 74 arcos con una altura media de unos 23 metros y una extensión de 1.300 metros, obra construida para dotar de agua potable a la ciudad y el acueducto del Padre Tembleque, considerado el exponente de arquitectura hidráulica más importante de las construcciones hechas en América en el siglo XVI —considerada también una de las construcciones de su tipo más importantes del mundo— y que se estima se construyó entre 1545 (época de Carlos I) y 1562 (época de Felipe II). Este acueducto fue diseñado y su construcción dirigida por el toledano fray Francisco de Tembleque, y la obra tiene 42 km de largo, con areneros a modo de filtros de agua, siendo casi el 95% de su tramo bajo tierra, poseyendo la parte en la superficie y en el tramo de la Barranca de Tepeyahualco 66 arcos con una altura de hasta 38,75 metros y una longitud de unos 900 metros. Con la construcción del acueducto se suministró agua potable de manantial a las poblaciones indígenas de Otumba y Zempoala.
Acueducto del Padre Tembleque, México, siglo XVI:
En cuanto a promover el bien común, los españoles fundaron y construyeron ciudades y poblaciones en América con un trazado urbano de cuadrícula (trazado visto en ciudades tan tempranas como Santo Domingo o San Juan de Puerto Rico), con calles de trazado recto, poseyendo plaza mayor, catedral o iglesia mayor y municipio o cabildo, cuyos miembros eran elegidos entre los vecinos y cuyos alcaldes o jueces ordinarios, renovados en su puesto cada año, ejercían jurisdicción civil y criminal. Cabe añadir que las posesiones españolas en América no eran colonias en lo jurídico sino extensiones de la corona de Castilla y León, gozando las Indias de “igualdad jurídica” con Castilla de acuerdo al historiador Ciriaco Pérez-Bustamante. Por ello la colonización de América fue como un traslado a las Indias de las instituciones políticas, jurídicas y religiosas que había en España, hablándose de las “Españas” al referirse a los reinos y provincias españolas en América. En este sentido, la labor colonizadora de España en las Indias tiene su eco en la labor colonizadora romana en Europa, Norte de África y Asia, donde se extendió una población colonizadora latina, extendiendo Roma sus instituciones políticas, jurídicas, su religión, su cultura, civilización y lengua y su sangre a las poblaciones nativas de su imperio, como hizo España en sus dominios. España contribuyó al bien común de todas las poblaciones americanas en sus dominios al introducir animales domésticos como el ganado vacuno, las ovejas, los caballos, los burros, cabras y gallinas, cultivos como los del trigo, el arroz, el ajo, el almendro, los olivos, las naranjas y limones, las uvas, hortalizas y legumbres y la caña de azúcar.
Se introdujeron industrias como la de la seda en México en el siglo XVI, promovida por el virrey don Antonio de Mendoza, que llegó a un acuerdo comercial con Martín Cortés (hijo del conquistador Hernán Cortés), quien acordó plantar 10.000 moreras (de cuyas hojas se alimenta el gusano de seda) y desarrollar los tejidos de seda por un periodo de 15 años, siendo por este convenio Martín Cortés socio del rey de España. En el siglo XVI se introdujo la industria de los paños de lana en la actual sierra ecuatoriana, utilizándose la maestría en el trabajo de telas de los indios locales que usaban ya la lana de oveja, exportándose sus tejidos hasta el norte de la actual Argentina. Industrias navales como los ya mencionados astilleros de Guayaquil, que empezaron a operar en el siglo XVI, desarrollaron una industria local y regional de jarcias y cabos hechos de cabuya para los barcos, obteniéndose la brea para calafatear los cascos de los barcos y hacerlos impermeables de pozos naturales de brea en la actual provincia de Santa Elena, en la costa ecuatoriana, siendo las velas de las naves producidas de lonas hechas en Chachapoyas en el Perú, siendo estas industrias importantes fuentes de trabajo e ingresos para las economías locales en su tiempo.
Y ya que se habla tanto ahora de los recortes presupuestarios de defensa en EE.UU. y cómo eso puede afectar la seguridad de los norteamericanos, la Corona española gastó millones durante los siglos XVI, XVII y XVIII para fortificar sus ciudades para no solo mantener su posesión sobre ellas sino también para proteger la propiedad privada y las vidas de sus habitantes ante la amenaza constante de enemigos como los ingleses, holandeses y franceses, que por lo general atacaban poblaciones españolas para saquearlas de todo lo que tuviese valor, destruyéndolas de paso, siendo los piratas y corsarios de esas naciones —los terroristas de entonces— aficionados también a matar civiles, a torturarlos para que confesasen donde tenían dinero y joyas escondidas y a violar a las mujeres en el proceso. Para garantizar la seguridad de sus habitantes y sus propiedades se construyeron las obras de fortificación de San Juan de Puerto Rico, de Cartagena de Indias, en la actual Colombia, de La Habana y Santiago de Cuba, de Campeche, Mérida y Veracruz en México, de Puerto Cabello en Venezuela, de Portobelo en Panamá, de El Callao en Perú, de Manila en las Filipinas, etc.
