Objetivamente la segunda guerra mundial la ganaron los masones, los bolcheviques, los sionistas, los plutocratas liberales, a lo que años después se sumo la herejía neo-modernista.
El resultado esta a la vista.
Saludos hermanos, he regresado; ¡qué lío que se armó porque aplaudí el artículo de Wanderer!
Voy a aclarar que aplaudí dicho artículo que abrió esta discusión, porque estoy de acuerdo con su contenido, no lo veo como derrotista ni mucho menos como apología del nazismo.
Es verdad Alacrán, de hecho estoy escribiendo un libro sobre un futuro alternativo de qué hubiese sucedido si Alemania hubiese ganado la I Guerra Mundial: sería un mundo muchísimo más católico y más monárquico. ¿Y qué hubiese pasado si el Eje hubiese ganado la II Guerra Mundial? También sería un mundo mucho más católico y también más monárquico, porque aunque Alemania se desviara, sería aplastada en una guerra posterior por los demás regímenes autoritarios católicos.
Hermanos, si el Eje hubiese ganado lo más probable es que el régimen nacionalsocialista ablandara poco a poco y se cayera sólo a la muerte de Hitler, porque nadie le daría continuidad...Es probable que hasta llegara a volver la monarquía en Alemania, y mejor aún, católica, porque ocurriría al revés y Austria “absorbería” a Alemania, quedando todos en un Imperio Germánico-Austro-Húngaro bajo los Habsburgo.
Sobre Mit brenender sorge y Non abbiamo bisogno, la Iglesia no condenó todo el nazismo ni mucho menos todo el fascismo, sino sólo sus partes desviadas y paganas: en el caso del nazismo, su idolatría por la raza aria (así como la estupidez evolucionista del darwinismo social); y en el caso del fascismo, su idolatría por el Estado. Todo eso está condenado por la Iglesia, porque esos regímenes fueron totalitarios, al igual que la Unión Soviética.
Jasarhez: en el propio nazismo no todo es blanco o negro; yo antes pensaba más o menos como usted, que eran todos unos paganos evolucionistas, pero en una discusión con Juan Vergara, me hizo darme cuenta de que no fue así. Muchos eran católicos, muchos eran protestantes y sí, efectivamente algunos eran paganos. Una cosa es condenar al nazismo en su conjunto, pero otra muy distinta es a las personas...
Ese libro de Hitler lo leí una vez y vi que es ambiguo: por un lado tiene cosas cristianas, pero por otro lado tiene referencias paganas y también un poco de sesgo evolucionista, pero hay que tener cuidado con las ediciones falsas.
No necesariamente el supremacismo está relacionado con el darwinismo; los judíos talmúdicos sionistas SON supremacistas y no son de modo alguno darwinistas, sino creacionistas. Y creo que no todo el nazismo era supremacista, sólo los nordicistas...
Esos "católicos" son tan herejes como esos nazis "católicos" evolucionistas y supremacistas...De hecho, el nazismo permitía el aborto en algunas circunstancias (por eugenesia) y eso es totalmente condenable, igualmente herético y abominable, que esos abortistas liberales de hoy en día.
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En resumen hermanos, en verdad, estoy convencido de que si ganaran los "malos de la película", viviríamos en un mundo mejor, no digo perfecto, pero sí mejor...El CV2 hubiese sido imposible de llevarse a cabo; y no creo que la Alemania nazi hubiese logrado conquistar y tiranizar Europa bajo su régimen totalitario, sino que ellos hubiesen caído solos o en el peor de los casos, serían puestos en su lugar por Italia, Austria, España, Portugal, etcétera...
