En Tvesociata se ha informado hoy de la encuesta publicada sobre la opinión de los portugueses acerca la unificación ibérica, un ideal natural, racional, más si cabe dentro de este mundo competitivo y globalizado donde los pequeños proyectos estatales tienen las de perder.
Los datos no son negativos, aunque subyace el temor y el recelo a ser absorbidos. Y es que no me ha parecido afortunada la forma de mostrar el mapa de la península cubierto en su totalidad con la bandera y escudo español. El origen de la bandera de España es posterior a la fragmentación peninsular del siglo XVII; de buscar de nuevo la reunificación se hace necesaria la modificación o creación de nuevos símbolos, o la vuelta a anteriores, como la cruz de Borgoña. La formula Hispania es más idónea. Respecto a la cuestión monarquía/república no me parece un obstáculo insalvable.