Castillo de San Felipe del Morro, San Juan de Puerto Rico:
También se construyeron hospitales tanto en España como en las Indias para cuidado no solo de los enfermos sino también de los huérfanos, los mendigos y los desamparados, cumpliendo con importantes labores sanitarias y sociales. Un ejemplo es el hospital de Jesús Nazareno en Ciudad de México, fundado en 1524 por Hernán Cortes, cuyos restos se hallan enterrados en la iglesia del hospital. Y este autor nació en el hospital Auxilio Mutuo, fundado en Puerto Rico por los españoles en 1883.
Ya en el siglo XVIII para el bien común se establecen en España los 'Pósitos' en 5.000 localidades para el almacenamiento de trigo en graneros públicos y su venta, y para garantizar que hubiese suficientes granos para la siembra. Se instituyen también los montes de piedad para proporcionar préstamos agrícolas, los montepíos, para ayudar económicamente a las viudas y huérfanos de militares españoles, asilos, hospitales y otras entidades de beneficencia, sin olvidarnos del papel que la Iglesia jugó en este sentido durante los siglos mencionados. Hay que mencionar también que para promover la industria, la Corona española en el siglo XVIII estableció fábricas modelo con maestros y obreros extranjeros que sirviesen de escuelas de aprendizaje para los fabricantes nacionales en España, como las fábricas de paños de Guadalajara, la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara en Madrid, la fábrica de sedas de Talavera, la Real Fábrica de porcelanas del Buen Retiro en Madrid, la Real Fábrica de Cristales de La Granja de San Ildefonso en Segovia, la fábrica de algodones de Ávila, etc. Y como una nota adicional, los españoles construyeron en el siglo XIX faros en la costas de Puerto Rico como los de Fajardo, Maunabo o el del Castillo de San Felipe del Morro en la ciudad de San Juan para ayudar a la navegación costanera. España también construyó en el siglo XIX una extensa red de carreteras pavimentadas en Puerto Rico, levantando numerosos puentes incluyendo puentes de hierro y el primer puente colgante de las Antillas, habiendo también iniciado el proyecto de construir una línea de ferrocarril que diese la vuelta a la Isla antes de la invasión estadounidense y el cambio de soberanía en 1898. Según la Autoridad de Carreteras y Transportación de Puerto Rico, la isla tenía ese año 267,4 km de carreteras pavimentadas de importancia y 49 puentes hechos de fábrica o de metal de más de diez metros de largo. Para 1898 tanto Cuba como Puerto Rico eran provincias españolas de ultramar, teniendo ambas mayor autonomía política aquel año que lo que ahora Puerto Rico tiene como territorio de EE.UU. ¿Que España no se ocupaba del bienestar nacional de sus ciudadanos?
Ahora veamos la preocupación por la riqueza material y por el bienestar nacional por parte de otros. Durante el apogeo de la Revolución Industrial en el siglo XIX los empresarios ingleses dueños de fábricas y minas inspirados por la doctrina económica liberal del 'laissez-faire', que promovía el afán de lucro como motor de las actividades económicas para lograr un máximo de ganancias con la menor intervención del Estado posible en la vida económica del país, explotaban a sus trabajadores con largas horas de trabajo en pésimas condiciones y con bajísimos salarios de subsistencia. Se logró un gran progreso económico y tecnológico sin duda, pero a un alto costo humano, llevando a Karl Marx a escribir 'El capital' como respuesta al sistema económico capitalista y sus abusos en la Gran Bretaña. Los seguidores del 'laissez-faire' británicos, debido a su manera de ver el mundo de no gastar en aquello que no dejase ganancia alguna sino más bien crease gastos y pérdidas económicas, se opusieron desde el sector privado y el Gobierno británico a dar ayuda humanitaria a la población de Irlanda durante la gran hambruna que padeció provocada por la epidemia que destruyó la cosecha de la papa, alimento que era para muchos el único medio de alimentación y subsistencia. Incluso el fundador del periódico 'The Economist' llegó a decir sobre la hambruna irlandesa y el hecho que la gente se moría de hambre, que no le correspondía a un hombre el proveer de alimentos a otro (esto me recuerda cómo hace media década oí en Washington DC a un seguidor y promotor del neoliberalismo económico, la última versión del liberalismo económico del 'laissez-faire', que la salud de las personas no era un derecho, al oponerse a la idea de un plan de salud universal para aquellos que no tendrían dinero para pagar un seguro médico. Y así entre 1845 y 1852, en parte estimulada por la inacción del Gobierno británico influenciado por el 'laissez-faire' o por la poca reacción a la hambruna debido a prejuicios —un alto funcionario inglés protestante encargado de suministrar la ayuda limitó su suministro a los damnificados católicos porque “el juicio de Dios envió la calamidad para ensenarle a los irlandeses una lección”— hasta un millón quinientos mil irlandeses murieron de hambre y hasta dos millones se vieron forzados a salir de su patria. Y todo esto ocurrió durante el apogeo del poderío económico e industrial británico. ¡Esto nunca ocurrió bajo España en sus dominios!