“Es ésta nuestra finalidad, nuestro gran ideal. Caminamos para la civilización católica que podrá nacer de los escombros del mundo de hoy, como de los escombros del mundo romano nació la civilización medieval. Caminamos para la conquista de este ideal, con el coraje, la perseverancia, la resolución de enfrentar y vencer todos los obstáculos, con que los Cruzados marcharon sobre Jerusalén. Porque si nuestros mayores supieron morir para reconquistar el Sepulcro de Cristo, ¿cómo no vamos a querer nosotros —hijos de la Iglesia como ellos— luchar y morir para restaurar algo que vale infinitamente más que el preciosísimo Sepulcro del Salvador, es decir, su reinado sobre las almas y sobre la sociedad, que Él creó y salvó para amarlo eternamente?”.
Plinio Corrêa de Oliveira.
Objetivamente la segunda guerra mundial la ganaron los masones, los bolcheviques, los sionistas, los plutocratas liberales, a lo que años después se sumo la herejía neo-modernista.
El resultado esta a la vista.
Estimado Nicus, no quisiera extenderme mucho en mi contestación ya que anuncié que abandonaría este hilo, pero no quiero que piense Vd. que soy descortés si no le contesto (por tanto, aunque sea brevemente si puedo, voy a disponerme a hacerlo).
Quizás tenga usted razón en lo que dice, porque es verdad, nada es solo blanco o negro. Incluso en el socialismo soviético pudieron haber personas que individualmente podrían ser "salvados" aunque estuvieran militando en una organización inadecuada para ellos. Y como Vd. dice en el partido nacional-socialista pudieron haber católicos convencidos, como en el PCE también los hubieron... ya que militaba mas de un cura, y alguno de ellos famosos y que, incluso, hasta llegaron a formar parte de la dirección del partido (que no es na lo del ojo y lo llevaba colgando.......). Y para mas inri, cuando el sacerdote en cuestión, escasamente unos años antes, obstentaban el cargo de Capellán en el muy católico Frente Nacional de Juventudes de la Falange y hasta dicen que impartía ejercicios espirituales en los que hasta incluso, llegaba a participar el mismísimo Caudillo...
Es decir, católicos puede haberlos en cualquier sitio, como ya vemos.... Y ser católicos que, en su fuero interno, sean hombres "justos", "coherentes" y "honrados". Yo no dudo de la honradez de nadie porque no soy nadie para juzgar a las personas. Aunque sí me siento con poder para juzgar a los partidos políticos y demás organizaciones creadas por la mano humana.
La existencia ciertamente probada de católicos en todos los partidos, incluso en aquellos partidos marcadamente ateos o paganos como los que nos referimos, no convierte a esas organizaciones en católicas, ni mucho menos.... Únicamente nos hablan de personas que militan en ellos de manera equivocada (repito, por muy buena voluntad que tuvieran al hecerlo).
Pero dejando al margen el tema de los partidos políticos... (que tiene demasiadas connotaciones y, a veces, nos nubla el juício), vamos a referirnos a otros ámbitos de la vida cotidiana, por ejemplo.... a mi puesto de trabajo, o al suyo... o al de cualquiera de nosotros....
Vamos a suponernos que un católico entra a trabajar en una empresa cuya finalidad para su existencia es tramitar expedientes para que las clínicas abortistas realicen sus crímenes con los niños no nacidos. No voy a poner el ejemplo palpable de trabajar directamente en un abortorio como médico, anestesista, o simplemente... recepcionista, no voy a ser tan expeditivo. Hablo de una empresa que, por ejemplo... gestione subvenciones con las administraciones públicas para que "otras empresas" (las clínicas) puedan realizar sus crímenes con los niños no nacidos, pero que, sin éstas, muchos de los abortos no pudieran ser llevados a efecto por falta, por ejemplo... de recursos de las mujeres que "solicitan" sus servicios.
Pues bien, ni en ese escenario tan "light", un católico, NINGÚN CATÓLICO a mi juicio, puede permitirse el "lujo" de participar, por muy en paro que estuviera o estuviese. Y no puede hacerlo aunque solamente su misión fuera la de ser el triste encargado de ponerle un inocente "sellito" a cualquier simple "papelito"... si detrás de esa gestión se escondieran crímenes tan graves como estos a los que nos referimos (los abortos).
