Bienvenido, Mr. Trump
por Rafael L. Bardají, 6 de noviembre de 2016
Es seguro que muchos norteamericanos odian a Donald Trump. Sus razones tendrán. En Europa, sin embargo, más que odio que es un sentimiento muy próximo al amor, simplemente se le desprecia. “Es un demagogo”, se escucha. Y vulgar. Y machista. Y agresivo… la lista de calificativos es larga aunque todos se condensa en una frase: “No es uno de los nuestros”. En realidad nunca antes las élites políticas y los gurus mediáticos habían coincidido en expresar tanto rechazo frente a un candidato a presidente de los Estados Unidos.
Es verdad que Trump resulta agresivo en sus discursos y que sus palabras a veces son gruesas. Pero no creo que ese sea el verdadero motivo del rechazo de los dirigentes políticos europeos, sinceramente. Me da que el disgusto de ver a Trump en campaña –y el shock de imaginarle instalado en la Casa Blanca- se debe más bien a dos cosas: la primera, que el candidato republicano (a pesar del establishment de dicho partido, dicho sea de paso) es un fiel reflejo de la sociedad real en la que vivimos. Por mucho que las elites se nieguen a aceptarlo, la irrupción del individuo como fuerza de expresión del descontento social, es el fenómeno político de nuestro tiempo. Quienes aspiran a manejar a su antojo los mensajes positivos para ellos en las redes sociales, se rasgan las vestiduras cuando salen trasquilados en sus intentos. El estado de malestar contra los ideólogos y gestores del estado de bienestar es generalizado y trasciende fronteras. Y si a Trump lo apoyan muchos americanos no sólo es por lo que dice sino también por cómo lo dice: sin pelos en la lengua.
¿Es inaceptable que Trump diga en privado que la posición de poder sirve para aprovecharse de las mujeres, convertidas en sumiso y oscuro objeto de deseo? Me gustaría saber si los millones de fans de los Rolling Stones, por nombrar una banda musical, quemarían sus discos porque en algún momento sus ídolos pop no veían en sus numerosas groupies más que un feliz pasatiempo. Nos guste o no, el poder impone sus reglas y por mucho que intentemos mantenerlo bajo control, es lo que es, la capacidad de imponer la voluntad de quien lo detenta sobre otro, mujer, hombre, institución o país.
O sea, que lo que Trump pone en peligro verdaderamente es el castillo de cristal en el que han habitados nuestros dirigentes políticos desde el final de la Segunda Guerra Mundial en el caso europeo y desde el final del franquismo en el caso patrio. Trump no es que sea grosero, es que es descarnado. No pretende engatusarnos con las mentiras almibaradas de la política de la izquierda y la derecha tradicionales. Trump no es el retorno del barbarismo, representa el final del contrato social imperante en el mundo occidental hasta ahora, basado en un elitismo encubierto, en la opacidad institucional y en unas promesas de progreso económico y social imposibles de sostener.
La segunda razón por la que nuestros dirigentes rechazan a Donald Trump tiene que ver menos con sus formas y más con el contenido de sus recetas para salir victoriosos de la crisis en la que estamos. Trump apela al nacionalismo y a anteponer los intereses nacionales a cualquier otro juicio; la nación es su unidad política primaria, cuyas fronteras deben ser activamente defendidas. Y es verdad, puede que en Bruselas no se quiera hablar más de naciones y sus fronteras, pero si hay algo que la Historia debería enseñarnos es que aquella nación que no defiende sus fronteras se está condenando a desaparecer. Trump, con sus diatribas contra los ilegales y sus defensa de los ciudadanos americanos primero, cuadra mal con el buenismo europeo y las pancartas que cuelgan de ayuntamientos como el de Madrid de “refugees welcome”. No es una ninguna broma: mientras que nuestros ministros y presidentes se empeñan en combatir la crisis económica, Trump nos dice que la verdadera crisis es civilizacional. Se trata de mantener nuestra identidad frente a quienes quieren acabar con ella.
Trump personifica un doble dilema para nuestras elites gobernantes: por un lado, escuchar las pulsiones de los ciudadanos no es algo que ya pueda limitarse a mentir sistemáticamente cada cuatro años, sabiendo que lo que se dice en campaña no es para cumplirse; por otro, deja en evidencia que el sueño europeo es, en realidad, una pesadilla cuyo único producto sólo puede ser el suicidio de aquel que lo siga ciegamente.
El mundo del Siglo XXI no va a ser el paraíso terrenal que nos han prometido durante los años de bonanza. No es ni jauja ni un camino de rosas, vino y miel. Más bien se parece cada vez más al medioevo. Cierto, contamos con armas futuristas y más que vendrán, pero nuestros enemigos se bastan con machetes, allá y aquí. Lo nuestro no es un problema de stagflación o de cualquier otro concepto del argot de los economistas. Es un problema de nosotros y ellos. Ante tal dilema, ¿con quien estaría más tranquilo, con Merkel, Rajoy o Renzi, o con un Trump al frente de su gobierno? No lo diga en alto si no quiere, pero sea honesto consigo mismo.
