y por tanto desaparece el fundamento y la "necesidad" del Imperio al servicio de ese Bien Común y desaparece la unidad superior de cohesión que juntaba y hermana pueblos distintos. Desaparece la verdadera Comunidad Política. Y aparecen los modernos nacionalismos, con su suprema "razón de estado", encerrados en si mismos, idolatrando realidades "creadas" y contingentes: la conclusión es la más pura descristianización, primero política y despues social. Y la vuelta de tuerca es la globalización y el mundialismo que engulle a esos débiles estados modernos (esas repúblicas, a lo sumo coronadas). De hecho la lógica racionalista tiende a eso, como enseña Rafael Gambra (en
Patriotismo y nacionalismo):
»Esta organización de la sociedad sobre bases racionales a partir de una ruptura con el pasado debería realizarse, para ser lógica, sobre la sociedad universal, o al menos sobre un ideal universalista, antinacional>>
La etapa "nacionalista" del racionalismo sólo ha servido para destruir las Comunidades Políticas tradicionales como la Hispanidad política.
Por tanto para hacer frente al mundialismo la solución no es volver y atrincherarse en nacionalismos, ni siquiera "católicos", sino en restaurar las verdaderas Tradiciones políticas de los pueblos.
A mi entender esa es la gran lección del libro de Ullate en una proyección de futuro. Gran libro, de lectura obligada y difusión igualmente obligada.
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