O miremos ahora las acciones de los grandes empresarios industriales en los EE.UU. en el siglo XIX, tras la guerra civil de 1861-1865. Por ejemplo, en 1889 ocurrió la inundación que destruyó buena parte del pueblo de Johnstown en Pensilvania. La tragedia se debió a que una represa que contenía un lago artificial se abrió como resultado de fuertes lluvias y la subida del nivel del lago, destruyendo el gran torrente de las aguas del lago 1.600 casas y matando a 2.209 personas, una de las mayores tragedias de EE.UU. antes de los atentados del once de septiembre de 2001. La cuestión es que la represa colapsó por haber sido debilitada por las irresponsables obras que se hicieron en beneficio de un club exclusivo para altos empresarios y ejecutivos asociados a la empresa siderúrgica Carnegie Steel, que iban junto al lago para entretenerse. Y Andrew Carnegie, el fundador de Carnegie Steel, impuso para aumentar sus ganancias al máximo condiciones infrahumanas a sus trabajadores en su instalación de producción de acero modelo de Homestead, Pensilvania, con jornadas de doce horas de trabajo seis días a la semana y salarios miserables. Como resultado en 1892 los obreros de Homestead se fueron a la huelga y se encerraron en la fábrica. La empresa envió a guardias de seguridad armados para entrar en las instalaciones del acero por la fuerza. En los tiroteos murieron nueve con once heridos del lado de los trabajadores, sufriendo los guardias privados siete muertos y doce heridos. Y el magnate financiero J.P. Morgan introdujo el método de la 'morganización', que era para aumentar las ganancias al máximo el reducir el número de trabajadores echándolos a la calle y haciendo que los que quedasen trabajasen por aquellos que perdieron su trabajo, pagándoles menos. Este método fue adoptado por Andrew Carnegie y por el magnate del petróleo John D. Rockefeller. Sí, hubo mucho progreso en los EE.UU. con la expansión de los ferrocarriles, del uso del acero para la construcción gracias a Carnegie, de la extensión del uso del queroseno en la iluminación y después del uso de la gasolina gracias a Rockefeller, del uso de la electricidad gracias a J.P. Morgan, pero a un alto precio humano. Mucho progreso lograron, friendo en el proceso salchichas para el diablo. Incluso, Carnegie, J.P. Morgan y Rockefeller financiaron la campaña política y la elección del presidente republicano William McKinley en 1896, para derrotar al demócrata William Jennings Bryan, quien quería traer ante la justicia a dichos empresarios por sus métodos monopolísticos, abusivos e intimidatorios. Claro está, ganó McKinley y Carnegie, Rockefeller y J.P. Morgan siguieron actuando como si nada.
Quiero añadir, que las elecciones estadounidenses pasadas de noviembre de 2012 tenían igualmente a un candidato a la presidencia republicano, Mitt Romney, financiado generosamente al parecer por empresarios de Wall Street y probablemente por magnates empresariales que incluirían a extranjeros, quizás alguno de ellos dueño de intereses en la prensa y televisión, caso que recuerda al de McKinley. La diferencia es que aún con todo el dinero que recibió, Romney (quien seguía una campaña contra los inmigrantes indocumentados, en su mayoría hispanoamericanos) fue derrotado, siendo derrotados también los intereses económicos detrás de él en un país en que el 0,5% de la población controla el 20% de la riqueza y donde hay 20 millones desempleados o sin trabajo a tiempo completo (diciéndose también que el número real de adultos desempleados en EE.UU. es de 82 millones). Y esta derrota, me enorgullece decirlo, se debió en parte gracias al voto hispanoamericano. El que ríe último, ríe mejor.
http://actualidad.rt.com/expertos/dr...rias-parte-iii
Geopolítica Multipolar: Comparando la España imperial con los EE.UU.: Una historia de dos Historias (Parte III)
«¿Cómo no vamos a ser católicos? Pues ¿no nos decimos titulares del alma nacional española, que ha dado precisamente al catolicismo lo más entrañable de ella: su salvación histórica y su imperio? La historia de la fe católica en Occidente, su esplendor y sus fatigas, se ha realizado con alma misma de España; es la historia de España.»
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Comparando la España imperial con EE.UU.: Una historia de dos Historias (Parte IV)
Nuevamente en respuesta al artículo titulado 'Yesterday’s Spain, Today’s America' ('La España de ayer, la América [EE.UU.] de hoy') por el señor James P. Pinkerton, autor y analista político angloamericano conservador estadounidense, vamos a comentar otros argumentos que el comentarista de Fox News ha hecho con respecto a sus alegados errores históricos de España y los españoles.