O si trabaja en esa empresa debería hacer su trabajo tan pésimamente que impida que los trámites administrativos por los cuales le pagan su salario pudieran llegar jamás a efecto. Es decir... que debería convertirse en un auténtico boicoteador en toda regla, mientras cobra el sueldo que le da de comer a él y a su familia..... Aunque, yo creo que todavía mas honesto y coherente habría de ser tener la santa valentía de abandonar ese puesto de trabajo. Hacer como los testigos de jehová hacían cuando se arriesgaban a ir a la cárcel por negarse a hacer el servicio militar, por coherencia con sus creencias (creencias que no voy aquí y ahora a entrar en ellas... porque no es el caso de este hilo, ni me estoy refiriendo tampoco a los perros-flautas esos que alegremente se apuntaron luego al carro comodón de éstos, solamente para no ir a la mili, que era una cosa muy molongui...... tampoco me estoy refiriendo a éstos caraduras).
Pero, volviendo al tema y continuando con aquello de la coherencia (y la frase de Nuestro Señor de que no se puede servir a dos señores a un mismo tiempo....), vamos a suponer otro ejemplo igual de "inocente" que el anterior, pero ya entrando en materia: yo soy funcionario en la Alemania nazi, un funcionario de oposición, apolítico y no con carnet del partido. Pero tengo la desgracia de trabajar en el departamento que se ocupa de los transportes ferroviarios alemanes. Y mi misión por la que me pagan el sueldo es poner un simple sellito en unos papelitos oficiales que dan salvoconductos a los trenes que parten en dirección a los campos de concentración (y también a los trenes de mercancías con frutas y verduras... y a los trenes de cercanías repletos de rubitos pasajeros que van a pasar un día de domingo en la montaña con sus niños....).
Pues bien, según mi criterio, en ese escenario descrito, yo tendría que abandonar ese puesto de trabajo inmediatamente, o al menos negarme a contribuir a la política de ese gobierno criminal poniendo sellos que autorizan a los trenes partir de las estaciones transportando nada, y mucho menos personas en dirección a los campos de exterminio, mientras esté en el poder el gobierno bárbaro y asesino al que nos referimos. Y debo hacerlo con el "simple" gesto, repito.... de NEGARME EN ROTUNDO a seguir poniendo sellitos en sus sucios papelitos administrativos de mierda. Y luego, naturalmente, estar preparado para soportar las consecuencias que esta acción contraiga, sea ésta mi despido, una sanción administrativa, la cárcel o la muerte, porque mi libertad, que nadie me va a poder arrebatar en la vida, porque mi libertad me la ha otrogado la Voluntad de Dios, y jamás ninguna estúpida constitución (o ninguna ley humana....) no es gratuíta, como nos dicen errónea e interesadamente los demagogos del nuevo liberalismo moderno. Nada es gratis, y menos la verdadera libertad.
Pero si de verdad soy católico, y coherente con mi catolicismo, jamás debería partir un puñetero tren en Alemania, ni en ningún otro país del mundo gobernado por ellos, mientras dure la barbarie de ese partido asesino, vaya éste donde vaya (ante la duda que me cabría poner para mi cualquier sello en sus sucios papelitos administrativos). Y después, dejar en manos de Dios mi destino...
Porque como católico, mi modelo no habría de ser jamás el de esos pobres "católicos" equivocados de os que hablamos que siguen todavía militando, confraternizando o colaborando en cualquiera de estas organizaciones a las que nos referimos.
Y mi modelo habría de ser, si tuviera el valor de hacerlo, mas el de este hombre santo:
San Maximiliano María Kolbe O. F. M. Conv.
(Zduńska Wola, 8 de enero de 1894 - Auschwitz, 14 de agosto de 1941)
Fraile franciscano conventual polaco asesinado por los nazis en un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial. Fue un gran propagador de la devoción al Inmaculado Corazón de María y un acérrimo combatiente contra el modernismo y los peligros que acechaban a la Iglesia en el siglo XX.
