Fuente: El Pensamiento Navarro, 2 de Mayo de 1976, páginas 1 y 6.
«Las ideas fundamentales del acto de Montejurra son el culto a la Santa Cruz y el homenaje fervoroso a todos los Tercios de Requetés de la Cruzada»
«He faltado últimamente a la cita por las desviaciones lamentables que contradecían la idea primordial que presidió la institución de este Santo Vía-Crucis»
«ESTE AÑO VEO MONTEJURRA CON GRAN OPTIMISMO DE RECUPERAR EL GENUINO SENTIDO PENITENCIAL QUE NO SE DEBIÓ PERDER»
Entrevista con Don Joaquín Vitriain, el Capellán de la Hermandad del Vía-Crucis
“Montejurra 1976”, un eco que se repite de Norte a Sur de nuestra geografía y de Este a Oeste. Es un eco vibrante y rejuvenecedor, como si los últimos acontecimientos vividos intensamente por los españoles hubiesen llamado a un examen de conciencia a todas las almas tradicionalistas. Así, Montejurra se contempla este año como una esperanza y como un recuerdo. Esperanza y recuerdo purificadores de la utilización de que ha sido víctima desde hace años el acto penitenciario de la Montaña Sagrada del Carlismo. Y es por ello que se quiera volver a los orígenes de Montejurra, a la raíz sustentadora de principios y de ilusiones. Partiendo de esa raíz, edificar, sin concesiones ni traiciones, un nuevo árbol que nos recoja en sus ramas a todos los que, como perpetuadores dignos de las ideas carlistas, vemos un peligro para el hombre y la sociedad en las concepciones liberales y marxistas de la vida.
Es el momento de la poda, y para ella nadie mejor que el jardinero que hizo brotar un día el inmenso rosal de oraciones y plegarias que ha sido siempre, en un recto entender, Montejurra. Don Joaquín Vitriain, desde aquel 3 de Mayo de 1939 inolvidable, es el Capellán de la Hermandad del Vía-Crucis de Montejurra, columna vertebral de la fe tradicionalista. Profesor del Instituto Príncipe de Viana de Pamplona, colaborador de tipo doctrinal y eclesial de diversas publicaciones periodísticas. Él, como nadie, ha vivido y sufrido la marcha, año tras año, de la concentración religiosa más profunda de nuestra Patria. Él, como nadie, sabe de ausencias.
– ¿Cuántas veces ha subido usted a Montejurra en calidad de Capellán?
– Tengo el gozo inmenso de decir a usted que son ya 31 veces consecutivas.
– ¿Cómo se desarrolló el Montejurra durante esos treinta y un años?
– El año de la inauguración asistió gran contingente de romeros. Los cuatro o cinco siguientes decreció el número, muchas veces por la inclemencia del tiempo o por propia organización. A continuación, ya adquirió un impulso muy grande, llegando a muchos millares procedentes de toda la geografía nacional, haciendo de él un acto de verdadera fraternidad cristiana y carlista.
– Don Joaquín Vitriain ha faltado últimamente a la cita. ¿Cuáles son las razones?
– Las desviaciones lamentables que contradecían la idea primordial que presidió la institución de este Santo Vía Crucis, como es notorio para la mayor parte de los que asistían a la concentración de Montejurra. Las ideas fundamentales eran el culto de la Santa Cruz y el homenaje fervoroso a todos los Tercios de Requetés de la Cruzada. Para tomar esta determinación di una nota, que recogió la mayor parte de la Prensa de España, y la tomé con gran sentimiento, pues había puesto siempre mi mayor cariño y estímulo en esta grandiosa manifestación de Fe y de patriotismo.
– ¿Cómo ve este año el Montejurra?
– Lo veo con el gran optimismo de recuperar el genuino sentido penitencial que no se debió perder, y en el cual están interesados todos cuantos asisten con Fe y sinceridad a Montejurra, que debe de encerrar un acto fundamentalmente religioso, puesto que predominantemente religiosos son los actos que se celebran.
– ¿Qué tiene, a su juicio, Montejurra, para atraer a tan ingentes multitudes de romeros y peregrinos que acuden anualmente a la Montaña Sagrada de la Tradición?
– Porque Montejurra, entre otras cosas, suena a gesta brava y despierta tantas reminiscencias agradables y evocaciones conmovedoras; es símbolo de resistencia, y permanencia viva como la Fe, en el ideal que le dio fama y esa aureola de gloria de héroes legendarios.
Por eso nos es tan afectivo, tan familiar, tan carlista, que no podemos hablar de él sin emocionarnos, ni visitarlo sin besar su tierra bendita, que la santificaron los esfuerzos heroicos y sacrificios de los soldados de Dios, Patria y Rey, de los que rezaban como católicos, peleaban como españoles, y morían como defensores de la mejor de las causas.