Pinkerton alega que los siglos XV al XVII fueron "los años de gloria de riqueza y poder españoles" y añade que en los museos españoles se ven "pocas pinturas por no españoles de siglos más recientes" y que esto indicaría que ya no había dinero en España para comprar obras de arte extranjeras, como en los siglos mencionados arriba. Deseo en este sentido aclarar que parece omitirse el siglo XVIII, siglo de recuperación económica, de continuo flujo de oro y plata americanas, en el que los reyes Borbones españoles encargaron pinturas a artistas extranjeros de renombre como el italiano Corrado Giaquinto, el francés de ascendencia flamenca Louis-Michel van Loo, los italianos Jacopo Amigoni y Juan Bautista Tiépolo, el alemán Antón Rafael Mengs o el francés Jean Ranc. Y debe añadirse que no haría falta buscar artistas de fuera con las obras del gran pintor español Francisco de Goya y Lucientes de fines del siglo XVIII y comienzos del XIX. Había dinero para invertir en arte en el siglo XVIII y ejemplos son la construcción del nuevo Palacio Real de Madrid, del Palacio Real de La Granja de San Ildefonso, del Palacio Real de Riofrío, la ampliación y terminación de la construcción del Palacio Real de Aranjuez o la remodelación y ampliación del Palacio Real de El Pardo.
Palacio Real de Madrid, en cuyo diseño y construcción participaron tres arquitectos italianos:
El comentarista de Fox News sostiene que por las pinturas holandesas y flamencas del siglo XVII que vio en los museos madrileños del Prado y Thyssen-Bornemisza, "muchas de las calles y plazas de la ciudad estaban pavimentadas [en Holanda y Flandes]; aquéllas en España no lo estaban". Ante esto me basta citar la obra del gran historiador Francisco Morales Padrón, de la Universidad de Sevilla, 'Historia de Sevilla. La ciudad del Quinientos. Volumen III', en la que revela en la página 36 que la ciudad de Sevilla tenía suelo de ladrillo y que en tiempos de los Reyes Católicos había un inspector que examinaba el que el enladrillado de las calles sevillanas estuviese en óptimas condiciones, pues si no lo estaban, el Cabildo pagaba por las reparaciones del enladrillado y después le pasaba la factura al vecindario. Pero las ciudades españolas de la Península Ibérica de los siglos XV al XVIII no eran las únicas pavimentadas. Como ejemplo, se habla que tras el saqueo por el pirata británico Henry Morgan de la ciudad panameña de Portobelo en 1668, los piratas se llevaron todo excepto las "tejas y piedras del empedrado" de las calles de la "desafortunada ciudad". Otro ejemplo era Ciudad de México, que desde ya el siglo XVI tenía calles empedradas. Y yendo más atrás, antes de la conquista romana de la Península Ibérica ésta tenía ciudades y poblaciones con calles pavimentadas. Así dice el historiador Ciriaco Pérez-Bustamante de la población ibérica hallada en el pueblo de Azaila, en la provincia aragonesa de Teruel, "que era una verdadera ciudad" que tenía "calles enlosadas, [y] aceras". La cultura ibérica se desarrolló desde el año 500 hasta el 133 antes de Cristo. Otro ejemplo fue la ciudad celtíbera de Numancia, que tuvo "calles rectas y simétricas, aceras y piedras para pasar de un lado a otro de las calles".
Como ejemplo de que las calles de Madrid, la capital española, no estaban pavimentadas en el siglo XVIII, Pinkerton presenta como prueba una pintura de ese siglo en la que carruajes de caballos levantaban el polvo de la tierra en el Paseo del Prado. Esto no ha de sorprendernos, pues el Paseo del Prado al estar en los límites del Madrid de aquel entonces era considerado un paseo campestre, un jardín urbano, de ahí su nombre, 'Prado'. No lejos de su famosa Fuente de la Cibeles se halla la Puerta de Alcalá, también construida en el siglo XVIII para marcar los límites de Madrid, estando cerca también el Palacio del Buen Retiro, residencia real medio campestre de recreo del siglo XVII fuera del bullicio del viejo casco urbano madrileño y del antiguo Real Alcázar de Madrid. Y según el número XV de 'La Ilustración Española y Americana', de abril de 1888, la villa de Madrid en 1778 tenía "sus calles empedradas", poseía "alumbrado público", un "cuerpo de serenos" para proporcionar seguridad por las calles de Madrid durante la noche, "grande y espacioso paseo [del Prado] con fuentes monumentales y frondoso arbolado", etc. Y no nos olvidemos de Ciudad de México, la capital del Virreinato de Nueva España, que en el siglo XVIII era tan magnífica que viajeros franceses la elogiaron como mejor que París, resaltando si bien recuerdo entre otras cosas su limpieza.
¿El presidente John F. Kennedy reaccionario durante la Crisis de los misiles de Cuba?
