Revista FUERZA NUEVA, nº 496, 10-Jul-1976
PROMESAS (Y CONTRADICCIONES) DEL YA EX_PRESIDENTE ARIAS NAVARRO
“El neologismo reinstauración que define el acto de 22 de julio de 1969, no es eufemístico ni gratuito. No se trata, en efecto, de una restauración, puesto que el nuevo orden institucional no es el mismo que el dramáticamente quebrado el 14 de abril de 1931. No es tampoco la instauración de una Monarquía de nueva planta, porque tal pretensión no se conllevaría con el apelativo de "tradicional" que los Principios del Movimiento atribuyen a la Monarquía y por la pertenencia, en línea directa, del Príncipe don Juan Carlos a la dinastía reinante hasta aquella fecha. Las solemnes palabras del príncipe en esta Cámara eximen de cualquier glosa superflua: «Quiero expresar, en primer lugar, que recibo de Su Excelencia el Jefe del Estado y Generalísimo Franco la legitimidad política surgida el 18 de Julio de 1936». A esta afirmación, no susceptible de interpretación ni de debate, se yuxtapone —enriqueciéndola aún más—la venturosa circunstancia de que en el Príncipe don Juan Carlos recaerá también la titularidad de la legitimidad histórica”. (Discurso del 12 de Febrero de 1974)
Comentario:
Pese a tales asertos explicativos, toda la reforma que Arias trata de llevar a cabo (1976) se inspira en la obra de Cánovas, es decir, en la decimonónica Constitución de 1876, olvidando los imperativos derivados de aquel apelativo de “tradicional”; salvo que el mismo se refiera a la tradición demoliberal de las normas constitucionales del siglo XIX. Equívoco este en que incurría don Carlos Arias durante su alocución última por Televisión, al anunciar: “Vamos, por consiguiente, y como ya tuve ocasión de anticipar, a constituir dos Cámaras colegisladoras. Ello permitiría una mayor reflexión y un complemento de puntos de vista, restableciéndose, además, el sistema tradicional de la Monarquía”; sin precisar que alude al sistema propio de la Monarquía liberal inspirada en la tradición anglosajona, no en la española, que ignoraba el bicameralismo hasta el siglo XIX.
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“He querido, señores procuradores, tomar esta Cámara en su significación representativa, porque quiero que sea también testigo de la proclamación que el pasado día 20 hice ante el Consejo Nacional del Movimiento: España y el Régimen no están en almoneda; el Régimen tiene vocación y capacidad de permanencia; pero a nosotros toca acreditarla, actuando eficazmente esta voluntad de futuro, mediante un haz de razonables medidas de modernización”. (Discurso ante las Cortes del 24 de junio de 1975).
Comentario:
El lector dispone ya de suficientes elementos para juzgar, ante las medidas reformadoras anunciadas, cuál es la dosis del Régimen que “permanecerá” y si, en verdad, “no está en almoneda”.
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“Yo le pido (al pueblo español), una vez más, su presencia, la suya y no la de intérpretes interesados, en todas las áreas de decisión política; para que impida que nadie falsee su imagen laboriosa, ordenada y pacífica y rechace cualquier receta que conduzca a su disgregación, para que la nostalgia no sea freno sino estímulo; para que se vertebre definitivamente con sentido y dimensión nacionales, en la tarea de hacer un mañana, cada vez mejor”.
(Discurso ante las Cortes del 28 de enero de 1976)
“... Y porque para nosotros únicamente el pueblo, como protagonista de su destino, es el intérprete de su propia voluntad, al pueblo debemos y queremos servir en la forma que él quiere ser servido” (Alocución por TVE, el 28 de abril de 1976)
“En medio de la alborotada y disonante gritería de quienes nada o poco representan, hemos podido percibir, a lo largo de estos meses, una clara significación en la silenciosa, serena y ejemplar actitud del pueblo” (Alocución por TVE, el 28 de abril de 1976)
Comentario:
Resulta paradójico que quien proclama, con notorio énfasis, que el pueblo es el intérprete de su propia voluntad” y rechaza “los intérpretes interesados”, sea luego precisamente el intérprete del significado singularísimo del silencio del pueblo.
Además, entretanto, se cuida muy mucho de no interrogar al pueblo si quiere la reforma y, en caso afirmativo, cuál es la dirección a seguir: si desea los partidos, si desea una o dos Cámaras, etc. Y se prepara un referéndum donde el pueblo sólo podrá optar entre lo ofrecido y la nada, cuando no el caos, mientras el ministro Fraga formula su particular inteligencia el voto afirmativo, negativo y de la abstención de tal referéndum, a través del cual queda bien claro que el pueblo se halla imposibilitado de pronunciarse en pro de la continuidad del Régimen y que ya han surgido “intérpretes” que no reúnen aquella titularidad prometida.
