Re: Donald Trump
Iniciado por
Isidorus Hispalensis
El artículo recurre a palabritas de izquierdistas que no me gustan para nada; ya no se puede criticar a un hombre sin acusarlo de ser «misógino» o «racista». Existe solo esta baratería para ganarse a unos lectores, y nadie se preocupa por explicarnos porque es nocivo oponerse a «las tendencias de globalización e interdependencia». A mi modo de ver, se puede hacer una crítica sensata de Trump, pero esto es espantoso.
De todos modos, yo me inclino a favor de Trump, pero igual el resto del mundo se beneficiará de las elecciones estadounidenses sin importar el resultado. Si gana Hillary Clinton, se adelantará el término del llamado siglo americano; una victoria de Donald Trump traería consigo la culminación inmediata del imperio estadounidense para salvar la «esencia» república norteamericana. No logro identificar razón alguna para oponernos a unos Estados Unidos introspectivos; lo que hemos pedido es que se nos deje tranquilos, y es esta la ocasión más oportuna. De cualquier forma salimos ganando.
Saludos.
"El corazón tiene razones que la razón no entiende" Siempre es lo mismo, todo depende del color del cristal con que se mira.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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