Los prejuicios antiespañoles de la Leyenda Negra se aprecian en el argumento del artículo de 'The American Conservative' que las sociedades burguesas de los Países Bajos, católicas y protestantes, experimentaron un progreso político, económico y social que las elevó por encima –dice él– "de los gobernantes feudales y reaccionarios de España", ignorando que los burgueses católicos de los Países Bajos españoles en los siglos XVI y XVII prosperaron bajo la protección y gobierno de quien en la mayor parte de aquellos siglos (excepto por el periodo de 1598-1621) fue su señor temporal, el Rey de España. Y nada más alejado de la realidad histórica lo de "gobernantes feudales y reaccionarios". Los Reyes Católicos establecieron las bases de uno de los primeros estados modernos de la Europa de su tiempo. Acabaron, por ejemplo, con la rebeldía y descontrol de la nobleza feudal española, llegándose por ejemplo a la demolición de castillos en Galicia para impedir que los usasen los nobles para rebelarse contra la Corona. Estos monarcas más bien transformaron a los nobles, que hasta ese entonces eran señores feudales, en miembros de una nobleza cortesana, presente en la Corte junto a los Reyes y dedicada al servicio del Estado. Los Reyes Católicos introducen con fuerza la idea del estado moderno caracterizado por la centralización administrativa para sostener el poder absoluto de la Corona, por la unidad política y religiosa, por el establecimiento de un ejército permanente reemplazando el basado en obligaciones feudales, etc. Bajo los reyes Carlos I y Felipe II se desarrolla el gobierno a base de consejos, como el Consejo de Castilla, el de Estado, el de Indias, basados en expertos que antecedían y quizás superaban en especialización a los ministerios posteriores. Y en cuanto a reaccionarios, la defensa de la fe católica por monarcas como Felipe II equivalía a la defensa del capitalismo y la democracia liberal por EE.UU. y presidentes como Ronald Reagan durante la Guerra Fría, pues el comunismo del siglo XX por su militancia y desafío del orden establecido occidental equivalía al protestantismo del siglo XVI. Si los reyes españoles de los siglos XVI y XVII fueron reaccionarios, entonces también lo fueron los presidentes Harry S. Truman, Dwight D. Eisenhower, John F. Kennedy y Ronald Reagan o antes Abraham Lincoln, al reaccionar este con la fuerza militar contra la independencia de los estados sureños de la Confederación.
Para probar su argumento de que los gobernantes españoles no invertían en el bienestar de su pueblo, Pinkerton dice entre otras cosas que Holanda en el siglo XIX tenía más de tres veces el índice de alfabetismo de España. A esto hay que decir que para 1900 Holanda tenía una población de unos 5.100.000 habitantes mientras que la población española ese año era de unos 18.600.000. El índice de alfabetismo de los holandeses en 1900 era de un 85%, mientras que en España lo era de cerca de un 44%. Ciertamente que las diferencias porcentuales son significativas, pero no hay que olvidar que a la pérdida de la mayor parte de su imperio americano con sus minas de plata y oro, hay que añadir en el siglo XIX la Guerra de Independencia española contra la Francia de Napoleón, la segunda invasión francesa de los Cien Mil Hijos de San Luis (130.000 soldados), tres guerras civiles carlistas, levantamientos y golpes de Estado militares, inestabilidad social y política con un cambio de monarquía a república y otro de vuelta a la monarquía, etc., mientras que Holanda experimentó un período de relativa estabilidad, paz y prosperidad durante el siglo XIX. Más aún, Holanda tiene un área y población mucho menores a los de España, teniendo Holanda una densidad poblacional mucho mayor, lo que facilitaría para 1900 la educación de su más pequeña población. España en cambio poseía para 1900 como posee actualmente una distribución poblacional muy irregular, además de sufrir de una densidad poblacional menor a la de la mayoría de los países de Europa Occidental, lo que habría dificultado en el siglo XIX la educación de la población. Con todo, el número total de alfabetizados en España fue en 1900 de unos 8.170.000, mientras que el de la población holandesa, más pequeña, era de más de 4.300.000.
Contando España con una población de 10.536.000 en 1797, según el historiador y economista Gabriel Tortella en su libro 'El Desarrollo de la España Moderna' (versión en inglés), su índice de alfabetismo entre 1750 y 1805 habría sido -incluyendo el 11,69% de semialfabetizados- de alrededor del 49,94% (aproximadamente unos 5.260.000 en 1797), habiendo un 50,04% de analfabetos citando cifras del trabajo de Jacques Soubeyroux titulado 'Niveles de alfabetización en la España del siglo XVIII'. En comparación, para fines del siglo XVIII la población de Inglaterra era de unos 9 millones, teniendo un índice de alfabetismo del 63% (unos 5.670.000). En contraste, Francia, con una población más de tres veces mayor que la de Inglaterra, tenía para fines del siglo XVIII un índice de alfabetismo de alrededor de un 37% (más o menos unos 10.360.000 si su población total era de 28 millones).