FUENTE: Bienvenido, Mr. Trump | GEES
* * *
Trump Wants Former Goldman Partner And Soros Employee To Serve As Treasury Secretary
by Tyler Durden
Nov 3, 2016 12:36 PM
Six months ago, Steven Mnuchin became finance chair for the Trump campaign. Having succesfully helped to raise 10s of millions of dollars for the campaign, the former Goldman Sachs partner and Soros Fund management employee is now positioned for something much larger as Donald Trump reportedly told his aides today that he wants Mnuchin to serve as his Treasury Secretary.
Ironically, Trump has often criticized Clinton (and his former competitor Ted Cruz) for their links to the big banks:"I know the guys at Goldman Sachs. They have total, total control over him. Just like they have total control over Hillary Clinton,” Trump said in one debate.
But as we noted previously, he had no qualms, however, in hiring one of the most prominent Goldman alums to raise money for him.In addition to Goldman, Mnuchin also worked at Soros Fund Management, whose founder, George Soros, has funded many left-leaning causes. Where it gets even more bizarre is that Mnuchin
has donated frequently to Democrats, including to Clinton and Barack Obama.
As a hedge fund manager, Mnuchin is part of a group of businesspeople Trump has excoriated. In August, Trump said hedge fund managers were "getting away with murder" as he touted his proposal to end the so-called carried interest loophole, which gives private equity and hedge fund managers preferential tax treatment.
"The hedge fund guys didn't build this country," Trump said at the time on CBS' Face the Nation. "These are guys that shift paper around and they get lucky," he said. "They are energetic. They are very smart. But a lot of them—they are paper-pushers. They make a fortune. They pay no tax. It's ridiculous."
They apparently are also very good at raising money.
* * *
Some more on Mnuchin's background: starting his career in the early 1980s as a trainee at Salomon Brothers before moving to Goldman Sachs in 1985, Mnuchin was front and center for the advent of instruments like collateralized debt obligations and credit default swaps. He has called securitization “an extremely positive development in terms of being able to finance different parts of the economy and different businesses efficiently.” The pitfalls of the financing method came later, he's said.
Mnuchin's father, Robert Mnuchin, was a partner at Goldman Sachs in the 1960s. The second-youngest of five siblings, Steven attended the prestigious Riverdale Country School and then Yale University, where his roommate was Edward Lampert, who would go on to become a hedge-fund manager and owner of Sears.
More recently, in October 2014 Mnuchin became co-chairman of the board of the Hollywood studio Relativity Media due to Dune's fascination with movies. Dune has provided financing for batches of winning movies, like the “X-Men” franchise and “Avatar,” Hollywood’s all-time box-office champion.
Relativity Media filed for bankruptcy last summer, just a few months after Mnuchin's arrival. According to Variety, Dune was intimately involved in the studio's failure.The money-man and fellow investors in a Dune Capital fund are said to have lost as much as $80 million — equity that is almost certain to be lost for good, said two sources familiar with the situation. And disgruntled Relativity investors privately are questioning how a bank Mnuchin once headed –OneWest Bank of Pasadena – was allowed by Relativity to drain $50 million from the studio just weeks prior to the July 30 insolvency filing.
Mnuchin had left Relativity just days before the company reached an agreement with OneWest to extend the loan deadline and allow the bank to claim that money.
* * *
To be sure, Hillary Clinton, who in turn has been attacked for her paid speeches to Goldman Sachs (and her public-private positioning for them), also has a high-ranking Goldman official in her ranks, former CFTC commissioner Gary Gensler, who is the former secretary of state’s chief financial officer and whom she is grooming for a potential Treasury Secretary.
But for Trump, a self-professed "anti-establishment" candidate, who has repeatedly stated he is not "for sale to special interest groups", his sudden call for the seemingly most "Wall Street" of Wall-Streeters to become Treasury Secretary may come as a big surprise to some and will leave many of his supporters demanding an explanation.
FUENTE: Trump Wants Former Goldman Partner And Soros Employee To Serve As Treasury Secretary | Zero Hedge
* * *
LIBRO DE DENUNCIA
'Orgyisland' y sus dos invitados especiales, Bill Clinton y Donald Trump
James Patterson acaba de publicar un libro que indaga en la relación entre los dos políticos y un millonario condenado por prostituir a niñas en una isla privada del Caribe.
Bill Clinton y Donald Trump muy sonrientes junto a sus esposas.