Muchas cosas buenas hay en Montejurra…, fervor religioso, convivencia fraterna, y palpitaciones de viejo espíritu hispano. Pero lo que más llama la atención es que vienen grandes multitudes por su cuenta y razón. Sin subvenciones de ninguna clase. Muchos con verdadero sacrificio económico, y todos con un entusiasmo que contagia, superior a todas las molestias del viaje. Estella no basta a dar hospedaje a todos… Los Arcos, Villatuerta, Mañeru y muchos otros pueblos de la Merindad… darán cama y mesa a los sobrantes… y también calor de hogar. Han visitado Montejurra egregios Príncipes y Princesas de España, así como otras personalidades relevantes.
– ¿Cuál fue el origen de la erección del Viacrucis a lo largo de aquellos suelos tan ásperos y difíciles, y qué Tercios de Requetés se conmemoran en las distintas Estaciones del Calvario de Montejurra?
– Encontrándose un servidor de ustedes ejerciendo el cargo de Párroco en el pueblecito de Ayegui en el año 1939, a raíz de la gran Victoria Nacional contra los enemigos de Dios y España, maduramos la feliz iniciativa de levantar un Viacrucis en la histórica Montaña, que perpetuase el recuerdo emocionado de 67 Tercios de Requetés, que aportó el Carlismo español a la Cruzada de Liberación.
Compartimos esta felicísima idea María Asunción Arraiza, la madrina del Tercio de Montejurra; Tarsicio Ortiz, el gran caballero carlista; el Alcalde de Ayegui, Don Trifón Larumbe (q. e. g. e.); y un servidor, así como un pequeño grupo de personas entusiastas de esta realización.
Montejurra vivió el 3 de Mayo de 1939 la gran fiesta de la bendición e inauguración del primer Viacrucis de madera, reproduciendo sus cruces las que llevaban los Tercios de Requetés, junto a la bandera, en sus avances.
Cuando las cruces de madera se iban derrumbando poco a poco, un grupo de entusiastas pensó en que se debía perpetuar aquel monumento, el único que se ha levantado en España para la oración y homenaje y conservación del espíritu de los Voluntarios de los Tercios de Requetés. Ayegui, el pueblecito de mi ex-feligresía, que vive a los pies del gran Montejurra, el que tiene en sus tierras el Santuario de la Tradición, llevó a cabo, con el esfuerzo de sus gentes, la idea.
Pero ha sido la Excma. Diputación Foral de Navarra, consciente de la trascendencia que para nuestra tierra tiene este monumento, la que patrocinó económica y técnicamente la erección del nuevo Viacrucis en piedra. Nuestra felicitación sincera a esta egregia Matrona de Navarra, que ha patrocinado este magno Viacrucis del Montejurra, que es el símbolo del espíritu de las gentes navarras, el testimonio de su entrega total a través de las últimas generaciones, como ha de serlo sin duda del espíritu de las venideras. Ha cumplido con un deber de gratitud para con los viejos carlistas y los Requetés de la Cruzada.
Y bien ha hecho en que, no solamente estén esculpidos en piedra viva los nombres de los navarros, sino también los de todos los Tercios del Requeté de España, hermanos como son en el ideal con los nuestros, puesto que han sabido comprender el amor a España a través del amor a nuestra tierra.
Son, como he dicho anteriormente, 67 los gloriosos Tercios que combatieron en nuestra Cruzada, y muchos llevan nombres de Vírgenes y Santos, así como de otras regiones españolas y de héroes carlistas.
– ¿Qué fines y características tiene la Hermandad del Viacrucis Penitencial de Montejurra por usted fundado?
– En primer lugar, la Hermandad del Viacrucis Penitencial de Montejurra es una Asociación. En segundo lugar, mantener en su esplendor y pureza el sentido. Pueden pertenecer a ella… ¿Obligaciones? Peregrinar al menos cada dos años, en el mes de Mayo, a Montejurra, y hacer el ejercicio del Santo Viacrucis que jalona la subida a la dicha Montaña. Igualmente. Para atender a los gastos… Gracias a Dios, y a la valiosa colaboración de unos buenos amigos eclesiásticos, tenemos un texto piadoso y emotivo de este ejercicio que, con aprobación de la Iglesia, se utiliza solamente para la gran Romería de Montejurra, y que está debidamente aprobado por la Autoridad Eclesiástica.
– ¿Cómo finaliza esta grandiosa manifestación de Fe y patriotismo del magno Viacrucis?
– Finaliza este emotivo y grandioso acto del Viacrucis a lo largo del Calvario de Montejurra con una Misa de campaña, con homilía, seguida de un responso bajo el dosel infinito del cielo, y que es ofrecido por todos, todos, todos los que cayeron en uno y otro campo, porque todos son hermanos nuestros y queremos ejercitar con ellos este gran deber de caridad cristiana.
Ave Crux Spes Unica.
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