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A fines de julio de 1941 se fugó un preso del campo de concentración de Auschwitz. El sargento polaco Franciszek Gajowniczek, de 40 años de edad, uno de los prisioneros, narró así su experiencia de aquel verano de 1941:
"Yo era un veterano en el campo de Auschwitz; tenía en mi brazo tatuado el número de inscripción: 5659. Una noche, al pasar los guardianes lista, uno de nuestros compañeros no respondió cuando leyeron su nombre. Se dio al punto la alarma: los oficiales del campo desplegaron todos los dispositivos de seguridad; salieron patrullas por los alrededores. Aquella noche nos fuimos angustiados a nuestros barracones. Los dos mil internados en nuestro pabellón sabíamos que nuestra alternativa era bien trágica; si no lograban dar con el escapado, acabarían con diez de nosotros. A la mañana siguiente nos hicieron formar a todos los dos mil y nos tuvieron en posición de firmes desde las primeras horas hasta el mediodía. Nuestros cuerpos estaban debilitados al máximo por el trabajo y la escasísima alimentación. Muchos del grupo caían exánimes bajo aquel sol implacable. Hacia las tres nos dieron algo de comer y volvimos a la posición de firmes hasta la noche. El coronel Fritsch volvió a pasar lista y anunció que diez de nosotros seríamos ajusticiados."A la mañana siguiente, Gajowniczek fue uno de los diez elegidos por el coronel de las SS (nazismo) Karl Fritsch para ser ajusticiados en represalia por el escapado. Cuando Franciszek salió de su fila, después de haber sido señalado por el coronel, musitó estas palabras: «Pobre esposa mía; pobres hijos míos». El padre Maximiliano estaba cerca y lo oyó. Enseguida, dio un paso adelante y le dijo al coronel: «Soy un sacerdote católico polaco, estoy ya viejo. Querría ocupar el puesto de ese hombre que tiene esposa e hijos». El oficial nazi, aunque irritado, finalmente aceptó su ofrecimiento y Maximiliano Kolbe, que tenía entonces 47 años, fue puesto, junto con otros nueve prisioneros, en ayuno obligado para que muriera. Los diez condenados fueron recluidos en una celda subterránea el 31 de julio de 1941.
Franciszek Gajowniczek
Pero como —tras padecer tres semanas de hambre extrema— el 14 de agosto de 1941 aún sobrevivía junto a otros tres condenados y los oficiales a cargo del campo querían dar otro destino a la celda, Kolbe y sus tres compañeros de celda fueron asesinados administrándoles una inyección de fenol. Los cuerpos fueron incinerados en el crematorio del campo.Incluso en prisión y también en la celda de hambre, celebró, mientras pudo, todos los días la Santa Misa, distribuyendo la Sagrada Comunión a otros prisioneros (el pan dado a los prisioneros era ácimo y podía ser utilizado para la Eucaristía). Guardianes que simpatizaban con él le hacían llegar el vino.
En agosto de 1945, en el final de la Segunda Guerra Mundial, la ciudad de Nagasaki, donde Kolbe tenía una de sus imprentas, fue destruida por la bomba atómica. Todos los trabajadores fallecieron más tarde, pero la imprenta quedó incólume.
El papa Pablo VI lo declaró beato en 1971; a la fiesta asistió Franciszek Gajowniczek (de 70 años), el hombre por el cual Kolbe había ofrendado su propia vida treinta años antes. El 10 de octubre de 1982, el papa Juan Pablo II canonizó a éste ante una multitud de polacos. Posteriormente fue nombrado patrón de los radioaficionados a petición de los radioaficionados polacos.
Y en caso de que no tuviera el valor, ni el heroísmo, de hacer lo que hizo este santo franciscano, al menos tendría que jugármela un poquito y hacer lo que hicieron esos guardianes del campo de concentración que narran en esta referencia histórica (y que he obtenido de la wiki, lo aviso....).