José Gallego @josegallego81 WASHINGTON D.C
21.10.2016 01:20 h.
Los derroteros que ha tomado en las últimas semanas la campaña electoral norteamericana están removiendo los bajos fondos de este país. Y es justo ahí, en esas cañerías por las que fluyen los escándalos sexuales de los políticos estadounidenses, donde acaba de reaparecer un nombre casi olvidado en el que hoy convergen los temores de demócratas y republicanos: Jeffrey Epstein. Este millonario de oscuro pasado, inversor financiero y amigo de hombres con poder, empresarios e incluso príncipes, se dio a conocer en la década de los 2000, al ser acusado de reclutar a decenas de jovencitas menores de edad como esclavas sexuales para la celebración de orgías en una isla privada del Caribe por la que pasaron ilustres invitados, entre los que podrían estar Bill Clinton (70 años) y Donald Trump (70).
El caso ha vuelto a ponerse de actualidad después de que James Patterson, uno de los autores de novela negra más vendidos en EEUU, publicara el lunes Filthy Rich, una incursión poco frecuente en el mundo de la no ficción por parte de este escritor, que confiesa que se quedó "obsesionado y fascinado" con esta escabrosa historia "de dinero, poder y sexo" desde que la policía comenzó a seguir la pista del 'broker' neoyorquino, que además vivía a menos de dos kilómetros de su residencia de Palm Beach, en el sur de Florida.
En su libro, mediante datos, testimonios y entrevistas policiales a las niñas, se establecen conexiones entre Epstein, que fue condenado y pasó por la cárcel, y personalidades de diferentes ámbitos, entre las que han llamado la atención, como era de esperar, el matrimonio Clinton -del que fue muy amigo-, Donald Trump e incluso el hijo de la reina Isabel II de Inglaterra, el príncipe Andrés (56).
Epstein y su mansión en Florida.
Pero antes de analizar esas supuestas vinculaciones, repasemos los primeros capítulos de esta truculenta historia, que arranca cuando detienen en 2005 a este rico financiero, que organizaba fiestas con chicas menores en su mansión de Palm Beach y en una cercana isla caribeña conocida ahora como 'Orgy Island'. La policía de Florida llevó a cabo una investigación exhaustiva desde el 15 de marzo de aquel año a febrero de 2006. Tras interrogar a decenas de testigos y analizar los hechos, encontraron motivos suficientes para acusarle de cinco delitos graves, relacionados con el abuso de menores y la prostitución.
Sin embargo, durante el juicio en 2008, el acusado llegó a un acuerdo con la Fiscalía por el que se declaró culpable sólo de un cargo, el de menor gravedad, por haber solicitado los servicios sexuales de una menor. Cumplió 13 meses de una condena de 18, pese a que se habían recogido denuncias de hasta 40 víctimas.
Quizá influyó que el acusado siempre estuvo muy bien relacionado. De hecho, el año pasado The Guardian informó de que durante los registros se localizó una "libreta negra" que contenía los números de nombres como Tony Blair, Naomi Campbell, Dustin Hoffman, Michael Bloomberg y Richard Branson.
Tras aquello Jeffrey Epstein, que ahora tiene 63 años, salió de prisión e intentó volver a su discreta vida pasando desapercibido y esperando a que este episodio quedara olvidado. Pero la contienda electoral y la publicación de Patterson lo han devuelto a la primera plana.
El libro recoge testimonios que, como poco, establecen una conexión entre este 'broker', Bill Clinton y Trump. En el caso del expresidente, se documenta que fue visto al menos en once ocasiones volando en el jet privado de Epstein entre 2001 y 2003, según publica Radar Online. De esto no puede deducirse que el marido de la candidata demócrata participara en las desenfrenadas fiestas del inversor, aunque se vuelve a arrojar una sombra de duda sobre su pasado, puesto que ese avión solía ser empleado para los traslados a su residencia caribeña.
Epstein con el príncipe Andrés.
Según el New York Post, Clinton voló a bordo del 'Lolita Express', como lo conoce aquí la prensa, 26 veces. Además, tras el arresto, se descubrió que mientras la policía lo investigaba, el afectado había donado 25.000 dólares a la Fundación Clinton en 2006, lo que algunos interpretaron como un intento por conseguir el apoyos a su defensa.
Según publica la revista Inquisitr, el millonario no mantiene ya un contacto directo con los Clinton, si bien habría realizado donaciones a la campaña presidencial demócrata por valor de 3,5 millones de dólares. Además, añade que Bill y Hillary (68) sí que siguen siendo amigos de la ex novia del condenado, Ghislaine Maxwell, hija del editor británico Robert Maxwell, que incluso acudió de invitada a la boda de su hija Chelsea en 2010, pese a que ya entonces se sabía que la acusaban de haber ejercido de "madame" atrayendo a jovencitas para este criminal.
