(PRIMERO) Pues yo no me escandalizo del éxito de Podemos. Al fin y al cabo –sin entrar en el fondo de su argumento – es gente que habla contra los abusos del sistema financiero capitalista que ha aplastado a la clase media; que habla contra la casta política sin alinearse con los partidos de siempre; que se rebela contra las imposiciones de Alemania; que tienen propuestas concretas, que ellos prometen imponerse a sí mismo, como la rebaja del salario de los Eurodiputados y las dietas desorbitadas que cobran. Que formula ideas de participación ciudadana y las ponen en marcha, planteando de verdad una alternativa al Sistema, como sus llamados “Círculos” donde se recogen el sentir de la gente respecto de temas y problemas concretos.
No, no me escandaliza que esta gente tenga éxito. Es un grito de rebelión. Mal entonado, por supuesto, pero un grito de rebelión. Señor, ¡que buen vasallo si tuvieran buen señor!
(SEGUNDO) Lo que sí me escandaliza es que la gente todavía siga votando al PP, incluso aquellos que dicen sentirse españoles, cuando son aquellos los que, sin ir más lejos, han soltado a decenas de etarras. Lo que sí me escandaliza es que la gente, en Andalucía, por ejemplo, siga votando al PSOE, mientras éstos les roban a manos llenas el pan, el poco pan, que tienen para sus hijos. Lo que sí me escandaliza es que Vox pida el voto diciendo que son el PP de Arnar, Aguirre y Mayor, y saquen 250 mil votos.
Eso sí, lo que de verdad me escandaliza es que haya gente que se escandalice de lo primero y no de lo segundo.
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