De modo que resumiendo... el juicio a las personas solo corresponde a Dios que es el único que puede ver en el interior de los corazones de los hombres, así que no voy a ser yo quien juzgue al Padre Llanos, ni a ninguno de los guardianes del campo de exterminio de Auschwitz, y menos a los que le trajeron el vino a este santo de la Iglesia para celebrar la Santa Misa en el campo de exterminio.... Ni siquiera al funcionario ese que puso el sellito en el documento que premitió la salida del tren en el que Maximiliano Kolbe fuera trasladado al campo de exterminio..... Pero sí puedo y debo expresar decir que, bajo mis discernimiento, tanto el Padre Llanos como todos aquellos católicos que militan o militaron en partidos como éstos.... estaban equivocados, dejando a Dios el Verdadero Juicio que solamente Él puede hacer.
Nuestro Señor nos dijo: "por sus obras les conoceréis". Y para hacer ésto hace falta utilizar el discernimiento, la razón y la crítica.
Un saludo
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P.D.: Y pido perdón por la extensión de mi contestación. Al final no he cumplido a mi palabra y lo siento. Llos temas tratados en este hilo, en lo que a mi respecta, han sido ya zanjados con las conversaciones que he mantenido con sus contertulios, y sobretodo con estas dos últimas.
Su tesis sobre que la Alemania nazi no hubiese logrado llegar a conquistar y tiranizar Europa bajo su régimen totalitario, y que habrían caído solos o puestos en su lugar por Italia, Austria, España, Portugal, etcétera... Jamás la había imaginado, pero me parece muy atractiva.
Esta era una perspectiva que jamás había contemplado y que me gusta. Muchas gracias por su mensaje, estimado Nicus
Última edición por jasarhez; 14/08/2012 a las 19:43
@jasarhez:
Leer artículo completo"Ya que si hubo una canonización impulsada por Israel y por los partidarios de la herejía judeo-católica fue ésta. Era el santo que necesitaban para terminar de demonizar el “holocausto” y anatematizar al Tercer Reich, no por lo que tuviera de reprobable, sino en la línea de la propaganda aliadófila.
Pero Dios no se deja burlar; y escribe derecho con renglones torcidos, según popular sentencia. Y a poco de elevado a los altares —estudiando y revisando su vida y su obra— se supo que San Maximiliano había dedicado gran parte de su esfuerzo apostólico a combatir la conjura masónica y judaica que no deja de abatirse contra la Cristiandad. Era, pues, un santo católico, y no la ficción hagiográfica que la propaganda modernista quería imponer.
Agradecemos al Cielo la existencia de este varón justo; al Papa Juan Pablo II su canonización, al Yuyo Padilla la noticia que transcribimos, y a Mario Caponnetto la traducción castellana de la misma."
Imperium Hispaniae
"En el imperio se ofrece y se comparte cultura, conocimiento y espiritualidad. En el imperialismo solo sometimiento y dominio económico-militar. Defendemos el IMPERIO, nos alejamos de todos los IMPERIALISMOS."
Claro... Efectivamente, como ya dije en mi anterior correo, este santo franciscano fue un gran propagador de la devoción al Inmaculado Corazón de María y también un acérrimo combatiente contra el modernismo y los peligros que acechaban a la Iglesia en el siglo XX, como muy bien se detalla en el enlace que pegas en tu mensaje. Tu aportación complemente con muchísimo detalle algunas de las interesantes facetas de la vida de este santo que demuestran a todas luces de qué forma combatía ardientemente contra el modernismo y todos los peligros que acechan a la Iglesia. Este hombre sabía perfectamente quién era y sigue siendo aún el enemigo (y aquí, en este mismo foro, también muchos lo sabemos y siempre que podemos también lo combatimos con los medios y las fuerzas de que disponemos...).