La masacre de Wounded Knee ('rodilla herida') de diciembre de 1890 cometida por el U.S. Army contra los indios Sioux. 20 soldados recibieron la Medalla de Honor del Congreso:
Pinkerton alega que los casi 800 años de guerra de la Reconquista cristiana en España contra los musulmanes dejó una "mancha roja sangrienta" en la "cultura española", creando en esta un "virus" de aventuras militares que infectó a los españoles, contrastando ello, según este autor, con los "solo" 130 años de guerras de religión en Europa, las que realmente duraron 166 años desde 1524 hasta al menos la batalla del Boyne de 1690 en Irlanda, incluyendo la guerra polaco-sueca de 1655-1660 entre la luterana e invasora Suecia y las católicas Polonia y Lituania. Realmente toda Europa y no solo España ha estado en guerra desde los buenos tiempos del Imperio Romano cuando imperaba la Pax Romana. No olvidemos por ejemplo: las guerras de los francos de Carlomagno en los siglos VIII y IX contra los paganos sajones, contra los vikingos, contra los ávaros (turcos descendientes de los hunos de Atila) en la actual Hungría, contra los navarros de Pamplona y los moros españoles de Zaragoza antes de establecer la Marca Hispánica; los ataques vikingos por toda Europa Occidental desde fines del siglo VIII hasta el siglo XI; los ataques de los húngaros a caballo por la misma extensión geográfica durante la primera mitad del siglo X; las Cruzadas (unas nueve en total) protagonizadas mayormente por franceses (francos), flamencos, alemanes, ingleses e italianos en el Levante entre los años 1095 a 1291; las numerosas guerras feudales en Europa en las que señores feudales asediaban el castillo del contrario y la Guerra Anglo-Francesa de 1202 a 1214 entre el Rey de Inglaterra Juan Sin Tierra y el rey de Francia Felipe II Augusto; las guerras de conquista del siglo XIII de los Caballeros Teutones alemanes contra los pueblos bálticos y contra los rusos, habiendo estos últimos derrotado bajo el mando del príncipe Alexander Nevsky de Novgorod la invasión de los Caballeros Livonios de la Orden de los Caballeros Teutones en 1242; la Guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra desde 1337 hasta 1453 con sus sangrientas batallas de Crécy, Poitiers y Angicourt, que se extendió a la guerra civil de Castilla (entre el rey Pedro I el Cruel y su medio hermano y futuro rey Enrique II Trastamara) y que además incluyó la guerra civil francesa entre el partido de los Armagnac y los del duque de Borgoña; las guerras de los condotieros mercenarios de los siglos XIV y XV en Italia; la Guerra de las Rosas, la guerra civil inglesa tras la Guerra de los Cien Años; las guerras entre el duque Carlos de Borgoña y la Confederación Suiza también de la segunda mitad del siglo XV; las guerras de Italia de fines del siglo XV y del primer tercio del siglo XVI; las guerras de religión ya mencionadas y ya en el siglo XVII la Guerra de los Veinticuatro Años (o Guerra Franco-Española de 1635-1659) iniciada por Francia contra España, la Guerra Civil Inglesa, las tres guerras navales angloholandesas, las guerras contra la Francia de Luis XIV; la Guerra de Sucesión de España a comienzos del siglo XVIII y en este siglo la Gran Guerra del Norte entre Rusia y Suecia, la Guerra de Sucesión de Polonia, la Guerra del Asiento (o de la Oreja de Jenkins) iniciada por Gran Bretaña contra España, la Guerra de Sucesión de Austria, la Guerra de los Siete Años, la Guerra de la Revolución Americana, las guerras de la Revolución Francesa y Napoleón de fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, etc., etc., etc… Europa ha estado en guerras constantes, culminando en las dos guerras mundiales y las guerras de la ex Yugoslavia del siglo XX, así que no se puede decir que España ha sido la única en hacer la guerra o el país que lo ha hecho con más frecuencia en Europa.