De hecho, una de las víctimas del inversor, llamada Virginia Roberts, la denunció en 2015 por reclutarla presuntamente para tener relaciones sexuales con el financiero y sus invitados. Entre ellos, según relata, estaba el príncipe Andrés, que habría participado en una orgía con chicas de 14 años, algo que desde el entorno de Buckingham niegan. También aseguró en 2011 haber visto en la isla a Clinton, aunque nunca haciendo nada indebido.
Denuncia por violación
La supuesta conexión con Donald Trump también se basa en una amistad de hace años. Epstein era un asiduo a los establecimientos del republicano, mientras que, según apunta el Daily Mail, el aspirante presidencial iba a cenar frecuentemente a su mansión, que a menudo estaba llena de modelos semidesnudas. En 2003, el New York Magazine informó de que el ahora político también asistió a una cena en honor de Bill Clinton organizada por su amigo común.
Pero más allá de esta estrecha relación personal, es una denuncia judicial lo que sitúa al aspirante republicano en una de estas orgías. Se trata de una mujer, que no ha revelado su identidad, y que asegura haber sido violada en 1994, cuando tenía 13 años, por Trump y Epstein. Según publica el New York Daily News, esta presunta víctima ya tiene fecha para una audiencia con el juez federal Ronnie Abrams el próximo 16 de diciembre por un caso de violación.
imagen de hace años. Donald Trump junto a la ex novia de Epstein.
La chica, identificada sólo como "Jane", narra en su denuncia, difundida por Real Deal Magazine, que ella y otras cuatro menores acudieron a una de estas celebraciones, donde habría sido violada por el empresario pese a que le rogó que no lo hiciera. Además, asevera que el ahora político la amenazó a ella y a su familia. "Inmediatamente después de esta violación, me dijo que me golpearía y hasta me mataría a mí y a los míos si volvía a hablar del incidente", relata la chica, que había acudido al encuentro atraída por promesas de dinero y una carrera de modelo. Otra de las demandantes, identificada como "Tiffany", encargada supuestamente de reclutar a otras adolescentes, confirma estos hechos y añade que la lista de nombres es mayor e incluye a políticos poderosos.
El equipo de abogados de Trump calificó de "repugnante" y "categóricamente falsas" estas acusaciones, que salieron a la luz en junio, cuando todavía no era candidato oficial. "Es completamente infundado, un hecho de hace más de 20 años de alguien que se niega a dar su nombre. Es una farsa diseñada para desacreditar a nuestro cliente e interferir con la elección", apuntaron.
Dudas sobre la sentencia
Este nuevo escándalo está pasando algo más desapercibido por llegar en un momento en el que el cruce de acusaciones por abusos sexuales entre la campaña de Trump y la de Clinton -en lo que afecta a Bill- es casi diario. No obstante, incluso el prestigioso Wall Street Journal se ha hecho eco del controvertido libro, aunque remarcando que el autor sólo sugiere que Bill Clinton y Trump han estado en compañía de Epstein, lo que no prueba que hicieran uso de sus servicios para tener sexo con jóvenes in Palm Beach o el Caribbean.
Portada del polémico libro, Filthy Rich.
Lo que Patterson sí ha conseguido es que se vuelva a hablar de este caso de corrupción de menores, cuya investigación empieza a ser puesta en duda. En concreto, sobre el acuerdo ventajoso que los fiscales brindaron al condenado, la NBC ha desvelado que los abogados de las víctimas no fueron informadas de aquel pacto. Además, durante la investigación se localizaron en la casa de Epstein dos cámaras ocultas con las que podrían haberse grabado las orgías con la intención de utilizarlas a posteriori en su beneficio.
Durante las entrevistas para la promoción de su libro, el autor suele concluir invitando a la reflexión. "Creo que queda en evidencia que con dinero puedes conseguir muchas cosas. Hemos descubierto una gran cantidad de detalles sobre la investigación policial, las niñas, lo que les ocurrió y el efecto en sus vidas. El lector tiene que preguntarse ahora si, realmente, se hizo justicia".
FUENTE: 'Orgyisland' y sus dos invitados especiales, Bill Clinton y Donald Trump
* * *
Este último personaje es Milo Yiannopoulos, periodista de Breitbart (otra de las fuentes de información de los "indigenistas") y líder homosexual de la Alt-Right:
How Donald Trump Made It Cool To Be Gay Again - Breitbart
Donald Trump Just Overtook The Democrats On Gay Rights - Breitbart
En la convención sodomita e islamófoba con posters pedófilos de fondo también estaban Pamela Geller (otra de las patas de banco) y Geert Wilders:
Inside Milo’s “gays for Trump,” virulently anti-Islam party at the RNC - Salon.com
Marcadores