Y tras toda toda una vida repleta de hechos valientes en pro de la defensa de la buena tradición católica, san Maximiliano Kolbe fue arrestado por la Gestapo, llegando a terminar sus días asesinado en un campo de exterminio (tal y como narra su biografía). Y sabiendo morir, además, de la forma tan heróica y coherente con su ministerio católico que todo el mundo conoce gracias a su canonización... Lo cual no hace mas que abundar en la tesis que muchos aquí, y en otros sitios, venimos manteniendo.
Para mi, y para todos los católicos, este santo (como ocurre con todos los santos hombres canonizados), es una estimable guía en el largo camino de santidad al que todos debemos siempre de aspirar, sin reposo ni desaliento, sabiendo que el destino que nos aguardará por eso, perfectamente podría ser el mismo que le esperó a este hombre, al final de su camino en esta tierra.
Muchas gracias por tu aportación..."Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros" (.../...)
"Bienaventurados seréis si sois perseguidos"
Un saludo
Última edición por jasarhez; 17/08/2012 a las 20:36
En el hilo "Lágrimas en la Lluvia" ha sido colgado un mensaje que inicialmente había colgado en este otro hilo. Agradezco al administrador su redirección al hilo que habla sobre el programa, pero humildemente pienso que tiene también relación con este otro hilo, porque toca un tema del cual yo mismo hice referencia expresa (el de la figura de San Maximiliano Kolbe y la relación de la Iglesia Católica con el nazismo). Por tanto agradecería que continuara publicado aquí, que es donde inicialmente yo he decidido publicarlo. Sin tener, por mi parte, ningún inconveniente en que también sirva de referencia a ese otro hilo al que amablemente ha sido redirigido: #67
MUCHAS GRACIAS
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Última edición por Donoso; 24/09/2012 a las 01:11
San Maximiliano Kolbe no tiene relación con el tema que abre este hilo, de ahí que se haya movido, de la misma forma que edito la información que vuelves a colgar para evitar que se desvíe el tema más de lo que ya se ha desviado.
Para más referencia sobre de qué va el tema, releer el mensaje inicial.
Para el tema de la relación Iglesia - nazismo, también hay otros temas en el foro.
Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.
Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI
Acepto y agradezco tus explicaciones, así como también agradezco sinceramente que hayas permitido que continúe la referencia al hilo al que ha sido trasladado mi mensaje. He sentido gran alegría al escuchar hoy, en el programa de Juan Manuel, muchas de las tesis que algunos mantuvimos en este hilo (también sobre la figura de San Maximiliano Kolbe):
Un saludo
Última edición por jasarhez; 24/09/2012 a las 01:48
Hitler ganó la guerra: Walter Graziano
/facebook @twitterÁngel Trejo
En Hitler ganó la guerra (Editorial Sudamericana, Buenos Aires 2004) el economista argentino Walter Gustavo Graziano plantea una hipótesis histórica: que al finalizar la II Guerra Mundial (1939-1945) los grandes empresarios de Gran Bretaña, Estados Unidos (EE.UU.), Holanda y Alemania que financiaron a Adolfo Hitler fueron quienes realmente obtuvieron el triunfo político, económico y científico-tecnológico al final de esa contienda. Integrado con 35 ensayos, el libro de Graziano denuncia la existencia de un grupo oligárquico multinacional que desde finales del siglo XIX y la I Guerra Mundial (1914-1918) ha perseguido la globalización de la economía mediante el dominio de negocios estratégicos dedicados a la explotación de combustibles (petróleo, electricidad, carbón, energía atómica), banca y finanzas, laboratorios farmacéuticos, armamentos, educación (universidades) y medios de comunicación.
El grupo está formado por las familias reales de Inglaterra y Holanda y los herederos de los clanes empresariales Rothschild, Rhodes (Inglaterra), Krupp (Alemania) y los Rockefeller, Harriman, Morgan, Loeb, Lehman, Warbeg, Bush, Carnegie y Caryle (Estados Unidos), que se dedican a los rubros estratégicos arriba citados. Cuando esta mafia descubrió a Hitler se abocó a apoyarlo, cultivarlo, llevarlo al poder y lanzarlo contra la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), a fin de frenar el avance del socialismo.
