(...)Cuanto a este texto que presentáis, “el hecho diferencial portugués” me parece harto fundamentado pero de presentación de datos poco objetiva. Es decir que el autor da la idea de que definió previamente una conclusión que intentó justificar después y no al revés.
No hay nada, y repito: nada que diferencie objetivamente los portugueses y los españoles porque somos todos hispanos. El único hecho diferencial que justifica la emergencia de Portugal como una unidad política separada es la ambición de un hombre que conquistó el apoyo de muchos otros hombres. “
Nos liberi sumus, Rex noster liber est, manus nostrae nos liberverunt!” – el grito de Almacave en las cortes de Lamego que pronunció la determinación de un pueblo.
Cualquier estudio de haplotipos peninsulares demuestra que no existió ninguna evolución genética de señalar por su diferencia en la Península, con excepción de la Vasconia. Así, el supuesto aislamiento proveído por la orografía portuguesa es completamente equívoco. Como equivoca es la “diferencia sueva” de Galícia y Portugal: que vestigios de la presencia sueva permanecen? Palabras? Ninguna. Construcciones y monumentos? Casi ningún. Utensilios y escritos: poco más que casi ningún. La presencia sueva fue de resultado casi nulo, con excepción de haber promovido el cristianismo como confesión “oficial” antes que los godos lo hicieran. Y eso lo es todo.
Pasa que los fenómenos nacionalistas, cuando no pueden contar con un amplio apoyo de los pueblos, comúnmente lo ocultan inventando razones de raíz histórica, demográfica, lingüística, cultural y religiosa para cavar artificiosas diferencias con que moralmente vencer las peleas que no pueden ganar de otro modo. Esto pasa con los nacionalismos en España y pasa con los ultra nacionalistas portugueses en Portugal (como si fuera necesario, en fin)… pasa con todos los que pretenden, de algún modo, refrendarlos – como parece ser el caso de este autor.
Portugal es una nación políticamente separada porque lo quiso y lo conquistó su pueblo. No por ser diferente, en cosa ninguna, de la Galicia o del León de sus orígenes. No por no compartir un pasado con España, uno en que la herencia cultural romana-goda, la religión cristiana católica constituyen la propia matriz de su identidad y cultura. Ignorar esto es no saber lo que es serse portugués.
Quien lucha contra su sangre, acabará sangrado. Esto vale para españoles y para portugueses. Ya es tiempo de mirar hacia nuestros verdaderos enemigos."
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