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“El dar a los temas importantes tiempo, sosiego y esfuerzo continuado, señal es de prudencia, de un justo temor a irreparables equivocaciones y de un natural deseo de acertar plenamente”. (Alocución por TVE, el 28 de abril de 1976)
Comentario:
Sin embargo, el “procedimiento de urgencia” de las Cortes… aparece como la contradicción de aquel “sosiego”; y la adscripción a la Comisión de Justicia de procuradores “aperturistas”, para dictaminar acerca de la modificación del Código Penal, implica la prueba incuestionable del “esfuerzo continuado” en una dirección única no señalada por el “pueblo”.
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“En el carácter incuestionable de la legitimidad de origen de nuestro Régimen, el aliento espiritual que le fue infundido desde sus momentos augurales, nos obliga a trazar una frontera que excluya radicalmente al comunismo en sus distintas tendencias, grupos o manifestaciones. Lo repudiamos sin reservas por su inspiración marxista, opuesta diametralmente a las convicciones de nuestro pueblo; por la lealtad que debemos
a la sangre derramada …
Ante el reto que ha lanzado a nuestro país el comunismo, solo o aliado con otros elementos disolventes, no regatearemos ningún esfuerzo. Y os anuncio que además de emplear a fondo todos los resortes con que cuenta el poder, el Gobierno enviará a las Cortes antes de fin de año, un proyecto de ley especial sobre la materia”. (Discurso ante las Cortes del 24 de junio de 1975).
“Pero que nadie se engañe al respecto, a pesar de cierta propaganda intencionada que pretende explotar la generosidad que pretende explotar la generosidad de las gentes de buena voluntad: hay cosas que ninguna sociedad que quiera subsistir, en orden y en paz, puede aceptar, olvidar o tolerar. Ni los que usan la violencia terrorista para defender sus causas; ni los que atentan a la sagrada unidad de la patria, en una u otra forma de separatismo; ni aquellos que aspiran, con la ayuda exterior y con métodos sin escrúpulos a establecer el comunismo totalitario y la dictadura de un partido… pueden esperar que se les deje usar de las mismas libertades que ellos desean destruir para siempre Apropiándome una expresión de fortuna, hoy en boga, no hay que confundir el respeto al adversario con el desarme ante el enemigo. (Discurso ante las Cortes del 28 de enero de 1976)
“Sabemos que el comunismo internacional no ha olvidado su derrota en nuestro suelo y que busca afanosamente el momento del desquite. Sabemos que detrás de la reconciliación que dice promover se encuentra su insaciable rencor y que la libertad falsamente proclamada es la antesala de la tiranía.
Creo innecesario el afirmar que en este punto he mantenido una postura inalterada e inalterable, nada neutral, sino ciertamente beligerante. Entre nosotros podrán darse criterios diferentes sobre aspectos concretos de nuestro futuro… pero no caeremos en la ingenuidad de construir un sistema de libertades en colaboración con aquellos que las niegan, las desprecian y buscan su destrucción”. (Alocución por TVE, el 28 de abril de 1976)
Comentario:
El prometido “proyecto de ley” contra el comunismo no llegó nunca a las Cortes; los “resortes” con que cuenta el Gobierno deben ser escasos cuando los dirigentes comunistas –Manuel Azcárate, Ramón Tamames, Marcelino Camacho, Marcos Ana y Santiago Carrillo- regresan y circulan libremente por España propagando su ideología marxista; se prohíbe la manifestación en homenaje al Caudillo (mayo, 1976); se autoriza o tolera la concentración comunista del PSUC en Tarrasa; el mitin en el frontón de Anoeta; la reorganización y asambleas de la anarquista CNT …, y el ministro Fraga Iribarne, a los pocos días de la postrera alocución presidencial, anunciaría a la prensa extranjera que la proscripción del comunismo será temporal, no definitiva.
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“La Organización Sindical Española, cuya unidad es un bien incalculable por el que luchan y hacia el que se encaminan todos los sindicalismos del mundo, no va a poner en juego esa unidad para complacer a quienes, desde el exterior, se empeñan en no valorar los beneficios que ha producido y tendrían gran satisfacción en ver dividido y enfrentado el mundo laboral español”. (Discurso del 12 de Febrero de 1974)
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Sin comentario.
Remitimos al lector a una de las postreras explicaciones de Martín Villa sobre la reforma sindical.
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