La relación entre nazis alemanes y estadounidenses se detectó públicamente en 1930, cuando la oligarquía de EE. UU. organizó en Nueva York un Congreso de Higiene Mental, cuyo objetivo fue replicar la Conferencia de Aberraciones Mentales e Higiene Racial que los nazis alemanes habían realizado en 1928.
En esa ocasión los ideólogos y científicos nazis viajaron a EE. UU. en la Hamburg American Line, propiedad de los Walker Bush. La inteligencia gringa se enteró además que Henrick Himmler, el jefe de la SS
(Gestapo) recibía fondos de la Standard Oil (Rockefeller); que en 1933 Averel Harriman y Prescott Bush (padre y abuelo de George W.H. y George W. Bush, futuros presidentes de EE. UU.) enviaron fondos a los nazis través de Wall Street y que la petrolera Standard Oil y la empresa alemana I. G. Farben tenían una fábrica química que elaboraba gas letal Cyclon-B, el cual se usó en el campo de concentración de Auschwitz.
En octubre de 1942, poco después de que EE. UU. entró a la II Guerra Mundial, el expresidente Franklin Delano Roosevelt, al tanto de los grandes apoyos en dinero, petróleo, armas y acero que los nazis recibían de los principales empresarios de su país, se vio precisado a aplicar Ley sobre los que comercian con el enemigo a fin de incautar las acciones del Unión Banking Corporation (UBC), propiedad de Prescott Bush y W. Everel Harriman; las fábricas de armas Holland American Trading Co. y Seampless Equiptmen Co. (dirigidas por el UBC) y las acciones de la acerera Silesian American Co. (encabezada P. Bush y su suegro George Walker).
Una vez derrotado el ejército alemán, desaparecido el máximo bufón nazi y sepultados los más de 50 millones de soldados que murieron en la II Guerra Mundial –concluye Graziano– los únicos ganadores fueron los Rockefeller, Rothschild, Morgan, Krupp, Harriman, etcétera, cuyos herederos continúan hoy en el poder global gracias a la más reciente de sus promociones (años 80): el modelo económico neoliberal.
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Fuente:
Revista Buzos - html
Ya el título del libro resulta equívoco.
El hecho que los Busch, Ford, etc, tuvieron negocios en Alemania y alguno de ellos simpatizaran con el NS por su anticomunismo, no implica que
"el máximo bufón nazi" ganara la guerra como Graziano titula su libro.
Lo real y concreto es que la guerra la ganaron la masonería, la plutocracia, el sionismo, la socialdemocracia, el comunismo, el liberalismo, y esa
"izquierda" resentida, burguesa, anticatólica, anti jerárquica, modernista, en definitiva antitradicional, que nos llevó, o todo lo que vemos hay día.
El "máximo bufón" se enfrento contra esos poderes y fue derrotado.
Posteriormente se desarrolló una feroz e implacable guerra de aniquilamiento contra todo aquello que pudiera tener siquiera un mínimo roce
con el "máximo bufón".
Mientras se blasfema impunemente contra nuestra religión, se aprueban leyes fomentando el asesinato de infantes por nacer,
se aceptaban matrimonios entre hambres y entre mujeres, al igual que leyes de eutanasia, se promueve una aberrante política de genero,
un "lenguaje inclusivo", un feminismo contra natura, entre otras disposiciones tenebrosas:
El mundo sigue andando como si tal...
Ante el silencio de los que deben hablar, la tibieza, cobardía o apostasía de la Jerarquía, y los turbios enjuagues de los dirigentes y gobernantes,
solo nos queda un enemigo, un monstruo, un engendro del averno, el gran culpable de todos los males habidos y por haber:
El "máximo bufón", que ahora, gracias a Graziano, nos enteramos que fue el ganador de la guerra!
Última edición por MONTECASINO; 16/05/2021 a las 04:09
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