Escena de la película 'Hidalgo'. En la matanza de Wounded Knee el U.S. Army masacró a 90 hombres y a 200 mujeres y niños indios Sioux, muriendo después otros 7 por sus heridas:
Añade Pinkerton que, debido a su belicismo, "muchas generaciones de hombres jóvenes querían ser el próximo Cid" en España y que una vez que la reconquista se acabó en la Península Ibérica "los españoles todavía sentían la necesidad de combatir musulmanes en otra parte; España nuevamente trató de probar la suerte en la invasión del Norte de África". La respuesta a esto es que Portugal, y sobre todo España, llevaron a cabo campañas militares y navales en el Norte de África como guerras preventivas contra los piratas berberiscos que operaban desde las costas de Berbería, o sea, Marruecos, Argelia, Túnez y Libia contra el tráfico mercantil marítimo cristiano del Mediterráneo Occidental. Además, los piratas berberiscos atacaban con frecuencia también las costas cristianas peninsulares del sur de España y del Mediterráneo, las costas del sur de Portugal, las Islas Baleares y las costas de Italia, incluyendo las de Sicilia, del Reino de Nápoles, de Cerdeña, Córcega, Génova, Toscana, el Lacio y Malta, llevándose a veces los piratas moros poblaciones enteras de la costa como esclavos, hombres, mujeres y niños. Se estima que de los siglos XVI al XIX, de 800.000 a 1,25 millones de europeos, la mayor parte de España, Italia y Portugal fueron capturados como esclavos por piratas berberiscos y turcos operando desde Berbería. España llevó a cabo campañas de conquista de puertos del Norte de África para negárselos a los moros como bases desde las que lanzar sus incursiones de piratería. Además, ya en el siglo XVI Libia, Túnez y la ciudad de Argel eran parte del Imperio Otomano, la gran amenaza de la Cristiandad Occidental, y sus puertos servían de base para llevar a cabo ataques navales y anfibios turcos y, potencialmente, para una nueva invasión turca en el Mediterráneo Occidental. El famoso escritor español Miguel de Cervantes, autor de 'Don Quijote de la Mancha', fue capturado en el mar por piratas argelinos cerca de las costas catalanas, permaneciendo como esclavo en Argel durante cinco años. Las expediciones portuguesas y españolas en el Norte de África estaban motivadas también por la lucha de estas potencias cristianas contra el Islam, ya que la región norteafricana había sido cristiana (y también parte de Occidente por haber sido parte del Imperio Romano) antes de la invasión árabe de la región de Berbería, iniciada en el año 647. Portugal incluso tuvo motivos económicos para conquistar la ciudad marroquí de Tánger en 1471 después de tres tentativas, una conquista que le negó a los moros el puerto por el cual vendían el oro del África Occidental (proveniente de Ghana y de Timbuktú en Malí) a los estados italianos.
¿Sería acaso que cuando el Presidente de los EE.UU. Thomas Jefferson envió buques de guerra de la incipiente Armada de EE.UU. a la costa de Berbería como parte de la llamada Primera Guerra de Berbería de 1801 a 1805 y en la que es famoso el ataque naval americano contra la ciudad libia de Trípoli de 1804, que este 'padre fundador' de los EE.UU. pensó en querer ser como el Cid? O sería más bien el hecho de que EE.UU. tenía que pagar tributo a los estados de Berbería para evitar que sus barcos mercantes fuesen atacados por los piratas berberiscos y que, sometidos sus intereses a vejaciones, agresiones y la exigencia de mayor tributo a pagar, llevó a los EE.UU. a atacar Trípoli? Los mismos motivos que llevaron a España a combatir contra los piratas berberiscos tanto en la mar como en el Norte de África en los siglos XVI, XVII y XVIII se reflejan en la respuesta que el embajador libio de la ciudad de Trípoli, en palabras de los plenipotenciarios americanos, le dio en Londres a Thomas Jefferson y John Adams en 1785 cuando los negociadores estadounidenses le preguntaron por qué Trípoli amenazaba con hacerle la guerra a naciones que no le habían agredido, como los EE.UU.: "Estaba escrito en su Corán, que todas las naciones que no han reconocido al Profeta [Mahoma] eran pecadores, contra quienes era el derecho y deber de los creyentes [musulmanes] de saquear y esclavizar; y que cada musulmán que haya sido muerto en esta guerra estaba asegurado de ir al paraíso".
Los gobernantes de EE.UU. han alegado que invadieron Afganistán en 2001 para impedir que este país bajo control talibán siguiese siendo usado como santuario de bases de terroristas islamistas desde las que pudieran planear y atacar de nuevo a los EE.UU., después de los atentados de Al-Qaeda del 11 de septiembre de aquel año. Igualmente, España atacó y conquistó ciudades de la costa de Berbería para impedir que fuesen nidos de piratas y mercados de esclavos cristianos, puertos desde donde estrangulaban el tráfico marítimo europeo mediterráneo y devastaban y despoblaban las costas españolas e italianas.
Finalmente, antes de hablar de las tendencias sanguinarias y belicistas de los españoles del siglo XVI -tendencias que son producto de una visión prejuiciada antiespañola anglosajona en vista de las guerras que todos los europeos en general, y los ingleses en particular, practicaban (estos últimos contra Escocia, los irlandeses, Francia, España y después Holanda)– hablemos desde una perspectiva histórica y sociológica de la experiencia de la violencia en los EE.UU.
