Hace un par de días, leí yo también este artículo de Roberto Centeno, que fué en esa ocasión publicado por el confidencial digital: Castigo a la indiferencia: ser gobernados por malvados - Blogs de El Disparate Económico
“El castigo de los hombres buenos que ignoren estas realidades es ser gobernados por malvados”.
Personalmente me dabato entre la abstención (opción que llevo tomando en casi todos los comicios desde hace ya casi veinte años) o votar a algún grupo político que defienda la soberanía nacional, el bien común y los principios católicos, como Impulso Social, por ponerle nombres y apellidos. Pero a veces me pregunto si no sería mejor salir en peregrinación a la Santa Cueva de la Santina de Asturias para pedirle que nos envíe a un nuevo Don Pelayo en nuestros días; aunque éste tuviera que venir de tan lejanas tierras como Rusia
Quizás haga las dos cosas, votar a Impulso Social y marchar en peregrinación a Covadonga. ¡Y de paso me tomo una sidriña y unas fabes en Cangas!. Si alguien se apunta...
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