El uso de la violencia se puede caracterizar en los EE.UU. por cuatro elementos: 1)Tendencia social a usar la violencia para resolver disputas. Esto se puede apreciar desde el recurso de los puñetazos para responder a desacuerdos en un entorno social como resolver a tiros de arma de fuego disputas personales, como se vio en el Lejano Oeste norteamericano o las disputas de clan entre los Hatfield y los McCoy en el siglo XIX. El uso frecuente de demandas judiciales en la sociedad americana ha sido ya desde el siglo XVII durante el periodo colonial inglés un medio para reemplazar con medios legales el recurso de la violencia para resolver disputas, pero la tendencia a la violencia suele resurgir hoy en día de vez en cuando; 2) La cultura de las armas de fuego en la sociedad estadounidense, nacida originalmente de los colonos fronterizos ingleses y después estadounidenses como medio de sustento a través de la caza para obtener alimentos o pieles para vender, como medio de defensa contra las fieras, los indios hostiles, los forajidos o los enemigos de potencias extranjeras en caso de guerra; 3) La cultura de la muerte que promueve la violencia en películas de Hollywood, programas de televisión y juegos de video y que, probablemente, satisfacen el gusto de muchos norteamericanos por la violencia. Dicho gusto se pudo ver en las masacres y genocidio de indios en Norteamérica desde los siglos XVII hasta fines del XIX y de filipinos desde 1899 hasta 1913 tras la conquista por los EE.UU. de las Islas Filipinas a España en 1898; en los linchamientos de estadounidenses negros en el Sur de los EE.UU., ocurriendo éstas bárbaras prácticas a veces como picnics y eventos sociales; en el ametrallamiento por parte de pilotos de caza estadounidenses de civiles alemanes al final de la Segunda Guerra Mundial, cuando habían recibido órdenes de ametrallar todo lo que se moviese, ametrallando incluso a mujeres y niños; en celebrar las ejecuciones públicas de reos; en la práctica de los abortos legales, que fueron ya más de 55.613.000 desde 1973 a 2012 en los EE.UU.; y en el gusto de disparar a todo lo que se mueva por el hecho de matar, fueran raras iguanas de las Islas Galápagos tiroteadas por soldados americanos basados en la Isla Baltra durante la Segunda Guerra Mundial -poniendo a estos reptiles en vías de extinción-, bisontes americanos o búfalos, a los que desde los trenes en el siglo XIX disparaban los pasajeros por el placer de matar, llegando a haber hasta 30 millones de búfalos de los que millones fueron también muertos por motivos económicos, quedando al final sólo 541. Está también el gusto en los casos más extremos de masacrar personas con armas de fuego por parte de individuos inadaptados, como la matanza de diciembre de 2012 de 20 niños y 6 adultos en la escuela de Newtown, Connecticut por el antisocial Adam Lanza o la masacre de 29 civiles palestinos en Hebrón con 125 heridos cometida por el médico estadounidense Baruch Goldstein en 1994.
La cultura de la muerte de EE.UU. se percibe también en el gusto morboso de los soldados americanos de mutilar a sus víctimas, siendo ejemplos de esto la masacre de indios de Sand Creek de 1864 por el U.S. Army, cuando los soldados americanos le cortaron el cuero cabelludo no sólo a los indios varones muertos sino también a mujeres, niños y bebés, adornando sus armas de fuego, sus sombreros y su equipo no solo con los cueros cabelludos de sus víctimas sino también con fetos extraídos del vientre de las madres y con órganos genitales y sexuales de hombres y mujeres, mostrando en triunfo estos trofeos en Denver, Colorado en un teatro y varios bares; la masacre por soldados del U.S. Army en Mai Lai, Vietnám del Sur de 1968, donde mujeres vietnamesas antes de ser asesinadas fueron violadas por grupos de soldados y en donde los cuerpos de víctimas habían sido mutilados al ser marcados sobre sus pechos con bayonetas la letra 'C' de la Compañía C a la que pertenecían las tropas americanas que cometieron la matanza; o los asesinatos en 2010 de civiles inocentes del Distrito de Maywand en Afganistán por cinco soldados del U.S. Army, en los que estos coleccionaron partes mutiladas de sus víctimas como trofeos, incluyendo parte de un cráneo, una cabeza y dedos de la mano. Estos crímenes cometidos por soldados parecen indicar que hay americanos corrientes que nunca cometerían estos crímenes en la sociedad estadounidense por temor a la ley, pero que se desahogan haciéndolo en otras tierras donde esperarían actuar con impunidad y sin temor de la justicia. Así pues, ¿quién tiene realmente en Occidente una "mancha roja sangrienta" en su cultura?
http://actualidad.rt.com/expertos/dr...-historia-blog
Geopolítica Multipolar: Comparando la España imperial con EE.UU.: Una historia de dos Historias (Parte IV)
«¿Cómo no vamos a ser católicos? Pues ¿no nos decimos titulares del alma nacional española, que ha dado precisamente al catolicismo lo más entrañable de ella: su salvación histórica y su imperio? La historia de la fe católica en Occidente, su esplendor y sus fatigas, se ha realizado con alma misma de España; es la historia de España.»
𝕽𝖆𝖒𝖎𝖗𝖔 𝕷𝖊𝖉𝖊𝖘𝖒𝖆 𝕽𝖆𝖒𝖔𝖘
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